Por Sofía Spinelli
Fotografía: Gentileza ciclistas

Tres amigos entrerrianos partieron en bicicleta para llegar al Mundial de Fútbol de Estados Unidos para alentar a la Argentina. Pedalearán 10.000 km para emular una experiencia que ya realizaron para Rusia 2018 y Qatar 2022.

El fútbol despierta pasiones capaces de mover multitudes. En el caso de Vicente Conculini, Yamandú Martínez y Juan Miguel Silio, esa pasión los mueve sobre dos ruedas: decidieron emprender un viaje en bicicleta que los llevará desde Argentina hasta Estados Unidos, para alentar a la Selección nacional en el Mundial 2026.

Oficializado el ranking FIFA, la Selección Argentina de fútbol masculino aguarda en el tercer puesto a que comience la competencia deportiva más vista a nivel mundial. Luego de dos años y medio de liderar esa tabla, la caída por la mínima ante Ecuador en el último partido de Eliminatorias modificó la posición del equipo de Lionel Scaloni que, no obstante, encabezó con holgura la clasificación sudamericana.

Tres amigos conforman un equipo que une kilómetros de ruta con el mismo sueño que comparten millones de argentinos: volver a ver a la Scaloneta en lo más alto. “Hace 25 años que practico el cicloturismo”, comenta Miguel Silio, proclamado por sus compañeros como el líder del grupo por su vasta experiencia. “Ya llegué a Moscú en 2018 y a Qatar en 2022, pero ahora quiero cumplir el tercer intento y llegar en bici hasta Estados Unidos”.

La travesía no es solo deportiva. En cada parada, los tres ciclistas se nutren de la cultura y la gente de los lugares que visitan. Conculini lo resume así: “Llegar al Mundial es como la frutilla del postre, pero el camino en sí es lo más importante: conocer gente, paisajes, convivir y superar el desgaste físico y mental. El Mundial será la fiesta final, pero no es todo, es el cierre de un viaje enorme”.

Los desafíos aparecen en cada tramo. Desde las montañas que tanto le cuestan a Martínez —“soy pesadito, las subidas me matan”— hasta el temido Tapón de Darién, la selva que separa Sudamérica de Centroamérica. “La idea es cruzarlo en lancha, porque en avión no queremos. Serán dos días navegando entre Colombia y Panamá”, anticipan los tres ciclistas amigos desde el Chaco Paraguayo, donde se encuentran al momento de esta entrevista virtual.

La logística tampoco es sencilla. Viajan en bicicletas especialmente diseñadas para largas distancias, equipadas con alforjas para cargar lo indispensable, como ropa y provisiones. “Sólo en Europa existen caminos pensados para el cicloturismo. Acá tenemos que convivir con camiones, autos, motos y animales. Siempre buscamos rutas más tranquilas, pero muchas veces hay que enfrentar el tránsito pesado”, explica Silio.

El viaje también es un aprendizaje personal y colectivo. “Esto es un grupo, y como tal tenemos diferencias entre los integranes. El desafío es sortear los momentos difíciles y llegar íntegros, sin perder la amistad”, reflexiona Martínez. Para Conculini, la experiencia significa “introspección, conocerse a uno mismo y a los otros”.

Por primera vez, a pesar de sus experiencias previas recorriendo el mundo en bicicleta, Silio decidió compartir el recorrido en redes sociales (@enbiciandoalmundo). “Siempre viajé para mí, sin fotos ni publicaciones. Pero en este viaje sentimos la necesidad de dar visibilidad. No sé si la exposición te da más seguridad, pero sí la sensación de estar acompañado”.

El viaje de los tres amigos que empezaron a pedalear el 17 de agosto fue declarado de interés provincial oficialmente por la Cámara de Diputados de la provincia de Entre Ríos. Al cierren de esta nota ya habían llegado a Tarija, Bolivia, con el aliento de cientos de seguidores de una travesía diseñada para esperar el mundial.