Por Iara Guglielmucci
Fotografía: Gentileza Luciana J. Marrero

La familia de Luciana Muñoz, desaparecida en Neuquén hace trece meses, llegó a Buenos Aires para federalizar su lucha ante la parálisis en la búsqueda de las autoridades locales. Sospechan que fue víctima de una red de trata.

Lila Aguerre y Mirta Muñoz, la madre y la abuela de Luciana, exigieron a las autoridades nacionales que la cara y el nombre de la joven aparezcan en aeropuertos, terminales y límites fronterizos, y que se la busque fuera de Neuquén, la provincia donde vivía y desapareció. En diálogo con ANCCOM, dijeron que también están luchando para que se cambie la carátula del expediente y que sea caracterizado como un caso de trata. Por eso, se reunieron con representantes del Poder Legislativo y organizaciones de derechos humanos, entre ellas la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex). Durante todo el proceso estuvieron acompañadas de Paula Carbajal, integrante de la Asamblea por la Búsqueda de Luciana Muñoz y representante de la agrupación Mujeres por la Libertad, y de Nancy Cisterna Antilef, directora del colegio al que asistía la joven.  

 

“No vamos a parar de buscarla”

Luciana desapareció la noche del 13 de julio de 2024 en Gran Neuquén Norte, cuando estaba yendo a ver a un amigo. Un mes después hubiera cumplido 21 años. La familia realizó la denuncia el mismo lunes de esa semana, recorriendo el barrio y alrededores, diseñando flyers para compartir en redes sociales, empapelando la zona con la cara de Luciana, repartiendo panfletos. Pero la búsqueda oficial estuvo trabada desde el principio, ya que los fiscales y policías se demoraban en ir a los lugares que la abuela o la madre de Luciana les indicaban. “Es como que hicieron abandono de ella. Porque si nosotros le decíamos ‘vayan a buscarla allá, vayan a ver este lugar’, no iban. Capaz que iban 24 horas después, cuando ya la habían movido”, afirmó Mirta.

Uno de los sospechosos principales es el exnovio de Luciana. Se habían peleado y hacía unos meses que ya no hablaban con tanta frecuencia. “Maximiliano Avilés y Lucas Pinilla son los culpables de la desaparición de ella. Porque la última vez que se la vio fue con esas personas.”, afirmó Lila. Avilés fue el único detenido en la causa, imputado por falso testimonio y condenado a prisión domiciliaria, un beneficio que violó en varias oportunidades. Si bien luego se realizaron rastrillajes y allanamientos en toda la provincia, no se hallaron culpables de su desaparición ni se encontraron huellas que indiquen dónde está la joven neuquina. 

Las mujeres de la vida de Luciana armaron red entre sí, se unieron con amigas, familiares, docentes del colegio al que asistía y militantes de la agrupación Mujeres por la Libertad para fortalecer su reclamo ante la desidia de las autoridades. Debido a la profundidad de las pesquisas llevadas a cabo hasta el momento, la familia supone que sus secuestradores la sacaron de la provincia, otro gran motivo para visibilizar la búsqueda a nivel país. 

Encontrar algún anillo

Quienes la buscan coinciden en que el caso de Luciana no es un hecho aislado. Hay varios indicios que llevan a pensar que se enmarca en una red de corrupción y prostitución forzada, problemáticas cada vez más graves en Neuquén. Al momento, la causa está catalogada como homicidio sin cuerpo, título que no logra caracterizar la complejidad del crimen. “Vinimos a exigir que esto pase al ámbito de la justicia federal y que sea visto como trata”, afirmó Lila.

Durante la búsqueda de Luciana, Lola y Mirta encontraron y rescataron a mujeres que estaban retenidas en contra de su voluntad en diversos sitios en Neuquén Capital. “A través de la búsqueda de mi hija se han encontrado muchas chicas que estaban en cautiverio, en varios prostíbulos. Y yo digo ‘tan mal no fue la búsqueda de mi hija’ porque por esa búsqueda también se encontraron muchas chicas más que fueron salvadas”, expresó la madre de la joven desaparecida. Estos hallazgos sirven de motivación e impulso para seguir buscando un rastro, una pista, una marca que indique dónde se encuentra Luciana. “Alguna prenda de ella, algún anillo. Ella era de usar muchos anillos. Algo tiene que quedar, algo tienen que encontrar.”, indicó la madre de Luciana llevando la mirada hacia abajo y mostrando sus manos, sin ningún anillo. 

Luciana se les aparece en sueños, en recuerdos, y en el rostro de su hija menor. La nombran, la sienten presente en el día a día, creen que está viva, secuestrada en alguna parte. “Es un dolor muy grande que tenemos la familia. Es llevar eso todo el tiempo, no sabés si ella está viva o muerta. El dolor de decir que si está viva, está sufriendo en algún lugar. Si está muerta, queremos poder encontrarla y darle un descanso, paz”, dijo Lila. 

Unidas a las luchas colectivas

En su viaje a Buenos Aires, la familia participó en la marcha por los jubilados, en las protestas en contra del gatillo fácil y en la manifestación por la libertad de Facundo Jones Huala, donde les dieron voz para seguir exigiendo la aparición de Luciana. La familia también acompañó la Ronda de las Madres de Plaza de Mayo, línea fundadora, donde dieron visibilidad a su reclamo. “Anduvimos en las marchas con la carita de ella. Ahora van a salir en los diarios y deben estar saliendo en publicidades la cara de Luciana. Y eso es lo que queríamos”, agregó Lila. Con la mediación de Paula Carbajal, miembro de la Asamblea por la Búsqueda de Luciana Muñoz y representante de Mujeres por la Libertad en Neuquén, la familia se conectó con miembros de esta organización en Buenos Aires y con la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), que les ofreció una habitación en su hotel para hospedarse. 

Tanto Lila como Mirta se sintieron agradecidas y conmovidas por el apoyo que recibieron en Buenos Aires y dijeron que “se van satisfechas” por ese lugar para expresar su voz y visibilizar más la búsqueda. Ambas aseguraron que también se sintieron conformes con la escucha y las posibilidades que les brindaron tanto en las manifestaciones como en la Cámara de Senadores y en la de Diputados. El grupo estuvo en diálogo con el senador nacional Oscar Parrilli, con Mónica Macha, diputada del bloque peronista, y con diputados del Frente de Izquierda-Unidad como Christian “Chipi” Castillo y Mercedes Trimarchi. También las recibió una asesora de Vanina Biasi. “Nos dieron la oportunidad para expresarnos y poder exponer el caso de mi hija, que está desaparecida, desde hace un año y un mes”, describió Lila. 

Plantar bandera

Mirta, Lila, Paula y Nancy volvieron a Neuquén el viernes pasado, determinadas a continuar con la lucha desde allá. Ya confirmaron que si llegara a ser necesario volver a Buenos Aires, están más que dispuestas a hacerlo.“En Neuquén capital no hacen nada. Por eso vinimos a la CABA, a plantar bandera”, expresó Mirta.

La familia de Luciana insistió en la importancia de visibilizar la problemática de la trata de personas en las escuelas, en las casas, en las conversaciones diarias. En palabras de Lila, “hay que hablarlo por más que sea duro, por más que sea fuerte. Hay que concientizar a los niños, a los adolescentes, hasta a la gente mayor. Porque es un tema que mucha gente no habla”. Ese es el trabajo que están haciendo en Mujeres por la Libertad y en el CPEM Nº 76, colegio secundario al que asistía Luciana. Las docentes y militantes brindan talleres, charlas y reuniones para dialogar un tema que si bien permea la realidad de la provincia y del país, todavía no es lo suficientemente discutido.

Lila contó que ante la falta de recursos, las demoras de la Justicia y el abandono gubernamental en Neuquén, muchas familias dejan de buscar el rastro de quienes perdieron. Con el tiempo ganan la dificultad, el desasosiego y el dolor. Ellas no. Su madre y su abuela van a seguir buscando a Luciana hasta que aparezca.