Sep 9, 2015 | Entrevistas
Tiene 865.000 seguidores en las redes sociales, pero ninguno lo escuchó hablar, ni conoce su cara, ni sabe cuál es su verdadero nombre. Szoka es un humorista gráfico que no publica en diarios ni revistas, que tampoco ha hecho exposiciones, que todavía no ha publicado libros: construyó el camino de la popularidad a través de Y, viste cómo es y el Twitter homónimo, donde a diario sus seguidores comparten, comentan, etiquetan y retwittean los dibujos, las tiras y las historietas que realiza desde hace tres años.
Szoka determinó que la entrevista se hiciera bajo la condición de anonimato. No quiso decir su nombre, ni su edad y descartó la propuesta de una fotografía en su taller. “Prefiero separar mi vida personal de lo que hago con los dibujos –le dice a ANCCOM-. Trato de no mezclar. Incluso cuando me dibujo a mí o a mi familia soy muy cuidadoso, porque la popularidad me pone un poco nervioso. No es que me de miedo, sino que no me gusta. No sólo es algo a lo que no apunto, sino que le escapo ostensiblemente”.
Luego de un mes de contratiempos accede a ser entrevistado en un bar del barrio de Belgrano, en Buenos Aires, para hablar de su proceso creativo, de la repercusión en las redes, y de sus expectativas a futuro.
Sus historietas dan una vuelta de tuerca humorística a la vida cotidiana y a la rutina diaria. Szoka hace foco, entre otras cuestiones, en las relaciones de pareja, en los vínculos con los amigos y los padres, en la soledad, la compañía y las creencias. Otro de sus rasgos es que intenta evitar los temas de “agenda” y elige publicar tiras sobre temas atemporales y amplios que no quedan anclados a un acontecimiento, acaso para que cualquiera se identifique que lo vea.
«Los trabajos de Szoka me gustaron muchísimo”, dice Daniel Divinsky, fundador de la fenomenal Ediciones De la Flor, editor histórico de Quino y Fontanarrosa entre otros, toda una voz autorizada en la materia, que para más, agrega: “Y también puedo decir que sus trabajos tienen el aval del juicio positivo de Montt y de Liniers”.

¿Por qué publicás únicamente en redes sociales?
No tengo la exigencia de publicar todos los días. Me gusta dibujar. Y, tengo que confesarlo, le empecé a tomar el gusto a que a otros le guste lo que hago también. Tomo con pinzas los comentarios como: “Me encantó”, porque también veo a qué otras personas se lo dicen. Ponen “me encanta, sos un genio” y no es tan genio a veces aquel al que se lo dicen. No me refiero a otros dibujantes, sino a personajes de los medios, por ejemplo.
No te gusta la obsecuencia…
La obsecuencia hacia mí me da vergüenza. Porque si supieran…
¿Si supieran qué?
Soy uno que dibuja en la casa y lo sube. La gente tiende a poner “por lo que hacés sos un genio”. Genio es Quino, porque es único.
Szoka es un hombre joven que se presenta como un dibujante –y guionista- amateur y autodidacta, porque no se formó específicamente en bellas artes o dibujo. Primero estudió piano en conservatorio y después hizo la carrera de Diseño Gráfico en la Fundación Gutenberg, profesión a la que se dedica actualmente.
Algunas noches después del trabajo revisa la libretita -en la que lleva anotadas algunas ideas que se le ocurren durante el día- y luego se pone a dibujar y guionar. Cuando termina, escanea el dibujo y lo pinta en Photoshop para, finalmente, subirlo a las redes sociales.
¿Tenés horarios para dibujar y subirlos?
Cuando puedo, cuando tengo un rato. Lo hago a la noche, generalmente, porque trabajo. Todo el mundo sube las tiras a la mañana. Bueno, también todo el mundo publica en un diario ¿no? Pero yo las subo a la noche. Las termino y las subo, tipo a las nueve de la noche, no me aguanto. En eso voy a contrapelo del resto, que publica a primera hora de la mañana.
¿Cuál es el rédito, después de trabajar durante el día, de llegar a la noche y sentarte a dibujar y publicar?
A mí me asombra que a la gente le guste. Es agradable. Me dan gracia las tiras y cuando alguien me dice “me causó gracia tal cosa” y después veo que no es lo que yo quise decir me doy cuenta que hubiese sido aún más gracioso de esa manera.
Szoka es un humorista gráfico tan público como anónimo, no le interesa mostrarse, ni alcanzar la popularidad, pero sí desea vivir de lo que más le gusta hacer: dibujar. Supera, en número de seguidores en Facebook, a Liniers y a Tute, dibujantes a los que también admira. “A mí me gusta dibujar y creo que si nadie te paga podés hacerlo igual y cada vez mejor, con actitud profesional –explica-. La parte más divertida no es la impresión del libro sino el momento en el que estás dibujando. Si vos lográs que te paguen por eso, lo que ganás es poder dedicarle más tiempo”.
¿Cómo empezaste a dibujar?
No empecé a dibujar: en realidad no dejé. Dibujo desde chico. También pasó que muchos empezamos a dibujar porque dijimos: “Ah, mirá, Liniers lo hace de esta manera, a ver yo si puedo…”
¿Fue así?
No del todo. En realidad empecé a dibujar las tiras cuando mi viejo se jubiló. No tengo bien claro cómo, pero él estaba aburrido en su casa y yo le había enseñado a usar internet. Le hacía un chiste cuando podía y se lo mandaba por mail. Como no tenía Facebook en ese momento, cuando yo le mandaba un chiste él armaba cadenas de mails y los reenviaba a sus conocidos. Le hacía dibujos muy a mano alzada, después empecé a complejizar un poco y se los mandaba una vez o dos por semana. Al tiempo, hice un blog -hace como tres años- y ahí fui subiendo todo el material. Creo que en 2012 abrí la página en Facebook y linkié el blog y los empecé a subir ahí también. No pasaba nada hasta que a alguno le gustó una tira y se empezó a difundir – si no recuerdo mal era una tira que había hecho del buda donde había un juego de palabras-. Cada tanto hay alguna que por ahí pega y se viraliza, viste como es…
¿Por qué ese nombre para el blog?
Tenía que hacer un blog y me pedía un nombre. “Y, viste como es” fue lo primero que se me ocurrió.
¿Y Szoka es un seudónimo?
Es mi apellido.
Tenés 825 mil seguidores en Facebook y casi otros 40.000 en Twitter, ¿cómo fue ese salto?
No tengo ni idea, le gustó a alguien. No creo que se hayan maravillado por mis dibujos, sino porque algunas tiras les hizo acordar a alguien o les cuadró para decirle algo a alguien. O no sé. Es un tema de asociación libre que hace la gente.
¿Es probable que haya algún libro de Szoka próximamente?
No lo sé.
¿Qué tiras te gustaría publicar en un libro?
No me senté a mirar. No son tantas igual. De tiras debe haber cuatrocientas y no sé cuántas van en un libro. Los editores se toman su tiempo. A veces sale mañana y a veces te tienen un año dando vueltas.
¿Te gustaría que haya merchandising con tus dibujos?
Me gustan los merchandising de otras personas. Pero me da mucha vergüenza que se convierta en un producto de venta. Igual está bien, hay que hacerse menos el humilde.
¿Cómo es tu proceso creativo?
Se me ocurre una idea y la anoto en una libretita o en el celular porque camino media cuadra y me olvidé. Las tiras las hago partiendo de una idea. Si hablamos sobre el humor, se trata de algo que está a contrapié, está donde no debería, eso es lo que causa gracia. O también puede ser sobre una cosa que se dice de una manera y se interpreta de otra. Chistes hay dos: alguien que dice algo y después lo contradice con la acción o el juego de palabras. Después, hay diferentes formas de contarlos.
¿Cuánto ponés de tu familia en las tiras?
Uno elige hasta dónde pone. Por ejemplo, el tecito de mi vieja en situaciones terribles. El mensaje sería: “Cada uno ayuda con lo que puede”. Yo me anoté eso en algún momento en alguna libretita sin dar demasiadas explicaciones, sin hacer mención de cuál era el problema en ese momento, a título más general, para que sea más fácil de captarlo. Te das cuenta que eso le pasa a todo el mundo, no son genialidades.
¿Plasmás en las tiras historias de amigos o familiares?
Prefiero contar algo que le pueda pasar a cualquiera, y que lo pueda interpretar. Ni hacerlo tan simple que pierda la gracia, ni hacerlo tan complejo, tan oscuro, tan lunar que lo agarre la mitad. Ni darlo masticado, ni hacerlo inentendible, o específico. Si me quiero hacer el capo con algún chiste sobre Borges, primero, ¿ante quién me hago el capo?; segundo, no lo agarra la mayoría. Lo que sí me gusta es cuando la tira de alguien, una película, el humor de alguien, me da la sensación de que lo agarré yo, que yo lo descubrí. Ese recurso del autor, o el director, que tiene ese guiño de que vos te estás dando cuenta de algo me gusta. Por ejemplo Les Luthiers: yo los escuché cuando era chico y me reí, y los entendí. De grande los escuché de nuevo y me reí de diferentes partes del mismo chiste. Porque aprendí cosas en el camino, que ellos pusieron ahí, y no agarraron todos. Lo hacen con una maestría como para que todo el mundo se ría en el momento, pero también dejan un plus: si vos tenés incorporado tal conocimiento vas a entender esto de tal manera. Es como un segundo nivel de humor. Me gusta cuando el humorista pone un valor agregado, estudia, se forma y después lo destila en lo que hace. Y saben que están trabajando mil, para que lo agarren diez. Está bueno, es noble y no es redituable.
¿Con qué recursos contás como para hacer algo “más noble”?
Todo lo que fui aprendiendo me sirve de cantera para sacar material. Y sí, influye lo que aprendiste en los resultados que tenés al final. Vos podés, con un ojo instruido, detectar de qué palo viene una persona al ver su trabajo. A mí no me gustaba la música clásica. Tenía ganas de que me guste pero me costaba. Y me propuse que me guste. Empecé a escuchar. Y me gustó tanto que fui al conservatorio y estudié piano un montón de años. “¿Y para qué estudias eso?”, me decían. “Porque me gusta”, decía yo. Después estudié diseño gráfico. “Ehhh, tanto años desperdiciados ahí, en la carrera de músico”. Literalmente lo que aprendí en el conservatorio me sirvió para cursar diseño gráfico, historia del arte, reconocer estilos. Imaginate la gente que lee un montón de libros y después lo puede usar para lo que hace, ¿esa gente está plagiando, está copiándose de alguien? ¡No! Está agarrando lo que aprendió de otro y lo usa como material.
¿Te pasó que alguien, que no sepa que sos el autor, te muestre tus dibujos como una novedad?
Le pasó a mi hermana, una vez fue a una veterinaria y la mujer le dijo: “Te voy a mostrar una tira que está buenísima”. Y ella le contestó que lo hacía su hermano, y en el momento fue gracioso. Una vez mi hermana me dijo: “Viene el invierno, ¿por qué no hacés una ola polar con una ola de osos?” Entonces hice el dibujo para mandárselo a ella. Me causó gracia que se le haya ocurrido a mi hermana y la publiqué en redes sociales también ¿Podés creer que una chica –otra dibujante que yo no conocía- había hecho el mismo dibujo? Me escribió indignada, se enojó, me puteó. Intenté explicarle, y después la agregué en los comentarios del Facebook aclarando que ella lo había publicado antes, pero en serio, yo no lo había visto.

También me pasó algo rarísimo con uno que hacía stand up en Córdoba. Allá es conocido, pero yo no lo conocía a él ni a su rutina, porque no miro stand up y no vivo en Córdoba. Él daba por asumido que yo lo había visto y que le robé el chiste del hombre araña en la pampa y por eso me escribió. También le expliqué que yo no gano nada con robarle, nadie me da plata por esto.

Szoka aprende viendo a los grandes humoristas gráficos: analiza los trazos, los estilos e indaga sobre técnicas y formas de contar las ideas fugaces y graciosas que surgen del día a día, en transportes públicos, en el trabajo, con amigos, con la familia, o deteniendo todos los sentidos en las personas en la calle. A la vez, reconoce sus propios límites. Admite que no le sale “tan bien” dibujar manos o animales, pero dibuja por placer sin esperar nada a cambio más que un mero reconocimiento de “los que saben”. Admira a Quino por su brillantez, a Liniers por la calidad de su producción y constancia, a Tute porque le parece buenísimo, y tuvo la oportunidad de conocer a Montt y Decur, que también lo han deslumbrado. “Me gustaría poder dejar algo más que las tiras cómicas, me gustaría sentir que estoy haciendo algo noble con eso –concluye-. Que lo vea alguien que entiende y diga Ah, mirá, esto está bueno”.

Ago 18, 2015 | inicio
“Vamos a escuelas, instituciones de educación especial, geriátricos, psiquiátricos, cárceles”, dice Jorge Bergero, el fundador de Música para el Alma (MPA), un proyecto solidario, gratuito e independiente conformado por un millar de músicos de diferentes orquestas del país que este mes cumple tres años en la Argentina. “La idea es llevar la música de orquesta sinfónica a lugares donde de otra manera no llegaría”, explica Bergero, cellista de la Orquesta Estable del Teatro Colón.
Es una mañana fría de invierno en el Hospital de Clínicas “José de San Martín”. Algunas personas esperan ser atendidas, otras sacan turno, o acompañan a familiares enfermos, cuando por la entrada de Avenida Córdoba al 2300 aparecen cautelosamente decenas de violines, chelos, clarinetes y contrabajos, que se congregan en el hall. Pacientes, médicos, enfermeros, administrativos y residentes, preguntan: “¿Qué van a hacer?” “¿A qué hora tocan?” “¿En qué piso?” Mientras los 74 músicos se dividen en grupos para lograr visitar en una hora ocho pisos y más de 20 salas de internación, llegan 19 clowns profesionales y la alegría adormecida comienza a despabilarse en las salas de espera de esta planta baja. Quince minutos después comienza la recorrida. “Esto es lo que llamamos concierto para acompañar –cuenta Bergero a ANCCOM-. En un pasillo al que dan las habitaciones nosotros nos ponemos en fila india, y entonces los chicos internados y sus familiares abren las puertas para escuchar música en vivo”.
La incorporación de clowns a los conciertos empezó en noviembre del año pasado, cuando Patch Adams –el médico estadounidense conocido como el Doctor de la Risa- visitó Buenos Aires y junto a 50 actores acompañaron a MPA a tocar en el Garraham. “Lo conocimos mediante Vanina Grossi, su única discípula argentina –señala Bergero-. Ese día él nos iba dirigiendo, fue muy emocionante. Acá, en el Clínicas, Vanina organizó toda la parte de clowns”.

“Vamos a escuelas, instituciones de educación especial, geriátricos, psiquiátricos, cárceles”, dice Jorge Bergero, el fundador de Música para el Alma (MPA).
La gestora y mentora de MPA fue María Eugenia Rubio, flautista de la Orquesta Nacional de Música Argentina Juan de Dios Filiberto: en 2011 los médicos le diagnosticaron una enfermedad terminal. “Ella era mi novia en ese momento –dice Bergero- y nos encontramos ante la situación de tachar los días del almanaque hasta que llegara el momento final. La Fundación Salud, donde se atendía Eugenia, nos dio herramientas para transitarlo, y ahí empezó todo este proyecto”. Desde el primer momento que tocaron en este sitio, asegura Bergero, el resultado fue fantástico: “Lo mágico de la experiencia es la conexión, el disfrute, las miradas, las sonrisas de los pacientes, tomar conciencia de lo que estamos haciendo, de qué transmitimos, y de lo fuerte que es esta magia de hacer música”.
Inspirados en la Asociación Musique et Santé (Música y Salud) de Francia -que surgió en 1998 y promueve la música en vivo en los hospitales, así como incorporar a los artistas al sistema de salud-, los músicos de MPA advierten: “Primero hay que pedir permiso, porque quizás hay gente recién operada, que pasó toda la noche sin dormir, que tienen dolor o que sencillamente quieren tener silencio. Hay que prestar atención a si la gente quiere recibir la donación”.

MPA es un proyecto solidario, gratuito e independiente conformado por un millar de músicos de diferentes orquestas del país que este mes cumple tres años en la Argentina.
Los intérpretes de MPA –que está en camino de convertirse en una asociación civil- no se juntan a ensayar: se encuentran unos minutos antes en el lugar en el que van a tocar, practican una o dos veces y empiezan sus recorridos. “Funcionamos en red, todas las partituras que usamos las escaneo, las subo y las dejo a disposición de los músicos que se registren en la página –explica Bergero-. Cualquier país puede arrancar con toda nuestra experiencia, de hecho ya se está haciendo en Uruguay y Chile. Hacemos obras cortas, conocidas, simples; cada músico que quiera participar debe estudiar su parte, y lo único que pedimos es que tengan experiencia de orquesta”. El repertorio es elegido en función de la cantidad de músicos que respondan a la convocatoria. Además de los mil músicos inscriptos en la Argentina, hay otros 400 entre Chile, Israel, Italia y Uruguay.
Una hora después de la recorrida por las salas, los grupos de músicos se reúnen en Pediatría para un concierto en conjunto. “Lo que nos importa es que la música sea un medio, no un fin –subraya Bergero-. Tratamos que el nivel sea alto en lo musical pero no es lo más importante: la prioridad es que un paciente que está esperando su turno o está en una situación difícil, internado, pensando en lo peor, de pronto se ponga a cantar la Oda a la Alegría, o que baile con nosotros”.
El próximo concierto de Música para el Alma en la Ciudad de Buenos Aires será el lunes 31 de agosto a las 10.30 horas en el Hogar de Ancianos San Martín. “Se trata de abrazarnos todos con la música –concluye Bergero-, de darnos cuenta que lo que hacemos puede tener un alto impacto social”.
Actualización 19/08/2015
Ago 10, 2015 | inicio
“Estamos en octubre y somos la única fuerza en Argentina que representa al progresismo, a la centroizquierda”, aseguró a las 21:53 Margarita Stolbizer en el búnker de la Alianza Progresistas, ubicado en el cuarto piso de Esmeralda 288, un escenario desangelado en el que la característica saliente fue la notoria ausencia de militantes: al momento de estas declaraciones iniciales, sólo estaban presentes un puñado de periodistas y unos pocos allegados a los candidatos.
Con más del 95 por ciento de las mesas escrutadas, Alianza Progresistas obtuvo el 4,34 por ciento de los votos y se ubicó como cuarta fuerza de cara a las elecciones presidenciales de octubre. En su discurso, Stolbizer aclaró que su agrupación no había realizado mediciones en boca de urna, y por lo tanto no podría adelantar cifras.
La diputada del GEN llegó al búnker a las 18:30 junto al candidato a vicepresidente Miguel Ángel Olaviaga. Al principio de su discurso la candidata resaltó: “La base de votos que hemos obtenido hoy es absolutamente genuina y con una disparidad absoluta en términos de los recursos a los que accedimos, pero nos enorgullece haberlo hecho con honestidad y austeridad, que fueron las características de nuestra campaña”.
Acompañada de dirigentes del radicalismo Stolbizer afirmó: “Representamos fielmente, sobre todo, lo que fue el gobierno de Raúl Alfonsín, nosotros lo reivindicamos como también a quienes se emocionaron con el preámbulo de Alfonsín y la defensa de los derechos humanos”.

A partir de las 15 fue habilitado el ingreso a la sala de Cemupro, sede del búnker, que pertenece a Hermes Binner y tiene capacidad para 150 personas. En el lugar, que siempre permaneció holgado para la concurrencia, hubo servicio de catering, música ambiental y sillas para los periodistas. El contraste con la parafernalia de las principales fuerzas fue de una estrepitosa austeridad.
Stolbizer fue la única oradora y en su discurso expresó también la necesidad de debatir en el Congreso el sistema de voto: “Lo hemos planteado durante todo el día y esta jornada fue la comprobación es que el sistema no resiste más -enfatizó-. Boletas de más de un metro en la provincia de Buenos Aires someten, desde luego, al riesgo del robo, al ocultamiento”.
Por otro lado, ante la pregunta de qué pasará con las bancas del Congreso Nacional que se ponen en juego en octubre, la candidata a presidenta reclamó: “Hay que salir de una mayoría absoluta. El Congreso tiene que tener un equilibro y para eso vamos a trabajar de aquí a octubre para sostener y aumentar los escaños”.

Durante la jornada en el búnker se atendió constantemente a la información aportada por canales de televisión. El espacio contó con una plataforma pequeña para los candidatos y la intermitencia de las señales de televisión e internet por el diluvio demoraron el inicio del discurso. La vocera de la agrupación, Laura Echezarreta, había anunciado que Stolbizer debía hablar con anticipación a los candidatos que obtuvieron más votos: Daniel Scioli, por el Frente para la Victoria, Mauricio Macri, por Cambiemos y Sergio Massa, por UNA. De hecho, fue la primera candidata presidencial en aparecer ante las cámaras. Poco después, el clima empezó a distenderse todavía más y a las 12 de la noche en el búnker de Progresistas se apagaban las luces y se cerraba la puerta.
Actualización 10/08/2015
Jul 29, 2015 | inicio
Las trabajadoras ferroviarias de la Línea Sarmiento se movilizarán el 7 de agosto ante el sindicato de maquinistas La Fraternidad para reclamar la incorporación de mujeres a los cursos de formación de conductores que se iniciarán en marzo de 2016. Las mujeres ya habían presentado pedidos formales a la Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (SOFSE) el 17 de julio pero la empresa no emitió respuesta. El abogado que las representa, Claudio Leguiza, advirtió: “Si no nos contestan dirigiremos una carta a la Presidenta de la Nación, a la Cámara de Diputados y al Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI)”.
Horacio Caminos, vocero de La Fraternidad, desligó al sindicato de toda responsabilidad en diálogo con ANCCOM: “Los gremios no son los que determinan la legislación, esta es una decisión del Estado Nacional”.
El reclamo emergió casi al mismo tiempo que la empresa Nuevos Ferrocarriles Argentinos publicara el libro Mujeres Ferroviarias. Experiencias de vidas sobre rieles, escrito por la periodista Luciana Peker y con prólogo de Florencio Randazzo, con el objetivo de “visibilizar a las mujeres”. “De alguna manera -señaló Peker- el libro potenció las discusiones y las reivindicaciones de las chicas para el cupo gremial y para entrar a La Fraternidad”. En contraposición con Caminos, la periodista afirma que las trabas para la incorporación de mujeres maquinistas las pone La Fraternidad. “De hecho -argumenta- Carla Giracca, la encargada de Relaciones Laborales de SOFSE, dice que quieren que entren las mujeres, pero el gremio no lo permite. Hay diferencias entre los gremios, es un impedimento de la vieja burocracia sindical.”

Los primeros pasos
La conducción de locomotoras es uno de los puestos mejor remunerados en el ámbito ferroviario: hasta mediados de 2014 el salario de maquinista oscilaba entre los 20.000 y los 22.000 pesos mensuales sin la deducción del Impuesto a las Ganancias, según declaraciones mediáticas de Omar Maturano, Secretario General del sindicato. Desde que se fundó La Fraternidad, en 1887, el puesto de conductor se transmitió de padres a hijos varones que cumplieran con los requerimientos: secundario completo, aprobación del examen psicotécnico y del curso de capacitación.
En la Línea Sarmiento, que sale de Once y recorre el oeste del conurbano bonaerense, trabajan 226 mujeres, según datos aportados por Nuevos Ferrocarriles Argentinos en el libro Mujeres Ferroviarias… Se desempeñan como banderilleras, guardas, administrativas, operadoras de estación, gerentes y en tareas de limpieza y boletería. Sin embargo, no está contemplado que ocupen puestos de señalero, conductor (motorman), pre-conductor, y guardabarrera, hasta el momento actividades únicamente desarrolladas por hombres. Uno de los objetivos principales de la agrupación “Mujer Bonita es la que Lucha”, que pertenece al sector de la Unión Ferroviaria liderada por Rubén Darío “Pollo” Sobrero, es conseguir el cupo femenino en todos los puestos del sector ferroviario.
“Para ser conductora no se necesita fuerza física, lo puede hacer una mujer o un hombre, tenés que estudiar y saber mucho de señales y electricidad”, explicó a ANCCOM Mayra Boni de 18 años, banderillera y postulante para pre-conductora.
A las nueve de la mañana del pasado 17 de julio en los molinetes de la estación Once, las 21 chicas que aspiran a ser conductoras firmaron las solicitudes que después entregaron a SOFSE en las que exigen ser consideradas por la empresa para los cursos de pre-conductores. Las acompañaron otras veinte trabajadoras que, aunque no están interesadas en el puesto de motorwoman apoyan a las aspirantes y luchan por el cupo femenino en los trenes.
Mónica Schlotthauer, delegada ferroviaria de la Línea Sarmiento y diputada provincial electa por el Frente de Izquierda, dirigió la presentación de las notas ante SOFSE y dijo a sus compañeras: “Tenemos que instalar el debate que queremos mujeres conductoras y que es ilegal que el Estado no cumpla con la ley”.
A las diez de la mañana, el grupo de ferroviarias viajó en subte de Once a Retiro. En la esquina de Av. Libertador y Ramos Mejía, ubicación de la Operadora Ferroviaria, se encontraron con su abogado, Claudio Leguiza. Para entregar el petitorio, solo dejaron ingresar al edificio a una postulante y al abogado. “Quizás hoy no entremos nosotras, pero esto es para que entren nuestras hijas y nietas”, dijo Ayelén Godoy, postulante.
La empresa, que estaba al tanto de que las trabajadoras se acercarían, delegó la tarea de recibir las notas a la recepcionista que demoró más de media hora en hacerlo. Mientras el trámite se gestionaba en el cuarto piso, en la calle esperaba el grupo de ferroviarias con carteles que decían “Mujeres a la Conducción” y “No a la discriminación por género”.
La nota presentada y dirigida a Carla Giracca, encargada de Recursos Humanos de Trenes Argentinos, pide formalmente que se aplique y cumpla con la legislación vigente que garantiza los derechos laborales igualitarios entre trabajadoras y trabajadores, que se autorice a ingresar en los cursos de pre-conductores de trenes a las ferroviarias y que se les realicen los estudios médicos previos. Además, detalla las normativas antidiscriminatorias que las amparan, tanto en la Constitución Nacional como en la Ley de Contrato de Trabajo.
La nota emplazaba a la empresa a que dé una solución en 72 horas. Ante la falta de respuestas, las trabajadoras convocaron a la movilización del próximo 7 de agosto frente a La Fraternidad. “No es la Unión Ferroviaria contra La Fraternidad, hay un montón de chicas familiares de fraternos que quieren entrar. No es una cuestión gremial, el mundo avanza, las mujeres ocupan puestos que antes no ocupaban, por ejemplo nosotras ahora estamos en la barrera y antes ni se pensaba que una mujer esté en la calle, en los pasos a nivel”, advierte Ayelén Godoy, quien es además nieta de un fraternal jubilado.

El vocero de La Fraternidad, Caminos, explicó a ANCCOM cuál es la posición del sindicato respecto de la profesión: “Los conductores actualmente ven a lo largo de su carrera profesional un promedio de 30 suicidios porque las vías no están cerradas como en otras partes del mundo y eso es responsabilidad de las empresas y del propio Estado. Hicimos un estudio con médicos, psiquiatras y sociólogos que determinó estrés post traumático en los conductores y eso les produce enfermedades que aparecen de forma tardía y pueden ser psíquicas o físicas. Esta es la única cuestión que nosotros tenemos respecto de una mujer frente a un tren”.
La delegada Schlotthauer se rebela frente a este planteo: “Primero nos decían que no nos da la cabeza para bancarnos los arrollamientos, ahora nos están diciendo que no es que no nos da la cabeza sino que ellos cuidan nuestra cabeza. Seguro que hay mil argumentos, pero ya están reconociendo que legalmente no pueden decir que no”.
«La agenda de género se construye desde abajo y a los codazos»
El miércoles 8 de julio en el Centro Cultural Kirchner la empresa Trenes Argentinos Operadora Ferroviaria presentó el libro Mujeres Ferroviarias. Experiencias de vidas sobre rieles. El libro, escrito por la periodista Luciana Peker reúne nueve entrevistas a trabajadoras del ferrocarril y da cuenta de las diferentes experiencias de vida, situaciones económicas y sociales que vivieron y de cómo el trabajo en el tren cambió sus vidas.
“El trabajo ferroviario -explica Peker- se hereda y quienes entran lo hacen por negociaciones de los sindicatos. Esto es algo que no está leído socialmente. Como la Unión Ferroviaria tiene otra perspectiva y, además, cuenta con la Comisión Mujer bonita es la que lucha hay una actitud activa para pedir el cupo femenino, una medida absolutamente legítima, valiosa y necesaria para operativizar el ingreso de mujeres. Este libro tiene que quedar viejo para que haya mujeres conductoras. En todas las entrevistas las chicas te contaban que querían conducir un tren”.
Peker señala que existe una discriminación aún mayor con aquellas mujeres que son madres: “Como dice Natalia Campos, una de las protagonistas del libro que trabaja como operadora de estación, el ferroviario cuando llega a su casa ya tiene todo resuelto y la ferroviaria cuando llega a su casa tiene todo por resolver”.

¿Qué casos destacarías?
En el libro está el testimonio de Carla Izaguirre que trabaja en el Centro de Atención al Pasajero en Once, que no tiene pareja, que mantiene a sus hijos y que sacó a la mamá de una situación de precariedad laboral. Por su rol de madre, le dicen que no ocupe ese lugar porque una madre puede tener más miedo, porque necesita llegar a su casa antes, etc. En un país con un 30% de mujeres jefas de hogar es importante que las madres puedan ocupar esos lugares porque tienen un rol económico en las familias para mantener a sus hijos. Después está el caso de Mirta Leiva, que trabaja en boletería. Para mí fue muy importante porque muestra cómo con un trabajo digno se puede salir de la violencia de género. Mirta te cuenta cómo en la hiperinflación tuvo una pareja porque necesitaba comida. Ella tuvo que aguantar situaciones de violencia. Mirta trabajaba también limpiando casas, que es una labor súper digna, pero esa situación de precarización absoluta no le permitía alquilar e irse, y la violencia de género no es que te cae un rayo del cielo y lo solucionás. Después Mirta entró en el ferrocarril como tercerizada, pero por el sueldo que ganaba y por la precariedad de vida no le permitía una independencia económica a largo plazo y autonomía. Recién cuando entró en blanco y se pudo sentir segura es que recibió el último cachetazo, cerró la puerta de su casa y se fue a alquilar algo a donde pudo llevar a sus hijas. Esa independencia económica real, con un trabajo digno y bien pago ,fue la que le permitió la libertad.
¿Cómo creés que incide en ámbitos laborales la toma de conciencia de la discriminación por género?
Visibilizar que los trabajos más jerárquicos y mejor pagos en los ferrocarriles sean solo para varones es mostrar la foto más clara de por qué las mujeres ganamos menos. La violencia laboral, la discriminación económica, la brecha salarial, que es lo que yo llamo el “impuesto al género”, no es una agenda del movimiento de mujeres en Argentina, la tratamos muy pocas periodistas y la reclaman muy pocas gremialistas.
En el libro les preguntás a las ferroviarias: «Si una mujer puede ser Presidenta, ¿por qué no puede conducir un tren?» ¿Cuál es tu opinión?
Para mi tiene un alto valor simbólico esa pregunta, es muy fuerte que la conducción de un país esté en manos de una mujer por dos mandatos y que se vaya con una imagen positiva tan alta que está condicionando a la política argentina. Además estamos en una zona geográfica donde en Chile está Michelle Bachelet, en Brasil Dilma Rousseff, elegidas por dos mandatos. Los argentinos no tenemos conciencia de las dimensiones que tiene, de las reacciones que genera, del machismo que implica. En esta gestión se hicieron muchas cosas muy buenas pero, la verdad, es que la agenda de género no viene de arriba, no la pide la Presidenta, la agenda de género se construye desde abajo y a los codazos.