Osvaldo Lamborghini, obras completas, primera parte nos recuerda lo desafiante del pensamiento de este autor amante de las márgenes y de lo que muchos suelen elegir no mirar. En esta performance se mezcla todo lo que es Lamborghini, sin esquivar la pornografía y la violencia.

Al entrar al teatro, independiente y en medio de un barrio de casas bajas y depósitos en la capital porteña, se respira una atmósfera joven, culta y vibrante. El Galpón de Guevara cuenta con un café bar, una pequeña biblioteca y una mesa de ping pong; funciona como un club social donde podés ver obras de teatro, hacer danza y acrobacia aérea. Lo que sí, te recomiendan dejar la bicicleta con candado, porque están abiertos al público y no sé sabe qué le pueda llegar a pasar.
Los espectadores compraron sus entradas mediante la página de Alternativa Teatral o en la boletería que funciona al extremo de la barra. La fila para entrar a la sala se extiende por todo el salón de entrada, el café bar y los primeros metros de la vereda. El clima es amable, como casi siempre lo es durante las noches a mediados de la primavera. De los 150 asientos disponibles, la mayoría estaban ocupados y la obra comenzó con un juego de luces que establecieron el clima de la historia.
Como en todo, hace falta contextualizar. Osvaldo Lamborghini fue un escritor y poeta argentino de vanguardia. Nació en 1940 y falleció en el 1985 en Barcelona. Solo publicó tres libros en vida; el resto fueron póstumos. Su literatura se caracteriza por su uso del lunfardo y por ser paródica, violenta, política, pornográfica, escandalizante y, también, algo cínica. Fue peronista, pero también criticaba ciertos aspectos de esa militancia, por lo que se acercó a la Acción Revolucionaria Peronista de John William Cooke. Lamborghini, al igual que su hermano Leónidas, quién también fue autor, fue tremendamente censurado, en principios por el gobierno de facto de la Revolución Libertadora y, luego, por la última dictadura militar, que lo obligó al exilio.
Lamborghini explicaba, cuando aún vivía, que entre sus libros y sus obras plásticas no había una discontinuidad, sino que estaban todas relacionadas entre sí. Como un auténtico representante de la vanguardia artística, decía que su obra estaba ligada a la vida y esto se ve reflejado en las elecciones estéticas y los guiones de la pieza teatral que lo homenajea.

La obra
Con las actuaciones de Hernán Franco, Juan Isola y Valentín Pelisch, la puesta en escena despliega un lenguaje multimediático que combina interpretación en vivo, música estrambótica, iluminación estroboscópica, ilustraciones, animaciones y diversos materiales audiovisuales pregrabados. El resultado es una experiencia sensorial intensa, donde lo teatral se entrelaza con lo visual y lo sonoro, generando un universo tan hipnótico como perturbador y confuso. Un espectador lo puso en estos términos: “Al principio me quería ir, pero no me pude levantar de la silla en toda la obra. No sé si me gustó, pero definitivamente me atrapó”.
Jeremías, acróbata y circense de 32 años, opinó que, a diferencia de su amigo -quien no dio su nombre-, le encantó: “No pude parar de reírme. No solo es divertidísima, sino que es sumamente inteligente y funciona como una parodia de la sociedad argentina, de nuestra política y nuestra manera de ser”.
La performance duró una hora y media y, fiel al autor pero no al folleto de promoción, entrelaza la trama de varias de las novelas, caricaturas, cartas y poemas de Lamborghini. Retrata la relación entre dos hombres homosexuales, pero ambos son Osvaldo Lamborghini. Hace referencia al consumo de drogas alucinógenas, los prejuicios hacia las personas gay, a la sexualidad como un lugar de disfrute, pero también de perversidad y violencia. Es psicodélica en todos los aspectos, los liberadores y los agobiantes, porque muestra a los personajes en un estado de consciencia alterado permanente.
También habla de las percepciones societales de éxito y como los individuos las incorporan como propias, del perfeccionismo incapacitante y de cómo reprimir lo que sentimos (en especial, lo sexual) solo provoca mayores dificultades y exabruptos antisociales, como el bullying, la violencia sexual, el clasismo y la cultura del reviente (del consumo de drogas indiscriminado).
Una joven llamada Cami, en breve diálogo con ANCCOM y al terminar la función, declaró: “No me parece una obra muy ATP, ni apta para espectadores sensibles. Yo traje a mi papá basándome en lo que leí online y no sabía dónde meterme”. Es arte y los actores están a la altura del desafío que también interpela a los espectadores: el guion toca temas que, para aquellos no familiarizados con la prosa y filosofía de Osvaldo Lamborghini con eje en lo violento y lo pornográfico, la obra puede shockear.
A la manera y bajo el estilo que impone esta obra de teatro, podríamos describirla con una catarata de palabras inconexas y, al final, no tan desconectadas: marginal, pornografía, censurable, psicodélica, homosexual, prejuiciosa y, a la vez, inclusiva. Sobre todo, es extremadamente actual y nos permite reflexionar acerca de cientos de problemáticas contemporáneas.
Osvaldo Lamborghini, obras completas. Primera parte es una producción de la compañía La Espada de Pasto, realizada en coproducción con El Galpón de Guevara y desarrollada dentro del programa de residencias artísticas VIVA. El proyecto cuenta con el apoyo de Mecenazgo y se presentará los viernes a las 23 horas hasta el 28 de noviembre.
