Por Florencia Dorado
Fotografía: Gentileza La Izquierda Diario

Josué Plevich tiene 27 años, es estudiante de cine, trabaja como repartidor y se presenta como candidato a diputado nacional en Córdoba con el Frente de Izquierda y Trabajadores-Unidad. Su mirada sobre los problemas que atraviesan los jóvenes en la actualidad y los desafíos que enfrenta su partido.

Con una foto en su moto y la mochila de reparto en la espalda, Josué Plevich anunció su candidatura a diputado nacional como segundo en la lista del Frente de Izquierda Unidad en la provincia de Córdoba. Además de trabajar como delivery en un local gastronómico, estudia Cine en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Córdoba, milita en el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y participó activamente de las marchas universitarias de 2024 en su provincia. En sus redes sociales, invita a las personas a hacer una campaña colectiva y a sumar sus ideas, preocupaciones y propuestas.

 

¿Cómo fue pasar de la militancia a una candidatura?

 Es parte de la militancia. Nosotros entendemos que, por una parte, hay una pelea por defender los derechos que se discuten en el Congreso y pelear nuevas conquistas, pero también aprovechamos las campañas electorales para hacer llegar nuestras ideas a mucha gente que probablemente esté escuchando y quiere saber qué alternativas hay frente a la situación que estamos atravesando, que es de crisis gobierno tras gobierno. A lo mejor hay mucha gente que tiene expectativas de escuchar algo nuevo y la campaña para nosotros amplifica mucho ese debate.

 

Llamó la atención en el anuncio de tu candidatura el hecho de que sos repartidor, ¿qué comentarios recibiste de tus compañeros de trabajo y de la facultad?

 Yo creo que tuvo impacto la foto porque es simbólica la mochila de reparto, pero la realidad es que las listas del Frente de Izquierda están llenas de laburantes, estudiantes, docentes y de distintos actores que vienen en lucha, como el Garrahan o Vialidad. En la universidad no tuvo tanto impacto porque ya me conocen, saben que soy un militante, que participé activamente el año pasado de todo el proceso de organización, en las asambleas, las marchas, la toma, las clases públicas, los festivales que hicimos. Sí hay una cierta sorpresa porque ahora la gente está acostumbrada a pensar las candidaturas como una carrera política o algo que se compra. A mis compañeros de trabajo les resultaba muy extraño que alguien que labura con ellos, esté en una lista. También parecía extraño que pudiera estar para diputado nacional. Yo lo celebro, me parece buenísimo y en general hay alegría. A la gente le parece algo muy bueno que sea “alguien más”, que labure con ellos, que estudie con ellos o que viene de una experiencia común en una lucha como la del año pasado.

¿Qué cambios son necesarios para mejorar la situación de los jóvenes, en su mayoría estudiantes y trabajadores?

Hay algo en la juventud que es que ni nos imaginamos cómo es acceder a un laburo con derechos, ¿no? Mucha gente ve las carreras que están estudiando y a quienes hoy ejercen esos trabajos, como por ejemplo en salud o la docencia, y son personas que están cobrando dos pesos, que están siendo atacadas permanentemente. También lo que discute el gobierno para después de estas elecciones es avanzar en una reforma laboral. El movimiento estudiantil, que en Córdoba fue muy grande también, hizo propias las demandas del movimiento de trabajadores. ¿A qué voy? A que si no defendemos los derechos que están conquistados, aunque hoy en día no gocemos de esos derechos en nuestros laburos, vamos a estar en peores condiciones. Me parece fundamental eso y pensar en una idea de futuro. Sabemos que Milei viene a reventar con todo, a atacar nuestros derechos. ¿Qué idea de futuro vamos a construir? Creo que eso es algo que tenemos que empezar a discutir. Lo que nosotros proponemos en ese debate es afectar los intereses de las empresas, de los grandes millonarios, rechazar la deuda con el FMI, que no es solamente ilegítima, sino ilegal. Ese es un primer camino. Más allá de que hoy algunos se presenten más o menos opositores con el gobierno, no hay un plan o una idea de futuro que se le plantee ni a la juventud ni al conjunto de la población que está sufriendo esta situación. En ese sentido, planteamos la reducción de la jornada laboral en las 12.000 principales empresas. Si se repartiera eso entre desocupados y ocupados, se podrían generar un millón de puestos de trabajo sin afectar los salarios.

 

Hay una idea generalizada de que hoy la juventud es mayoritariamente de derecha, ¿estás de acuerdo?

Yo creo que la juventud no es toda de derecha y lo demostró el movimiento estudiantil. También creo que nos tenemos que referenciar en fenómenos internacionales. Si uno ve a nivel mundial lo que pasa con la juventud que se moviliza contra el genocidio en Gaza, ya hay indicios de hacia dónde puede ir la situación en el país también, ¿no? Pero desde ya los jóvenes nos organizamos para defender la educación pública, el salario de los docentes y además, yo por lo menos y también lo vengo viendo, hemos hecho ollas populares junto con la ronda de jubilados, hemos viajado a otras ciudades del interior de la provincia a acompañar los reclamos de laburantes que estaban siendo despedidos. Eso da cuenta de una juventud que tiene valores distintos a los que plantea el gobierno, que no es individualista y sí solidaria, que se referencia en hechos históricos, como el Cordobazo, de unidad obrera-estudiantil. Yo me sentiría muy contento si puedo llegar a expresar algo de eso con mi candidatura.

 

En Córdoba, Milei se impuso fuertemente en las elecciones de 2023, ¿cómo disputa la izquierda ese territorio?

Es un desafío grande. Desde ya, había muchas ilusiones en Milei, pero de la expectativa a la realidad hay una distancia enorme. Acá en Córdoba el nivel de informalidad es de más de la mitad de la población y en la juventud eso se agudiza, entre mujeres y disidencias más. Entonces, creo que eso de alguna forma se va a expresar, puede ser que sea en las elecciones. Por eso invitamos a toda la gente que a lo mejor está cansada de lo mismo a que le dé una oportunidad a la izquierda. Para nosotros el desafío es poder llegar con nuevas ideas, plantear otra salida. El macrismo, Alberto Fernández, Milei gobernaron con la receta del FMI. De distintas formas, pero tratando de aplicar lo que Estados Unidos pedía. Lo que nosotros planteamos es algo completamente distinto, es afectar los intereses de las grandes empresas, de los multimillonarios. Eso no se probó. Es importante que se entienda eso y que la gente pueda abrirse a acompañarnos con su voto y también a organizarse, que es fundamental. Porque, más allá de las elecciones, lo importante es poner en debate que hay que construir una fuerza social que le haga frente al ajuste del gobierno y que pelee por todas estas ideas.

 

Ante la reciente tendencia al abstencionismo, ¿cómo convocan a las personas que se encuentran desencantadas con la política?

Invierto la respuesta de recién. Me parece que hay mucha gente que puede estar desilusionada incluso de Milei. El fenómeno Milei expresa un descontento enorme entre mucha gente que antes era base del macrismo o del peronismo, que fue lo que se expresó en las elecciones de 2023. Pero hoy ve que no resuelve nada. El otro día hablaba con un Uber que me decía que para él Milei era lo mismo, que si bien antes había inflación, a fin de cuentas podía consumir más o menos lo mismo que consume ahora, dándote más cuenta de que estás pobre porque ya es una realidad cristalizada. Creo que mucha gente expresa la abstención porque no se encuentra en ninguna de las alternativas políticas, ya probaron todo y piensan que son todos lo mismo. Entonces, yo convoco a esa gente a que pruebe algo distinto, que es con la izquierda. Invitamos a la gente a que fortalezca una alternativa como la nuestra, que va a estar siempre del lado del pueblo, de los trabajadores, los jubilados, las mujeres, la juventud.