Dic 13, 2016 | destacadas
La Asociación Civil Andar ubicada en Moreno, Provincia de Buenos Aires, trabaja desde hace más de veinte años con y por las personas con discapacidad. Allí se realizan diversas actividades productivas, culturales, terapéuticas, sociales y deportivas.
Carlos Denini es miembro de la Comisión Directiva y cuenta que “la idea de la Asociación Civil Andar surge a principios del año 1985 como una alternativa social diferente que ofrece a niños, jóvenes y adultos con discapacidad, la oportunidad de desarrollar actividades recreativas, lúdicas, deportivas y culturales a partir de propuestas concretas y sistemáticas”. La entidad tiene un equipo interdisciplinario -psicólogos, trabajadores sociales, personal terapéutico- constituido por profesionales que acompañan y apoyan a cada uno de los orientadores que están a cargo de los diferentes grupos.
Andar cuenta con una granja educativa, una escuela de gastronomía, la Liga de Fútbol Inclusiva, una panadería y un centro de día, entre otras cosas. Luisina Sacchetta, psicóloga y coordinadora del centro de día, relata que trabajan con siete grupos de chicos. “La idea de los grupos es que sean dinámicos, los integrantes van moviéndose en diferentes actividades durante el año”, explica y agrega: “Queremos que participen en actividades que tengan que ver con el desarrollo de su bienestar emocional y físico, que puedan acrecentar las relaciones interpersonales y sus diferentes habilidades, queremos que cada día sean más autónomos y autodeterminados. Ese es el mayor objetivo, que puedan decidir por ellos mismos y que disfrutar y mejorar su calidad de vida”.

“La idea de la Asociación Civil surge como una alternativa social diferente que ofrece a niños, jóvenes y adultos con discapacidad, la oportunidad de desarrollar actividades recreativas, lúdicas, deportivas y culturales a partir de propuestas concretas y sistemáticas”
Todos los goles
Calidad de vida también se encuentra en el deporte. Por eso, Andar también organiza la Liga de Fútbol Inclusiva, un torneo para personas con y sin discapacidad creado en 1998, en Moreno, y que se replica en diferentes puntos del país y de América Latina. La Liga es para mayores de 16 años. En la edición de este año participaron 105 equipos de 35 organizaciones distribuidas en toda la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal.
Pablo Lucero, Director Administrativo de la Liga de Fútbol Inclusiva a nivel nacional, revela que además del certamen trabajan en la inauguración de una escuela de fútbol inclusiva, articulando tareas con las escuelas especiales y convencionales. “En esta primera etapa, tuvo como resultado cuarenta inscriptos, y la articulación con seis escuelas, fue una prueba piloto que costó arrancar. Trabajamos con escuelas públicas, porque consideramos que el sector más vulnerable con personas con discapacidad se encuentra ahí, aunque en realidad es el sector no escolarizado”, dice Lucero.
Naturaleza
La granja educativa y la huerta son otros espacios que Andar abre a la comunidad. Lo innovador del área es que los jóvenes operarios, que son personas con discapacidad, se ubican en un rol de educadores populares. Martín Zaracho, uno de estos chicos que trabaja en el vivero y la huerta, dice que “el fin del emprendimiento es sembrar para obtener las verduras y frutas para comer, pero lo que rinde más en la granja es la parte intelectual, tomar el vivero como un aula para enseñar”. Compara el vivero con una fábrica, ya que si bien en las fábricas producen cosas, aquí producen conocimientos, comenta.
Sofía Albelia, orientadora del grupo, dice que “la huerta es orgánica, no usamos químicos, todo lo preparamos con hierbas naturales para el control de plagas”. En el espacio tienen una gran variedad de cactus que comercializan en la Feria Popular Itinerante del Municipio de Moreno, donde concurren una vez cada 15 días.
Marie Sosa, en tanto, está a cargo de la granja educativa. “Es un proyecto donde se invitan a colegios y jardines a vivir la experiencia de poder cultivar y hacer todos los procesos que tienen que ver con huerta orgánica y el cuidado del medio ambiente. Son diferentes proyectos que se van trabajando con las escuelas que contratan la dinámica de visita educativa”, dice. Las visitas son de colegios y jardines de infantes de Merlo, Paso del Rey y en especial de Moreno, y algunas instituciones de Capital; tienen un promedio de 4 a 5 visitas mensuales, siendo los contingentes de 65 personas y el recorrido tiene una duración de 3 horas.

«Andar cuenta con una granja educativa, una escuela de gastronomía, la Liga de Fútbol Inclusiva, una panadería y un centro de día, entre otras cosas».
Economía inclusiva
Andar desarrolla también emprendimientos productivos, con una lógica de sustentabilidad, que generen empleos socialmente reconocidos para las personas con discapacidad, y que permitan un ingreso que pueda ser distribuido entre los participantes de las actividades. Denini afirma: “En los Talleres Protegidos los operarios reciben un subsidio por parte del Estado de 900 pesos y los que participan de emprendimientos productivos se distribuyen el excedente, de acuerdo a un criterio variado como ser presentismo, habilidad, conocimiento, responsabilidad que determina una categoría del operario”.
Uno de estos emprendimientos es la panadería. “La producción de pan y de facturas llegan a alrededor de 17.000 alumnos de escuelas públicas de Moreno. Son 80 escuelas a las que se entregan pan, facturas y prepizzas”, informa Denini. Andar es proveedor del Consejo Escolar de Moreno, posición que obtuvo al participar cada año en una licitación junto a otras panaderías.
Además, en Andar realizan trabajos para empresas que los contratan para participar de una parte de sus procesos productivos. Los operarios, por ejemplo, hacen el envasado, pesaje, etiquetado y distribución en las cajas que después van al comercializador. “Uno de los ejes del taller tiene que ver con el desarrollo de la persona, en la adquisición de habilidades, actitudes y aptitudes para el trabajo” argumenta Denini para explicar el sentido de esas tareas.
Una escuela de gastronomía es otro de los espacios clave de Andar. Allí, además de enseñar se utiliza para la elaboración de productos de catering. Otro de los logros de la entidad es haber obtenido en 2013 la concesión del buffet de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, en la Capital Federal, luego de un reclamo estudiantil para tener un espacio gastronómico económicamente más accesible y, a la vez, más saludable. Desde el oeste, Andar multiplica esfuerzos para la contención y promoción de las personas con discapacidad.
Actualizado 13/12/2016
Dic 13, 2016 | inicio
«Bimbo me está robando los clientes», dijo uno de los 400 distribuidores de Fargo que quedó sin trabajo debido a que el Grupo Bimbo, su dueño desde 2011, decidió aplicar sus propias políticas de distribución en Argentina. Es decir, utilizar sus distribuidores en lugar de los que históricamente llevaban los productos Fargo a las góndolas. El personal histórico, con más de 40 años de trabajo, reclama una indemnización, ya que la clientela que construyeron pasaría a ser de Bimbo. El conflicto comenzó cuando Fargo les envió una carta documento desvinculándolos de la empresa.
La distribución de la empresa Fargo funcionaba, hasta el momento, a través de Pymes independientes. Cada distribuidor poseía su propio camión, mantenía una relación comercial con la empresa panificadora y asumía el costo de la compra de los productos. Luego, los vendía a sus propios clientes, como por ejemplo almacenes o supermercados. Forjaba una relación de confianza con el cliente. El primer cambio que dispuso el Grupo Bimbo en la distribución fue disponer la zonificación de la clientela, lo que significa que a cada distribuidor se le otorgaría una zona elegida por la empresa, en vez de atender a la cartera propia de clientes. «Cuando en Mendoza se dispuso la zonificación, los distribuidores acordaron porque era el primer lugar en el que se hacía y no se sabía el riesgo. Hoy hay un montón de compañeros que quebraron», dijo Darío Fantone, distribuidor de Fargo desde hace 21 años, referente de Rosario. A partir de la zonificación -explicó- se les otorgan lugares de baja densidad poblacional y la clientela forjada durante años pasa a ser tomada por distribuidores propios del Grupo Bimbo. En el caso de los distribuidores independientes, las promociones y los precios cuidados los asumen ellos mismos. Ahora, aseguran, estos costos quedarían en manos de la empresa por lo que se daría una situación de competencia desleal y les sería imposible competir en precios.
La abogada Alicia Vargas, defensora de los distribuidores, explicó que lo que buscan es que se haga cumplir la regulación del contrato de distribución que se especifica en el artículo 1511 del Código Civil: «La ley prevé dos tipos de indemnizaciones. Si el contrato de distribución se termina por cualquiera de las partes incluso de común acuerdo, establece una indemnización por clientela, que es el equivalente a un año de la rentabilidad del distribuidor. Por otro lado, también hay otra indemnización si la empresa rompe el contrato de manera imprevista, porque como son contratos de larga duración el distribuidor tiene su inversión a disposición de ese trabajo, en compra de unidades de transporte, productos y demás, por lo cual se le tiene que avisar con anticipación la ruptura del contrato para que tenga la posibilidad de readecuar su negocio. Cuando eso no se da, corresponde abonar la indemnización por preaviso, que está prevista en un mes de rentabilidad por cada año de antigüedad. Hay distribuidores que tienen entre 45 y 50 años de antigüedad. Lo que les quieren dar a los trabajadores es sólo un 20 por ciento de lo que les corresponde».
Además, el histórico contrato de distribución dice que de ser pertinente puede considerarse la regulación de los contratos de agencia, concesión o franquicia, los cuales establecen las condiciones de labor de un mediador entre el productor y el consumidor. El intermediario es quien acerca el producto a partir de conocer la modalidad y requerimientos de la mercadería en una región específica. No obstante, el distribuidor cuenta con una particularidad: asume la compra del producto, por lo que su clientela pasa a ser un fondo de comercio.
Guillermo Varela, distribuidor referente de Pilar, dijo que el Grupo Bimbo en el exterior no está acostumbrado a pagar indemnizaciones, y quiere aplicar lo mismo en Argentina. Además, el trabajador expresó: «Nos culpan a nosotros de que las ventas de la empresa bajaron, pero la empresa Bimbo sube los precios. Bajaron la calidad de los productos de Fargo desde que la compraron, nosotros hicimos el reclamo en su momento y nos prometían que iban a cambiarlo en unos meses. Esto sumado a la suba del dólar, y la situación económica actual, hace que nosotros quedemos fuera del mercado». Recientemente, a Varela le prohibieron el ingreso a la empresa, y no le dieron productos para vender.
El reclamo está unificado a partir de una junta federal de la que participan trabajadores de Córdoba, Mendoza, Rosario, distintas zonas de Buenos Aires, entre otros; y se expresó de diversas maneras para hacerse visible. «En la Secretaría de Comercio nos dicen que están trabajando en el tema, pero ya hace tres meses que dicen lo mismo», señaló Fantone. El 24 de noviembre, en la inauguración de una planta de Bimbo en Malvinas Argentinas, provincia de Córdoba, los distribuidores se manifestaron para mostrar su situación y también la de trabajadores de planta que están siendo despedidos, como los 108 trabajadores de la panificadora de Pilar que echaron en septiembre. La policía los detuvo 300 metros antes de llegar. Horacio Arregui, distribuidor de la zona de San Martin, con 36 años cumplidos de trabajo, dijo: «Somos gente grande y con años de experiencia. Ese día, compañeros nuestros tuvieron que ser hospitalizados». Además reflexionó: «Muchos de nuestros compañeros están en juicio, otros despedidos, otros ya quebraron. Con nuestra labor movilizamos la economía, generamos más puestos de trabajo. En la situación actual, más de 400 familias de distribuidores llegan a fin de año en la incertidumbre».
Actualizado 14/12/2016
Nov 22, 2016 | destacadas
La caída de ventas de libros es un hecho. La creciente recesión económica penetra en cada actividad, a lo largo de todo el país, y las librerías no son la excepción. Según los datos informados por la Cámara Argentina del Libro (CAL) el desplome en el sector editorial es del 22 por ciento durante el primer semestre de 2016, respecto al mismo período de 2015. ANCCOM recolectó testimonios de distintas personas vinculadas al mundo del libro para ilustrar la situación.
En el segundo semestre la caída de ventas viene en picada; peor que en los primeros seis meses de este 2016”, diagnostica Pablo Pazos, librero de la reconocida librería Arcadia (Marcelo T. de Alvear 1548), cuando se le consulta si percibe una caída en las ventas de libros. “¿Es una broma? Sí hay caída. Se debe al aumento de precios y a la recesión. Además que en el presente los libros aumentaron en lo que va del año más del 60 por ciento producto, sobre todo, del aumento del papel, los costos se fueron al diablo y las imprentas también.”

Según los datos informados por la Cámara Argentina del Libro el desplome en el sector editorial es del 22 por ciento durante el primer semestre de 2016, respecto al mismo período de 2015.
Pazos agrega otro dato preocupante.”No hablemos, además, de lo que son las ventas institucionales. El Ministerio de Educación paró de comprar, dijeron que iban a comprar textos, pero no sé cuándo porque el año termina ahora. ¿Qué textos van a comprar si quedan dos meses de clases? Eso para muchos editoriales era significativo”.
En tanto Andrés, de la librería Clásica y Moderna, ubicada en Callao y Paraguay, como David, de Adán Buenosayres, en Corrientes y Montevideo, coinciden con Pazos. La caída de ventas en este segundo semestre es más significativa que en el anterior. En palabras del propio Andrés: “Hay mucha menos gente que entra a la librería, mucha gente que consulta el precio y se va. Creo que tiene que ver con que subieron subieron los precios y que a la gente la plata cada vez le alcanza menos. El tema del aumento en los servicios y todas esas cosas genera como una especie de pánico atroz”.
La postura del librero de Adán Buenosayres sigue la misma línea: “La caída de venta en librerías se debe a que la canasta de consumo cambió ostensiblemente a partir de la inflación que afecta sobre todo a lo que uno consume. No podés dejar de comprar comida. ¿Podés dejar de comprar un libro? Sí. ¿Podés dejar de comprar pilcha? Y sí. Vas a usar la misma ropa que el año pasado, yo hace dos años que no me compro zapatos, los mando a arreglar. No hay otra explicación que no sea la de que esta caída en las ventas es una causa más de la recesión general.

“La caída de venta en librerías se debe a que la canasta de consumo cambió ostensiblemente a partir de la inflación que afecta sobre todo a lo que uno consume.», comenta el librero de Clásica y Moderna.
Esa librería en particular está en medio del proceso de convertirse en una cooperativa. “Bueno, acá los costos han aumentado mucho, pagábamos 4.000 pesos de expensas y ahora pagamos 12.000. Nosotros transformamos toda la iluminación de la librería en bajo consumo y led, entonces bajamos el consumo a la mitad, pero igual la factura de luz es casi el triple de lo que pagábamos el año pasado. De 700 pesos por bimestre, ahora abonamos entre 900 y 1.000 por mes”, ejemplifica David.
Desde Cúspide también coincidieron en el diagnóstico, a pesar de los titubeos para dar testimonio y luego de preguntarse entre los empleados si no había problema con hablar de ese tema, ya que la cadena de librerías pertenece al Grupo Clarín. En palabras de uno de los encargados de una sucursal céntrica, “hay una caída de ventas del número de libros. Yo creo que, por un lado, se debe a que como muchas cosas han aumentado los libros no están exentos, y no es un artículo de primera necesidad. Más necesario es comer y vestirse. El aumento general de precios genera una psicosis y la gente larga lo primero que es suntuoso”.
Otro punto en que todos los libreros entrevistados coincidieron fue que la digitalización del libro y su lectura en formatos digitales no impactan en la caída en las ventas. El pronóstico para los meses venideros no es para nada alentador, ya que la recesión sigue su camino. Y para colmo de males a los libreros todavía les resta enfrentar el peor período de ventas que son los meses de enero y febrero. Si durante el año no se hizo un buen colchón de dinero como para equiparar esa temporada históricamente de poco movimiento, la situación se vuelve aún más aguda. Con todo esto no queda otra que buscar nuevas opciones de ventas (ya son muchos los libreros que se dedican a la venta por internet) como la de David y su mesa de ofertas para atraer clientela “Tenemos que buscar alternativas, como por ejemplo esa, la de tener una mesa con libros a diez y veinte pesos, que hoy representa algunos días el 20 por ciento de las ventas de todo el local”, remata.

«El pronóstico para los meses venideros no es para nada alentador, ya que la recesión sigue su camino».
Actualizado 22/11/2016
Oct 20, 2016 | inicio
Miles de mujeres marcharon, este miércoles 19, desde el Obelisco hacia Plaza de Mayo bajo la consigna “Ni una menos, vivas nos queremos”. Estaban vestidas de negro. La lluvia no las paró. Entre gritos de Justicia y aplausos se observaban carteles como “De camino a casa quiero ser libre, no valiente” y “Yo elijo cómo me visto y con quién me desvisto”.
La convocatoria tuvo como detonante el crimen de Lucía Pérez, la adolescente de 16 años drogada, violada, torturada y asesinada en Mar del Plata. “Veníamos de un encuentro de mujeres histórico y maravilloso. Volvimos con toda esa fuerza para encontrarnos con la brutalidad de ese femicidio, y no quisimos aguantar más”, explicó Manuela Castañeira, integrante de la agrupación Las Rojas y del Nuevo Más. “Nos llamaron las periodistas de ‘Ni Una Menos’, y allí le pusimos todo el impulso a esta organización”.

Cerca de las cuatro de la tarde, y en su gran mayoría vestidas de negro –como proponía la consigna- algunas mujeres solas, otras de a dos, de a tres, otras en agrupaciones, comenzaron a llegar debajo de sus paraguas a la Plaza de la República. La lluvia caía y el viento soplaba fuerte. Sin embargo, los alrededores del Obelisco pronto se vieron cubiertos por una multitud. Y no sólo las mujeres se presentaron. Ezequiel, del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), expresó el apoyo a sus compañeras: “Hay millones de formas de ejercer violencia contra la mujer, no solo física, sino del accionar de todos los días. Estoy cansado de escuchar en la calle bocinazos a las mujeres, eso es una forma no física porque no la estás tocando, pero irrumpe en su vida cotidiana”. En los últimos días, existió una controversia respecto a la presencia de los hombres en la marcha. En ese sentido, Ezequiel dijo: “No entiendo la limitación de que sólo las mujeres pueden luchar por las mujeres cuando es un problema que ataña a todo el mundo”.
Al ritmo de los bombos, varias mujeres cantaban “Vamos al paro nacional para gritar ‘Ni Una Menos’, con aborto en el hospital”. A la par, las organizaciones se iban acomodando. Más temprano, mujeres de todo el país habían realizado un paro de actividades durante una hora –entre las 13 y las 14- en consonancia con la movilización.

La marcha se realizó en contra de la violencia femicida, y también se sumó la trama económica relacionada a la desigualdad de género: precarización laboral, brecha salarial y desocupación. Vanina Escales (integrante de la organización de Ni Una Menos y del CELS) dijo al respecto: “Tenemos que empezar a unir el tema de explotación capitalista con la violencia de género”. Y agregó: “La violencia física es contundente, es inapelable, pero hay otro tipo de violencia que es la del orden simbólico en donde esos cuerpos se desenvuelven, y me parece que tendríamos que empezar a mirarla y a señalarla”.
Luego de las 5 de la tarde, comenzó la marcha hacia Plaza de Mayo. Saltando charcos, la gente se movilizó lentamente por las arterias que conducen a la emblemática plaza. A pesar de que la lluvia no cesaba, los paraguas se multiplicaban. Quizás, por la incomodidad de esta situación, uno esperaba ver mal humor en las personas. Pero nada de esto sucedió. Miles de mujeres y hombres marcharon con paz, pero sin perder la fuerza de su lucha. Delfina, una niña de 6 años que marchó junto a su madre, pidió: “Que no pase más esto, que no agarren más a las chicas”.
El sistema político y judicial fue criticado por varios sectores durante el encuentro. Así, Vanina Escales planteó: “Creo que el Poder Judicial dicta medidas restrictivas, por ejemplo, que no es capaz de hacerlas cumplir, entonces esto expone realmente a las mujeres. Tenemos que seguir demandando políticas por ese lado”. Por su parte, Manuela Castañeira -luchadora por los derechos de las mujeres, integrante de la agrupación de mujeres «Las Rojas» y del nuevo MAS- también se refirió al tema: “Yo veo cambios en la sociedad, en la conciencia, en prácticas cotidianas pero no veo cambios en las instituciones. Nosotras estamos muchos pasos por delante y el Estado por detrás”.

A la vez, diferentes sindicatos participaron de esta masiva marcha. Ariel Iglesias, secretario de organización de SUTEBA La Matanza, explicó: “Nosotros discutimos y decidimos en asamblea que nuestro sindicato que agrupa a los docentes varones y mujeres de La Matanza tenía que hacerse presente y ser parte de esta convocatoria para decir ‘basta de violencia contra las mujeres’, no solamente porque estamos en contra de todo tipo de violencia, machista y de género, sino también porque en nuestro sindicato el 85% de las trabajadoras son mujeres”. A la vez, compartió su alegría sobre el “aplauso” realizado en San Justo y Laferrere, y agregó: “Solamente la unidad de todos los varones y las mujeres podrá acabar con el femicidio”.
La organización Personas Trans Autoconvocadas también se hizo presente. Geraldine Lescano, en representación de la entidad, contó las razones de su presencia: “Estamos por la lucha de nosotras como mujeres trans, ya que también estamos sometidas al maltrato y a la marginalidad de muchos sectores”.
Así, la marcha estuvo llena de colores políticos e ideológicos pertenecientes a miles de mujeres vestidas de negro en un día gris. Los hombres apoyaron y acompañaron su lucha, dispuestos a defender sus derechos. Fue un miércoles húmedo, frío, ventoso y negro, pero también fue un día en donde reinó la esperanza y, a pesar de la impotencia ante la violencia que nos acecha cada hora, se observaron sonrisas dibujadas en muchos rostros allí presentes, que reflejaron la tranquilidad de saber que no están solas. Están más unidas que nunca. En sororidad. En solidaridad. Porque además en innumerables oportunidades se remarcó que, las que allí estaban son “la voz de las que no tienen voz”. Miles de mujeres y hombres se movilizaron, en Buenos Aires y en diferentes partes del país y del mundo, por una causa en común: la necesidad de decir “basta de femicidios”.
Actualizada 20/10/2016
May 12, 2015 | inicio
Algunos gimnasios ubicados en la zona del Microcentro presentan desde 2010 una nueva fisonomía que se diferencia de la clásica imagen de la vidriera con hombres o mujeres sobre la caminadora o la bicicleta fija, mirándose al espejo y escuchando música motivadora. Ahora, se pueden encontrar gimnasios sin máquinas y con elementos no convencionales como ruedas de tractor, sogas, barras olímpicas y bolsas de arena que forman parte de un sistema de entrenamiento conocido como Crossfit.
La historia de esta disciplina comenzó a mediados de los 90 en California, Estados Unidos, cuando el entrenador y ex gimnasta Greg Glassman la puso en práctica. Tras varios años de hacer culturismo llegó a la conclusión que requería mucho tiempo pero la mejora era muy poca. Su intención fue invertir la ecuación y lograr un método que en un breve lapso de tiempo diera mejores resultados, para lo cual necesitaba ejercicios cortos con una alta intensidad.
Un crossfitter porteño paga un promedio de 600 pesos por mes para ir al box (gimnasio) tres veces por semana y desarrollar su WOD (workout of the day), cuyo objetivo es trabajar las diez capacidades físicas reconocidas: resistencia cardiovascular y respiratoria, fuerza, flexibilidad, potencia, velocidad, fortaleza, coordinación, agilidad, equilibrio y precisión. Debido al alto nivel de exigencia, todas ellas deben ser supervisadas por un instructor especializado.
Una hora de Crossfit enfrenta al practicante con sus propias limitaciones y posibilidades para ver hasta dónde puede llegar. «Vos regulas el ritmo» es la frase que se repite con cada nuevo ejercicio en Rev crossfit, un box de la calle Maipú, bien ubicado detrás de un bar que invita a mirar. El precalentamiento es sencillo: trote, hacia adelante y atrás, al que luego se suman saltos. Ya puestos en movimiento, los habitúes comienzan a trabajar con pesas. En el caso de los neófitos solo trabajan sobre la postura correcta sin carga para no lastimar la espalda.
La presencia del instructor – más parecido a un profesor de gimnasia sano que a un fisicoculturista – es continua y monitorea cada movimiento de los asistentes. Tiene control total de la clase pero a la vez permite libertad de criterio.
Tras los primeros quince minutos, comienza el juego fuerte: una rutina de ida y vuelta mostrada en una pizarra que incluye trote, pesas rusas, estocadas, salto con soga, y salto en el cajón. La intensidad del trabajo muscular va in crescendo y el límite lo pone uno mismo. «Es preferible hacer menos series pero seguras». La música acompaña por su fuerza pero no molesta. Cuando la chicharra suena la rutina se corta automáticamente: es el minuto 45 y llega el estiramiento, una formalidad para encontrarse en el centro del box, relajarse y comentar algo. «Si el músculo no duele, no trabaja». En un primera clase, la sed y el dolor son las sensaciones que dominan.
El crossfitter en la clase se aísla por una hora del mundo exterior, se divierte y se pone en contacto con el cuerpo y el esfuerzo físico que lo carga de una energía generada por él mismo, sin máquinas o gritos de tropa militar. Luego, la ducha y la rutina de la camisa y la corbata para volver a la oficina.
La disciplina fue ideada para miembros de fuerzas de seguridad en Estados Unidos (Muchos de los WOD llevan nombres de soldados caídos en acción) y luego se popularizó a través de internet cuando Glassman y su esposa Lauren decidieron publicar su propuesta de entrenamiento funcional. La respuesta fue inmediata y la disciplina se expandió por este medio hasta crear el Crossfit Journal, medio oficial.
A diferencia de otras disciplinas, ésta cuenta con una gran presencia en la web: los practicantes suben videos o fotos de sus sesiones, recomendaciones sobre alimentación, consultas sobre capacitaciones y posturas correctas. Defienden la postura de dejar el gimnasio tradicional y rutinario por esta nueva plataforma dada la amplia variedad de ejercicios y combinaciones que ofrece así como su funcionalidad al realizar un entrenamiento que reproduce patrones de movimientos naturales que se pueden cumplimentar en la vida real como cargar una caja cuatro pisos o mover un mueble. No sólo focaliza sobre lo estético sino que también hace hincapié en la calidad de vida sana llegando al máximo potencial posible de un atleta.
El negocio fue millonario para la pareja Glassman que en el año 2000 había fundado la compañía y en 2006 firmado un acuerdo comercial con la marca deportiva Reebok por diez años. Esta empresa auspicia los Juegos que anualmente buscan al mejor crossfitter del mundo. En 2014 se inscribieron más de 200 mil atletas. El próximo 26 de febrero comienzan las primeras competencias del 2015.
En julio de 2014, la muerte de Manuel Lopez Pujato en una sesión de Crossfit en Recoleta reveló el lado oscuro de un entrenamiento que exige al cuerpo hasta el límite. Con 26 años, el joven sufrió una descompensación durante el precalentamiento y murió antes de llegar al hospital. Los allegados dijeron que tenía el certificado médico para practicar actividad física y que había comenzado con sesiones seis meses atrás. Los especialistas recomiendan, en el caso de los menores de 30 años, una revisación médica completa que incluya un eco cardiograma Doppler para descubrir si hay anomalías mientras que los que superan esa edad deben realizarse ergometría, chequeo bioquímico y test de esfuerzo.
En el Estado norteamericano de Virginia, en 2008, un miembro de la Marina, Makimba Mimms, demandó a la fuerza por una discapacidad permanente como consecuencia de la práctica de este sistema de entrenamiento. El marine sufre de rabdomiólisis, una lesión de las fibras musculares por esfuerzo excesivo que libera sustancias (mioglobina) al flujo sanguíneo causando problemas renales. Mientras que un informe publicado por el Centro de Salud de las Fuerzas Armadas en Estados Unidos reveló que en 2007 eran 159 los casos de rabdo, 45 más que en 2004 en ningún momento se mencionó un vínculo con el sistema de entrenamiento.
Los defensores de la disciplina manifiestan que aumenta la masa muscular, disminuye la grasa corporal, aumenta la densidad ósea y mejora los valores en sangre, colesterol, triglicéridos y presión arterial. Da agilidad y reflejos. No obstante, señalan que quien lo practique necesita una hidratación constante por su intensidad y debe adecuarse a su condición física, se debe hacer bracketing o segmentación del programa. No es lo mismo un atleta olímpico que un jubilado o un niño. En Estados Unidos, es practicado por deportistas de la NBA, actores como Matt Damon y Brad Pitt e incluso la madre de Sylvester Stallone, de 92 años.
El mercado fitness se ha revolucionado con la entrada de esta plataforma de entrenamiento. Las grandes cadenas de gimnasios tuvieron que incorporar esta nueva oferta para sus socios bajo el nombre de entrenamiento funcional ya que Crossfit es una marca comercial por la cual sus afiliados pagan el nombre y el método en tanto que deben capacitarse en los centros habilitados con un costo de mil dólares un curso de dos días. La certificación en este entrenamiento consta de tres niveles: entrenador certificado, Nivel 2 y Nivel 1 (preparador)
Para sus seguidores el Cross fit se ha convertido en un estilo de vida. El entrenamiento funcional requiere práctica, buen sueño y una correcta alimentación. Para esto, es necesario abandonar los cereales procesados y el azúcar y la dieta responde a la idea de comer como los hombres del paleolítico (periodo previo a la agricultura): carnes, vegetales y frutos secos teniendo en cuenta alimentos poco procesados. La dieta paleo busca las mejores opciones de los alimentos actuales. De hecho, existe un restaurante a puertas cerradas, llamado Como sapiens, del economista Lucas Llach, que propugna este estilo de vida. Entre los beneficios se destaca el equilibrio de la energía y la disminución de las alergias. Jimena Ramírez, dueña de Paladar Paleo (venta de estos productos) creyó que nunca podría dejar el pan pero lo logró hasta el punto que luego comenzó Crossfit y hoy es una de las inscriptas por Latinoamérica para participar de los Juegos Anuales.
Padres norteamericanos ya piensan en introducir a sus hijos en esta forma de vida, buscando nuevas alternativas a las clásicas opciones para niños como danza, futbol o baseball. El CrossfitKids, iniciado en 2003 con 700 chicos practicándolo hoy, apunta a una experiencia divertida y a la vez que los mantenga físicamente activos. Una o dos veces por semana los chicos ingresan a los boxes con el afán de “tener músculos fuertes” jugando a granjeros y leñadores o saltando como una rana y colgándose como un mono. Las sesiones solo duran treinta minutos e incluyen clases de nutrición.
Esta nueva tendencia que crece en el mundo se presenta como respuesta a la búsqueda de nuevas experiencias de los seres humanos que debe ser tenida en cuenta a la hora de plantear nuevas propuestas ya que no se trata tan solo de una moda pasajera impulsada por un mercado que necesita renovarse, sino que son prácticas sociales inscriptas en la vida cotidiana. Por esta razón, es necesario que los recursos humanos estén capacitados para esta disciplina y otras similares como Orangetheory o Kropp 3D training, que ganan adeptos en todo el mundo.