Miles de militantes se acercaron a conmemorar el 17 de octubre a San José 1111, donde la expresidenta se encuentra cumpliendo arresto domiciliario. La líder peronista salió al balcón y convocó a votar contra Milei el próximo 26.

Los puestos de choripán comienzan en la intersección de Santiago del Estero y San Juan. El aroma de las parrillas inunda las bocas del subte, mientras los bombos se escuchan cada vez más cerca, a medida que uno avanza por San José hasta Humberto Primo. El barrio de Constitución parece vestirse de gala con pasacalles que decoran las esquina, y puestos de gorros, stickers y remeras que van desde las clásicas con la cara de Perón, Evita o Cristina, hasta las más aggiornadas a la coyuntura, con frases como “Argentina no se U.S.A.”. Miles de militantes llegaron a San José 1111 para celebrar el Día de la Lealtad Peronista, a 80 años de la multitudinaria manifestación en Plaza de Mayo que pedía la liberación del entonces vicepresidente de la Nación, Juan Domingo Perón.
Bajo las consignas “Leales de Corazón” y “Liberamos a Perón, liberemos a Cristina”, la caravana comenzó cerca de las 16 desde las terminales de Retiro, Once y Constitución, para llegar una hora después al domicilio de Cristina Fernández de Kirchner, quien se encuentra cumpliendo su condena en prisión domiciliaria. La historia parece repetirse 80 años después; la líder del movimiento peronista se encuentra detenida. Al ser consultada por ANCCOM sobre esta coincidencia, Mayra Mendoza, Intendenta del partido de Quilmes, reflexionó: “El General Perón decía que hay dos tipos de lealtades: la que nace del corazón y la de aquellos que no les conviene ser desleales. Hoy acá estamos quienes sentimos lealtad de corazón con Cristina, con la historia, con las ideas y con el pueblo también”.
Los minutos fueron pasando y la gente seguía llegando. Todos buscaban el mejor lugar para poder verla, estiraban el cuello intentando adivinar alguna figura por la ventana. Los cantitos amenizaban la espera, desde la Marcha Peronista hasta el ya tradicional “vamos a volver”. Finalmente, el ruido de los parlantes instalados en distintos lugares de la vereda irrumpió en el improvisado escenario. La voz no necesitaba presentación. La multitud estalló, los bombos rápidamente cesaron, la atención se centró en una sola dirección. “No quiero que este sea un acto de nostalgia, sino de enseñanza útil para el momento que estamos viviendo. La historia sirve para aprender de ella. Aquel 17 de octubre del 45, no sólo fue una gran movilización de trabajadores. Fue, por sobre todas las cosas, el más formidable acto de conciencia nacional y popular de nuestra historia. Ese día, el pueblo argentino descubrió que defender a Perón era defenderse a sí mismo”, comenzó Cristina Fernández de Kirchner, tras agradecerles a todos “por haber venido” como lo hace la anfitriona de una fiesta que saluda a sus invitados.
Durante alrededor de 15 minutos, Cristina hizo un repaso por la historia del movimiento, la injerencia política y económica extranjera y un análisis de la coyuntura política actual, donde se refirió al video en el que Trump advirtió: “Si Milei pierde las elecciones, no seremos generosos con la Argentina». Sobre esto, la presidenta del Partido Justicialista recordó: «Exactamente 80 años después, otra vez nos ponen en la misma disyuntiva. En aquel entonces: era Perón o Braden -ex embajador de los Estados Unidos en la Argentina-. Hoy pareciera ser Perón o Bessent -secretario del Tesoro de los Estados Unidos- . Estar 80 años después en la misma situación revela que el verdadero problema que tenemos como país no es la injerencia extranjera, sino la incapacidad de la derecha y del poder económico en la Argentina para proponer un proyecto de país que incluya a todos los argentinos. Ayer nos querían imponer un modelo desde la embajada, hoy ya lo hacen directamente desde el despacho oval en Washington”.

Pasados unos minutos de la reproducción de su discurso, Cristina salió al balcón, desplegó una bandera argentina, que partía desde su ventana y se extendía sobre las cabezas de los militantes, y se dispuso a saludar, sonriendo, acompañando los cantitos y hasta animándose a bailar. Abajo, Ruben Funes, un jubilado de 76 años levanta ambas manos desde su pecho hacia ella, al tiempo que se le cae alguna lágrima por la mejilla. “Vine porque sentí que tenía que estar. No me importa la edad ni las piernas, tenía que venir. Yo estuve en muchas plazas, en muchas marchas, pero esta tiene otro peso. No es solo por Cristina, es por lo que representa: por todos los que seguimos creyendo que el país no se vende, que los laburantes valemos algo. San José 1111 es el lugar donde la quieren tener callada, pero nosotros vinimos a decir que no está sola”.
Además de ser el Día de la Lealtad, este 17 de octubre es especial por la cercanía con las próximas elecciones legislativas nacionales, a celebrarse el próximo domingo 26. Los comicios serán clave para el peronismo que busca ponerle un freno al gobierno de Javier Milei en el Congreso, además de repetir la victoria conseguida en los comicios de la Provincia de Buenos Aires el pasado 7 de septiembre. En este sentido, Mayra Mendoza recalcó la importancia del próximo sufragio: “El peronismo está proscripto en la Argentina y hasta que Cristina no esté en libertad, el pueblo tiene que estar en la calle movilizándose y también dando una demostración de conciencia popular en las elecciones. Lo demostramos en septiembre y ahora lo volveremos a hacer en octubre. Así que para que Cristina esté un poquito más cerca de estar en libertad este domingo 26 de octubre, Fuerza Patria”.
En las calles, la confianza parece consolidarse. Mariana Vignausse, una docente que lleva una remera de la Selección Argentina con la frase “Luchá como una Abuela de Plaza de Mayo” y agita una bandera, es tajante: “es más que claro que incluso muchos de los que en su momento lo votaron, creyendo en un cambio o en las fantasías que prometía, hoy están completamente desilusionados. No puede salir, no puede hacer nada, y eso se nota en la calle. Yo creo que ese malestar se va a reflejar el 26”.
Por su parte, la expresidenta de la Nación, motivó a la militancia: “Que este día de la lealtad sea la antesala del 26 de octubre, el punto de partida de una nueva mayoría popular que vuelva a poner a la Argentina de pie. Milei ya tiene el voto de Kristalina Georgieva, del embajador Lamelas, Bessent. Tiene el voto de los que fugan, de los que timbean, de los que venden la patria al mejor postor. Pero lo que ya no tiene es el voto de los trabajadores que no llegan a fin de mes, de las madres que pagan la luz en cuotas, de los jóvenes que no encuentran trabajo ni oportunidades, y menos la de los jubilados que eligieron este país para vivir con dignidad. Así que, compañeros, compañeras, militancia querida, el 26 es Milei o Argentina”.