¿Qué es el “drag queen”?

¿Qué es el “drag queen”?

“El arte drag está devaluado: piensan que uno es un maricón al que le gusta  disfrazarse de mujer en un boliche”, dice Liborio Iuculano más conocido como Elektra Trash. El nombre mezcla el histrionismo del personaje con los desechos que utiliza para hacer su vestuario.

En Argentina, a lo superficial, la moda, el brillo, las plataformas y los tocados gigantes, herencias del estilo drag norteamericano, se les agregan la protesta, la ruptura, la política y, por lo visto, hasta la basura.

Dos drag queens.

En Argentina, a lo superficial, la moda, el brillo, las plataformas y los tocados gigantes, herencias del estilo drag norteamericano, se les agregan la protesta, la ruptura, la política y, por lo visto, hasta la basura. En la imagen, Shirley y Le Brux, performers de la Fiesta Whip.

Drag queen es un término complicado de definir aunque, en un primer acercamiento, se refiere a un hombre que se caracteriza como mujer y crea un personaje. Exigentes y perfeccionistas, utilizan vestuario, pelucas, accesorios y maquillaje; se producen con delicadeza y pulcritud, actitudes que, aunque parezca paradójico, hacen a sus personajes de rasgos femeninos bestiales y grotescos.

Tanto en Argentina como en Estados Unidos, la estética drag surge de la mano del entretenimiento. “Lo propio del drag queen siempre fue lo espectacular, el brillo, la peluca; tienen todo el teatro encima -sostiene Charlee Espinosa, performer de travestismo escénico-. Se quedan mucho en la imagen y no trascienden. Son muy pocas las que tienen algo fuerte para decir”.

Sin embargo, a partir de la década del ’90, las fronteras entre lo estético y lo político fueron desdibujándose. A partir de ahí, algunos performers, como Peter Pank, retomaron la estética drag pero para resignificarla: su cuerpo se transformó en el lienzo donde se monta el contenido y la militancia. Los artistas se “draguean” para decir algo más, para desnaturalizar ese cuerpo que ahora es un discurso
político. Al respecto, Sussy Shock, artista “trans-sudaca”, como se autodefine, sostiene que el arte es en sí político porque está hecho por personas, que a su vez son seres políticos con identificaciones, decisiones, espacios y posiciones propias.

 El maquillaje drag resalta todos los rasgos del rostro y los vuelve femeninos. La foto muestra drag queen maquillándose.


El maquillaje drag resalta todos los rasgos del rostro y los vuelve femeninos.

Si bien en muchas oportunidades se los vincula con el colectivo LGBTIQ, el estilo drag no está directamente ligado a una elección sexual, sino a la intención de brindar un discurso crítico, satírico y algunas veces de denuncia. Incluso existen drag kings, que son  mujeres que se travisten como hombres. “No hay una verdad de ser mujer ni varón, son construcciones políticas, históricas y culturales. Una
mujer asignada como mujer puede incluso jugar con los modos de ser mujer drag queen, lo que implica interpelar lo hegemónico de la feminidad”, dice Mabel Campagnoli, especialista en temas de género.

Lady nada. Un drag queen de peluca rosa larga

“Lo propio del drag queen siempre fue lo espectacular, el brillo, la peluca; tienen todo el teatro encima -sostiene Charlee Espinosa, performer de travestismo escénico-. Se quedan mucho en la imagen y no trascienden. Son muy pocas las que tienen algo fuerte para decir”.

En Argentina no existe un programa del estilo RuPaul’s Drag Race, pero en Tucumán se hace todos los años la elección nacional de la reina drag queen. “Yo soy como la big mamma, todas me adoran y yo las guío y trato de hacerles más fácil el camino para que puedan trabajar y vivir de esto que es un arte”, dice Elektra Trash, conductora del evento y antigua ganadora del certamen. Este año se quedó con la corona Katara Fyre, de Córdoba. Podría pensarse que este concurso plasma la frivolidad que en parte caracteriza al mundo drag, aunque desde otro punto de vista funciona como una herramienta para expresar decisiones y posiciones sobre el cuerpo o la diversidad. En el ambiente drag parece existir todo: están desde las que solo se visten para las fotos, hasta las que quieren decir algo y se plantan ante las etiquetas y los géneros para romperlos y decir: “Acá estoy, soy una reina”.

“Los medios públicos son fundamentales en el sostenimiento de la democracia”

“Los medios públicos son fundamentales en el sostenimiento de la democracia”

“Al gobierno ecuatoriano se lo acusa permanentemente de tener un monopolio de medios a su favor, pero 250 emisoras son privadas y hay dos estatales –dice Marcelo Del Pozo, y enseguida se pregunta-: ¿dónde está el monopolio?” Este comunicador, docente universitario, productor y director de televisión y cine es gerente general de Ecuador TV, el canal público que comenzó a emitirse en 2007, un año después de que fuera elegido como presidente Rafael Correa. En 2008, Del Pozo asumió como director de programación y se hizo cargo de la compra de materiales y de las coproducciones nacionales e internacionales.

De Pozo llegó a Buenos Aires para participar, a comienzos de este mes, de las jornadas “Otra televisión es posible”, organizadas por los canales Encuentro y Pakapaka en el Ministerio de Educación. El espacio fue pensado para el intercambio, la reflexión y la exhibición de las ideas y las experiencias de las televisoras públicas, educativas y culturales de Argentina y de Latinoamérica. El ecuatoriano participó del panel  “El futuro de los medios públicos. De dónde venimos y adónde vamos” junto a otros especialistas, como el colombiano Omar Rincón, el director ejecutivo de la TV Pública argentina Martín Bonavetti y el inglés Peter Looms, que realiza investigaciones sobre medios para las universidades de  Dinamarca.

¿Cuál es la relevancia de este encuentro latinoamericano de televisoras públicas en la actual coyuntura?

Primero, se cumplen 10 años de la creación de Educ.ar, que es la cabeza de los canales Encuentro y Pakapaka: ese solo hecho es un hito relevante, porque las televisiones públicas que hemos surgido con posterioridad lo hemos tomado como un referente contemporáneo. Lo segundo es que estos son espacios de intercambio, de encuentro, de concretar algunos niveles de cooperación más tangibles. Hay que fortalecer el financiamiento de las televisiones pero no sólo en términos económicos, porque el dinero de por sí no hace nada, sino en cuestiones concretas, como hacer la cooperación, o capacitar, cosas que nosotros desde la televisión pública, y después desde la televisión educativa, hemos incentivado mucho. Por lo menos una docena de profesionales de canal Encuentro y Pakapaka han ido a Ecuador a compartirnos sus experiencias, a dar talleres, a hacer un acompañamiento. De todos los aspectos posibles: temas de marcas y promoción, branding, contenidos específicos en lo educativo y en lo infantil. Hemos realizado trabajos con contenidistas, guionistas, directores, y sólo para poner el caso concreto entre Ecuador y Argentina, porque también ha habido experiencias de cooperación con Colombia, con Chile. Todo esto es muy enriquecedor.

¿Cómo fue la experiencia de la creación del canal Ecuador TV, la primera televisión pública del país?

En el caso de Ecuador, al no haber habido medios públicos, fue difícil para los que lo hacíamos. Había que crear la necesidad de algo que era nuevo, y tenía que haber un empoderamiento de la ciudadanía sobre esos medios. Tampoco estaba la atadura a un formato establecido para poder innovar sobre él. No había televisión pública, no había medios públicos en general, entonces el relato que hacían los medios comerciales era un monólogo, se referían a lo público, al deber ser de los ciudadanos y del Estado y relataban esta imagen de que los ciudadanos no eran parte del Estado. Ese es el primer relato que tienen que recuperar los medios públicos cuando aparecen, hacer ver que son parte de lo ciudadano, que la comunicación tiene que establecerse con una narrativa más justa y demostrar con nuestro accionar que no todo lo estatal es ineficiente y que no todo lo que sea público es un gasto innecesario. Si bien Ecuador TV debería parecerse más, por su dimensión y su carácter, a la televisión pública argentina, como nació contemporáneamente al canal Encuentro y a los medios del polo audiovisual de Educ.ar, nos hemos acercado más a tomar su modelo de trabajo a nivel de coproducciones, producción, la figura del productor delegado, del guionista y el contenidista. Recurrimos a licitaciones, no por abaratar costos lo hacemos todo dentro de casa, sin recurrir a casas productoras. Es un modelo que ha sido exitoso y beneficioso para el ámbito de la producción independiente en Ecuador. En un país como el nuestro -con una serie de complejidades sociales, de diferencias étnicas, de diferencias regionales, idiomáticas-, nos fueron muy útiles estas propuestas que vienen desde Argentina para conocer cómo abordar el tratamiento de los temas federales, regionales, lo étnico, el romper los estereotipos, el empezar a ver y a escuchar otras voces, otros acentos y tonos de los diferentes relatos de la vida de un país.

¿Cuál es la rentabilidad social que tienen los medios públicos frente a los medios privados y comerciales? 

Un medio le vende al anunciante televidentes. Y el anunciante entra como a consumir esos televidentes. La televisión pública no le vende televidentes al anunciante, le vende contenidos a la gente, ese es su principal cliente. El darle importancia al contenido, al individuo donde quiera que esté, esa es su prioridad, por lo cual hay que llegar a todo el país, no solamente donde está la mayoría que compra. Porque así era como estaba medido el país, hasta donde la red de distribución de los productos llegaba era el país que me interesaba anunciar. Entonces, el objetivo es llegar a donde esos individuos, que no necesitan comprar, que no tienen un supermercado en la esquina, que no usan esos productos, pero que igual merecían tener acceso a un medio de comunicación, porque la comunicación es un derecho y ahora está anunciado por una ley que lo ampara como tal. Es muy importante que ahora tengamos una cobertura del 80%, que le demos igual peso al individuo de la periferia, de las provincias, como al de la capital o de las grandes ciudades, que le demos valor al individuo que no consume como es el niño, como es el habitante de una minoría étnica, que ya sufre de por sí la discriminación por no recibir los mismos beneficios que el ciudadano de la urbe.

¿Desde los medios públicos hay una intención de democratizar la comunicación y desde los privados de mercantilizarla?

Evidentemente, eso es absoluto. El democratizar la comunicación no es solamente que tengan acceso a un medio de comunicación por el cual reciben información sino facilitar una comunicación de ida y vuelta. Por eso los avances que se logren hacer en temas de interactividad, a nivel de las nuevas plataformas digitales son importantes. El beneficio de esta democratización no tiene que ver tanto con un rendimiento comercial sino con los beneficios sociales. La gente tiene derecho a estar informada de que hay servicios a los que puede acceder, que ponen a disposición campañas de salud, comunicación gubernamental, información educativa, tiene derecho a saber que está incluida dentro el territorio porque está viendo en directo esa información. Eso tiene un valor social muy grande. Nuestros medios son una gran inversión, sólo que esto no se expresa en dinero sino en un beneficio social que se va a reflejar a mediano y largo plazo en educación mejorada, en las posibilidades de desarrollo de la gente, en saber que pueden acceder a ciertos servicios o que estén alertas a ciertos compromisos de salud como la vacunación, el chequeo médico y evitar así que la gente se enferme. Ahí está la rentabilidad social de tener medios de comunicación públicos al servicio de la ciudadanía.

Con respecto a la regulación de los medios, ¿cuáles son los principales lineamientos de la Ley de Comunicación en Ecuador?

Es una ley muy amplia, porque no solamente regula los contenidos de los medios de televisión, radio, medios impresos, le da espacio a lo intercultural, ordena que haya respeto a la franja diurna y que los contenidos para adultos vayan a partir de las diez de la noche, sino que también le da derechos al ciudadano hasta ahora desamparado, como el derecho a la réplica, o a pedir el anonimato a alguien que no está debidamente judicializado. Algunos de los detractores de la ley de la comunicación han sido los propios periodistas. Hace unos 15 días, en el diario mayor de Quito, El comercio, despidieron a un editorialista que atacaba a la Ley de Comunicación y ahora la única ley que puede ampararlo por el despido por temas ideológicos es la propia ley. Antes simplemente era la decisión de un empresario que despedía un trabajador, pero ese trabajador es un comunicador y no puede ser estigmatizado o discriminado por su forma de pensar. Hay también regulación en cuanto a la posesión de más de un medio, a la vinculación de grupos comerciales con la comunicación; o sea, no puede haber grupos del sector financiero involucrados en la comunicación, tampoco empresas de un sector de la comunicación que tengan varios medios. Por ejemplo, no puede haber una cadena de comunicación dueña de un periódico. Esta regulación es importante aparte de la desconcentración monopólica, para impedir que se formen estos grandes frentes de intereses comunes donde lo económico y lo comunicacional corresponden a un mismo interés, y peor aún, cuando los dos corresponden a un interés político. Porque resultaba que un dirigente barrial no tenía las mismas posibilidades de ser candidato por un movimiento político que el banquero que se lanzaba a político. O que los medios generaban tal especulación con respecto a un tema con el que se estaban beneficiando comercialmente. 

Del Pozo señala, sin embargo, algunos aspectos en los que queda trabajo por delante. Al estar atada la televisión pública a las mismas normas y reglamentaciones que la televisión comercial, señala que deberían crearse algunas salvedades y da un ejemplo: como la ley actual dice que no puede haber un concesionario que tenga dos medios, y a los dos sectores los rige el mismo reglamento de distribución de frecuencias, la televisión pública no puede tener una frecuencia para las zonas urbanas y otra para las marginales. “Estamos tratando de ver cómo hacemos para tener ese beneficio, poder tener las dos señales. Debería haber algunas excepciones, no en la parte reglamentaria, sino en estas licencias para poder tener una ventaja sobre la televisión comercial. Se habla de la distribución equitativa, de 33% para medios comerciales, 33% para los públicos y 33% para los comunitarios, pero en la práctica son 200 medios comerciales y somos 2 medios públicos. La compensación no va a venir de parte del Estado creando 200 medios públicos o teniendo una proliferación de medios regionales solo para equilibrar. No es necesario equilibrar numéricamente, se lo puede equilibrar de otras maneras, como es esto de que finalmente nosotros estamos presentes en todas partes y en algunos lugares somos los únicos que llegamos, entonces al menos podría haber la posibilidad de tener un segundo medio”.

" La comunicación, y el periodismo en particular, debe ser objetivo pero no necesariamente imparcial. No hay que caer en ese juego de decir “nosotros como somos públicos estamos obligados a la imparcialidad”, porque algún contrapeso hay que crear. ¿Por qué sólo lo malo es una noticia?"

» La comunicación, y el periodismo en particular, debe ser objetivo pero no necesariamente imparcial. No hay que caer en ese juego de decir “nosotros como somos públicos estamos obligados a la imparcialidad”, porque algún contrapeso hay que crear. ¿Por qué sólo lo malo es una noticia?».

En la Argentina de los últimos años, los medios masivos se convirtieron en los principales opositores de las nuevas políticas públicas de comunicación donde el Estado tiene un rol central como regular, actor y promotor. ¿Cuál es el escenario en Ecuador con respecto a la relación del gobierno y los medios concentrados de comunicación?

Al gobierno se le acusa permanentemente de tener un monopolio de medios a su favor. Pero 250 emisoras son privadas y hay dos estatales, entonces ¿dónde está el monopolio? Es importante entender que hay medios que son del Estado y que creo que es muy lícito que esos medios quieran priorizar la información del gobierno para que se conozca y cree ese conjunto de contrapeso a la información que lo omite o que lo distorsiona. La comunicación, y el periodismo en particular, debe ser objetivo pero no necesariamente imparcial. No hay que caer en ese juego de decir “nosotros como somos públicos estamos obligados a la imparcialidad”, porque algún contrapeso hay que crear. ¿Por qué sólo lo malo es una noticia? ¿Por qué no también lo bueno es noticia? Entonces ahí entra el rol de los medios públicos. 

¿Qué resistencias e inconvenientes tiene la televisión pública en Ecuador? ¿Cuáles son los desafíos actuales?

Tratar de parecernos menos a lo comercial, porque como somos tan nuevos, nuestra gente viene influenciada por la televisión comercial. Y entonces hay mucho miedo de innovar, de salir de los estereotipos, de hacer cosas que tal vez no son muy convencionales, y creo que ahí está también la audacia, en embarcarse a nuevas plataformas y explorar nuevos formatos en la generación de contenidos. Y también descentralizar la emisión y compartir el escenario con otros actores similares. Los medios públicos tenemos que perder ese centralismo y empezar a encomendar a los sectores provinciales y a las periferias la capacidad de comunicar, para personalizar los contenidos hacia una pertinencia local con identidad local.

De los doce países que integran UNASUR, nueve optaron por el formato japonés-brasileño de televisión digital terrestre. ¿Esto promueve una mayor integración regional latinoamericana?

Representa la integración regional, porque de esa manera se evita que haya una barrera que nos impida intercambiar. Ahora estamos entrando a lo digital, pero hace poco, en la época analógica, la Argentina tenía una norma de transmisión PAL B similar a la de Europa, Uruguay también, pero no tenía nada que ver con lo que pasaba de Chile hacia el norte. Brasil tenía la propia y México tenía la americana. Es decir, nos creábamos nuestra propia barrera de que yo mandaba un casete con una película y no la podías ver. En ese sentido, la homogeneización de las plataformas nos ayuda a todos a poder intercambiar y participar.

El fortalecimiento de los medios públicos en América Latina es notable. ¿Qué rol juegan en la construcción de la democracia?

Uno de los principales deber ser de los medios públicos es el sostenimiento del régimen democrático, la visibilización del Estado, porque el Estado no puede ser subvalorado ni menoscabado. Otro rol fundamental es la educación en ciudadanía a la gente. A veces pensamos que por generación espontánea surge la democracia, y no: eso hay que enfrentarlo y hay que trabajarlo. Y esta tarea no es una obligación de los medios comerciales o de los privados, es una obligación de los medios públicos que hay que defender.

Actualización 15/09/2015

Trabajadores del Grupo 23 siguen reclamando por sus derechos

Trabajadores del Grupo 23 siguen reclamando por sus derechos

Frente al incumplimiento de la empresa de Sergio Szpolzki y Matías Garfunkel, los trabajadores de prensa presentaron una denuncia al Ministerio de Trabajo «ante las estrategias de vaciamiento implementadas por los dueños del Grupo 23». La alternativa planteada por los empleadores el lunes 11 fue el pago del 80% de lo adeudado y una indemnización – que no es la correspondiente por despido – en 12 cuotas con cheque de dudosa posibilidad de cobro.

Un mar para jugar

Un mar para jugar

“Si tenés miedo, podés caminar por las tablas del lado derecho”, advierte una guía al valiente de turno. El tambaleo del puente, al cruzarlo, hace dudar de su resistencia; sin embargo, grandes y chicos forman fila para experimentar “Prueba de tensión” de la artista Luciana Lamothe, la primera obra adquirida para la Colección MAR, del Museo de Arte Contemporáneo de la Provincia de Buenos Aires, en la ciudad de Mar del Plata.

El ya célebre “Lobo de alfajores” de Marta Minujín da la bienvenida en la explanada mientras que, en el hall del museo, la espectacular instalación de Martín Huberman invita a niños y no tanto a buscar su imagen reflejada en un espejo al final de un túnel de 68 mil broches colgantes. Hasta una abuela se atreve a mirar(se). Un puente que desafía al vértigo, una escenografía de olas psicodélicas, y bichos de luz que conquistan siluetas en una sala a oscuras son algunas de las obras que completan la cuarta muestra de MAR.

Museo de Arte Contemporaneo MAR - Muestra "Museo para Armar" - Mar del Plata - 12/10/2015 - Florencia Ferioli / ANCCOM

El célebre “Lobo de alfajores” de Marta Minujín da la bienvenida en la explanada mientras que, en el hall del museo.

Incorporaciones. Museo para armar repasa los universos que habitaron el Museo MAR en sus casi dos años de vida –El espíritu pop (diciembre 2013); El museo de los mundos imaginarios (julio 2014); y Horizontes de deseo (diciembre 2014)– al tiempo que presenta las primeras obras de la colección permanente. Pero los protagonistas del MAR son, una vez más, los asistentes. Desde su inauguración, en diciembre de 2013, fue visitado por 2.700.000 personas quienes, con su curiosidad, completaron las propuestas de este polo cultural de Mar del Plata donde la interactividad juega un rol fundamental. “Todos los proyectos que se llevaron adelante en el MAR tuvieron el objetivo de incitar interés, asombro y emoción. Buscaron en la gente el eco imprescindible a las funciones de una institución que pretende ser verdaderamente pública».

Museo de Arte Contemporaneo MAR - Muestra "Museo para Armar" - Mar del Plata - 12/10/2015 - Florencia Ferioli / ANCCOM

Los protagonistas del MAR son, una vez más, los asistentes. Desde su inauguración, en diciembre de 2013, fue visitado por 2.700.000 personas

El eje ha sido, y continúa siendo, el espectador. Las paredes de las salas citan fragmentos de 62, modelo para armar, novela de Julio Cortázar que inspiró el título y el espíritu experimental de la muestra. «¿Se acordaría de que esa tarde Marrast iba a llevarla al museo del que tantas maravillas se decían en esos días?» puede leerse, por ejemplo, a un costado de la instalación Los neuróticos, reconstrucción del escenógrafo Edgardo Giménez de las olas sobre las que Norman Briski “psexoanalizaba” a sus pacientes en la película de 1968. Mientras que la entrada a una sala a oscuras promete: “Si vamos al caso yo le invento la noche”; en su interior “Osedax”, de Proyecto Biopus, recrea un ecosistema visual y sonoro con una constante demanda de interacción por parte del público.

“Economía de cristal” es una especie de móvil de sueños y recuerdos enhebrados, en el que se mezclan colores y adornos de infancias y adolescencias. Una obra colectiva, imaginada por Diana Aisenberg, para la que recolectó bijouterie en desuso que luego fue montada durante una performance participativa. Los visitantes buscan entre esos objetos ajenos algún deseo olvidado, personas o lugares, una emoción en común. Y, claro, se toman fotos enredados en esos mundos de fantasías.

Museo de Arte Contemporaneo MAR - Muestra "Museo para Armar" - Mar del Plata - 12/10/2015 - Florencia Ferioli / ANCCOM

“Todos los proyectos que se llevaron adelante en el MAR tuvieron el objetivo de incitar interés, asombro y emoción».

La autora de “Somos el límite de las cosas”, Mariana Tellería, obliga al espectador a preguntarse si esas partes que parecen de un barco conforman o no un barco. Se suman también a Incorporaciones. Museo para armar, “En una balanza”, de Manuel Archain; “Cromo Somos”, de Mariano Molina; “El sireno del Río de la Plata”, de Marcos López; la serie de óleos “Playing the game” de Cynthia Cohen; y “Quarks, paisajes lumínicos” exposición fotográfica de Ricardo Asch, entre otras.

Museo de Arte Contemporaneo MAR - Muestra "Museo para Armar" - Mar del Plata - 12/10/2015 - Florencia Ferioli / ANCCOM

En este polo cultural de Mar del Plata donde la interactividad juega un rol fundamental.

En MAR, la experiencia del aquí y ahora se impone. Como la mirada renovada y singular frente a las olas. Como Mar del Plata, adonde uno puede volver una y otra vez y siempre será la misma pero nunca será igual. La apuesta de MAR hace explícito el carácter abierto de toda obra de arte. Sus espacios mutan, dialogan según el recorrido elegido. Es un museo abierto, vivo. Sus obras se miran y se tocan. Se conversan, se comparten. Sin límite de edad, MAR anima a sus visitantes a zambullirse en las obras y volver a jugar.

“Saber tirar letra y no tener vergüenza”

“Saber tirar letra y no tener vergüenza”

¿Qué es el freestyle? Probablemente pocos sepan qué responder. Pero si se asocia el freestyle con rap formaremos una idea, un entramado de ritmos y pasos que recordarán esta gran cultura urbana que nació en Estados Unidos pero que hoy también crece en Argentina.

El freestyle surge como baile en 1970 cuando los jóvenes mezclaban pasos de James Brown con música de rap. En la actualidad este baile, en donde lo que se expresa corporalmente  son los golpes y quiebres que hace el DJ con sus bandejas, lo representan los conocidos bboys o bgirls. Estos jóvenes son los encargados de que mediante su baile al freestyle llegue a nuestros días.

Vocalmente no se sabe precisamente cuando nació en Argentina, pero Dante Spinetta dice que “el freestyle es un arte que ha tenido acá como representante al payador en otros tiempos”. Estos míticos personajes de la historia folklórica en las raíces argentinas se relacionan con el rap por el hecho de que ambos llevan al frente una rima improvisada: el payador lo realiza con una guitarra de fondo, mientras que el rapero no necesita de ningún sustento, más que quizás la base de un Dj o de alguien que haga beatbox (sonidos con la boca).

El freestyle es una forma de dejar fluir lo que los intérpretes quieren dar a conocer: sus vivencias, historias de otros o simplemente mediante una sola palabra disparar un cuento. Es decir, es una forma de improvisación libre sobre un tema o lo que el MC (maestro de ceremonias) quiere dar a conocer. El MC es alguien que improvisa y rapea al mismo tiempo, mientras que el freestyler es alguien que realiza improvisación pura sin tener un rap que lo sostenga atrás. El rap puede ser entendido como un modo de protesta ya que, muchas veces, mediante sus letras muestra el repudio a las formas de vida de ciertas clases sociales.

En la Argentina existen artistas conocidos en el mundo del rap como Mustafá Yoda (cantante y productor de Sudamétrica), Emanero (cantante que realizó una campaña contra el bullying), Dante Spinetta (cantante de Illya Kuryaki and the Valderramas) y Frescolate (cantante y ganador de la Red Bull Batalla de Gallos), y algunos más under como Killato, Kris Alaniz, Ruidos del Sotano y Marcos Miranda, entre otros.

La mayoría de ellos define al rap como “un estilo de vida”. Todos coinciden en que para hacer freestyle no se necesitan instrumentos, micrófonos ni equipos, sino la mente para realizar rimas improvisadas que suenen bien, dejen alguna moraleja y permitan que quienes los escuchen conozcan a la persona detrás del rapero.

“El argentino creo que tiene un buen freestyle porque es bolacero –asegura Dante Spinetta-, le gusta tirar data, le gusta chamuyar, le gusta mandarse y en esa falta de vergüenza no hay que tener miedo para tener el arrastre”. Ahí está la base del freestyle: saber tirar data y no tener vergüenza para hacerlo.

***Este artículo fue escrito y  seleccionado en el marco del Taller Anual de la Orientación, CCOM. UBA.