“Es una presa política del gobernador”

“Es una presa política del gobernador”

Miles de personas se reunieron en la Plaza de Mayo por la liberación de la dirigente social jujeña Milagro Sala, en repudio a la criminalización de la protesta social y por la defensa de los puestos de trabajo.

El lunes 21 de diciembre, en la 49° Cumbre del Mercosur, Mauricio Macri exigía la pronta liberación de los presos políticos en Venezuela. “No puede haber persecución ideológica”, sostenía. El 16 de enero, casi un mes después, la dirigente social y líder de la Tupac Amaru fue detenida en Jujuy, acusada por el gobernador Gerardo Morales de «instigación a la violencia y tumulto». En apoyo a la dirigente social, el lunes 18, miles de personas – organizaciones sociales, movimientos y partidos políticos – se reunieron en la Plaza de Mayo para formar un “Cabildo Abierto”. Las consignas fueron la liberación de la dirigente social Milagro Sala, el repudio a la criminalización de la protesta social y la defensa del trabajo.

A pesar de la multitud, no había cámaras de televisión. No solo los canales ignoraron a los manifestantes, tampoco los portales online de los principales medios de comunicación, que prefirieron dedicar su espacio a los actos de homenaje al cumplirse un año de la muerte del fiscal Alberto Nisman.

“A Milagro Sala se la llevaron en un operativo de 150 efectivos. Fueron cuatro los imputados. ¿Ustedes creen que los otros tres siguen detenidos? Esto demuestra que es una presa política del gobernador. Si nosotros estamos en la Plaza Belgrano no es porque ella nos incita a la violencia,  lo decidimos en una asamblea por los 20 mil puestos de trabajo que están quedando desocupados. Esa es la lucha, por eso acampamos”, sostuvo Marcos, uno de los tres representantes jujeños de la Tupac Amaru que llegaron hasta Buenos Aires.

Hace 35 días, organizaciones sociales jujeñas iniciaron un acampe en la Plaza Belgrano con el objetivo de dialogar con el nuevo gobierno de Morales por la continuidad de las obras de construcción que vienen realizando a través de cooperativas y de los puestos de trabajo. “Durante estos días, tuvimos intimidaciones, aprietes y presiones. Nos dijo que no iba a haber más planes, ni beneficios, ni viviendas para los que estemos en el acampe”, agregó Marcos. Y así fue. Mediante el Decreto Nº 403-G-16 del Poder Ejecutivo provincial, Morales estableció que las organizaciones sociales que no se empadronaran en el Plan de Regularización y Transparencia de Cooperativas y Beneficios Sociales y permanecieran en el acampe, perderían los beneficios sociales y su personería jurídica sería suspendida.

“Recuerdo cuando Milagro nos decía que nunca debíamos bajar la cabeza. Y eso me viene hoy a la memoria: tenemos nuestras viviendas, nuestro polideportivo, pero sobre todo tenemos nuestra dignidad”, contó emocionada Marcela, “la pajarito”, representante jujeña de la Tupac Amaru. Y agregó con un tono eufórico mientras la plaza la apoyaba con aplausos: “Donde Morales dijo que íbamos a cambiar, hoy estamos aguantando; porque ellos no quieren cambiar, nos quieren imponer. Nos quieren quitar lo que nosotros logramos y construimos. Yo, Morales, hoy te digo: ´No. No vas a entrar a nuestros barrios, no nos vas a controlar nuestras vidas. Yo soy Milagro Sala y todos los que estamos hoy acá somos Milagro Sala´. ¡Morales, yo no te bajo nunca más la cabeza. Toda mi vida he bajado la cabeza. Hoy puedo mirarte y decirte que yo soy argentina, soy jujeña y me tenés que escuchar!”.

“Ella nos miró”

Horas antes de la marcha, legisladores nacionales y del Parlasur del Frente para la Victoria, acompañados por dirigentes de diversas organizaciones, brindaron una conferencia de prensa en la Cámara de Diputados. En el lugar, reiteraron las consignas que más tarde iban a hacer eco en la Plaza de Mayo: “Con la detención de Sala, se busca criminalizar la protesta, cuando en realidad está ejerciendo su derecho a peticionar”, sostuvo Agustín Rossi, ex ministro de Defensa y diputado del Parlasur. Y agregó: “Es la primera presa política en el gobierno de Mauricio Macri».

En un mismo sentido, durante el acto, el ex presidente del AFSCA Martín Sabbatella y el diputado Edgardo Depetri hablaron con ANCCOM y sostuvieron que la detención de Milagro Sala constituye la voracidad de los intereses económicos que el gobierno representa: “Les importa cero las instituciones, les importa cero la democracia, les importa cero la división de poderes. Lo único que les importa es transferir los derechos del pueblo a los grupos económicos concentrados que representan”, afirmó Sabbatella.  Y ante la pregunta de por qué creían que este gobierno en un mes había tomado diversas medidas represivas, el ex titular de la AFSCA concluyó: “Estamos ante un gobierno legal, pero un gobierno autoritario, prepotente, que busca un blindaje judicial y mediático para tomar medidas antipopulares. Lo que se les escapa de ese blindaje, lo reprimen o lo encarcelan”. A su vez, Depetri completó: “El objetivo, con su detención, es callar esas voces para que no se discuta el rol del Estado”.

Durante una hora y media, miles de personas no exigieron únicamente la liberación de Milagro Sala. Su detención y su lucha representó la defensa de 20 mil puestos de trabajos que acaba de dar de baja el gobierno de Mauricio Macri y el repudio a la criminalización de la protesta social. La dirigente sindical personaliza lo logrado durante los últimos 16 años y así lo expresó Marcela, “la pajarito”: “Para nosotros Milagro es la persona que nos miró cuando nadie daba una moneda por nosotros. Éramos los rezagados del gobierno. Milagro apostó por nosotros. Hoy en día soy una mujer que dejó de pasar hambre, en cuya casa ya no llueve más adentro que afuera. Hace 167 años no había ningún gobierno que apostara por nosotros. Vino Milagro y nos dio una esperanza a los jujeños”.

Durante una hora y media, miles de personas acompañaron al pueblo jujeño y se pusieron de pie y cantaron el himno tras las palabras de la Abuela de Plaza de Mayo Estela de Carlotto, quien cerró el acto: “El pueblo votó –dijo- y vamos a respetar la voluntad del pueblo siempre que el que nos gobierne nos respete. Y nos está insultando. No abandonemos la lucha. No tenemos miedo, ellos tienen miedo de nosotros. Por eso tenemos bastón, porque nunca nos arrodillamos y no nos vamos a arrodillar ahora”.

“Ahora, mi trabajo es atender colegas”

“Ahora, mi trabajo es atender colegas”

A una semana de su abrupto despido de Radio Continental, Víctor Hugo Morales habló con ANCCOM sobre el significado político de su desplazamiento, su situación laboral y anímica, el poder de Magnetto detrás de Macri, el cinismo de Lombardi y el futuro del periodismo.
¿Cómo se sintió en Plaza de Mayo el día siguiente a su despido ante la multitud autoconvocada?

Conmovido, perplejo, abrumado, desconcertado, feliz. Todo eso junto.

¿En qué situación se encuentra con Radio Continental? ¿Después del discurso en la Plaza lo contactaron?

No. Yo tuve la esperanza ese día en la Plaza, por eso que se me ocurrió decirlo cuando miraba la multitud. Mi análisis fue que no solamente me estaban quitando a mí de la radio, si no que les estaban quitando una de las voces que esa gente que estaba allí siente que la representa, o que le dice una parte de una verdad que quieren escuchar a través de los medios de comunicación. Los medios de comunicación tenemos profundamente que ver con la democracia. Y entonces se me ocurrió decir en nombre de esa multitud que me devolvieran el programa. Pero eso no fue escuchado, así que nadie me llamó.

¿Le hicieron alguna oferta laboral en un medio de comunicación?

No. Nadie me ha llamado para tener una conversación concreta. Pero te llaman y te dicen “la radio está a su disposición” emisoras más chicas de las que normalmente tienen predicamento fuerte.  De las emisoras de grandes audiencias nadie me ha hablado y me parecen que están todas muy consolidadas con una muy buena programación. Por consiguiente, una de las cosas graves que hizo la radio cuando me echó fue dejarme pedaleando en el aire en el mes de enero. Esto es difícil para cualquier profesional, como resulta muy fácil entender.

¿Por dónde se lo va a poder seguir escuchando o leyendo?

Ahora mi trabajo –entre comillas- es atender colegas y hablar con todos los posibles, de todos los ámbitos y de esa manera distraerme de esta ausencia tan fuerte que es en mi vida de cuatro horas, que en realidad eran seis horas -por las dos horas de preparación-, y que eran más todavía porque en realidad todo el día estaba pensando en el programa. Pero bueno, estoy en una situación un poco extraña todavía. No he hecho el duelo. Así que eso vendrá más adelante.

 ¿Qué pasó con su programa de TV Bajada de Línea?

Bajada de Línea no sale más en Canal 9, que actualmente parecería pertenecer a la misma que Radio Continental.

El presidente Mauricio Macri lo señaló como un fanático kirchnerista, ¿qué opina sobre sus declaraciones?

Que ese es justamente el argumento por el cual la Radio (Continental) prescindió de mí. Que ese fanático kirchnerista el día que habló ante una multitud en la Plaza mencionó, entre otros temas, dos de los más graves en que ha tenido discordancia con el Gobierno: la Ley antiterrorista y la falta de  despenalización del aborto. Los fanáticos no son críticos de lo que hacen los gobiernos a los que supuestamente adhieren. En consecuencia, Macri podrá repetir lo que (el CEO de Clarín Héctor) Magnetto ha creado de mi persona porque él es la máscara con la que Magnetto está actuando ante nosotros: Macri es Magnetto. Entonces dice lo mismo que Magnetto. Es la única coherencia que hay sobre las palabras que dijo ese día.

¿Sigue sosteniendo que el motivo del despido de Radio Continental es puramente político?

Sí, enfáticamente. Fue muy gracioso lo del  periodista que le preguntó a Macri si hay o no hay libertad de expresión. De cada mil presidentes, cuántos, sino mil, dirían “por supuesto que hay libertad de expresión”. Lo grave ahí es no haber repreguntado. Pregunta sin repregunta es… pobre como pregunta. Macri dice “este gobierno no va a decir quiénes trabajan y quiénes no de los periodistas”, y acabamos de ver cómo cumplió la promesa de campaña de que no trabajasen más los de 6-7-8, y cómo echó a la gente de Radio Nacional. Si le hubiera preguntado sobre eso, la pregunta nada más que por formulada hubiese derrumbado la respuesta absurda de Macri.

¿Cuál piensa que es presente y el futuro del periodismo?

Hasta a los periodistas les cuesta mucho mantener un alto nivel de información. Es el esfuerzo que hagan permanentemente, en el minuto a minuto: de una lectura profunda de diarios, de una revisión total de portales, de una búsqueda trascendente de los pensadores y sus ensayos de este momento de lo que está ocurriendo en el mundo, del análisis que sepan nutrirse cuando no sabemos de alguna disciplina para entender algo que económicamente nos parece que vale la pena entender. De una manera más compleja que nunca, sale un periodista que se exprese. De ese periodista que se exprese, hay una opinión y una manera de pensar que la gente respetará o no, en función de ese nivel de información que maneje.

¿Qué piensa de lo que dijo Hernán Lombardi sobre que usted seguirá con sus programas en Radio Nacional?

Un ataque feroz de cinismo. Porque dice que hay libertad de expresión porque yo puedo hacer programas donde el protagonista es Mozart o Piazzolla que, por otra parte, hago gratis en Radio Nacional, y que dejaré de hacer, porque entender que cínicamente puede querer hacer creer que hay libertad de expresión porque yo puedo anunciar la sinfonía número 30 de Mozart es llegar a términos de un cinismo… como si un tsunami lo envolviese a uno.

En algunas entrevistas de los últimos días usted hizo referencia a su salud, o parafraseando: que espera que no afecte a su salud la situación que está viviendo. ¿Cómo se encuentra anímicamente?

No, no. Yo lo que he dicho es que, frente a lo que manifestó la radio como motivo de despido: que yo no había cumplido profesionalmente, para marcar el tipo de profesional que soy mencioné que durante 10 años no falté nunca. Cuando digo nunca es nunca. Y que eso tenía que ver con la buena salud que Dios me dio y que, ojalá, ahora no se afecte. Pero estoy muy bien, no se preocupe, por ahora.

Un médico ahí

Un médico ahí

A cien metros de la fuente esculpida por Lola Mora, en Costanera Sur, hay un carrito que vende ceviche, sobre la Avenida España. Ahí empieza el barrio Rodrigo Bueno.

A diferencia de los edificios del contiguo barrio de Puerto Madero, en Rodrigo Bueno las construcciones son bajas, no tienen más de tres pisos. No se conoce un número preciso de habitantes, algunos dicen que son tres mil, otros cuatro mil y están los que afirman que son más de cinco mil. Los domingos, subrayan, se puede hacer ruido sólo hasta las diez de la noche porque al día siguiente todos tienen que trabajar.

El asentamiento Rodrigo Bueno existe desde mediados de la década de 1980, pero aún no tiene agua corriente ni cloacas, el tendido eléctrico es precario y los vecinos cada vez construyen más pozos ciegos individuales. “Estamos en la época prehistórica”, dijo Ricardo Melgarejo, vecino y delegado de una de las cuatro manzanas en que se divide el lugar.
Los cuatro delegados de manzana pidieron hacer los primeros pozos colectivos a la Unidad de Gestión de Intervención Social (UGIS), ente encargado de “organizar, ejecutar y supervisar las obras de mejoramiento habitacional, mantenimiento del hábitat en las situaciones de emergencia en villas y barrios carenciados”, pero la UGIS no aceptó.
Gastón Arispe Huamán, de trece años de edad, murió el 9 de marzo en la manzana dos, al caer en el segundo pozo que la familia tuvo que cavar en el patio de su casa, porque el primero ya estaba lleno. Los vecinos, con mucho esfuerzo y solidaridad inmediata, sacaron a Gastón del pozo, pero no llegaron a salvarle la vida.
La ambulancia tardó una hora en llegar al barrio y los camilleros no quisieron entrar al lugar. Sin mayores explicaciones, le dijeron a la madre que llevara al niño hasta “la canchita” donde lo esperaría la asistencia médica. El trayecto a “la canchita” es laberíntico y eterno con un chico en brazos en un estado inconsciente, los pasillos son estrechos, el suelo es irregular: una parte de tierra y otra de cemento, hay goteras y perros sueltos, no pasa una ambulancia, pero sí una camilla.
“Los médicos, como cualquier persona, tienen ese temor, ese miedo de que les puede pasar algo dentro de las villas, de que corren balas. Eso es porque desconocen. Nosotros siempre dijimos que los que manejan las ambulancias deberían ser de los barrios, acá también hay profesionales y enfermeros”, explicó Marino Sosa, delegado de la manzana dos en la que vive la familia de Gastón.
La ambulancia no puede entrar por los pasillos estrechos, los médicos tienen miedo a la inseguridad en los asentamientos humildes, los delegados de la manzana piensan que el barrio está estigmatizado, los vecinos corren peligros que pueden evitarse y el Gobierno, en lugar de urbanizar, apela ante la Cámara.
“En la Rodrigo Bueno no quieren invertir porque tienen esa fantasía de que algún día va a desaparecer y le van a dar pie al proyecto inmobiliario de IRSA, entonces nosotros estamos peleando con eso y ahora estamos judicializados”, concluyó Marino Sosa al despedirse.
Inversiones y Representaciones Sociedad Anónima –IRSA es una sociedad comercial de capitales argentinos dedicada a bienes raíces. Controla numerosas empresas y es propietaria de los principales centros comerciales: Alto Palermo, Abasto, DOT, Córdoba Shopping, Alto NOA, Buenos Aires Design, entre otros. Lo que plantean los delegados es que el predio de Costanera Sur tiene un gran atractivo para este grupo inmobiliario.

*** Artículo producido en el marco del Taller Anual de la Orientación (TAO). 2015.

Represión a trabajadores en La Plata 

Represión a trabajadores en La Plata 

Diez manifestantes heridos –dos de ellos terminaron internados- provocó la represión de la Infantería de la Policía Bonaerense cuando ayer por la mañana avanzó sobre los trabajadores despedidos que protestaban frente a la Municipalidad de La Plata en defensa de sus puestos de trabajo.

Por la mañana, doscientos manifestantes se habían convocado en la puerta de la sede gubernamental, ubicada en la calle 12 entre 50 y 54. Se trataba de integrantes de cooperativas cuyo contrato con el municipio no fue renovado a partir de la asunción del intendente Julio Garro, de la alianza Cambiemos.

La manifestación comenzó como repudio a las medidas laborales que ya dejaron sin trabajo a cerca de 15 mil personas en todo el país. Los trabajadores platenses no recibieron notificación alguna que les informara de su nueva situación, sino que se enteraron de las cesantías cuando la obra social IOMA les avisó que estaban dados de baja.

Cuando los manifestantes se acercaron al edificio municipal para entregar un petitorio, chocaron contra la Infantería que custodiaba el lugar formando un cordón para impedir el ingreso de los trabajadores despedidos.

Los oficiales de Infantería comenzaron a disparar con balas de goma y los trabajadores se dispersaron sin abandonar la calle, mientras las fuerzas de seguridad arrojaban también gases lacrimógenos y pimienta. Una mujer, identificada como Ana María, recibió nueve impactos en su torso.

La cifra de despidos estatales no para de aumentar desde que Mauricio Macri asumió el cargo de presidente de la Nación. Ya se ejecutaron más de 600 despidos en el Centro Cultural Kirchner, 700 en la Cancillería, 2.500 en el Senado de la Nación y 160 en la Secretaría de Comercio, entre otros organismos nacionales. En algunos estamentos reina la incertidumbre, como en el Programa Conectar-Igualdad, donde 892 profesionales y técnicos aguardan por la renovación de sus contratos. A nivel municipal, también hay réplicas de las políticas de ajuste: en Quilmes y Morón los despidos también se cuentan en millares.  En La Plata, algunos calculan que los cesanteados llegan a 4.500.

La represión policial de ayer fue la segunda desde que Mauricio Macri asumió la presidencia hace un mes, el pasado 10 de diciembre. Una semana atrás, los trabajadores de la avícola Cresta Roja, que cortaban la Richieri en defensa de su fuente laboral, también recibieron balazos de goma y gases lacrimógenos para obligarlos a abandonar la protesta.

Contra el vaciamiento del Grupo 23

Contra el vaciamiento del Grupo 23

A las 18 horas del martes, bajo unas gotas de lluvia momentánea, los delegados del diario Tiempo Argentino comenzaron a movilizarse, desde la esquina de la Avenida Madero y Perón, hacia Puerto Madero, con una bandera que clamaba: “No al vaciamiento del Grupo 23”. Detrás de ellos, marchaban los miembros del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), representantes de las comisiones internas de Página 12, La Nación, Clarín, Canal 13, Télam, Infobae, la TV Pública y Perfil; diputados nacionales, legisladores, y agrupaciones políticas y estudiantiles. La columna se encaminó por la calle Macacha Güemes hasta las oficinas de los dueños visibles del Grupo 23: los empresarios Sergio Szpolski y Matías Garfunkel.

El multimedios incluye, además de Tiempo Argentino, las revistas Siete Días y Cielos Argentinos, El Gráfico, el diario El Argentino (las versiones de Mar del Plata, Córdoba, Rosario y Gran buenos Aires), Infonews, CN23 y las radios América, Splendid, Vorterix –en sociedad con Mario Pergolini– y Rock and Pop.

“En el caso de Tiempo Argentino hay atraso en el pago de aguinaldos y no hay certeza del pago del salario de diciembre. Ahora, el Grupo 23 está compuesto por más de diez medios, y en algunos hay un nivel de atraso salarial que supera los cuatro meses, sin explicaciones de cómo van a seguir saliendo los medios a la calle”, dijo a ANCCOM Claudio Mardones, periodista y delegado de Tiempo Argentino. Los trabajadores aseguran que estas estrategias se basan en una maniobra de vaciamiento por parte de la patronal. Randy Stagnaro, también delegado de Tiempo Argentino, aseguró a través del megáfono que el vaciamiento llegó hasta los límites: “Esta empresa ha decidido ajustar sobre los insumos elementales,  básicos para nuestra tarea periodística, no hay taxis y no hay impresoras”.

Szpolski había aceptado reunirse con la Comisión Interna de Tiempo Argentino, pero finalmente decidió no hacerlo debido a que “había 500 personas apoyándolos”.

El 31 de diciembre pasado, los trabajadores del diario publicaron una carta abierta a los lectores, advirtiendo que el día 2 de enero la empresa había decidido no sacar a la calle la publicación de Tiempo Argentino. Ante esta decisión de la editorial, sumado al incumplimiento de pagos, los periodistas comenzaron a dar difusión a la situación. “Este reclamo que estamos haciendo es para que intervenga el poder político. Que intervenga el Ministerio de Trabajo, que ponga límites a estos empresarios que violan la ley. No puede suceder esto impunemente”, dijo Stagnaro en la puerta del edificio de Puerto Madero.  Ezequiel Dolber, delegado de Infonews, agregó: “Esta patronal ha cobrado 800 millones de pesos de pauta oficial en los últimos seis años, más la pauta privada. Es un escándalo que quiera dejar ahora a los laburantes a la buena de Dios”.

En la carta abierta de diciembre, los trabajadores de Tiempo explicaron que, según datos oficiales, el dinero recibido por pauta oficial fue de 814 millones de pesos. El periodista Mardones explicó: “La plataforma por la cual crearon el Grupo tiene un nivel de penetración y competitividad comercial que no se condice con que ahora digan que no tienen plata para poder ejecutar y llevar adelante un negocio, que ha tenido no solamente facturación de pauta pública, sino que además han logrado facturar pauta privada en una cantidad considerable e importante”.

Los empresarios justifican los incumplimientos aduciendo una crisis financiera, en la que los trabajadores no creen: “A nosotros nos resulta muy poco creíble para una empresa que ha facturado y que ha crecido tanto durante todo este tiempo. Es un grupo de medios que tiene un canal y que tiene varias radios. En el caso de Tiempo, además existe  una deuda muy fuerte con nuestros compañeros precarizados, los colaboradores, los que facturan sus notas. En fin, hay todo un marco en el que nosotros no creemos en esa crisis financiera, creemos que hay un intento de vaciamiento y es lo que estamos denunciando”, dijo Alejandro Wall, delegado de Tiempo Argentino. Por su parte, Mardones comentó: “La argumentación que nos dieron fue que tienen problemas financieros, que no tienen problemas económicos porque los compromisos que tienen por cobrar son muy grandes. Ahora, en esa situación, como cualquier empresa periodística en el medio de una situación de problemas financieros, deben responder con sus bienes, más teniendo en cuenta que han tenido una facturación millonaria. Es decir, revisando la facturación pública y privada de estos grupos no se entiende que ahora no puedan respaldar una situación para atravesar un verano”.

La consigna “unidad de los trabajadores” fue una de las marcas más visibles de la movilización bajo el fuerte respaldo del reciente SiPreBA , y en la que también estuvieron presentes: el delegado de la Comisión Interna AGEA-Clarín, Francisco Rabini, que en solidaridad con los compañeros dijo: “Repudiamos esta maniobra, que es costumbre del empresariado de medios, más allá de los intereses y del signo político que los identifique”. La delegada de trabajadores de prensa de La Nación, Irene Haimovichi, aclaró: “Los patrones son patrones para nosotros, no hay diferencia”, y agregó: “Si un grupo de medios está en riesgo, están en riesgo los puestos de trabajo de 800 compañeros, lo cual impactará de una manera terrible en todo el gremio de prensa. Nosotros tenemos que levantar estos medios como bastiones y en defensa de la información, y de la democratización de la información para todo el pueblo argentino. Vamos hacer como propia esta lucha, y a defender cada uno de estos puestos de trabajo”.

 

 

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