Intervención del AFSCA

Intervención del AFSCA

Hoy el Decreto 236/2015 firmado por Mauricio Macri, Marcos Peña y Oscar Aguad dispuso la intervención de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual y de la Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones por 180 días, prorrogable por otros 180 y designó como interventor a Mario Enrique Frigerio, cesando en sus funciones los miembros del Directorio de la Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (AFTIC), su presidente, Martín Sabbatella y los miembros Ignacio Saavedra, Néstor Avalle, Eduardo Rinesi, Claudio Alberto Schifer, Marcelo Stubrin y Gerardo Milman.

El decreto radica en la supuesta protección de derechos fundados en el artículo 42 de la Constitución Nacional que «establece que los consumidores y usuarios de bienes y servicios tienen derecho en la relación de consumo, a la protección de su salud, seguridad e intereses económicos; a una información adecuada y veraz; a la libertad de elección, y a condiciones de trato equitativo y digno». Esto acompañado a los dichos de Aguad en relación a la «falta de pluralidad» del AFSCA traba por la fuerza del decreto las políticas democráticas en materia de servicios de comunicación audiovisual cristalizados en la Ley Nº 26.522.

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Cresta Roja: represión a los trabajadores

Cresta Roja: represión a los trabajadores

Tras una jornada de tensión y dos represiones desproporcionadas de Gendarmería Nacional, los trabajadores de la avícola Cresta Roja levantaron el corte que mantenían en la Autopista Riccheri, en la entrada al aeropuerto de Ezeiza, luego de llegar a un principio de acuerdo con el macrismo.

En las últimas horas de la tarde del martes, la jueza Valeria Perez Casado decretó la quiebra de Cresta Roja. La información se dio a conocer mientras estaban reunidos el ministro de Trabajo Jorge Triaca con Cristian Villalba, uno de los delegados de los trabajadores, que volvió de Ezeiza especialmente para acudir al encuentro. Luego de una hora, ofrecieron una conferencia de prensa en la entrada de la cartera laboral en la que señalaron que el gobierno entregará a los operarios una suma fija de 6.000 pesos durante el mes de enero y les entregará un bolsón de comida para las fiestas. Además, se comprometió a buscar inversores que compren la empresa quebrada.

Represión de Gendarmería en el reclamo de Cresta Roja.

Represión de Gendarmería en el reclamo de Cresta Roja.

«¿Este es el cambio? ¿Este es el cambio?», gritaban ante las cámaras, a media tarde, los trabajadores de la firma Rasic Hermanos, que comercializa pollos a través del sello Cresta Roja. Los operarios se encontraban acampando desde el miércoles pasado a un costado de la autopista Riccheri, cercados por un cordón de gendarmes y camiones hidrantes. Uno de los manifestantes exhibía múltiples heridas de bala de goma luego del segundo episodio de una desmedida represión por parte de Gendarmería durante el martes: el primero a las nueve de la mañana, y el segundo a las dos de la tarde. 

Tanto a la mañana como después del mediodía, el ataque de los gendarmes –una práctica que parecía olvidada por las fuerzas estatales- se inició luego de un incidente poco claro entre uno de los manifestantes y un agente. Varios operarios coinciden en que se sumaron manifestantes que no se estaban acoplando a su reclamo de manera pacífica. Estos pudieron haber dado el puntapié inicial a la agitación que tuvo una respuesta con gases lacrimógenos, camiones hidrantes, bastonazos y balas de goma.

Luego del segundo episodio de violencia, los delegados reunieron a la multitud y pidieron que las agrupaciones que se acercaron para solidarizarse no interfirieran con el reclamo de los trabajadores. De acuerdo con un oficial de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, que también estuvo presente en la escena, la fuerza comenzó a reprimir nuevamente cuando se acercó a los gendarmes una persona con una mochila que supuestamente contenía materiales peligrosos, algo que nunca fue constatado.

Trabajadores de Cresta Roja reclaman el pago de un mes de sueldo y aguinaldo.

Trabajadores de Cresta Roja reclaman el pago de un mes de sueldo y aguinaldo.

 

La explicación oficial a la represión llegó a través de una conferencia de prensa que dieron esta mañana la vicepresidenta Gabriela Michetti y el ministro de Trabajo Jorge Triaca en la Casa Rosada. La vicepresidenta aseguró que la acción de la fuerza de seguridad fue «sin situaciones dramáticas de violencia», afirmación se contrapone a lo que efectivamente sucedió en el lugar de los hechos. «Hace mucho tiempo que el Estado se había corrido del rol de regular entre dos derechos que colisionan. Y en realidad es el único que lo puede hacer, porque si no estamos en la ley de la selva, y entonces el más poderoso o patotero termina imponiéndose sobre el resto», subrayó. «Si se vuelve a cortar la ruta –agregó-, se vuelve a trabajar de la misma manera, siempre intentando hacerlo a través del diálogo, pero cuando no haya diálogo del otro lado, se actuará como se actuó hoy».

 En ningún momento de la jornada, el tránsito había sido interrumpido de manera total. De acuerdo con declaraciones del trabajador Carlos Mansilla, que también presenta heridas, ayer se había acordado que los manifestantes podían ocupar dos carriles y dejar uno libre para que se liberara el acceso al aeropuerto. La versión del ministro de Trabajo es algo distinta: asegura que llegó una orden del juez que establecía que había que abandonar los carriles ocupados, y la agrupación de trabajadores se negó a cumplirla.

 «No nos pagan el sueldo hace un mes, tampoco el aguinaldo, no me mandaron telegrama de despido, ¿a quién le tengo que reclamar?», se pregunta Javier, trabajador de Cresta Roja desde hace diecinueve años, que se encuentra reunido junto a sus compañeros desde hace una semana a la espera de una resolución al problema.

El conflicto comenzó hace dos años cuando la compañía comenzó a bajar el nivel de producción y atrasarse con los pagos tanto a proveedores como a empleados, pero recrudeció en las últimas semanas, cuando los dueños de la empresa se negaron a abonar los salarios de sus 3500 empleados. 

 Al reclamo por los sueldos se suma la incertidumbre laboral de los trabajadores. La empresa aún cuenta con maquinaria pero hace meses que no compra los insumos necesarios para producir de manera adecuada, empezando por el alimento balanceado para los animales. «A los dueños solo les interesa llevarse los subsidios que les entrega el gobierno, no les interesa que la empresa funcione. Estaban acomodados durante el menemismo, después se acomodaron al siguiente gobierno, y ahora lo único que quieren es que les sigan dando plata del Estado, ¿Dónde están los subsidios que les dieron hasta acá?», insiste Javier. 

Al ser interpelado acerca de la posibilidad de continuar reprimiendo, el Ministro de Trabajo respondió que se encuentra “abierto al diálogo” y que no hace falta cortar las rutas. No obstante, no explicó por qué recién recibió a los trabajadores después de la represión.

Triacca agregó que el problema fue heredado del gobierno anterior y que se investigará acerca de la mala gestión de los fondos destinados a Cresta Roja durante ese mandato, como también el uso que los dueños de la empresa hicieron del dinero otorgado por el Estado. Por el momento, la firma queda bajo control del juzgado, y se adelantó que hay varios interesados en adquirirla, pero no se hizo mención concreta a la continuidad laboral de los trabajadores. 

 

La ley de medios no se toca

La ley de medios no se toca

«Ayer estuvimos bancando la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual en la plaza Congreso. El gobierno ya anunció que presentará un nuevo proyecto que no tenga artículo 45. En otras palabras, que no haya límite a la concentración mediática», dijo Diego de Charras, director de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA y agregó que «ese es el único objetivo. En estos pocos días ya tuvimos una muestra de lo que es el silenciamiento mediático. La marcha del lunes y la de ayer prácticamente no se informaron, la inseguridad y el narcotráfico desaparecieron de la agenda. Todo indica que vamos a tener una verdadera cadena nacional permanente donde los medios públicos y privados concentrados repliquen la misma información».

Ante las intenciones explícitas del entrante gobierno de Mauricio Macri de no respetar los logros democráticos en materia de medios, ayer una multitud de distintos sectores, medios, universidades, agrupaciones y organizaciones sociales se movilizó en el Congreso en defensa de la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual, que establece las pautas que rigen el funcionamiento de los medios radiales y televisivos en la República Argentina. Esta ley promulgada el 10 de octubre de 2009 por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner fue parte de un intendo trabajo en democracia que permitió el reemplazo de la Ley de Radiodifusión 22.285, promulgada en 1980 por la dictadura militar.

La marcha, que tuvo a Martín Sabbatella, titular del AFSCA, como orador principal dijo ante la multitud: «Lo dijo el gobierno de Macri, a través de su flamante ministro de Comunicación, lo dijo con claridad, que esta ley no tiene que subsistir, dijo que esta ley tiene que desaparecer, que no había concentración mediática, que no habia posiciones dominantes en el mercado, la verdad cuando lo escuchábamos al principio decíamos o tiene un desconocimiento brutal de lo que está pasando en la Argentina o es claramente una toma de posición a favor de los intereses concentrados de los grupos corporativos y es claramente esto segundo».

Marcha en defensa de la Ley de Medios. Mirá la fotogalería de ANCCOM

 

Entrevista a Gabriel Vommaro, radiografía del partido amarillo

Entrevista a Gabriel Vommaro, radiografía del partido amarillo

“El PRO se construyó desde el pragmatismo ideológico. Eso le permite no visibilizar sus aristas antipáticas, ocultar su discurso económico más duro y apelar a los sentimientos y las emociones. Nadie puede decir que Cambiemos o el PRO no esté anunciando lo que quiere llevar  a cabo”. Certero, el diagnóstico pertenece a Gabriel Vommaro, autor, junto a Alejandro Belloti y Sergio Morresi, de “Mundo PRO”, un libro que revela y explora la formación y funcionamiento del partido amarillo y que, publicado en 2015, se convirtió en las últimas semanas en lectura obligatoria para todo aquel que busque respuestas al inédito triunfo electoral de la nueva fuerza de derecha.

En diálogo exclusivo con ANCCOM, Vommaro aceptó repasar y trazar la radiografía del joven partido –recién pudo presentar candidaturas en todos  los distritos del país en las elecciones Primarias de agosto pasado- que logró desplazar al peronismo del poder e iniciar una nueva etapa política en la Argentina. Doctor en Sociología, magíster en Investigación en Ciencias Sociales, escritor, docente e investigador del CONICET, el autor analizó la “anatomía de un partido fabricado para ganar”, y delineó sus tácticas y estrategias para “hegemonizar” el universo opositor.

¿Con qué características se construyó el PRO para estas elecciones?

Hay una muy cuidada construcción en términos estéticos, de comunicación política, pero también discutimos la idea de que signifique solamente un partido de marketing. Justamente, mostramos también sus otras formas de construcción tan importantes, que le permitieron llegar hasta ahora como una fuerza consolidada a nivel de la Ciudad de Buenos Aires, que fue reelecta dos veces y que logró paulatinamente extenderse a otros distritos del país. De todos modos consideramos que el PRO trabaja muy bien su imagen y la manera en que se presenta públicamente.

¿Se pueden señalar hitos políticos en la construcción de ese proyecto?

Para pensar cómo llega a estas elecciones, en todos estos niveles de construcción, podemos nombrar algunas cuestiones que son muy relevantes. La primera es que, ante la dificultad de nacionalización del partido, es decir, de crecimiento e implantación en los 24 distritos del país, en 2014 terminan de definir su estrategia de alianzas y de orientación hacia el radicalismo, que les permitía conseguir una presencia importante a nivel nacional. Esto a la vez es consistente con varias cuestiones. La primera es que, desde sus orígenes, cuando todavía no era PRO, (Mauricio) Macri trabajó la idea de no dejarse fagocitar por el peronismo, de no ser subsumido por las internas de ese partido. Pero en segundo lugar, junto con esta decisión y con el tipo de partido que se fue conformando, PRO aprendió a ocupar cada vez más el espacio no peronista y, dentro de éste, el más claramente opositor al kirchnerismo. La decisión de unirse al radicalismo les permitió en estas elecciones monopolizar casi todo el voto oponente. Parte de las explicaciones de los buenos resultados que sacó PRO en las primeras elecciones presidenciales, tiene que ver justamente con esta capacidad.

También caracteriza a PRO como una fuerza “pragmática y flexible”, ¿a qué refiere con esa descripción?

Hay una segunda cuestión que tiene que ver con cómo llega PRO a estas elecciones, en términos de propuestas y programa político. Entonces, logra hegemonizar el espacio opositor y el voto no peronista, consigue implantación nacional a través de su alianza con el radicalismo y, al mismo tiempo, como es un partido que nosotros llamamos “postideológico”, con una relación que se puede decir que es flexible y pragmática con las doctrinas y las ideologías, el PRO acepta y entiende que su programa político más opositor tenía menos chances de ser mayoría en estas elecciones, porque hay ciertos consensos construidos durante los años kirchneristas que excedían a ese espacio, incluso al peronista, y oponerse podía significar perder espacio electoral.

Es por eso que en el PRO surgen algunas cuestiones. La primera es hacer del cambio su bandera. Desde el principio establece la dicotomía entre continuidad y cambio, que se impone como ordenadora de estas elecciones. Y en segundo lugar intenta, sobre todo después de ese giro discursivo que da Macri en julio cuando acepta las conquistas de los años kirchneristas, desplazar la agenda social y económica en la que PRO tiende a estar en desventaja con ellos, por tener posiciones más de centroderecha. Con esto quiero decir, aceptar el “triunfo” del kirchnerismo respecto de esa agenda. Eso le permitía, por un lado, bajar el rechazo a una opción de centroderecha y las consecuencias socioeconómicas que ésta pudiera tener en términos de conquistas sociales y de derechos, y centrar su campaña en la agenda que uno llamaría “republicana”, de transparencia, de la gestión, de la división de poderes, del diálogo. Este año se inicia con una agenda republicana, con los hechos confusos de (la muerte del fiscal Alberto) Nisman que instalan la cuestión de la justicia y la transparencia, entonces me parece que en ese sentido este eje desde el cual se construye PRO aparece más central. Eso es posible por este pragmatismo ideológico y también por no visibilizar sus aristas más antipáticas, ocultar su discurso económico más duro por otro de los sentimientos y de las emociones.

Gabriel Vommaro habla sobre la construcción política del Pro en una entrevista con ANCCOM.

Gabriel Vommaro habla sobre la construcción política del Pro en una entrevista con ANCCOM.

De algún modo los partidos se construyen en relación a otro ¿cómo influye el kirchnerismo en la construcción del PRO?

Ahí hay dos cuestiones importantes. La primera es que el PRO y el kirchnerismo son hijos de la misma época. Nacen más o menos en los mismos años, son herederos de tradiciones diferentes y las reivindican, de hecho el PRO reivindica la no tradición. Tienen también diagnósticos diferentes de la época a la que suceden, de la crisis de 2001 y de los años ´90. En ese contexto, el kirchnerismo encarna la propuesta de tratar de reconstruir el Estado, los vínculos sociales y la economía argentina y el PRO, en cambio, de reconstruir el Estado desde la economía y la sociedad civil al servicio de aquellas. Son dos énfasis y dos lógicas muy distintas.

De todos modos, en los años en que el PRO todavía no se había constituido como fuerza política estable y con fronteras definidas, no estaba claro que el otro del kirchnerismo era el PRO y viceversa. En el momento en que terminan los tiempos de la transversalidad y que el kirchnerismo empieza a elegir adversarios en el presente y ya no sólo en el pasado, es que aparece el PRO como su otro elegido. Eso se da más o menos en 2007, en el mismo momento en que el PRO también se define en relación al kirchnerismo.

¿Cómo caracterizaría a las principales figuras del PRO?, por ejemplo María Eugenia Vidal fue un fenómeno sorpresivo en provincia de Buenos Aires…

María Eugenia Vidal es un típico producto de PRO. Es una dirigente política que proviene del grupo Sophia, el think tank de la fundación que tenía Horacio Rodríguez Larreta en los años ´90. Se va formando como la joven profesional en ese mundo y como cuadro de la sociedad civil. Participa con Rodríguez Larreta de todas las funciones que tuvo en ese momento para Eduardo Duhalde, Carlos Ruckauf, para la Alianza, fue funcionaria del PAMI y de ANSES. Es parte de esa derecha sensible que le da un tinte social al PRO, porque es una mujer conservadora, de formación católica.

Vidal hizo todo el recorrido formativo del PRO, fue ministra de Desarrollo Social de la Ciudad por cuatro años y luego vicejefa de Gobierno. Lo que le agrega ese tiempo de formación es una capacidad de construir, desde la gestión, vínculos con el mundo de la militancia social barrial y territorial, algo que probablemente la ayudó a hacer una campaña de contacto directo estos meses.

El PRO se caracteriza por ser un partido con empresarios que se meten en política…

En el gabinete de Macri en la Ciudad había muchos empresarios. De todos modos, nosotros mostramos en nuestras investigaciones y en el libro Mundo PRO, que en realidad se trata de un partido heterogéneo, que tiene empresarios, profesionales de ONGs o think tanks como Vidal y políticos de larga data, tanto radicales, peronistas o de la derecha. Todo eso forma la configuración PRO. Es la construcción de una gobernabilidad en alianza con la política más tradicional y una gestión apoyada en estos nuevos políticos.

¿Cuál es el proyecto político de PRO?

Como se trata de un partido no ideológico, no dogmático ni doctrinario, no es un proyecto que esté escrito como un manifiesto, pero están los programas y está su fundación Pensar. Se puede reconstruir muy claramente un modelo detrás de PRO,  que está vinculado con una sociedad con un Estado fuerte pero al servicio del mundo privado y del ´emprendedorismo´ privado, una creencia en las virtudes de la competencia y el mercado, y en que junto con éste se encuentra la sociedad civil, que es un tercer sector que también requiere del sustento y apoyo del Estado. Éste casi que lo que tiene que hacer es fomentar la sociedad civil y el mercado, estar en función de ambas, contra la idea más populista, peronista o kirchnerista de que el Estado es en realidad un agente, un motor de construcción de voluntad política y de producción de procesos políticos en base a una concentración de la autoridad y de aquella voluntad. El PRO cree más bien que hay una cierta verdad previa, que es la del mercado y la sociedad civil, a la cual el Estado tiene que adecuarse. Eso es un punto fundamental, son los postulados básicos de un neoliberalismo moderado.

No creo que se esperen grandes cambios en términos de derecho de género, me parece que eso es más bien una agenda que va a ser impulsada desde afuera, y si pensamos la cultura y la educación, la ciencia y técnica, siempre hay que hacerlo en relación a un Estado en función de la verdad del mercado y de la sociedad civil.

En términos de política exterior también está claro. Macri en el debate se dio “el lujo” de referirse a un tema ideológico no muy habitual, de poco interés para el público en general, como es la cuestión de Venezuela,  y anunció que si ganaba implicaría un desplazamiento de la estrategia y alianzas que tuvo el kirchnerismo hasta ahora, y en cambio buscaría un acuerdo mayor con el eje del Pacífico, con formas de libre comercio con algunos países como por ejemplo Estados Unidos. Cuando Macri dijo eso le hablaba a la Embajada española, a la norteamericana, a los socios de derecha, a esa gente se refería, no al público en general. Entonces hay también un modelo de sociedad, con qué realidad tiene que conectarse Argentina.  La referencia permanente para Macri es Chile y ahora se refiere hasta a Paraguay, sólo porque hay un gobierno de centroderecha, porque la verdad que la realidad paraguaya es bastante compleja para que uno la pueda reivindicar. Tiene problemas sociales enormes, de violencia y narcotráfico. Sin embargo, Macri habla de eso, de aquellos países socios en términos de esa misión de la política exterior más de centroderecha.

Creo que nadie puede decir que Cambiemos o el PRO no esté anunciando lo que quiere llevar  a cabo. Por supuesto que lo hace a su manera afectiva, apelando a sentimientos y emociones, pero junto con el abrazo y el amor dice lo que va a hacer.

 

“Defendemos nuestra fuente de trabajo”

“Defendemos nuestra fuente de trabajo”

En las inmediaciones del cementerio de Chacarita, en la calle Girardot, se ubica la fábrica de pastas y tapas de empanadas y tartas La Litoraleña. A la diez de la mañana, los empleados se encuentran en su lugar de trabajo. Sin embargo, la producción está detenida. La fábrica está tomada. Las causas son el adeudamiento de cinco meses de salario y el despido de 32 empleados. “No somos delincuentes, somos trabajadores que queremos trabajar y hace más de cinco meses que no tenemos respuesta del dueño de la fábrica”, asegura a ANCCOM Luis Baini, delegado sindical de La Litoraleña, luego de la infructuosa audiencia de conciliación convocada para la primera semana de diciembre.

El conflicto comenzó hace varios meses. En un principio, el pago de los salarios estaba atrasado. Sin embargo, la situación empeoró hace algo más de sesenta días, cuando el sueldo dejó de cobrarse por completo. Para acentuar el problema, el viernes 30 de octubre llegaron 29 telegramas de despido, que se sumaron a otros tres anteriores que habían recibido en mayo. “Desde hace varios meses que están jugando con el desgaste. La situación se agravó cuando dejamos de llevar plata a nuestras casas y con el despido de los 29 compañeros, sin indemnización alguna”, sostiene.

Por estos motivos, 82 empleados decidieron tomar la fábrica para pedir, en primer lugar, la restitución de los 32 compañeros y, en segundo lugar, la cancelación de la deuda. “Nuestro principal objetivo es conseguir lo más inmediato y lo más justo. Ya no podemos volver a que nos paguen a cuenta gota y entrar a un concurso de acreedores de un año. Tenemos que definir esta situación inmediatamente por nuestras familias. Nuestras casas están vacías y, como consecuencia, nos estamos metiendo en un endeudamiento que nosotros no creamos”, refuerza Baini.

Según sostuvieron los trabajadores en conferencia de prensa el 1° de noviembre, la firma Deconti, dueña de la marca La Litoraleña, está concursada y cuenta con un pasivo de 83 millones de pesos y una deuda a la AFIP de 17 millones de pesos. A esta situación, se le suma una deuda con la Mutual 12 de Enero por una estafa, a partir de créditos personales de los empleados: “Nos descontaban de nuestros haberes, pero no pagaban”, resalta Baini.

Por este motivo, los trabajadores concuerdan en que el objetivo de la firma es jugar con el desgaste de los trabajadores a partir del retraso y la falta de pago. “Su objetivo es reducir el personal –sostiene Baini– y como no quieren pagar las respectivas indemnizaciones porque la mayoría de los empleados están hace más de quince años, pretenden que por cansancio renunciemos”.

Vaciamiento

Los trabajadores de La Litoraleña concuerdan en que los dueños de la firma Deconti planean un vaciamiento o reducción del personal para achicar costos. “Nosotros estuvimos produciendo hasta último momento, pero ellos no hacían otra cosa que jugar: ´si te pago no compro la materia prima, si compro la materia prima no te pago´”, afirma Baini. Por otro lado, los trabajadores despedidos tienen algo en común: son parte del personal más antiguo. Su despido refuerza esta  idea. “A fines de octubre recibimos, junto a 28 compañeros, un telegrama de despido. Entre las causas estaban usurpación de la propiedad y obstaculización de la salida de mercadería”, cuenta Rubén Pérez, trabajador de La Litoraleña desde hace más de cinco años. Su situación lo preocupa, aunque sabe que sus compañeros no van a aceptar trato alguno sin que ellos sean reincorporados a sus puestos de trabajo.

A pesar de esta situación, el objetivo de los trabajadores es continuar con la producción de manera autogestionada a partir de la creación de una cooperativa. “Estamos defendiendo nuestra fuente de trabajo. Nosotros queremos trabajar. Las máquinas están, la empresa vende. El tema es que no queremos hacerlo gratis para un patrón que no nos paga –sostiene Baini– Queremos trabajar para nosotros y para nuestras familias”.

Para lograr su objetivo, los trabajadores de la Litoraleña están recibiendo el apoyo de varios partidos políticos, entre los que se destacan el Frente para la Victoria y el Frente de Izquierda y de los Trabajadores. Al mismo tiempo, la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (FACTA) y la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT) están presentes en su lucha. “Ante esta situación, recibimos apoyo de legisladores, comuneros y de FACTA. Sin embargo, el apoyo que realmente necesitamos nunca llegó. Las respuestas que recibimos por parte del Ministerio de Trabajo fueron insatisfactorias en todo momento”, afirma Baini.

Instancias de negociación

Varias fueron las instancias de negociación entre los trabajadores de La Litoraleña y los abogados de la firma Deconti. Sin embargo, la oferta siempre fue insatisfactoria para los empleados: “En las primeras conciliaciones nos prometían plata, pero nunca estaba. Y si lo estaba era muy poca. Con una remuneración de 12 mil pesos mensuales, nosotros llevábamos a nuestras casas 700 pesos por semana. No podíamos solucionar nada con ese dinero”, cuenta Baini. “En la última conciliación, desde el Ministerio de Trabajo nos ofrecieron una miseria. Ellos planteaban un acuerdo, pero su oferta era miserable. Nos ofrecían pagar 1500 pesos. Yo llego acá con esa oferta y los muchachos me parten la cabeza”, ironiza.

A pesar de las dificultades, la unión entre trabajadores los fortalece.  Esto queda de manifiesto, apenas se divisa Girardot 345. Durante el día son varios los operarios que están en la vereda de la fábrica charlando y buscando una solución. Otros se mantienen dentro de la planta, en el comedor. Entre todos muestran aquello que afirman una y otra vez “la base está unida y fuerte”.

La lucha continúa

El empresario Rodolfo Conti no solo despidió a 29 trabajadores, sino que, ante la toma de la fábrica, también realizó una denuncia penal que fue resuelta, en un principio, a favor del reclamo de los operarios. La justicia de la ciudad de Buenos Aires dictaminó el jueves 12 de noviembre que la toma de la fábrica por parte de los 82 trabajadores no comete “ningún delito ni contravención alguna ya que la medida de lucha forma parte de un reclamo sindical”. Baini asegura: “Nosotros estamos ante un problema gremial, estamos defendiendo nuestra fuente de trabajo. Desde ya que no se trata de una usurpación privada”.

Ataliva Dinani, abogado de Facta-CNCT (Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo) acompañó a los empleados durante las negociaciones y los defendió ante la denuncia penal. “La Fiscalía actuante entendió que los trabajadores no estaban delinquiendo, sino que Rodolfo Conti estaba violando las leyes laborales –expresa Dinani– Por eso, los compañeros de La Litoraleña se encuentran cada día más decididos a mantener la medida de lucha”.

Sin embargo, luego del fallo a favor de los trabajadores, las denuncias no cesaron en su contra y, a fines de noviembre, el fiscal Norberto Brotto ordenó poner una consigna policial para evitar que ingresaran al edificio. “Nuestra idea es producir a pesar de la consigna policial y, con el apoyo de otros trabajadores, cooperativas y de Facta, poder comprar la materia prima. Exigimos al fiscal Brotto que nos deje trabajar tranquilos”, sostiene Baini.

Sus objetivos están claros: la incorporación de los empleados despedidos y el cobro de los sueldos atrasados. Mientras tanto, defienden su fuente de trabajo. Esa es su consigna y así lo comunicaron el 30 de noviembre en una conferencia de prensa que se realizó en la puerta de la fábrica: “Ya presentamos la documentación para constituirnos como cooperativa y poder defender lo nuestro a partir de la producción autogestionada”, finalizó Baini.