El 0800 “Buchón”

El 0800 “Buchón”

Al marcar el 0800-444-2400 se escucha: “Se ha comunicado con la línea telefónica gratuita para alertar situaciones irregulares en las escuelas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por favor déjenos su mensaje cuando oiga la señal”.

La implementación de esta línea telefónica gratuita por parte del ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad, bautizada por los jóvenes como “0800 buchón”, generó gran repudio entre estudiantes y docentes desde su apertura en 2012. Ese mismo año el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) inició una causa en su contra que, a través de una acción de amparo, logró su restricción. Sin embargo, el 24 de febrero último, la justicia porteña hizo lugar a la apelación presentada por el Gobierno de la Ciudad y permitió su pleno funcionamiento.

El INADI había interpuesto ante el Gobierno porteño (Expediente N° 45359/0) la acción de amparo, aludiendo al artículo 14 de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires y la Ley 2145, “por habilitar una línea de atención telefónica gratuita para recibir denuncias sobre ‘intromisión política’ en los colegios, en tanto dicha medida resulta violatoria de los derechos humanos, de libertad de expresión y de participación política de los alumnos, como así también por su potencial empleo para recabar información sobre la opinión de docentes, directivos y alumnos de dichos establecimientos”. Bajo esos argumentos se solicitaba su invalidez y se ordenaba hacer cesar la realización de su actividad. Asimismo, relataba que la implementación de la medida “amenaza de forma inminente el principio de no discriminación”.

Dos años más tarde, y dos meses antes de las PASO porteñas, la acción de amparo fue rechazada por parte de la justicia de la Ciudad de Buenos Aires: “Atento a la generalidad y abstracción del planteo efectuado por la actora y toda vez que el agravio resulta hipotético, considero que existe ausencia de un caso en concreto, por lo tanto, no se observa actividad manifiestamente ilegítima por parte de la administración”. Desde entonces el 0800 “buchón” sigue vigente.

 

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Las autoridades del Gobierno de la Ciudad expresan en dicha resolución que el objetivo de la línea telefónica es contar con un nuevo canal de comunicación con los alumnos, padres, docentes y toda la comunidad educativa en general “y su finalidad es reforzar la conexión entre los diferentes actores del sistema educativo con el Estado”. Sin embargo el “alerta de situaciones irregulares en las escuelas” y el “reforzamiento y conexión” del que habla el Gobierno porteño, al parecer van en otra dirección.

En este sentido, jóvenes militantes en escuelas secundarias alertan sobre los perjuicios de su reapertura. Ignacio Ibáñez, militante del Partido Obrero y Consejero graduado del Consejo Escolar Resolutivo (CER) de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, expresó que esta línea gratuita es “una aberración gigantesca y no tiene ningún tipo de justificación dentro de una democracia (…) que se haya formado una línea para poder denunciar a quienes hacen política es un problema grande.” Por su parte, Laura Marrone, asesora en educación del bloque de la Legislatura del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) y Legisladora electa en 2013 de la Ciudad de Buenos Aires, declara que “toda la educación tiene una impronta política porque es parte de la vida de la sociedad, de manera que esta persecución realmente es un atentado contra el derecho mismo a la educación”. Y amplía: “Es curioso que la realice un gobierno como el de (Esteban) Bullrich que acepta y promueve la existencia de la educación privada que es el lugar donde el adoctrinamiento ideológico impera por excelencia. Es decir, allí está naturalizado que exista un recorte ideológico del conocimiento en función de aquello que defina la empresa privada o la iglesia que dirige esa educación, sea ésta católica o judía”.

Azul Mosquera, militante del Frente Nuevo Encuentro y estudiante del Colegio Lenguas Vivas desarrolla: “Lo que hace el ‘0800 buchón’ es contrarrestar el laburo que nosotros venimos teniendo en términos de dar la batalla cultural en los colegios. ¿A qué nos referimos con dar la batalla cultural en los colegios? A politizarlos. Esta línea, lo único que hace es impedir el funcionamiento político y que la juventud se meta en política. Pone trabas porque el Gobierno de la Ciudad tiene un objetivo muy claro: la política, que ese término no exista. Eso es lo que quieren implementar con este ‘0800 buchón’ y es lo que vienen promoviendo en los últimos ocho años”. La militante insiste con el tipo de sujeto social que el macrismo fomenta: “Un sujeto no pensante, un sujeto no político y qué mejor que atacar las escuelas públicas, como día a día lo vienen haciendo (…) Es un paralelismo totalmente opuesto a lo que hizo el Gobierno Nacional, el kirchnerismo en los últimos 12 años, su objetivo siempre fue movilizar y concientizar a las masas y más que nada a la juventud”.

 

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Por su parte, Federico Cantaluppi, militante del Partido Obrero en la agrupación la Izquierda al Frente y de los Trabajadores y actual Consejero Resolutivo del CER de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, disiente: “En la Provincia de Buenos Aires, en muchos casos, está totalmente prohibido -pese a que el Gobierno Nacional hace campaña diciendo que ellos son los motores de la organización de los centros de estudiantes- que los estudiantes hagan política partidaria (…) Es una política de conjunto que comparten los distintos gobiernos, de bloquear las iniciativas del movimiento estudiantil y la capacidad de los jóvenes de discutir política, y los problemas tanto educativos como a nivel nacional”.

Por su parte, Ibáñez plantea que “de la mano de esta situación, muchas autoridades (educativas) impiden el desarrollo de los centros de estudiantes y no les permiten desarrollar sus reuniones de delegados, sus asambleas, ni tampoco mantener sus espacios de centro de estudiantes”.

Efectivamente, lo político en las escuelas secundarias se encuentra en disputa. En este sentido, Lorena Pokoik, Legisladora de la Ciudad de Buenos Aires por el Frente para la Victoria y parte integrante de la Comisión de Educación, Ciencia y Tecnología de la Legislatura Porteña expresa: «Donde Macri ve intromisión política, nosotros vemos participación política porque como dijo nuestra Presidenta: ‘El mejor lugar para los jóvenes es la política'». Y al respecto del 0800 opina: “Implementar un número de teléfono gratuito para denunciar la participación política de los jóvenes es inadmisible, pero viniendo del macrismo es coherente porque nos tiene acostumbrados a medidas persecutorias: señalar con el dedo a alumnos ‘desobedientes’ que se animan a pensar distinto, o confeccionar listas negras de estudiantes decididos a tomar una escuela en reclamo de mejoras edilicias.»

Laura Marrone comparte el rechazo ante la implementación de esta línea y expresa: “He denunciado el uso del 0800 que instaló el Gobierno de la Ciudad a través de su ministerio de Educación para la denuncia de los estudiantes por persecución política e ideológica (…) La campaña de delación vía el 0800 del PRO es un ataque a la juventud, a su derecho a pensar, a discutir sobre política y más, a organizarse por la defensa de sus derechos y propuestas políticas. (…) Nosotros estamos en contra, y creemos que los estudiantes y los docentes tienen derecho a expresarse políticamente y repudiamos esta decisión”. Asimismo declara que no pueden dejar de reconocer que cuando surgió el 0800 se dio el debate con la aparición de un fuerte movimiento estudiantil con tomas de escuelas que defendían los derechos que estaban siendo atacados por el Gobierno.

 

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A dos meses de su reapertura y pese a no conseguir respuestas de Agustín Bavio, vocero del ministro de Educación de la Ciudad, Esteban Bullrich, el Gobierno porteño lo describe como un “canal abierto a las comunidades educativas”. Gran parte de esa comunidad espera que dentro de la escuela se cumpla el derecho humano de la libertad de expresión. Como lo manifiesta el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.

Trabajar rejas adentro

Trabajar rejas adentro

“Generalmente toda organización de presos tenía que ver con un motín, con la sangre y el quilombo. Nosotros llegamos a una forma nueva de organizarnos, un día nos dimos cuenta de que estábamos en mesas de diálogo con jefes de la unidad y del Servicio Penitenciario negociando nuestras condiciones de trabajo. Actualmente, llegamos a una situación de casi pleno empleo en el penal de Devoto y todavía queremos que más personas trabajen”, explica Fabián Manrique, el Secretario General del Sindicato Único de Trabajadores Privados de la Libertad Ambulatoria (SUTPLA), el “sindicato de los presos”, una verdadera novedad para universo carcelario argentino. El trabajo en la cárcel  implica “que, pese a todo, todavía sos sujeto de derechos. Que estas privado de la libertad, porque hiciste algo, pero que todavía sos un ciudadano y que podes por ejemplo ayudar a tu familia y sentir que estás haciendo algo en este tiempo que estas encerrado”, explica Manrique.

SUTPLA está integrado por 12 comisiones y su sede central se ubica en el espacio físico del Centro Universitario de Devoto (CUD) aunque también  tiene delegaciones en Ezeiza, Santa Fe y Tierra del Fuego. La sede está en el CUD porque “ahí nació, en el marco de  un proceso colectivo de reflexión y proyección de lo que sería un gremio que proteja a los trabajadores en contexto de encierro”, cuenta Jaime Eduardo García Rivera, Secretario de Extranjería del sindicato.Esta secretaría es una novedad de SUTPLA que contempla las condiciones de aquellos “muchos” extranjeros que están en contexto de encierro alejados de sus hogares y sus familias. “Entre otras cosas, conseguimos que se incluya en el menú un plato típico del lugar de donde proviene el extranjero y el acceso a los canales de televisión de su país”, explica Jaime.

Carcel de Devoto. Noelia Pirsic | ANCCOM

Vista de la cárcel de Devoto.

Manrique cuenta que desde la sanción de la nueva ley de trabajo “empezó a venir un abogado  al CUD que con 63 estudiantes logró firmar el acta constitutiva del Sindicato en julio de 2012, apoyado por la CTA que conduce Hugo Yasky. Cuando se creó el Sindicato sólo había 630 trabajadores de una población de 1600, actualmente nos acercamos a los 1400: casi pleno empleo”, dice.

En las últimas elecciones la comisión directiva del SUTPLA fue electa para el período 2014/2018 con Roberto Fabián Manrique como Secretario general y Cristian Reyes como secretario adjunto.

Todos los días hábiles, un equipo del sindicato, en el que casi siempre está Fabián, recorre un módulo por día para escuchar a los entre 70 y 80 ocupantes de los cinco pabellones de Devoto y enterarse “si los laburantes tienen trabajo, ante todo, algún reclamo laboral, si están cobrando y si van a poder trabajar”. “La primer defensa  que hace el sindicato es el derecho al trabajo, la idea es sacar al laburante el tiempo de tránsito interino para llegar al taller: se ponen muchas trabas para llegar a los talleres. También peleamos para que haya pleno empleo porque eso es lo que más ayuda a la reinserción social. El trabajo dignifica y eso en la cárcel se nota”, subraya.

Un derecho

SUTPLA trabaja como cualquier sindicato ligado a la ley de Asociaciones Sindicales y hace todo con ese basamento legal pero, a diferencia de otros, abarca en sí mismo a todos los rubros de trabajo y es una de las únicas experiencias de asociación sindical en la cárcel.

“Desde el año 2006 y con la ley de trabajo 20.744, el peculio se volvió sueldo. Se implantó que todo trabajador debe tener el Salario Mínimo Vital y Móvil y eso incluye a aquellos en la cárcel”, explica Marique.  El trabajo en contexto de encierro se rige por la ley de Ejecución Penal 24.660 que no diferencia las condiciones laborales en la cárcel de las del medio libre. Según aclara García Rivera, trabajar en prisión  “es un derecho para el detenido procesado y un derecho/obligación para el detenido condenado. Si el detenido no trabaja, es considerarlo como un muerto civil”.

Según García Rivera, “el trabajo suele ser en talleres internos y externos al cordón de seguridad. Los internos son los talleres de mantenimiento, armado de bolsas, capacitación en mecánica de motos y panadería (la mayoría busca sumarse a este último para poder comer mejor).

Generalmente aquellos con buena conducta y más cercanía a cumplir la condena, suelen estar en los talleres externos al cordón, que incluyen sastrería, carpintería, carpintería metálica, talleres mecánicos, chapa y pintura, detergente y lavandina (que se hace en conjunto con el INTI) y electrotécnica.

Carcel de Devoto, 5 de mayo de 2015. Noelia Pirsic | ANCCOM

 

 

Un ejemplo

La Cooperativa Kabrones es un ejemplo de organización laboral que comenzó en contexto de encierro en La Plata, con la ayuda de algunos profesionales de la salud. El emprendimiento trabaja en el rubro textil y da capacitaciones al interior de las cárceles además de realizar sus tareas con gente que ya salió en libertad y busca reinsertarse socialmente. Según Julio César Fuque, presidente de la cooperativa, “nosotros buscamos construir  donde antes destruíamos. Dotarnos de herramientas para encarar el afuera porque cuando uno sale lo primero que necesita y le falta es dinero para no volver a caer en la misma.”  El emprendimiento se proyectó en un contexto de encierro. Desde 2010 y ya en libertad, Julio y sus compañeros empezaron a buscar insumos para poner en práctica la cooperativa de trabajo. “El laburante que sale del encierro, tiene un sentido del trabajo muy apasionado. Esto se debe a que entiende la importancia de ser trabajador y poder valerte por tus propios medios. Actualmente, vamos a las cárceles para ayudar a más gente a formar cooperativas, ya tenemos más de 400 compañeros recuperados que pudieron reinsertarse socialmente a través del trabajo y 9 cooperativas conformadas en distintos puntos del país”. “El trabajo es la mejor manera de recuperarse y volver a pensar en el futuro”, concluye Julio.

Un taller

Todos los miércoles de 9 a 13, Ana Camarda entra al CUD para dar el “Taller de formación sindical y derechos laborales.  Hay decenas de inscriptos pero en total logran asistir unos 15 porque existen muchas trabas burocráticas para el estudio. El taller, que ya transita su tercer año, se armó con la Universidad de Filosofía y letras y “busca apuntalar la formación del sindicato. Poder acompañar el fortalecimiento de los trabajadores para conocer sus obligaciones y defender sus derechos” relata Ana.

Cada semana, los talleristas encuentran un espacio donde discuten su condición de trabajadores porque, más allá del lugar en que se encuentran, “tienen los mismos derechos que cualquier persona al trabajo y a todo derecho humano” reflexiona.

 

La pasión por el fútbol y el compromiso político

La pasión por el fútbol y el compromiso político

Hijos del «que se vayan todos”, contemporáneos de una realidad que encontró en la política una nueva forma de relacionarse con el club de sus amores, son, quizás, síntoma de una generación que no se conforma con criticar desde la tribuna, sino que quiere informarse, escuchar demandas, debatir y trabajar para resolverlas.

Franco Caselli, con apenas 19, preside desde 2013 la Agrupación La Liberti, que cuenta con alrededor de dos 1.000 inscriptos de River: “En mi casa siempre se respiró política. Esteban, mi abuelo, fue un militante histórico del Peronismo y ocupó cargos relevantes en la mayoría de los gobiernos democráticos. Antonio, mi padre, embajador de la Orden de la Cruz de Malta en la Argentina con tan sólo 30 años de edad, es además uno de los dirigentes más votados en la historia de River».

Otros testimonios se presentan alejados de la tradición familiar; Matias Scinica es parte de Boca es Pueblo, una organización que se reconoce como democracia de base, con dirección colectiva y sin cargos. Desde hace unos años, su club viene aplicando medidas que tienden a excluir a las clases más bajas lo que le produjo «mucha rabia» y lo alentó a participar.

Ignacio Scarcia sabe que «son el futuro». Al igual que varios pibes comenzó a participar en reuniones de distintas agrupaciones en Racing. Recién en 2013 un amigo lo llevó a conocer Racing Cambia y se enganchó tanto, que tiempo después ocupó cargos en la comisión de socios y filiales. Además, en las últimas elecciones realizadas en diciembre de 2014, integró un frente electoral, denominado Racing Unido, que terminó segundo.

Sufrir una desigualdad o sentir la necesidad de ayudar puede funcionar como motivo suficiente para involucrarse. Para Franco Caselli fue algo más traumático: «Me terminé de involucrar cuando el club atravesaba el peor momento de su historia. Ahí entendí que no alcanzaba con ser hincha o socio, que había que transformar la realidad desde adentro». Para todos los hinchas de River, junio de 2011 no será una fecha más. En lo deportivo, marcó el primer descenso a la segunda división del fútbol argentino.

Franco Caselli de la Agrupación Antonio V. Liberti. Fotos: Romina Daniela Morua - ANCCOM.

Franco Caselli de la Agrupación Antonio V. Liberti. Fotos: Romina Daniela Morua – ANCCOM.

La transición que vivió Franco, tras un golpe emocional, no se corresponde, por razones obvias, con los otros casos aunque encuentra puntos de contacto: «Empezamos con la actividad política en el club cuando nos dimos cuenta que si los hinchas no militábamos para cambiar las cosas, nadie lo haría», cuenta Matías Scinica.

Uno de los mayores reclamos de los hinchas de Boca tiene que ver con la posibilidad de ir a ver al equipo cuando juega de local. Por razones de capacidad, o limitaciones estructurales, La Bombonera quedó chica, razón por la cual el club no acepta nuevos socios ni pone entradas a la venta. La dirigencia actual ideó la categoría de socio adherente -con derechos limitados- para oxigenar la situación; pero para la inscripción es necesario emitir el pago con tarjeta de crédito o mediante débito automático.

Boca es Pueblo quiere recuperar la identidad del barrio de La Boca y que todos tengan los mismos derechos. Es decir que los hinchas no se queden sin poder ver a su equipo porque su lugar es ocupado por turistas o empresarios. «Logramos elevar el nivel de conciencia del hincha», reconoce Matías. A partir de un trabajo de difusión y sobre todo, de mucho entusiasmo, impulsaron un banderazo al que concurrieron casi 7.000 hinchas con el objetivo de proponer un sistema de confirmación de asistencia que permita liberar un remanente de entradas.

En la calle y la tribuna, las demandas del hincha son las mismas. Saber identificarlas y proponer un plan de acción permite navegar en las turbulentas aguas del reconocimiento popular. Sin proponérselo, cada uno de estos dirigentes sub-25 hizo política, a su manera, desde su lugar. Ocupando un vacío de representación e incluso lugares viciados por viejas prácticas.

«Celebro la participación de los jóvenes en la vida política y la militancia comprometida de todos los que quieren sumar. Nos toca enfrentar a capas de dirigentes que están enquistados hace décadas en el poder y eso a veces desalienta la participación de nuevas generaciones, pero estoy seguro que más temprano que tarde vamos a prevalecer con propuestas y gestión», explica Franco Caselli.

Ignacio Scarcia de la Agrupación Racing Cambia.  Fotos: Romina Daniela Morua - ANCCOM.

Ignacio Scarcia de la Agrupación Racing Cambia. Fotos: Romina Daniela Morua – ANCCOM.

Con una mirada más conciliadora, Ignacio Scarcia reconoce que «los jóvenes tienen una mayor participación en la vida política del club que parte de la necesidad y las ganas de involucrarse. Hay que agradecer a los que vienen caminando hace muchos años por considerarnos y valorar nuestras propuestas e ideas. Pienso que muchos de nosotros estaremos en algún momento dirigiendo el club».

No obstante, toda agrupación necesita un trabajo de base para desarrollarse. En este sentido, Matias Scinica cuenta que sus «primeros pasos fueron incorporar nuevos compañeros e ir siendo reconocido por el sujeto que interpelamos». Reconocerse en el otro, trabajar mucho desde la identificación del barrio La Boca, los colores azul y amarillo con La Bombonera como ícono.

En el contexto de un 2011 marcado por la lucha por ascender, de un River que además, era noticia por sus deudas, Franco Caselli comenzó a organizar reuniones informativas periódicas hasta alcanzar reunir a casi 1.200 pibes, «algo inédito en la historia del club”. Fue en ese año cuando fue presentada la agrupación ante el club para lograr la oficialización en 2013 por parte de la Inspección General de Justicia (IGJ): «Logramos que los jóvenes se comprometan y participen. Sentimos orgullo por lo que estamos haciendo», concluye Franco.

Para Ignacio Scarcia, el camino fue más largo. Racing Cambia nació en 2006 como un «grupo de jóvenes profesionales y entusiastas» que luchaban por tener un reconocimiento legal que lograron recién a principios del año pasado. «Una de las medidas más importantes fue la creación de `Academia de Dirigentes`, —explica— donde los socios podían participar de distintas clases en la cuales exponían los distintos profesionales de cada área del club y de otras entidades».

Cada club tiene diferentes demandas, pero las horas no se negocian y todos reconocen pasar más tiempo del necesario trabajando por el club. Sin embargo, la política no los define por fuera de su institución. Ninguno ha tenido participación en partidos políticos tradicionales, ni tiene intenciones de hacerlo en el corto plazo.

En 2013, Rodolfo D´Onofrio se impuso en las elecciones de River con un total de 18.364 votantes, récord en la historia; hacia fines del año pasado, cuando Racing daba una vuelta olímpica tras trece años, Víctor Blanco retuvo la presidencia gracias a los 5.009 votos sobre un total de 9.849 votantes. En Boca, donde habrá elecciones este año, Daniel Angelici deberá pelear para conservar el 54 por ciento de los más de 24.524 votos, otro récord histórico.

ANCCOM intentó desmenuzar estos números para lograr acercarse al porcentaje de los jóvenes que votaron, pero la misión fue imposible dado que el registro de los votos emitidos que realizan los clubes no permite este distingo.

Para cada uno de estos jóvenes, la política es la posibilidad de cambiar la realidad. Así lo cuentan, casi a coro. Experimentaron la misma sensación, la necesidad de involucrarse. Los clubes de fútbol surgieron como el ámbito de socialización más reconocible y dieron el paso. Saben que deberán conjugar la pasión con el compromiso y reemplazar la discusión en las tribunas por el trabajo en los escritorios.

La opera proletaria

La opera proletaria

Son las tres de la tarde de un martes. En la planta baja de una fábrica, donde se exhibe maquinaria industrial que se ha vuelto obsoleta, trabaja un grupo de personas vestidas de operarios. Sus herramientas de trabajo no son martillos ni destornilladores, sino instrumentos musicales, entre los cuales se incluyen voces. Voces que cantan, y voces que realizan marcaciones a intérpretes sobre cómo ejecutar una nota o cómo deben moverse en ese extraño escenario-máquina. La escena es curiosa: el dorado estridente del corno francés sobresale dentro de un contexto de metales oxidados, el sonido de la orquesta de a ratos se mezcla con el traqueteo del tren Sarmiento que pasa por ahí nomás, a media cuadra, en el corazón de Almagro.

En 1998, un grupo de trabajadores del IMPA (Industrias Metalúrgicas y Plásticas Argentinas) ocupó la fábrica  de envases para recuperar las fuentes de trabajo que les había quitado el neoliberalismo. Además de poner las maquinarias en marcha, los obreros crearon un bachillerato popular y gestaron, entre otras cosas, «La Fábrica Ciudad Cultural», un complejo en el que conviven diversas disciplinas artísticas, incluida la ópera.

A medida que cada artista-operario llega a su puesto de trabajo se van descubriendo sus roles. Entre ellos se encuentra el director musical, lleva en su mano una batuta que lo deschava. Su nombre es Camilo Santostefano y es uno de los cofundadores de esta agrupación de ópera denominada Lírica Lado B. Ahora ensaya –con el objetivo de estrenar en mayo-una obra inédita en Latinoamérica, «Curlew River», del inglés Benjamin Britten. El otro fundador de esta compañia es el barítono Alejandro Spies. Se lo ve de acá para allá, acomodando sillas, minutos antes de encarnar uno de los personajes principales de la pieza en cuestión.

«Se me ocurrió ponerle Lirica Lado B para dar a entender qué es lo que hacemos. Por un lado está todo lo que representa la palabra ´lírica’ y, a su vez, es una forma musical de definir aquello que queda un poco relegado: en el lado B de los discos iban los temas de relleno.  Nos dimos cuenta de que en inglés es B-Side the opera, que significa al costado de la ópera. Está bueno, se arma algo interesante. Y el nombre es mucho», cuenta Santostefano.

Germán Ivancic, codirector escénico, en la jerga operística régisseur, junto con Diego Rodriguez.

Desde 2007, Lírica Lado B ha montado producciones en distintos espacios no convencionales de Buenos Aires, a veces incluso bajo las estrellas.  Sus integrantes se organizan bajo la figura de una cooperativa. En el grupo no hay privilegios ni el divismo esperable en un ambiente como el operístico. «Decidimos no figurar con nombres propios en las portadas de las gráficas, solamente va el nombre del grupo y de la obra. En ese sentido, también queremos corrernos del sistema. Nuestros programas están ordenados por rubro y por orden alfabético.», explica Germán Ivancic, co-director escénico  -en la jerga operística, régisseur– de Lírica Lado B, junto con Diego Rodriguez.

El móvil principal de los integrantes de la compañía está vinculado con la noción de trabajo que descubrieron en la fábrica. Así lo explica Santostefano: «Los trabajadores del IMPA están poniendo en valor algo que la sociedad dejó de lado. O sea, cuando en los 90 las políticas socio-culturales-económicas que rigieron este país se llevan puesta la industria nacional, los tipos de adentro resistieron y pudieron armar otro formato y encontrarle la vuelta para ponerlo otra vez en valor».

Mientras que los principales teatro de ópera de Buenos Aires repiten los mismos títulos año a año (Werther, La Traviata y Carmen) Lado B solo ponen en escena obras que no hayan sido estrenadas en el país, a veces ni siquiera en la región, como es el caso de Curlew River. Diego Rodriguez explica por qué esta propuesta es única, muy distinta a la ópera comercial y también a la estatal: «Generamos un sentido diverso a una experiencia burguesa del teatro. Los sillones no son de pana, el hall no es confortable, la temperatura no es la ideal. Es otra elite, porque esos obreros del IMPA son elite. No cualquiera recupera su espacio de trabajo, se apropia de él y lo salva de la ruina.»

La puesta en escena de Curlew River en el IMPA obliga a repensar la relación entre arte y trabajo. Los integrantes de Lírica Lado B se toman en serio su labor. El trabajo del músico de ópera requiere un nivel de rigurosidad muy alto. Durante el ensayo casi no hay pausas, salvo cuando los directores realizan correcciones a los músicos y bailarines. Son tres horas de trabajo intensas. Y en el transcurso de la jornada, otros integrantes de la compañía se encargan del armado de luces y cableados.

«Para mí» -dice Diego Rodriguez-,»el arte se divide por lo menos en dos grandes conjuntos que no tiene que ver con diferentes escuelas sino posiciones políticas. Están aquellos que piensan al arte como un bien de consumo más y están quienes lo piensan como un bien de movilización social. No digo que vamos a hacer la revolución con el arte, pero si lo pensás desde ahí vas a ser otro tipo de artista. Seguramente no vas a solucionar el mundo pero tampoco vas a alimentar aquello que el mundo tiene, desde mi punto de vista, errado.»

La posición política de un obrero que elige recuperar una fábrica y gestionar puestos de trabajo para otros compañeros tiene mucho en común con Lírica Lado B que, en ese sentido, también hace su aporte: en esta compañía autogestionada muchos músicos jóvenes dan sus primeros pasos y aprenden de otros colegas experimentados.

 

Lírica Lado B abre un nuevo canal y demuestra que se puede ser parte del ambiente operístico por fuera de las reglas del circuito comercial y, a su vez, generar transformaciones: «Al que es fanático de la ópera, melómano, al  que tiene su butaca en el Avenida, en el Argentino y en el Colón , al que es habitué de saco y corbata, le va a picar. Va a querer ver esto porque Britten es un compositor que a este tipo de personas los va a atraer. Entonces, no le queda otra que arremangarse y embarrarse un poco», explica Camilo. Y a esto hay que agregarle un detalle: no se cobra entrada

Las versiones de las óperas que realiza Lírica Lado B son con orquesta y puesta en escena completas. ¿Cómo obtienen los recursos? «Ponemos con creatividad lo que otros ponen con dinero», explica Diego Rodríguez. Y completa Germán Ivancic: «Eso se articula nuevamente con IMPA, porque fundacionalmente el valor es nuestro trabajo. Y la creatividad con la cual salimos adelante es nuestro capital. Como es nuestro capital el valor del trabajo, eso es lo que va por delante y es lo que nos sostiene.»

El director musical Camilo Santostefano es uno de los co-fundadores de Lírica Lado B.

Cualquier público, habitué o no de la ópera, podrá ir a ver Curlew River en mayo. La propuesta abre la puerta simultáneamente a dos mundos poco frecuentados por los espectadores: el de la ópera y el del trabajo cooperativo en el IMPA. Hace algunos años, cuando por primera vez surgió la idea de hacer esta óbra, Lado B había pensado montarla en el Centro Cultural Haroldo Conti, pero la idea no prosperó. Cuenta Camilo: «Después reflexionamos y dijimos: ‘Che, va a ser muy fuerte hacerlo ahí’. La verdad es que está bueno pero va a ser muy fuerte. Y la verdad es que acá en el IMPA y con el argumento de Curlew River, se cruza esta cuestión de la búsqueda de la verdad. Esos trabajadores buscando una resolución definitiva de expropiación a favor de la cooperativa del espacio, algo del habeas corpus, de la búsqueda del conocimiento y de la verdad sobre la situación, también eso es fuerte. La obra es interesante para cualquiera que tenga ganas de ir a ver un espectáculo que se corre de la linealidad comercial.»

 

Las funciones de Curlew River serán el domingo 10 y sábado 30 de mayo, y los sábados 6 y 13 de junio, en el Museo del IMPA (Querandíes 4290). También se encuentra vigente una colecta virtual para quienes estén interesados en colaborar con el proyecto, disponible en su espacio web (ingresar aquí). 

 

Los hilados de la tuberculosis

Los hilados de la tuberculosis

Lo cuentan sus ex trabajadores. Puede observarse en las fotos que registra la Justicia cada vez que clausura uno de ellos. Los talleres textiles clandestinos son recintos polvorientos y asfixiantes. Antros ilegales en donde se amontonan máquinas ruidosas y trabajadores sometidos a jornadas inhumanas, en las cuales confeccionan prendas que luego serán exhibidas en vidrieras relucientes. Así lo refieren las denuncias, las investigaciones judiciales. Hay, sin embargo, otro aspecto de estas fábricas de trabajo semi esclavo que permanece, muchas veces, relegado detrás de tanto padecimiento: los talleres constituyen, también, núcleos vitales para la propagación de la tuberculosis. Allí la enfermedad, considerada la segunda causa mundial de mortalidad, después del sida, encuentra un ambiente propicio para su expansión. Alejados de los rayos solares, desprovistos de ventilación alguna y con empleados mal alimentados, los talleres se convierten en el hábitat ideal para la extensión de la tuberculosis. No es extraño entonces que los trabajadores de estas fábricas –ciudadanos bolivianos, en su mayoría- tengan una tasa elevada de la infección, y que la zona en donde los talleres se concentran –el sudoeste de la Ciudad, fundamentalmente- registre una incidencia de la enfermedad que está por encima del doble de la media nacional, similar a países africanos o asiáticos.

Alejandro Goldberg es investigador del Conicet y, desde el 2009, estudia la relación entre los inmigrantes bolivianos y la tuberculosis: “La alta incidencia de tuberculosis en los inmigrantes bolivianos está asociada a sus modos de inserción laboral en talleres textiles en donde son reducidos a la servidumbre”, dice en una entrevista a ANCCOM, el investigador, que se especializa en antropología médica y agrega que “la falta de luz solar, las malas condiciones higiénicas, la deficiente alimentación y la sobrecarga laboral, hacen que estos lugares sean un foco de contagio y transmisión de tuberculosis. A eso se le suma que estos trabajadores, por esa condiciones de semi esclavitud, no tienen la posibilidad de hacerse controles o de tener una atención médica”.

Hospital Muniz

Hospital Muñiz

En 2013, Goldberg entrevistó a pacientes de nacionalidad boliviana, armó grupos focales con ex trabajadores de talleres textiles clandestinos, recorrió pabellones de hospitales, se contactó con asociaciones del colectivo boliviano y con organizaciones que luchan contra el trabajo esclavo. “A medida que avanzaba en la investigación iba analizando el itinerario migratorio y encontraba que los costureros eran traídos, fundamentalmente, por mecanismos de trata y tráfico de personas. A través de un anuncio en la radio, o la recomendación de algún vecino que les promete que ganarán en dólares, cruzan la frontera engañados y sin conocer el infierno que les espera”, dice Goldberg.

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa, considerada como una de las más antiguas de la historia de la humanidad, que ataca, en general, a los pulmones, y cuya transmisión es por vía área. Cuando las personas infectadas estornudan, tosen o escupen, expulsan cientos de miles de bacterias, conocidas como bacilos de Koch, que, al ser inhaladas por una persona sana, pueden contagiarla.

La relación de la enfermedad y los talleres de costura clandestinos es, para el investigador del Conicet  “un fenómeno que está invisibilizado”. Goldberg señala que “hay muchos intereses que están en este proceso que permiten que siga impune. Desde el  Estado boliviano y argentino, la policía, los medios de comunicación, los oficiales de frontera, hasta las grandes marcas de indumentaria y la sociedad porteña, que construye una percepción social estigmatizante del inmigrante boliviano como alguien pobre y tuberculoso. Yo refuto en mis investigaciones ese estigma. Hay estudios de biología molecular del Instituto Malbran, que muestran que la mayoría de estos migrantes bolivianos que tienen tuberculosis, se contagiaron con una cepa del bacilo de Koch dominante en el área metropolitana la Ciudad de Buenos Aires y no del área andina. Es decir que,  si bien hay un parte que ya tenía el bacilo, y que venía infectado sin desarrollar la enfermedad desde Bolivia, la mayoría de ellos se infectaron en la Ciudad, cuya tasa, en el suroeste de la ciudad, donde se concentra la mayoría de la población boliviana y donde se localizan los talleres clandestinos, es el doble o triple que la media de la ciudad, comparable con las tasas que se registran en Formosa y en países africanos o asiáticos, como Pakistán y la India”.

En el Hospital Muniz se desarrolla el Porgrama de reconocimiento y ayuda a enfermos de Tuberculosis.

En el Hospital Muñiz se desarrolla el Programa de reconocimiento y ayuda a enfermos de Tuberculosis.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tuberculosis es la segunda causa mundial de mortalidad, después del sida, causada por un agente infeccioso. En 2013, nueve millones de personas enfermaron de tuberculosis y un millón y medio murieron por esta enfermedad, informó la OMS.  En la Ciudad de Buenos Aires, el año pasado se diagnosticaron unos 2.500 casos nuevos de tuberculosis, aseguró a esta agencia el doctor Antonio Sancineto, coordinador de la Red de Tuberculosis de la Ciudad, un programa dependiente del Ministerio de Salud porteño: “Más del 50 por ciento de esos casos nuevos son ciudadanos bolivianos”. Con respecto a la elevada tasa de infección registrada en la zona sur de la Ciudad, Sancineto señaló que “en el área programática del Hospital Piñero, se detectó el año pasado, una tasa de infección de 120 casos cada 100 mil habitantes”, mientras que, a nivel nacional, el promedio es de 50 casos cada 100 mil habitantes, según datos del Ministerio de Salud de la Nación.

“Algo anda mal”, reconoce Sancineto. “Estamos hablando de una enfermedad cuyo agente causante se conoce desde 1882, cuando Robert Koch dio a conocer los bacilos. Una enfermedad cuya medicación efectiva se completó en 1968 con la aparición de la Rifampisida, un antibiótico que curaría todos los casos. Sin embargo sigue habiendo la cantidad de enfermos que tenemos. Algo anda mal”.

“Con urbanización, hoy estaría Gastón”

“Con urbanización, hoy estaría Gastón”

“Culpo al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y en especial al jefe de Gobierno, a Mauricio Macri. Me vi obligada a hacer ese pozo ciego porque nunca los vienen a vaciar. Ya lo estábamos por tapar y no dejaron entrar los materiales”. Así le habló Flora Huamán, la mamá de Gastón, a la puerta de la Legislatura porteña, lugar al que se movilizaron los vecinos de la villa Rodrigo Bueno el jueves pasado para pedir justicia por el chico muerto al caer en un precario pozo ciego. “No es justo que Gastón, que era mi hijo, que era un nene bueno de sólo trece años que iba a la escuela y estaba tan feliz con el secundario… no es justo que se haya muerto en el patio de nuestra casa”.

Gastón Arispe Huamán tenía 13 años y había empezado el secundario en el colegio Ingeniero Huergo. El lunes 10 de marzo a la noche llegó de la escuela y se puso a jugar con su gato. Mientras estaban afuera, el animal se cayó a un pozo ciego y, en un intento por rescatarlo, el adolescente cayó tras él. Como el tiempo apremiaba y la ayuda que habían llamado no llegaba, entre vecinos y familiares aunaron fuerzas y pusieron en riesgo sus vidas para rescatar al joven. Lograron sacarlo con mucho esfuerzo pero la ambulancia tardó una hora en llegar y Gastón murió.

Marcha en el barrio Rodrigo Bueno. Foto: Daniela Yechúa / ANCCOM

Marcha en el barrio Rodrigo Bueno. Foto: Daniela Yechúa / ANCCOM.

El jueves, a poco más de un mes de ese episodio, los mismos familiares y vecinos que asistieron al chico sumaron a sus amigos, compañeros y maestros en una manifestación frente a la Legislatura porteña bajo la consigna “con urbanización, hoy estaría Gastón”.

Un centenar de personas, algunos recién salidos de la escuela y de sus trabajos, se mantuvieron reunidas frente a la legislatura porteña junto a la familia del adolescente, con carteles que evocaron a Gastón y a todas las víctimas de “la desidia que vive la Rodrigo Bueno”.

Flora, la mamá del chico, se aferró en todo momento a la bandera que pedía “Justicia por Gastón y Urbanización ya” y que casi le tapaba la cara. A su lado varias mujeres lloraban y la abrazaban, pero ella tomó aire y habló sin cavilaciones porque manifestarse en ese lugar, donde están “los responsables de la muerte de Gastón” era lo único que quedaba “por hacer ahora que él no está más”.

Después de revivir ese día, Flora hizo una pausa para respirar y gritó una y otra vez “Justicia por Gastón”; los presentes se sumaron al pedido y la consigna resonó por varios minutos hasta que tímidamente comenzaron a asomarse algunos legisladores.

“Nos toca despedirnos de tantos nenes, Gastón no es el primero, es uno más de muchos chicos que se nos van así sin que a nadie le importe sin que nadie nos ayude”, expresó un vecino de la familia mientras cargaba a su bebé en brazos.

“Pedimos como barrio Rodrigo Bueno que los legisladores nos acompañen y ayuden, no sólo por este caso de Gastón sino por todos los chicos que se nos van por la falta de urbanización. Si la Rodrigo Bueno estuviera urbanizada hoy Gastón estaría vivo”, concluyó Flora.

Flora Huaman Ramos, junto a integrantes del Barrio Rodrigo Bueno, entregan el petitorio al legislador y Presidente de la Comisión de Vivienda de CABA Javier Gentilini. Foto: Daniela Yechúa/ ANCCOM

Luego de expresarse frente al edificio, los vecinos leyeron y entregaron una nota en la que exigieron: “urbanización con radicación definitiva del Barrio Rodrigo Bueno” y “que se investigue el accionar del SAME, la Policía Federal Argentina y la Prefectura” por no “responder adecuadamente a los pedidos de ayuda” de los vecinos del barrio.

“¡Basta de discriminar a nuestros barrios! Las demoras del SAME y los servicios de emergencia matan”, concluyeron.