Por Agostina Caravallo Muraca
Fotografía: Oriana Estrada

Como cada miércoles se manifestaron frente al Congreso para reclamar el aumento de haberes, la restitución de los medicamentos gratuitos y la moratoria. Esta vez el blanco de sus cánticos fue Karina Milei y su vinculación con las coimas de la ANDIS.

Otro miércoles, otra marcha de jubilados que se dio en las calles aledañas al Congreso con un corte del tránsito permitido por las autoridades policiales que, esta jornada, se mantuvieron al margen durante el transcurso de la protesta.

El ambiente es  distendido, con risas, bailes murgueros y mates compartidos entre los manifestantes. De fondo se escucha un grupo de percusión con bombos y trompetas que acompañan los distintos cánticos de los presentes, como de costumbre, pero el hit que suena esta tarde es el jingle que se popularizó sobre el escándalo de las coimas en la A.N.DIS con la consigna monocorde, “¡Karina es alta coimera!”.

Ana María Tapia es de la agrupación de jubilados insurgentes y militante de Sobrevivientes, Familiares y Compañeros de Campo de Mayo, tiene 72 años, y hace diez que es jubilada. Yo te voy a decir algo –subraya-, luché toda mi vida, desde los 14 años y no por lo que a mí me falte, sino, porque sé que a los demás les falta todo. Por eso lucho. Yo duermo en una casa calentita, tengo la comida…Los 300.000 pesos mensuales los recibo y los uso, tengo un solo medicamento y me lo pago, pero no a todos les pasa eso. Acá yo lucho por aquellos que no pueden estar, por aquellos que no tienen nada, que no tienen ni fuerzas para salir”.

El reclamo sigue siendo el mismo de siempre, pasan los días, las semanas y los meses, pero los jubilados continúan en la misma situación: con ingresos por debajo de la línea de pobreza.

Juan José Bernarde es de Berazategui se desplaza en una silla de ruedas vieja y hace tres años que espera los aparatos ortopédicos que precisa para desplazarse. “El médico me dijo que tengo una brusca escoliosis porque estoy viviendo en la silla prácticamente y no puedo pararme porque no tengo los elementos –describe-; y cada vez que voy a reclamar por lo que he pedido, me dicen que no hay presupuesto. Ahí está lo triste, no hay presupuesto para mí, pero para los que roban, no tienen problema. Entonces esa es la injusticia que hay en nuestro país”.

Rolando Darío Antón es jubilado y tiene un cartel reversible, de un lado muestra la leyenda “Milei sos trucho” y del otro “Karina coimera”. “Ya sabemos lo que está pasando y no lo pueden ocultar: las coimas –señala-. Le están robando la plata a la gente, a los enfermos, a los discapacitados”. Antón dedicó toda su vida a la jardinería y todavía sueña: “A mí me gusta escribir, he ganado premios a nivel provincial, aunque vos no lo quieras creer. Soy entrerriano, he ganado premios en literatura, y sueño con imprimir un libro que esté a mi nombre con todas las cosas que tengo escritas, y no lo puedo hacer”.

Como cada miércoles los y las jubiladas, volvieron a reunirse para reclamar para vivir una vejez digna que se les escurre entre las manos. Pero el Gobierno se empeña en regalarles escenarios y noticias que nunca los favorecen.