Por Daiana Salvatore
Fotografía: CTA

No hubo acuerdo entre trabajadores y empresarios en la reunión que se realizó para fijar el nuevo salario mínimo, vital y movil. Ahora definirá el Gobierno. Hubo movilización gremial y de movimientos sociales.

La jornada comenzó cerca de las 10 de la mañana cuando empezaron a llegar a las puertas de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, en Alem 650. Los trabajadores de las dos CTA, ATE, la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), el Polo  Obrero (PO), el Frente Territorios en Lucha, La Coordinadora por el Cambio Social, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), entre otras organizaciones sociales, marcharon a la espera de la reunión del Consejo del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM). En total unas dos mil personas y cortaron dos carriles mano a provincia entre banderas y bombos.

La reunión de la que participaron la CGT, CTA y CTA Autónoma, las cámaras empresariales y el gobierno se realizó de manera virtual –lo que ya aventuraba una mera formalidad del encuentor- y no llegó a buen puerto. Sin acuerdo, es el Estado quién define el nuevo monto.

Mientras la CGT exigía un salario mínimo de 512.000 pesos, la CTA Autónoma puso sobre la mesa la necesidad de 644.000 pesos de mínimo con sus respectivos incrementos mensuales. La oferta de las cámaras empresarias no cumplió con las expectativas, la propuesta fue la módica suma de 326.000 pesos con aumentos hasta abril que alcanzan los 349.000 pesos. Desde agosto, el salario mínimo está en 322 mil pesos, pasados tres meses, la oferta del sector empresarial significa un aumento de 4 mil pesos. Luego del cuarto intermedio y de que las partes no lograran un acuerdo, el gobierno les notificó que resolverá el aumento mediante un decreto. Esta situación se repite desde hace dos años y el Gobierno de Javier Milei siempre define en sintonía con las propuestas empresariales.

Además del aumento del salario mínimo, los sindicatos y organizaciones exigen la recomposición de ingresos para los trabajadores de la economía popular a través de un Salario Social Complementario, la restitución de políticas alimentarias y un bono de fin de año.

La canasta básica total según el INDEC es más del triple del monto del salario mínimo actual. La importancia de este acuerdo radica en que el SMVM es una suma que tracciona para abajo la remuneración de los empleados bajo convenio, a las trabajadoras de casas particulares, los rurales, los estatales locales y provinciales, de la economía popular, y los programas sociales. Además, en base al SMVM se definen las asignaciones de planes sociales y otras prestaciones, como por ejemplo la que reciben durante tres años los chicos que a los 18 años egresan de un hogar sin haber sido adoptados por una familia.

Movilizados y en unidad

La presión de la movilización se hizo sentir desde temprano pero no alcanzó para torcer un guion que parecía escrito de antemano. Todo se desarrolló en orden y algunos referentes pudieron hablar desde un camión con parlantes que probablemente nadie en la reunión virtual llegaba a escuchar. Entre los expositores, Hugo “Cachorro” Godoy, Secretario General de la CTA Autónoma, destacó: “Nos organizamos en unidad más allá de la relación formal o informal con el empleo, es la tarea que estamos construyendo y nos enorgullece”.

A su turno, Alejandro Gramajo, Secretario General de la UTEP consideró que “estamos en manos de un gobierno que vino a favorecer a las corporaciones económicas”. Además, exigió que “se restituyan los alimentos de los barrios populares y comedores comunitarios”.

También estuvo Eduardo Belliboni, dirigente del PO, quien destacó que “la inflación se está comiendo los salarios”. Y alertó que las reformas que impulsa el gobierno buscan “arrasar con las conquistas del conjunto de los trabajadores”. En esta sintonía, el dirigente advirtió que “va a crecer la desocupación con la reforma de Milei. Huelga y paro general es nuestro principio. Si hay un paro vamos a estar todos a la calle ¿o hay alguna duda?”.

Estos sectores dejaron expuesto al gobierno, las reformas que tiene en carpeta y la situación de todo el colectivo de trabajadores, jubilados y de la sociedad en general. Pusieron de relieve lo que se viene: discusiones por zoom desde las que no se escucha a los trabajadores.