Ramiro Menna: “Es pelado y tiene barba como yo”

Ramiro Menna: “Es pelado y tiene barba como yo”

“Tengo que comprarme un manual de hermano mayor”, pensó Ramiro Menna el lunes por la tarde, luego de conocer la noticia que había esperado durante casi 40 años: habían encontrado a su hermano, nacido en cautiverio durante la última dictadura militar. Entre sonrisas y lágrimas, Ramiro participó de la conferencia de prensa realizada en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo para anunciar la restitución del nieto número 121.

En junio, tras investigaciones llevadas a cabo por la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad CONADI y Abuelas, el hombre -de 40 años- había sido convocado a realizarse estudios en el Banco Nacional de Datos Genéticos. Finalmente, el lunes se conocieron los resultados, y se anunció el hallazgo. “Qué mejor que encontrar a nuestros nietos, los desaparecidos con vida, los que nos están esperando”, dijo Estela de Carlotto, titular de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo.

Alba Lanzillotto con Ramiro, hermano del nieto aparecido.

Alba Lanzillotto con Ramiro, hermano del nieto aparecido.

Dos generaciones de lucha

Ana María Lanzillotto nació en La Rioja 1947 junto con su hermana melliza María Cristina. Tenían otra hermana 19 años mayor, Alba. Las mellizas decidieron irse a Tucumán a estudiar. Ana estudió derecho y Cristina, escribanía. Ambas tomaron contacto con el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y comenzaron su militancia. Más tarde, formaron pareja con compañeros de la agrupación.

Ana conoció a Domingo “el Gringo” Menna, quien había estado radicado en Tres Arroyos y, luego, viajó a Córdoba para estudiar Medicina. “El Gringo” participó del Cordobazo y de la fuga del penal de Rawson.

En 1974, Ana María y Domingo tuvieron su primer hijo: Ramiro. Ana María, embarazada de ocho meses, fue secuestrada junto a su pareja y otros compañeros militantes del PRT el 19 de julio de 1976 en Villa Martelli. Este operativo trascendió en los medios de la época como “un éxito en la lucha contra la subversión judeo-marxista”. Según testimonios de sobrevivientes, estuvieron detenidos en Campo de Mayo, y Ana también fue vista en el centro clandestino Puente 12.

Carlos Mario Lanzillotto, tío de Ramiro, desde La Rioja comenzó a averiguar dónde se encontraban los tres. Junto a su esposa Nidia viajaron el 8 de agosto de 1976 hacia Buenos Aires en busca de su sobrino, quien estaba en una guardería. Hasta ese momento, nada se sabía sobre Ana, Domingo y su bebé.

Ramiro vivió con sus tíos como si fueran sus padres, hasta que de a poco se fue informando sobre su verdadero origen. Creció y se formó en el movimiento juvenil de salesianos,  decidió hacerse cura y viajó a Etiopía. Luego se separó de la congregación y formó una pareja, con quien vive actualmente en Chepes, La Rioja, junto con cuatro hijos. Nunca supo nada sobre su hermano, incluso llegó a pensar que podría ser una mujer. Nunca, hasta el lunes.

La primera denuncia sobre el hecho la hizo Irma Ferrer de Menna, exiliada en México, en 1982. Denunció que su nuera había sido secuestrada embarazada.

La Asociación Abuelas de Plaza de Mayo incorporó el caso y, más tarde, la hermana de Ana, Alba, pondría en marcha la búsqueda. Desde 2004 se investigó sobre la denuncia de su sobrino. Al mismo tiempo, la CONADI estaba realizando una investigación en colaboración con el Juzgado N° 3 de La Plata en el marco de una causa en la que Abuelas es querellante, sobre actas de nacimiento.

De común acuerdo entre Abuelas y CONADI, se decidió que la Comisión se contactara con el hombre, quien accedió voluntariamente a realizarse los estudios.

Así, el lunes se dio a conocer la noticia que Ramiro, Alba y el resto de sus familiares esperaban desde hacía años: la aparición del hijo de Ana y “El Gringo” nacido en cautiverio. “Es como que los chicos nacen de nuevo, porque nacen como debe ser, como personas libres”, expresó Alba.

40 años después

La conferencia de prensa comenzó con emoción y aplausos cerca de las 13 en la sede de Abuelas, ubicada en el centro porteño. Contó con la participación de Estela de Carlotto, Ramiro Menna, Alba Lanzillotto, el secretario de Derechos Humanos Claudio Avruj, Leandro Despouy  -embajador extraordinario plenipotenciario y representante especial para los Derechos Humanos-, abuelas y nietos restituidos, entre otros.

Carlotto leyó un comunicado sobre la historia de la familia Lanzillotto-Menna, y resaltó: “El Estado es el responsable de reparar lo que hizo la dictadura. Van a haber respuestas, y hay que esperarlas y acompañarlas”.

Ramiro manifestó su alegría, aunque expresó que su hermano tiene que procesar toda la información. “No esperaba este resultado, tiene que hablar con su familia”, dijo, y contó los detalles del momento en el cual se enteró de la noticia. “El lunes a las 6 de la tarde estaba en Chepes haciendo cosas de mi laburo. Me llaman de Abuelas y me dicen ‘Ramiro, encontramos a tu hermano’. Así, ¡boom!”, explicó el flamante “hermano mayor”. “Me quedé helado. Me tiraron dos datos: es pelado y tiene barba como vos. De ahí, salí corriendo a contarle a mi mujer”.

Alba Lanzilloto, hermana de Ana María, conmovió al público con sus anécdotas sobre su familia, y se refirió a Domingo Menna: “’El Gringo’ era divino. Se complementaba perfectamente con la Ani”.

Cerca del final, ambos dedicaron unas palabras hacia el nieto: “Acá hay una familia que tiene 40 años de amor acumulado para darte, te queremos abrazar, te estamos esperando”, dijo su hermano.  

Estela de Carlotto remarcó la presencia de funcionarios del Estado en la conferencia y subrayó: “Estamos muy preocupadas por muchas cosas que están pasando, en relación a la violación a otros derechos humanos, como el trabajo y la vivienda, y hay que empujar para que se hagan las cosas”. Sin embargo, afirmó que la relación con el secretario de Derechos Humanos es “buena y constante”. Avruj, por su parte, expresó: “Estamos celebrando la vida. Esto nos hace crecer cada día más, como sociedad, como democracia”.

Dibujos que hablan

Hace cuatro años, el ilustrador Matías Trillo -hijo del reconocido guionista de historietas y escritor argentino, Carlos Trillo- había sido convocado por Abuelas de Plaza de Mayo para realizar con dibujos la historia de la familia Menna-Lanzilloto en el marco de “Historias por la identidad”, un proyecto que compiló treinta historias de hermanos que buscan a hermanos nacidos en cautiverio y que fueron editadas en un libro por el Archivo de Historietas y Humor Gráfico de la Biblioteca Nacional.  

En una historieta, Matías representó la vida de esta familia, resaltando el aparato represivo que hizo desaparecer a Ana María, Domingo, su bebé y a “decenas de miles de obreros, estudiantes, profesionales, docentes, amas de casa…”. En diálogo con ANCCOM, Trillo habló sobre la particularidad de realizar este tipo de ilustraciones: “Si vos me preguntás sobre ilustración, me puedo poner a hablar, pero en estos temas trabajás con gente real, con historias de verdad, es muy difícil”.

 

El hijo de la pareja Lanzillotto- Menna –el nieto número 121- nació luego del secuestro de su madre. “Vos podrías ser la hermana o el hermano que Ramiro está buscando”, dice la historieta.

Matías explicó cómo fue su contacto con Ramiro en ese momento: “Él acababa de ser papá, de lo único que me hablaba era de los ‘enanos’, y se me ocurrió poner a los chicos en la historieta, porque si no lo iba a encontrar el padre por ahí lo encontraban los chicos”.

En la última parte, la historieta dice: «Ellos también te buscan. Acércate a abuelas». Y ahora Matías agrega: «Que se arrimen a Abuelas sin ningún miedo. Y que se arrimen más allá de las ideologías políticas que tengan o que hayan construido porque eso no tiene nada que ver con esto. Esto es un realidad tremenda que nos tocó vivir como sociedad y que ahora hay que reconstruir. Nadie debería irse de este mundo sin saber de donde viene. Ramiro está recontento, me dio una alegría…”. Luego de casi 40 años de búsqueda, el hijo de Menna y Lanzillotto fue encontrado. A partir de hoy, esta historia se reescribe.

 

Actualizado 06/10/2016

Lo subterráneo de Metrovías

Lo subterráneo de Metrovías

“Si van a salir tengan cuidado eh. Hay unos pibes ahí en el túnel, entre Medalla y Mitre. Estén atentos, yo no los vi y casi los pongo”. El conductor de la Línea E abrió la puerta del cuartito de descanso y advirtió a sus compañeros antes de dejar el turno. “No hay nadie que controle –se lamentó uno de ellos mientras cambiaba la yerba del mate–. Teníamos un equipo de rescate, pero Metrovías lo disolvió hace años”. Minutos más tarde, la sirena del subte indicó que estaba por cerrar sus puertas. “Vamos, me avisaron que los pibes ya salieron”, dijo un delegado de tráfico mientras ponía un guante en su mano izquierda. Entró a la cabina oscura –que salvo algunos agregados permanece intacta desde la década del 60–, tomó las palancas y dio comienzo al recorrido Plaza de los Virreyes-Bolívar.

Es un ruido constante, molesto. Insoportable, para la mayoría. Los taponcitos verdes con los que Metrovías pretende “cuidar” a sus empleados son irrisorios cuando el túnel está delante. Por eso, los conductores, como alternativa, suelen comprarse sus propios protectores auditivos. “¡Mirá, esto es en lo que invierten! Acá la única mejora fue pintar la línea amarilla y los cuadros esos”, pudo decir el delegado cuando el ruido se hizo más leve, al frenar en la primera estación. “Las inversiones que hacen son en algo vistoso para la gente: un cambio de imagen. Venden con la vista, nada más. Los andenes son exactamente los mismos que cuando se inauguraron. Lo único que hacen es renovar la cara de las estaciones, pintar las paredes con dibujitos bonitos, pegarle contac”, ironizó. “Se hacen cosas económicas y a largo plazo, que duren. En algunas estaciones pusieron banquitos tipo Ronald McDonald’s: son de plástico, no se rompen, y son baratos. La gente ve eso y dice ‘¡oh, están trabajando!’. Pero no, no invierten en mejorar el transporte. El material rodante sigue siendo el mismo. Son trenes viejísimos con la cara cambiada, ploteados de amarillo”, dijo el delegado, antes de que el ruido ensordecedor impidiera nuevamente escuchar.

“En las boleterías tampoco se invirtió como corresponde”, continuó al llegar a Medalla Milagrosa. “En esta estación, por ejemplo, los boleteros trabajan dentro de un huevo de fibrocemento que es tan liviano que hasta se puede levantar con la mano. Nuestros compañeros de comercial están muy expuestos ahí. Son poco frecuentes los ataques por robo o quejas de pasajeros, pero son muy agresivos cuando suceden, ya que obligan al boletero a salir. Las únicas estaciones con blindado son Independencia, La Plata y una de las boleterías de Bolívar”, agregó.

Ramón Paredes, Victor Hugo González Y Claudio Dagostino, delegados del Subte.

Ramón Paredes, Victor Hugo González Y Claudio Dagostino, delegados del Subte.

Uno de los mayores problemas del universo subterráneo es la entrada de agua. Además de la lluvia que pasa por los respiraderos –agujeros que comunican a la calle y funcionan como sistema de ventilación–, las vías se inundan por caños rotos y filtraciones. Al frenar en la próxima estación, el conductor señaló una puerta: “Ese cuarto hasta hace poco estaba cerrado. Se había roto un caño y toda el agua que salía caía en las vías. Siempre se rompe alguno acá abajo e inunda todo”, explicó. Y agregó, avanzando nuevamente hacia el túnel: “Entre Urquiza y La Plata están las filtraciones más grandes, de aguas servidas”. Antes de pasar por ese tramo, José María Moreno ofreció un claro adelanto: “Cuando está toda esa aureola es porque las filtraciones son viejas”, aclaró el delegado mirando las  manchas. Efectivamente, las filtraciones se multiplicaron al llegar a La Plata. Las vías mojadas y los túneles machados de distintas intensidades de blanco acompañaron buena parte del recorrido. Sin embargo, dos luces sobre las vías que comunican La Plata con Boedo capturaron la atención. El tren disminuyó su ritmo hasta llegar a una velocidad inferior a 25 kilómetros por hora. “¿Ves lo que hace la empresa? En vez de arreglar, emparcha. Estas señales indican que desde la primera a la segunda luz no podemos superar los 25 kilómetros porque la vía está muy rota y corremos peligro que el tren se desequilibre y descarrile. La única renovación de vías que tiene esta línea la hicieron con las vías viejas que trajeron de la línea A. En vez de cambiarlas para evitar accidentes, las emparchan, las reacondicionan para zafar, y te ponen estas precauciones. En los túneles que comunican Entre Ríos con San José, y Belgrano con Bolívar, también pusieron estas luces, para evitar hacerse cargo”, dijo indignado.

Al frenar en Boedo, la atención se reencauzó nuevamente en las filtraciones. “Hace un año, más o menos, se cayó la mampostería del techo arriba del tren”, contó señalando las pruebas que quedaron del episodio. “En vez de solucionar verdaderamente el problema de las filtraciones, ponen unas chapas que redirigen el transcurso del agua hacia las vías. Las pintan de colores para disimular y creen que con eso alcanza. Pero por más pintura y decoraciones que hagan, las paredes se terminan desmoronando igual”, lamentó. “Acá, en Urquiza –dijo al llegar al próximo anden–, está todo lleno de chapitas y están todas las paredes quebradas,  por el agua y el movimiento”.

En las estaciones siguientes permaneció callado. “¿Sabés qué es lo más lamentable de todo esto? –reflexionó minutos después– Que llega un momento que uno lo ve tan frecuente, tan frecuente, tan frecuente, que pasa a ser normal. Ese es el peor problema que hay. Y uno, a veces, inconscientemente, deja de pelear por ciertas cosas porque termina naturalizándolas”. Y agregó: “Tenemos que mantener activo el reclamo y siempre buscar mejoras y reformas. No solo en las estaciones, sino también en las vías y los trenes. Más que nada para que esto no termine siendo normal y ocurra  una tragedia enorme como la de Once”.

Los conductores, por seguridad, tienen prohibido el uso del celular mientras manejan. Uno de ellos, hace un tiempo, recibió una sanción por desobedecer las reglas. Sin embargo, la empresa tuvo que perdonarle la infracción. La línea E permanece en el pasado: salvo tres formaciones que fueron modernizadas, el resto de los trenes no cuenta con una cabina específica para que el guarda pueda controlar la apertura y cierre de las puertas y comunicarse con el conductor. Como viaja con los pasajeros, cuando hay mucha gente no logra llegar a la cabina del conductor y debe esperar a frenar en la estación para bajar y hablar con el que está manejando. Si es algo urgente, debe recurrir al celular. “Con el guarda solo podemos comunicarnos con el teléfono. Si nos quedamos en el túnel ellos no se enteran de nada. No saben qué pasa, es terrible. Otra cosa que no tenemos es intercomunicador con el pasajero. Si pasa algo uno tiene que bajarse e ir vagón por vagón avisándole a la gente”, comentó el delegado al llegar a Jujuy. La luz cambió a verde, indicando que la próxima estación ya estaba libre y la formación podía avanzar.

Con la vista fija en el túnel, no solo el ruido resulta perturbador. Los tubos fluorescentes que lo iluminan están colocados esporádicamente y eso produce un centelleo constante que contrasta con la oscuridad propia del túnel. “Continuamente te están haciendo trabajar la pupila del ojo, y eso trae muchos problemas de vista”, explicó. “Realmente uno tendría que ir seguro, sin necesidad de una visualidad tan amplia. Pero cuando suceden cosas como las de hoy, y baja gente a las vías, entendés que sin esta iluminación podrías ir atropellando todo lo que se te cruce. Nosotros no vemos cuando se meten personas o animales, y no tenemos a nadie que impida que esto suceda. Los perros bajan y empiezan a correr, y a mí no me gusta pisar nada. Me duele mucho chocar a un animalito, porque él no tiene la culpa. Así como no hay nada que obstruya que el perro baje, tampoco hay nadie que lo saque”, continuó el delegado. Antes, él pertenecía a un cuerpo de emergencias que se encargaba de sacar a personas y animales del túnel. “En 2006 disolvieron ese grupo porque a la empresa no le servía económicamente. En un principio pertenecíamos a Metrovías, después nos tercerizaron, y luego volvimos a la empresa. Finalmente, cerraron el equipo y nos distribuyeron por el sector de tráfico”, denunció.

Camino a San José, una formación se desvió hacia los talleres de Constitución. Al no tener un espacio propio para arreglar sus trenes, el material rodante de la Línea E debe tomar esa bifurcación. Cada vez más cerca del final del recorrido, las limitaciones producidas por el deterioro de los trenes y las vías continuaron apareciendo. “En esta curva no podemos ir a más de 50 porque rozamos el túnel. Si pasáramos con otros trenes, seguramente podríamos ir más rápido. Pero según los estudios que les hicieron a estas formaciones no podemos subir más de 50”, explicó el conductor mientras doblaba.

Luego de una breve estadía en Belgrano, el tren finalizó su recorrido y estacionó en Bolívar. “Esta cabecera es un desastre”, enfatizó el conductor al bajar de la cabina. “Hay que mirar bien, porque ahora está todo muy camuflado. Esa chapa con canaleta –dijo señalando al techo– hace que el agua caiga en las vías, y no directamente sobre el tren. Ese es todo el arreglo para las filtraciones. Ahora está pintado de violeta, para disimular”.

Luego de recorrer las 15 estaciones en sentido contrario, para regresar a Plaza de los Virreyes, el delegado bajó de la formación y pasó su mano por el exterior. “Nuestro material rodante es muy antiguo y precario. Salvo el MPI que marca la velocidad, no hay nada digital. Los trenes que tenemos son los más viejos de todas las líneas, y el mantenimiento que reciben es muy pobre. Los trajeron entre 1962 y 1967 de España, y en el 80 los reacondicionaron. Desde entonces, todo permanece igual. Lo único que hacen es un ploteo amarillo por fuera, y le ponen luces de LED por dentro. La gente se confunde y piensa que son trenes nuevos, y te preguntan ‘¿este tiene aire?’ ¡No, hace 60 años que no tiene aire!”, dijo riendo. “Debajo del ploteo está todo podrido, esto es algo vistoso para la gente nada más. Los chasis están picados y el piso, al ser de un terciado grueso, también se pudre. Cuando se rompe la goma uno puede ver por ese agujero cómo va circulando el tren. A ese punto hemos llegado: a que una persona pueda meter el pie incidentalmente y lastimarse, o electrocutarse”, exclamó.

“Es muy difícil manejar al público cuando sacas trenes porque no están en condiciones. Pero la verdad es que de estas formaciones no puede circular ninguna”, consideró. Según le comunicaron a los trabajadores de la línea E, en 2020 recibirán nuevos trenes. “Vamos a ver –advirtió el conductor con poca esperanza. Lo nuevo de ellos no suele ser lo nuevo nuestro. Para ellos encontrar una zapatilla tirada en un tacho de basura y ponérsela es algo nuevo, es estrenar. No pensamos lo mismo”, concluyó.

El mito de la jubilación

Los ventiladores negros, la prueba más evidente. “Como están tan altos y no los limpian muy seguido, tienen pegado todo el grafito que respiramos”, dijo el conductor y delegado de tráfico de la línea E Osvaldo Mouche, señalando el techo del cuartito de descanso de Plaza de los Virreyes. “La línea aérea lleva la electricidad, y es tomada por el tren con un pantógrafo. Ese roce larga un polvillo negro: el grafito. Cuando nos bañamos, el agua sale negra. Y si no viene nadie a limpiar durante el día, a la tardecita pasas la mano por cualquier lado y está todo lleno de hollín. Arriba del tren, lo mismo. Por eso manejamos con guantes”, explicó Mouche.

A la respiración viciada por el grafito, se agrega la falta de oxígeno. “El sistema de ventilación que tenemos abajo es un agujero en el túnel, que toma aire de la calle cuando pasa el tren. Como el asfalto calienta muy fácil, el aire que llega acá es siempre caliente, y ya viene contaminado de las combustiones de arriba, de los caños de escape de los automóviles”, detalló Julio Sala, también conductor y delegado de tráfico de la línea E junto a Mouche y Pablo Bagnasco.

La sala de descanso de Plaza de los Virreyes también está afectada por las filtraciones. En el techo, otro parche de chapa. Como caía agua de desecho de los baños sobre la mesada y los alimentos, la empresa arregló provisoriamente el problema con el sistema de la canaleta.  Sin embargo, según comentó Mouche, los días de lluvia resulta insuficiente: el agua rebalsa  e imposibilita el uso de ese sector de la sala. Incluso, un televisor que los trabajadores habían comprado con sus aportes sufrió las consecuencias de la inoperancia de Metrovías y se quemó al mojarse.

“Si bien la línea E es en la que menos plata se invirtió, este tipo de deficiencias estructurales están en todas las líneas, al igual que los problemas de salud”, aclaró Mouche. Complicaciones de espalda por las vibraciones del tren, disminución de vista y audición –por el ruido ensordecedor y el repiqueteo constante de los tubos fluorescentes– y problemas respiratorios –que se manifiestan en alergias y resfríos constantes, por la falta de aire y la respiración de grafito– son los problemas comunes a todos los trabajadores del subte, especialmente a los del sector de tráfico. “También tuvimos muchas muertes por cáncer y ataques cardíacos. Aún no pudimos certificar su relación con el espacio laboral, pero tenemos un estudio en marcha para investigarlo”, advirtió.

Además del desmejoramiento físico, el estado psicológico de los trabajadores también se ve frecuentemente alterado. “Tenemos  muchos problemas de fobias que se manifiestan principalmente en el rechazo a la gente y en la reclusión”, explicó el conductor y delegado Julio Sala. “Es similar al pánico. Estar trabajando continuamente con la gente, con el ruido, con la oscuridad, todo eso lleva a distintos trastornos. Yo, por ejemplo, como salgo tan aturdido de acá, soporto cada vez menos salir a la calle y estar con la gente”, confesó.  La puerta de la cabina de uno de los trenes de la línea E es testigo de lo difícil que es a veces lidiar con pasajeros: “Tiene todas las marcas de la escalera de fierro que agarraron para abrirle la puerta. Se había parado la formación y el conductor nos llamó llorando, porque le querían pegar. Lo escupieron, le rompieron un vidrio del costado, pero por suerte aguantó la puerta. No podía seguir avanzando, estaba shockeado, y lo tuvimos que ir a buscar”, recordó Mouche.

Según el mito subterráneo, el que se jubila muere rápidamente. “Por eso nadie quiere retirarse. La leyenda dice que al dejar de trabajar, todo lo que absorbimos acá te termina matando. La mayoría de la gente que está cerca de los 60 años tiene muchas dolencias físicas, y cree que llegada la edad de abandonar Metrovías, solo se quedará con los problemas de salud que venía arrastrando y morirá”, confesó Mouche. El trabajo de los conductores y guardas fue declarado insalubre, al igual que el de los talleristas. Por eso, su jornada de trabajo no puede exceder las 6 horas. “Sin embargo, el kiosquero, el diariero y todos los que están acá abajo trabajan en las mismas condiciones. La empresa, para evitar hacerse cargo del conjunto del problema, solo declaró la insalubridad para el sector de tráfico y talleres”, denunció el delegado.

Seguridad e higiene vs. salud laboral

Desde 1994, la empresa impulsa una política de salud en la que no es válido enfermarse. Según denunció Francisco “Pancho” Ledesma, secretario gremial de Salud Laboral y Condiciones en el Medioambiente de Trabajo, la empresa insiste en que hay que bajar el ausentismo y ser colaborador, ya que si uno falta perjudica a su compañero. “Desde que Macri asumió la presidencia y sale a decir en cadena nacional que si vos faltas pones un palo en la rueda y perjudicas al país, Metrovías –al igual que otras empresas–  recrudeció la lucha contra el ausentismo con el objetivo de disminuirlo drásticamente”, explicó Ledesma.

“¿Cómo hacemos para convertir el discurso del ausentismo, que no tiene en cuenta los ritmos y organización del trabajo?”, se preguntó Ledesma. Con ese interrogante en mente, él y otros miembros de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP) decidieron centralizar lo que la empresa llama “Seguridad e Higiene” en una Secretaría de Salud Laboral. “Estamos resolviendo los casos puntuales –que es lo único que hace la empresa–  pero también  de a poco estamos generando un mapa de riesgos para ir creando líneas de acción que nos permitan avanzar sobre las discusiones más generales relacionadas con la salud”, explicó Ledesma, que por tercer mandato consecutivo forma parte de la Secretaría Ejecutiva del sindicato. La AGTSyP fue fundada el 2 de septiembre de 2008, como alternativa a la Unión Tranviaria Automotor (UTA). “Estos personajes nefastos, que se manejan mediante la violencia y la extorsión, hicieron echar gente en el 94. Con los años, se fue formando la AGTSyP y se discutió un tiempo quién tenía más afiliados. En el subte hay aproximadamente 3000 trabajadores, y nosotros tenemos 2500 afiliados. Hace dos años se hizo la compulsa en el Ministerio de Trabajo y logramos la personería gremial. Por eso, el único sindicato dentro del subte que puede discutir colectivamente es el nuestro”, aclaró Mouche.

El principal factor de riesgo encontrado por la Secretaría fue el lugar de trabajo y sus pésimas condiciones, que causan enfermedades profesionales y accidentes de trabajo. “Al principio nos costó explicarle a los compañeros qué eran las enfermedades profesionales, porque la empresa te dice que te enfermas de la vida misma, no por el ambiente hostil en el que trabajas día a día. Además, para Metrovías vos te incidentas, nunca te accidentas: sos el culpable de lo que te pasa. Tener que desnaturalizar ese discurso lleva años”, explicó el secretario de Salud. Y continuó: “La empresa viene, te da los elementos de protección personal que marca la ley y ya está cubierta. Te da un protector auditivo, unas antiparras, un casco, un guante, la camisa, el pantalón, los zapatos, una campera y un buzo. Y a lo sumo, si te pones medio cargoso, o la empresa está de buenas, te da una faja. ¿Pero qué pasa? Eso te convierte en astronauta a vos, pero el medio en el que estás trabajando es un campo minado. Nada te asegura que aun disfrazándote de esa forma no te agarres una hernia de disco, no se te corra el espiral por la vibración de los asientos y pierdas el embarazo, o no se te caiga algo en la cabeza y te lastimes, a pesar de tener puesto el casco”.

Según denunciaron los trabajadores de Metrovías, la empresa fue acrecentando la política de invertir menos y flexibilizar más. “Te dan una charla de cinco minutos de seguridad y después, cuando muere alguien, le dicen a sus familiares y compañeros que el fallecido se capacitó, que la culpa es de él porque la empresa cumplió”, explicó Ledesma. Sala, el delegado de tráfico de la Línea E, denunció en el mismo sentido: “Anualmente le dan a la gente un curso sobre seguridad e higiene y sobre lo que es el servicio. Cuando ingresan a la empresa, con ese tipo de charlas, los nuevos piensan que van a ir al paraíso. Pero uno, que está continuamente acá abajo laburando, cuando va a esas charlas, termina peleándose,  se arma quilombo. Porque te están tomando el pelo, hasta el punto tal que vos a veces les preguntas ‘¿Vos viajas en esta línea?’. Te dicen que no, no tienen idea. Es una empresa contratada, que viene a dar un curso como si fuéramos un local de comida rápida: la frecuencia, el servicio, la sonrisa para atender a la gente. ¿De qué frecuencia me está hablando? Nosotros tenemos un diagrama en el cual la frecuencia de formación a formación tiene que ser de 5 minutos. Eso acá no se cumple, porque no tenemos la cantidad de trenes como para hacerlo”.

Para respaldar los reclamos por el constante deterioro de salud de los empleados, y que puedan ser contemplados jurídicamente, se están realizando estudios en asociación con la Universidad Metropolitana de la Educación y el Trabajo (UMET). Ahí se reúnen varios gremios para aprender oficios. La UMET hizo un convenio con el CONICET, y se formó el Centro de Investigación para los Trabajadores (CITRA). “Es un equipo multidisciplinario en el que cada gremio hace un aporte para que el CITRA pueda hacer investigaciones. El proyecto que presentamos el año pasado, y en el que estamos trabajando este año para que pueda ponerse en funcionamiento, se basa medir las vibraciones de cuerpo entero en conductores y guardas”, explicó Ledesma.

Las víctimas

Además de los problemas físicos y psicológicos, las condiciones de trabajo en el subte han terminado con la vida de varios trabajadores. Mario Penaccio, en septiembre de 2003, falleció a bordo de una de las Trafic de Metrovías que trasladaba a los trabajadores por las noches hacia los lugares donde deben hacer reparaciones. Según detalló Enrique Rosito, encargado de prensa de AGTSyP, Mario no iba sobre un asiento, como corresponde, sino que viajaba sobre las herramientas. En un choque, detrás de Casa Rosada, salió despedido.

El 11 de febrero de 2011 David Alfonso, que trabajaba haciendo el mantenimiento de los trenes, falleció electrocutado: lo mandaron al techo de la formación a reparar un equipo, no cortaron la tensión y murió calcinado.

El 20 de marzo del año siguiente, en el taller de Congreso de Tucumán, la electricidad cobró otra víctima, Diego Martínez. “Lo mandaron a hacer una tarea que él habitualmente no hacía, que es soldar. Cuando hicimos el peritaje vimos que la máquina no tenía puesta a tierra, tenía los cables pelados, un desastre”, denunció Ledesma.

A Antonio Villares, el 2 de abril de 2013, también  le arrebataron la vida en el subte. “Hubo una gran tormenta en Capital Federal y el compañero tenía que ir a activar las bombas para que los pozos se desagoten y no se inunden las vías. Estaba en Catedral, en la línea D, y le avisaron que en la estación Los Incas, de la línea B, se habían inundado las vías y no se podía pasar. Parece que los cuartos de bomba no estaban andando y, como él estaba en la guardia, un supervisor lo mandó con un equipo de trabajo. Antes de bajar a las vías, le avisaron que habían cortado la tensión –porque la B, a diferencia de las demás líneas, tiene un tercer riel y la tensión está en las vías. Él bajó, pensando que era como le habían dicho, y en el trayecto se electrocutó con corriente continua. Murió calcinado”, recordó el secretario de salud.

Sergio Reyes estaba en su primera semana de trabajo cuando fue atropellado en el taller Rancagua, en septiembre del 2013. Los dos primeros días había estado en Emilio Mitre y Directorio, un taller que está en Primera Junta, sobre superficie. El tercer día lo mandaron a hacer limpieza a Rancagua, el taller que está en la estación Federico Lacroze, en Chacarita. “La jefatura no le enseñó los lugares por donde se ingresa y se egresa, ni le dio una charla para explicarle dónde había tensión y dónde no. Le dijo ‘Acá tenes la pala, la escoba y la bolsa: anda a limpiar’. Hay una salida que da a la calle, a la Plaza los Andes. Y, por otro lado, hay una conexión entre el taller y la estación de subte Federico Lacroze, por donde entran y salen los trenes rotos o reparados”, explicó Ledesma. Y continuó el relato: “Por ahí entra el personal técnico que trae el tren roto al taller o saca el tren reparado a línea. El compañero vio que por ahí entraba y salía gente y debe haber pensado ‘¿Para qué voy a salir a la calle, ir por la plaza, y volver a entrar al subte si por esta conexión entro a la estación directamente?’ Como era el primer día que estaba en el subte, y no tenía el oído preparado, en una curva muy cerrada no escuchó el tren y cuando terminó de salir de la curva lo llevó puesto y lo chocó contra unas columnas que hay en Federico Lacroze”.

Ramón El Tucu Paredes, que trabaja en la empresa desde 1994 –año en que Metrovías comenzó a operar en Argentina– denunció la política de la empresa ante accidentes de semejantes características: “La empresa aduce que es inoperancia, y no es así. Hay algunos accidentes que se producen por el exceso de confianza que brinda la experiencia. Pero el  problema es cuando por coerción, por desidia o por falta de inversión, la empresa te lleva a la muerte o a accidentes”, explicó. “La puesta a tierra, por ejemplo, es algo importantísimo. Y Metrovías no da cursos para que la gente sepa hacerlo. ¿Dónde está la parte de la empresa que tiene que cuidar a los empleados?”, exigió. No solo no capacitan, sino que mandan a realizar tareas en condiciones que no deberían hacerse. “Hace mucho tuvimos problemas con la cuadrilla de limpieza, porque los mandaban a limpiar los coches con la electricidad puesta. Aprovechaban que era gente nueva, que recién empezaba a trabajar. Y como no querían perder el trabajo, nadie decía nada”, contó Mouche.

Metrovías

“Allá en Tucumán hay un refrán que dice: ‘Por fuera florido, por dentro podrido’”, bromeó “El Tucu” Paredes. Metrovías, según denunciaron los trabajadores y delegados consultados por ANCCOM, en vez de invertir en trenes, plotea encima del material podrido y desmejorado por los años. En vez de solucionar las filtraciones, cambiar las vías y destinar el dinero para mejorar el medio de transporte y la seguridad del pasajero, destina el dinero a embellecer las estaciones con el menor presupuesto posible.

“Incluso los trenes nuevos, que son los de la línea A, tienen problemas. Se les queda a mitad del recorrido y el conductor  no tiene forma de moverlo. Tienen que venir a buscarlo, porque no dan la capacitación suficiente como para manejar la tecnología”, comenzó Julio Sala en la enumeración de falencias de la empresa. “Cuando compraron trenes para la H –continuó su compañero Mouche–  no calcularon el ancho del andén y cuando la formación entraba a la estación rompía todo el borde. Tuvieron que modificar todo para que entrara correctamente”. Apresurado por sumar otro ejemplo, Sala agregó: “En la línea B peor todavía. Compraron trenes con tercer riel, hicieron toda la línea aérea y después se dieron cuenta que el tren no entraba de alto. Tuvieron que cavar toda la fosa para que entrara. Luego, vieron  que no entraba tampoco en el ancho, así que tuvieron que seguir acortando los andenes”.  “En definitiva –concluyó– hubiese salido más barato mandar a hacer trenes 0 km, a medida. Eran trenes que estaban para pruebas militares, vinieron sin manual”. Mouche completó: “En España, después de los atentados de Atocha, los usaban para poner explosivos y ver cómo quedaba el tren. Uno de los problemas que tienen es que no pueden dar más de tres vueltas seguidas, porque recalientan. Se dieron cuenta porque cuando los trajeron, en el verano, no podías tocar los asientos de lo calientes que estaban. Descubrieron, cuando los revisaron, que esos trenes originalmente llevan un enfriador, que no vino”. La solución que encontraron, según comentó el delegado, es sacar la formación de circulación luego de la tercera vuelta –que es cuando comienza a recalentar–, dejarla enfriar y luego ponerla a andar nuevamente.

“En la Línea E es en la que menos se ha invertido”, dijo Mouche al hablar del ramal en el que trabaja como conductor. “¿Qué me está diciendo compañero? –interrumpió en tono jocoso El Tucu Paredes– “Acá  la gente no tiene tanto poder adquisitivo como para que inviertan”. Mouche, asintiendo, contestó: “Sí, es verdad,  nos dejan de lado. No hay ningún shopping importante, ni turistas. Entonces siempre somos lo último”.

En 1993, cuando el subte cayó dentro de la ola de privatizaciones menemista, una de las cláusulas que se establecieron fue que la concesionaria recibiría un subsidio por la desinversión de años. “Metrovías lo recibió pero no lo invirtió. Solo se llevaba el dinero y arreglaba pequeñas cosas para que se vea que estaba haciendo algo”, denunció Paredes. “Ahora, con las lavadas de cara de las estaciones, siguen haciendo lo mismo. Se dejó afuera lo verdaderamente importante”, sumó Mouche. El mantenimiento de los trenes, según explicaron los trabajadores, debe hacerse en tres etapas. La periódica, cada 50.000 kilómetros, la media, cada 300.000 y la general, cada 900.000. “La única que se hace es la periódica. La media  creo que se hizo por última vez en el 99 y de la general mejor ni hablemos”, dijo Paredes.
Actualizado 05/10/2016

Ecos de injusticia

Ecos de injusticia

Nada se parece más a la injusticia que la justicia tardía. Pero para las víctimas de la tragedia del colegio Ecos, la justicia ni siquiera llegó. El pasado 23 de agosto prescribió la causa en la que se investigaba el siniestro ocurrido el 8 de octubre de 2006 en la localidad santafesina de Margarita, en el que murieron nueve alumnos y una docente. A pesar de las irregularidades en la investigación denunciada por los familiares de las víctimas, la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe se negó a reabrir el proceso judicial.

El expediente había sido cerrado en mayo de 2015 por la Cámara Penal de Rafaela. Una (in)justicia que, plagada de burocracia e intereses políticos y económicos, pareciera dejar más dudas que certezas, desilusión y angustia en los familiares de las víctimas. Pero el dolor nunca los paralizó y, desde un primer momento, lo transformaron en iniciativas y proyectos.  Por eso, próximo 8 de octubre, en ocasión del décimo aniversario del siniestro vial, se realizará como todos los años un festival artístico y solidario, esta vez en el Centro Cultural Kirchner.

Aún queda un recurso para intentar que la causa no quede cerrada definitivamente: se presentó una apelación ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, aunque los padres no conservan muchas esperanzas en el pedido del fiscal de la Cámara de Apelaciones en lo Penal, Civil y Comercial de la 5° Circunscripción de Santa Fe, Carlos Stegmayer. “La prescripción sucedió porque no se cumplieron los plazos procesales que se tendrían que haber cumplido, la veo muy difícil”, dijo Carlos Ecker, padre de Federico –una de las víctimas-, en diálogo con ANCCOM y agregó: “No creo que (el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo) Lorenzetti, que es del norte de Santa Fe, le quiera dar un tirón de orejas a la justicia santafecina, aunque se lo merecen porque la prescripción de la causa es por su inoperancia, desidia y falta de profesionalidad”. Ni siquiera la repercusión mediática del caso pudo lograr que la causa llegue a una sentencia firme.

Sentado en el living de su casa, Augusto Lasalvia, padre de otra de las víctimas, Justine, afirma: “Para mover un juez y probarle mal desempeño tenés que hacer todo un proceso en la magistratura provincial o nacional. Los jueces están eternamente apoltronados ahí, y tienen impunidad. Parece como un contrasentido que un juez tenga impunidad.” Ecker completa: “Los jueces son como señores feudales, sobre todo en el interior, pareciera que todo el poder del pueblo, del feudo, pasa por ellos.”

"Despertar conciencia vial" libro de seguridad vial  realizada por la asociación Conduciendo a Conciencia para alumnos de Segundo y Tercer año de nivel polimodal.

«Despertar conciencia vial», libro de seguridad vial realizada por la Asociación Conduciendo a Conciencia para alumnos de segundo y tercer año de nivel polimodal.

Todos Podemos Ser

Si el funcionamiento de la Justicia genera controversias, en las causas por siniestros viales parece ser peor. “Hay una jurisprudencia que tiende a no castigar el no respeto a las normas viales que pueden ocasionar muertes. Siempre decimos que si vos querés matar a alguien, la mejor forma es atropellarlo porque es muy difícil que vayas preso. Cuando vos matás con intención es más punible que cuando vos matás sin intención. Pero ahí tiene que haber un poco de interpretación: si vos tomás alcohol, salís a manejar borracho, ponés el auto a 150km/h y matas a alguien, tenés que tener alguna conciencia de que te estas convirtiendo en un alma mortal”, subraya Lasalvia.

En Argentina las muertes por accidentes de tránsito son alarmantes. Cuando sucedió el accidente en el 2006, los padres de las víctimas se encontraron con que el estado de la seguridad vial en el país era lamentable. Aunque las estadísticas estatales sigan siendo poco confiables, con la creación en 2008 de la Ley de Seguridad Vial y la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) pueden verse importantes avances.  No obstante “las políticas estatales siguen estando en deuda”, según Augusto. “Las campañas se llevan a cabo por espasmos. Hay controles de alcoholemia, que aparecen y desaparecen. Hay vigilancia en algunas rutas, como pasa en la Ruta 2 en verano pero son en un punto fijo y ya se sabe dónde están. Y el que va a toda velocidad sabe que tiene que bajar un poco en determinado lugar y después sigue. Es ridículo, es como seguir fomentando la avivada criolla”. Las estadísticas, completa, avalan que ésta es la conducta, ya que la mayoría de los siniestros viales se originan por imprudencias de los conductores. “Es necesario un cambio cultural y cambiar una cultura lleva muchísimo tiempo de persistir con políticas, controles y sanciones, educación y prevención”, sostiene Sergio Levin, padre de Lucas –otra de las víctimas- y Director del Centro de Formación de la ANSV.

Con la aprobación de la ley se generó un marco legal íntegro que contenga a todas las provincias y municipios, aunque sigue sin cumplirse en su totalidad. Desde la puesta en marcha de estas iniciativas se puede notar un descenso en las muertes por accidentes viales, estableció Ecker, y agregó: “Los países que han podido reducir las muertes viales son aquellos donde la educación, la concientización y la prevención estuvieron siempre. Y si esto no da resultado, tenés que sancionar ejemplarmente. En nuestro país se tiende a perdonar las multas o a no pagarlas nunca. Lamentablemente para que saquemos un poco el pie del acelerador, te tienen que embocar con las multas”.

“La prescripción sucedió porque no se cumplieron los plazos procesales que se tendrían que haber cumplido, la veo muy difícil”, dijo Carlos Ecker.

Mañana es mejor

La Asociación Civil Conduciendo a Conciencia, conformada por los padres de las víctimas de la tragedia, tiene dos pilares principales: por un lado la concientización y por el otro la solidaridad. En cuanto a la concientización, el trabajo es intenso: charlas y capacitaciones en escuelas, universidades y empresas de todo el país, participación en foros internacionales de México, Colombia, Ecuador y España y trabajos en conjunto con la Organización Mundial de la Salud. Además, la creación de una revista que sale dos veces por año y la realización de un dinámico y moderno manual para los alumnos de la secundaria, Despertar conciencia vial, que se puede descargar en la web para la utilización de los profesores. “Muchos profesores lo toman como referencia porque ellos no tienen ninguna capacitación para enseñar sobre seguridad vial”, señala Augusto Lasalvia.

Por el lado solidario, todos los años se llevan a cabo festivales para continuar con la tarea iniciada por los estudiantes, que murieron cuando viajaban a ayudar a escuelas rurales. En este aspecto, el mundo artístico y cultural siempre tuvo un rol muy activo, para Sergio Levin: “Desde el comienzo, artistas como El Flaco (Spinetta) fueron un hombro donde apoyarse. Fueron nuestros embajadores en todos lados donde actuaban o cantaban y orgullosamente podemos decir que luego de diez años muchos lo siguen haciendo”. El año pasado el evento se realizó en el Luna Park y se juntaron 80 toneladas de donaciones.

El próximo sábado 8 de octubre, decretado “Día del estudiante solidario”, se cumplirán 10 años de la tragedia y se realizará en el Centro Cultural Kirchner el festival que incluirá actividades artísticas y culturales para chicos y adultos. En La Ballena Azul, desde las 14, habrá shows musicales. El primero estará a cargo de Mariana Baggio y Los Raviolis. Luego, a partir de las 17, tocarán Los Tipitos y León Gieco y, desde las 20, será el turno de Los Pericos y Los Auténticos Decadentes. También habrá un espacio infantil con talleres, muestras de arte, shows musicales, murales y creación de instrumentos musicales para donar a escuelas.

La entrada será una donación y para los shows en La Ballena Azul además hay que reservar entrada a través de la página del CCK.

 

Actualizado 05/10/2016

Lo que Morales se llevó

Lo que Morales se llevó

“Nos costó tanto trabajo”, dice con impotencia y angustia la voz de Santiago Hamud en el  video que filmó con su celular la semana pasada. “Es lamentable que el odio político de quienes nos gobiernan llegue a hacer estas cosas”, agrega.  Mientras filma, Hamud recorre el Parque Acuático construido por la Túpac Amaru en el Barrio del Libertador, partido de Ledesma, provincia de Jujuy: está registrando el paisaje desolador de los destrozos. Lo acompaña un viento fuerte, que por momentos tapa su voz. “Grupos mandados por el Gobierno solamente para dañar las instalaciones del lugar”, dice. Hamud enfoca las instalaciones y muestra cómo se robaron los alambrados, las puertas y las ventanas, el portón de la entrada. Luego muestra un kiosco al que le robaron hasta el techo y los tomacorrientes. Hay tres quinchos quemados: “Solo quedaron los palos”, dice mostrando donde debería haber un quincho y solo hay mesas, muchas destruidas. Se ven los mazazos en las paredes de los vestuarios: algunas derribadas por completo,  otras agujereadas. En los baños se robaron toda la grifería. También se llevaron las bombas de las piletas. Destrozaron mesas y bancos, y hasta el horno de barro, un emblema de la Túpac. “Uno no puede entender por qué tanto odio, no les alcanzó con detener a Milagro (Sala), parece que van por todo”.

Destruir, quemar y robar un parque polideportivo al cual acceden cientos de niños de manera gratuita parece pura irracionalidad o un acto de vandalismo (como algunos medios locales de Jujuy eligieron llamar a lo acontecido).  Pero  es un poco más complejo:  proviene de un odio revanchista y forma parte de un continuo disciplinamiento de los sectores populares tanto del poder político como económico, que en la provincia de Jujuy se viene ejerciendo con total impunidad.

Santiago Hamud es militante de la Túpac Amaru y del MTL Jujuy (Movimiento Territorial Liberación) y miembro del Comité por la Libertad de Milagro Sala. En diálogo con ANCCOM,  establece: “Nosotros sabemos que esto forma parte del odio político, del odio de clase, del odio racial que ha generado el gobierno actual con ayuda de los medios de comunicación. La demonización hacia nosotros fue y sigue siendo impresionante”.  Con respecto a lo sucedido en el Parque, agrega: “Nos llama poderosamente la atención que al día siguiente de los destrozos se acercara gente del municipio, que es radical y responde al gobernador (Gerardo) Morales, para decirme: ‘Mirá, está todo destrozado el parque, así que a partir de ahora el municipio se podría hacer cargo de esto’”.

“El gobierno de Morales es un estado policial –sigue Hamud-. Esto se vive acá todos los días: allanamientos violentos, detenciones constantes, amenaza de muerte por parte de la policía, destrozos en otros locales, robos a casas de compañeros”. Hamud relata que los miembros de la Túpac no quieren andar con remeras o gorras de la agrupación por la calle porque tienen miedo. “La policía te aprieta, te putea en público –cuenta-. El otro día a dos compañeras no las dejaron entrar a un shopping….”. Al propio Hamud  la policía le dijo que iba a pegarle tres tiros en la cabeza. Morales nombró a José Luis Pato Estrada como interventor de la Túpac Amaru y, hace dos semanas, un grupo de gente que respondía a su nombre ingresó y tomó el estudio de transmisión de la organización.

“Creemos que tiene que ver con esto de hacernos creer que los negros, los marginados, la gente de bajos recursos no tiene derecho a tener un parque acuático con pileta climatizada y todo”, dice Hamud. Las piletas del Parque Acuático eran las únicas gratuitas en el Barrio Libertador. “Si la gente de mucha plata puede hacerlo, ¿por qué los pobres marginados no?”, se pregunta Hamud. El parque se encuentra muy cerca del Club Atlético Ingenio Ledesma, que “sale carísimo”, destaca. El Ingenio Ledesma es de Carlos Blaquier, procesado en 2012 por ser cómplice en los secuestros de la Noche del Apagón. Luego, en 2015, el Poder Judicial le declaró falta de mérito y resolvió, finalmente, no acusarlos. El empresario forma parte del grupo económico que más presión ejerce en términos políticos en la provincia. “Blaquier tiene la sangre en el ojo de que nosotros lo hayamos llevado al banquillo de los acusados, y eso es algo que no se lo perdona a Milagro –establece Hamud-. Y Morales responde a Blaquier”.

 

Mirá el video aquí: INGRESÁ AL LINK

 

NOTICIAS DE AYER

El video comenzó a difundirse el jueves 29 de septiembre y en días posteriores fue levantado por algunos portales de noticias, aunque los grandes medios, como Clarín y La Nación prefirieron no hablar de los graves hechos sucedidos en el Parque Acuático. En cambio, volvieron a cargar contra Milagro Sala. Luis Majul, durante el último fin de semana, presentó en el programa La Cornisa un informe en el que volvió a acusarla de “pagos de retornos” al kirchnerismo y retomó una denuncia de abril pasado que hizo contra ella la diputada Mabel Balconte, ex referente de la Túpac, que medio año atrás recorrió diversos canales de televisión (fue sobre todo a La Cornisa) con un discurso sorpresivamente antikirchnerista, con acusaciones por malversación de fondos contra Milagro Sala, Cristina Fernández de Kirchner, Máximo Kirchner y Andrés Larroque. Clarín también reflotó el tema el domingo pasado.

Balconte, que intentó suicidarse tras su denuncia, formaba parte de un bloque legislativo vinculado a la Túpac: Santiago Hamud era su secretario parlamentario y recuerda que la veía llorar todos los días por las presiones y aprietes del poder político y policial del radicalismo, por las amenazas a su persona y a sus hijos. Y también recuerda que se sorprendió mucho cuando la vio en televisión con el discurso cambiado: “Solía hablar muy bien de Cristina y se indignaba por lo que le estaban haciendo a Milagro”, dice.

HECHOS Y SUPUESTOS

El Parque Acuático del Barrio Libertador es unos de los 23 construidos en Jujuy y está ubicado al lado de un asentamiento, también construido por la Túpac, que ha edificado en la provincia 5.000 viviendas. A pesar de que los fondos que recibieron estaban destinados sólo a viviendas, la organización también construyó escuelas, centros de salud y de rehabilitación, grandes fábricas (entre ellas una de bloques de cemento que además de ser fuente de trabajo redujo los costos de las viviendas), centros culturales, parques y medios de comunicación. A los 14 años Milagro Sala vivía en la calle: hoy la acusan de levantar un Estado paralelo en Jujuy. “Parece que quieren borrarnos totalmente del mapa, destruir nuestra obra, que no quede rastro de una organización que supo dar dignidad  a miles y miles de familias jujeñas, que hizo lo que ningún otro gobierno hizo”, dice Hamud.

A través de las cooperativas, la Túpac era la segunda generadora de empleo de la provincia, después del Estado.  Más de veinte mil personas se quedaron sin trabajo, sin ningún tipo de beneficio social o contención a partir del hostigamiento y la intervención por parte del gobierno provincial. “De las cooperativas no está funcionando ninguna –dice Hamud-. Ni las que están con nosotros ni las que están con el gobierno, porque ellos quieren devolverle el negocio a las empresas constructoras. Nosotros construimos una vivienda con 250.000 pesos, mientras que una empresa privada gasta más del doble. Nosotros empleábamos a cuatro personas y la empresa solo a una. Nosotros tardábamos seis meses y ellos dos años”.

Milagro Sala fue encarcelada el 16 de enero de este año con los cargos de “instigación a cometer delitos y tumultos”. Luego a esta causa comenzaron a agregarle otras por malversación de fondos y sus derivados, y las acusaciones se fueron agrupando como para engrosar su culpabilidad y justificar lo injustificable. En la actualidad, los medios comerciales están machacando con un escrache sucedido a Morales en el 2009, por el que a Sala se la acusa de ser cómplice de unos huevazos que le tiraron al actual gobernador. En mayo había sido sobreseída, pero en estos días se reabrió la causa en su contra y deberá ir a juicio oral. El denunciante es  el actual gobernador Morales.

Las causas sobre Sala por supuesta corrupción,  fraude a la administración pública, asociación ilícita y demás, no tienen pruebas fehacientes, documentos o alguna firma que la involucren a ella directamente. La mayoría de las “pruebas” son por vinculación indirecta con otras personas, basándose en supuestos contactos, en supuestas actividades ilícitas con la que Sala, argumentan, estaría involucrada.

Tanto el Gobierno nacional como el provincial parecen hacer oídos sordos a los pedidos de organizaciones sociales, a las marchas y festivales realizados en todo el país y al trabajo de los comités por la liberación de la dirigente social. Organismos internacionales  como la ONU, Amnistía Internacional, ALBA, UNASUR y el Parlamento Europeo, entre otras, le reclamaron al gobierno de Mauricio Macri su  inmediata liberación, así como la de otros diez detenidos de la Túpac. No hay justificación para que sigan presos: no hay ni peligro de fuga ni riesgo de entorpecimiento de la investigación. Al revés de lo que establece la ley, para el Poder Judicial jujeño son culpables hasta que se demuestre lo contrario. La encarcelaron de manera arbitraria hace 262 días. Milagro Sala -gritan en las marchas- es una presa política.

Actualizado 05/10/2016

 

La foto y la independencia

La foto y la independencia

La propuesta de la Séptima Bienal de Fotografía Documental de Tucumán se compone de una gran cantidad imágenes y autores que tratan temas como la identidad nacional y de género, movimientos estudiantiles, lo virtual y la memoria. Con más de veinte muestras montadas en simultáneo en museos y galerías tucumanas y un cronograma de  actividades atento a los interrogantes actuales, la Bienal recibirá, como ya es tradición, a estudiantes, aficionados y profesionales de la fotografía. Desde su origen, en 2004, el encuentro propone un carácter documental, pero desde la organización no se plantea «como una categoría taxonómica, sino como un punto de vista», explica Julio Pantoja, fotógrafo, docente y uno de los creadores de la Bienal. Lo que interesa, plantea, es ver toda la producción fotográfica desde lo testimonial, y puntualiza la necesidad de categorizar las imágenes, porque en la actualidad, dice, «la diferencia entre lo artístico y lo periodístico está quebrado y hace muchos años que dejó de funcionar».

Este año, a diferencia de los anteriores y en el marco del Bicentenario, las exposiciones están atravesadas por el concepto de «independencia». «Nos parecía pertinente asociar la Bienal al Bicentenario pero no queríamos hacerlo con el concepto histórico o de manera lineal y terminar haciendo la revista Billiken -dice Pantoja-. La idea fue trabajar con el concepto de independencias en plural y usarlo como disparador para hablar sobre cualquier tipo de independencia: personales o colectivas. Se trabajó en ese sentido con todas las muestras».  

Foto: Emiliana Miguelez. Muestra ARGRA.

Las convocatorias propuestas alrededor de este tema fueron «Símbolos patrios», «Soberanía Alimentaria» y una exhibición multimedia titulada «Independencias». Otra de las consignas propuestas fue «Tucumano/a se busca», para la cual el jurado, compuesto por Gisela Volá, Tony Valdez y Solana Peña, seleccionó tres ensayos.  Las convocatorias son abiertas al público nacional e internacional: “Siempre tienen muy buena recepción en Latinoamérica –cuenta Pantoja-. La mayoría son de Argentina pero también recibimos trabajos de Brasil, Venezuela y México».

Una de las exposiciones que se presentan es «Origen», de Verónica Bellomo, miembro del colectivo 13f. Las imágenes narran a color escenas de la vida rural dentro de un criadero de chanchos. Con una  escenografía campestre se ve en primera fila las instancias que implican la relación con la naturaleza y específicamente con los animales en la pampa argentina, demostrando una mirada específica sobre un tema popular.

Foto: Veronica Bellomo, “Origen”. Curador: Adrián Pérez.

Foto: Veronica Bellomo, “Origen”.
Curador: Adrián Pérez.

En esta edición el festival cuenta con la presencia del fotógrafo peruano Pedro Mayer, quien expondrá su trabajo «Face to Face» curado por el mexicano Francisco Mata Rosas. La muestra consta de 56 retratos de sus amigos, familiares y colegas, que fueron utilizados específicamente para sus perfiles de Facebook: el autor así reflexiona sobre el poder comunicacional de las imágenes, lo accesible y cotidiana que es la fotografía y qué implica retratarse a uno mismo. En el evento también puede verse la muestra anual de fotoperiodismo de Argra y una selección de 24 fotos de Daniel Merle, que ilustran 40 años de carrera en la fotografía desde una perspectiva intimista y en blanco y negro.

La Bienal incluye también diversas actividades pedagógicas, como talleres y revisión de portfolios. Además se darán conferencias sobre temáticas actuales relacionadas a la práctica fotográfica concreta, la realización de fotolibros y el trabajo curatorial. Uno de los diálogos planificados para el jueves 6 estará a cargo de Res y Jorge Sáenz,  donde el eje central será la fotografía como arte y documento contemporáneo.

Foto: Pedro Meyer, “Face to face”.  Curador: Francisco Mata Rosas.

Foto: Pedro Mayer, “Face to face”.
Curador: Francisco Mata Rosas.

“Es cierto que hay una desproporción en cómo funcionan los centros de poder de Buenos Aires respecto al resto del país, pero depende de cómo te empoderás frente a eso, y si decidís faltarle o no el respeto a esa relación», dice Pantoja en torno a la continuidad de la muestra en Tucumán. Además de quebrar la centralización en la Capital Federal, la Bienal invita a olvidar esquemas en desuso reuniendo autores de diferentes lugares y cosmovisiones. Este festival, que crece año a año, apuesta inteligentemente a la potencialidad del lenguaje visual y apuesta por abarcar una gran diversidad de puntos de análisis y realización.

Foto: Daniel Merle.

Foto: Daniel Merle.

Actualizado 4/10/2016

 

Parque sí, shopping no

Parque sí, shopping no

Sesenta sillas instaladas en la intersección de las avenidas Rivadavia y Acoyte, en el porteño barrio de Caballito, trazan una metáfora viviente. Buscan emular las sesenta bancas que componen el recinto de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Sillas de plástico color negro, más austeras que aquellas sobre  las que reposan los legisladores durante las sesiones. En la calle, los ocupantes de los asientos son los vecinos  del barrio que, por quinta vez, resisten la instalación del “shopping más grande de la Capital” que auguran los adalides del negocio inmobiliario.

La cita fue convocada para conformar un “Parlamento de Vecinos” desde el que se llamó a participar a los habitantes de Caballito y barrios aledaños como Almagro, Boedo, Villa Crespo, y Flores. Algunos de los organizadores no están agrupados, mientras que otros pertenecen a Encuentro en Defensa del Espacio Público, Corredor Verde del Oeste, SOS Caballito, Asociación de Comerciantes de Gaona y Adyacencias, y partidos políticos. El objetivo de conjunto es rechazar proyecto de ley enviado el 15 de septiembre por el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, a la Legislatura para permitir la instalación de un shopping del Grupo Irsa en los terrenos aledaños a las vías del tren y laterales al Club Ferrocarril Oeste.  Por quinta vez, el gobierno porteño intenta aprobar la “deszonificación”  de los terrenos ubicados sobre la Av. Avellaneda entre Fragata Sarmiento y Olegario Andrade, para que puedan ser destinados a la construcción de un megacentro comercial.

Corte de calles Acoyte y Rivadavia, en rechazo al nuevo intento de construir un shopping.

Corte de calles Acoyte y Rivadavia, en rechazo al nuevo intento de construir un shopping.

La acción del martes por la tarde no escapa a ciertas normas de civilidad: se corta medio carril de cada avenida y, cuando el semáforo se pone en rojo, los vecinos se despliegan sobre los otros carriles. Todos se repliegan cuando llega el verde.

Algunos vecinos funcionan como capas tectónicas; vienen organizados “desde la asamblea conformada en 2001”. Otros fueron parte de la resistencia a los anteriores intentos por parte de  un gobierno del PRO de instalar el shopping. Hay banderas y pancartas ya gastadas, otras hechas para la ocasión. “S.O.S Caballito, barrio de casas bajas”, “Ningún shopping vende oxígeno”, “Basta de priorizar el negocio inmobiliario sobre nuestra calidad de vida” y la que más se repite: “Sí al Parque Caballito, No al shopping de Irsa”.

Las contrapropuestas al shopping no son ajenas a los impulsores del Parlamento de Vecinos que proponen que los terrenos en cuestión sean destinados a la creación de un parque. “Estamos cortando la calle porque desde 2013 se vienen presentado proyectos en la Ciudad, también hubo en Congreso, para que esos terrenos se destinen a un parque. Creemos que tiene que haber un proyecto alternativo al del Ejecutivo que garantice más espacios verdes, públicos. Ahora se está consensuando un nuevo proyecto y aspiramos que se consiga la firma de todos los integrantes de la Legislatura. Sabemos que no vamos a contar con las del PRO que tiene 28 votos y necesita 31 para su shopping. Y nosotros debemos reunir 31 para el parque”, dice el ex comunero y actual integrante de Proyecto Parque Caballito – Encuentro en Defensa del Espacio Público, Martín Iommi.

El objetivo de conjunto es rechazar proyecto de ley enviado el 15 de septiembre por el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, a la Legislatura para permitir la instalación de un shopping del Grupo Irsa en los terrenos aledaños a las vías del tren y laterales al Club Ferrocarril Oeste.

Al proyecto inmobiliario de Irsa, se suma el caso de un colegio que podría ser  demolido para la edificación de emprendimientos inmobiliarios. “También estamos sufriendo muchos cortes (de servicios) frente a tanta construcción, y en particular porque en el ex Colegio Santa Rosa se pretenden construir torres donde nosotros queremos que haya una escuela y un jardín público”, agrega Iommi. Y concluye: “Estamos pensando que no solo es un momento de resistir, sino que estamos en condiciones de soñar con un parque, una escuela y un jardín, para empezar a construir, desde los barrios, la Ciudad que queremos y no que lo haga el Jefe de Gobierno con las corporaciones”

“Para construir el shopping se debe rezonificar la parcela, si lo hacen están en condiciones de levantar un edificio de 75 mil metros cuadrados, con un estacionamiento de 50 mil metros cuadrados. Estamos hablando de un barrio en donde, por ejemplo, este verano, de madrugada, los vecinos no conseguían llenar el tanque de agua ni siquiera en viviendo en un PH. Va a ser un colapso y el único interés que se está contemplando es el de IRSA. La ley dice que debe haber una audiencia pública previa a la presentación del proyecto y todavía no hubo nada, además de que no son vinculantes. Los vecinos no queremos más cemento, queremos parques”, apunta Estela mientras sostiene una pancarta.

Juan Carlos vivía en Caballito y se mudó a unas cuadras hacia Flores pero igual participa en el reclamo. “Hay una invasión tremenda de edificios por la especulación inmobiliaria, después vienen los cortes de luz, la baja presión de agua, se tuvieron que cambiar las líneas de gas. Otro problema son las torres que están sobre la Avenida Lorca, al lado de Ferrocarril Oeste, que consumen el equivalente a 16 manzanas de casas bajas. Por eso, ya sabemos lo que pasa. Y los días en que hay partido se llena de autos, imaginate lo que va a pasar con más torres o con el shopping”, explica.

“Sí al Parque Caballito, No al shopping de Irsa”, una de las consignas de la protesta.

Algunos vecinos concurren después de buscar a los chicos del colegio, hay quienes visten camisa, caras de señoras maquilladas y con perlas, y jóvenes con el termo y el mate. Tres patrulleros custodian el corte.

Con 26 años, Daniela piensa en las actividades culturales que hacen con su agrupación Felipe Vallese en el playón que está detrás de los terrenos en cuestión, y en las “cerca de 40 familias que están asentadas ahí y que pueden verse afectadas por este proyecto”. Mientras tanto, algunos pasan y preguntan por qué el alboroto, los vecinos de este lado –de la organización de la protesta- exhiben en detalle y con calma los argumentos que empiezan, finalizan y se sintetizan en  #SiAlParqueNoAlShopping

Todos los consultados repiten el mismo dato: la Organización Mundial de la Salud recomienda cerca de 10m2 de espacios verdes por habitantes. La Dirección General de Estadística y Censos del Ministerio de Hacienda de la Ciudad, sobre la base de datos del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, indica que la Capital Federal no llega a los seis metros cuadrados por habitantes. “Esta es la comuna con el menor promedio, tenemos menos de un metro cuadrado de espacios verdes por persona. Entonces no necesitamos más torres, ni más negocios, necesitamos verde. Acá los parques están colmados.  La alternativa no es shopping o baldío, nosotros decimos sí al parque, que esté urbanizado y donde puedas cruzar desde la avenida Avellaneda a Rivadavia sin dar vueltas”, dice Carlos, de 60 años, mientras alienta a que la gente ocupe las “bancas”.

Rodríguez Larreta aparece en la máscara de un comediante. “Sobran alumnos y sobran escuelas”, dice. Y sigue: “Estaría buena la Ciudad de Irsapolis”. La tribuna grita y chifla. Después de la alegoría, desfilan actuales y ex legisladores: Gustavo Vera (Bien Común), Javier Andrade (Frente para la Victoria), Claudio Heredia (Bloque Peronista), los radicales Hernán Rossi y Marcelo Guouman (Suma +), Alejandro Bodart (MST), y María José Lubertino (FpV). También comuneros, y referentes de partidos y organizaciones sociales.

Además de banderas y pancartas, hay una mesa que colecta firmas para el petitorio de apoyo. Mientras algún orador lanza consignas o críticas a la gestión actual se escuchan aplausos, arengas y abucheos, según corresponda. Un vecino pasa y grita: “Acá a tres cuadras, no hay luz”.

Actualizado 28/09/2016