Simón Martínez Lepratti fue electo presidente del centro de estudiantes de su escuela, en el Gran Rosario. Es el sobrino de Claudio «Pocho» Lepratti, una de las víctimas mortales que dejó la represión del gobierno de Fernando de la Rúa el día que renunció. Inspirado en él, León Gieco escribió «El ángel de la bicicleta».

Simón Claudio Martínez Lepratti ganó las elecciones del Centro de la Escuela 398 Malvinas Argentinas en Funes, Santa Fe. El estudiante, de solo 16 años, continúa con el legado familiar: es el sobrino de Claudio Pocho Lepratti, inmortalizado en una canción por León Gieco como “El ángel de la bicicleta”, una de las víctimas emblemáticas del gobierno de Fernando de la Rúa, que abandonó la Casa Rosada dejando más de tres decenas de muertos a manos de distintas fuerzas policiales. El joven militante dice que trabaja para desestigmatizar la educación pública, visibilizando la crisis que está sufriendo por el desfinanciamiento, y a la vez generando espacios de escucha para sus compañeros de colegio.
Valores de familia
Simón es hijo del dirigente gremial Gustavo Martínez y de Celeste Lepratti, quien se abocó a la lucha en contra del gatillo fácil y a la militancia feminista, llegando a ser concejala en Rosario. Ella falleció en diciembre de 2022 por una enfermedad. A su hermano, Claudio “Pocho”, también apodado “Hormiga” por su trabajo perseverante y atento a lo pequeño, lo mató la Policía de Santa Fe de un tiro en la garganta en la ciudad de Rosario, durante la represión a la rebelión popular que emergió el 19 y 20 de diciembre de 2001. “Bajen las armas que aquí solo hay pibes comiendo”, había gritado antes de que lo hicieran caer desde el techo del comedor popular en el que ayudaba y asistía. Pocho era conocido por moverse a todos lados en su bicicleta, que se volvió un símbolo de la lucha popular y quedó inmortalizada en la canción de Gieco. «Voy a cubrir tu lucha más que con flores. Voy a cuidar tu bondad más que con plegarias», canta Gieco. Y de algún modo, eso es lo que está haciendo su sobrino, manteniendo viva la solidaridad a través de acciones, yendo a contracorriente en una actualidad en la que priman el individualismo y “la desconexión con lo que le pasa al otro”, en palabras de Simón. “Cada uno está muy centrado en su burbuja, por la situación actual del país, por los algoritmos de las redes sociales, todo eso obviamente que sí afecta y fragmenta a la población”, observa el joven, que dice ver esta tendencia aún más entre las nuevas generaciones.
Recordando el legado familiar, Simón reivindica los valores que le fueron transmitidos: “Nací en una familia que ya tenía su historia y que me marca en ese sentido, desde chico ya estaba involucrado en este entorno. Tanto mis hermanos o mi familia en general como yo siempre hemos tenido esa forma de pensar que tal vez no la encontrás en todos lados.”
Hacer política “de abajo hacia arriba”
Según Simón, uno de los principales objetivos del Centro de Estudiantes es “dejar una base establecida para los chicos que vienen después”. La importancia de tener una organización presente se evidenció durante la pandemia, período en el cual la escuela no tuvo un centro de estudiantes activo. Además, consideran fundamental poner el foco en visibilizar las problemáticas que tienen los alumnos, desde una actitud de receptividad y escucha y construyendo una organización que Martínez Lepratti describe como “de abajo hacia arriba” y no al revés. Dentro de estos conflictos menciona “la estigmatización del colegio”, que es desprestigiado o subestimado solo por el hecho de ser una institución pública.
Simón levanta la bandera de la educación pública y considera que “hay que defenderla en todos los niveles, primario, secundario y universitario”. Sin embargo, muchas veces esta lucha se encuentra con dificultades, ya que cada vez menos chicos encuentran valor en la enseñanza. “Es un gran esfuerzo transmitir la importancia de la educación y terminar el curso siendo los mismos que empezamos. Es más difícil todavía cuando es verdad que hay un atraso en los contenidos educativos, un deterioro a nivel edilicio y fallas en la contención que se le da a los estudiantes. Estas falencias no se pueden demeritar”. Entre los problemas más graves que tienen los alumnos de Malvinas Argentinas el joven señala “las adicciones, los conflictos entre parejas y los embarazos no deseados”. Sin embargo, Simón reconoce que hay docentes que buscan hacer la diferencia desde adentro: “Los directivos y profesores realmente se ponen las pilas para que se aplique la Educación Sexual Integral y para enseñar de la mejor manera posible”.
Centros de Estudiantes en diálogo
Este martes, un día antes del feriado por la Independencia, la Federación de Centros de Estudiantes de Rosario convocó una reunión que incluyó a las comisiones de varias ciudades circundantes para poner en común sus experiencias y perspectivas, invitando entre otros a los directivos del Centro que ahora preside Lepratti. Simón celebró la iniciativa ya que implica una reorganización de parte la Federación, lo que puede ayudar no solo a Rosario sino también a Funes, Villa Gobernador Gálvez y San Lorenzo, importantes localidades que la rodean y conforman el área metropolitana.
Nacido en Rosario pero criado en Funes, Simón se siente más funense que rosarino. Si bien la ciudad creció y ya no es un pueblo, en la zona céntrica se mantiene la sensación de que “todos se conocen entre todos”, lo que no se da tanto en otras zonas. “En el centro hay quienes recurren siempre a los mismos lugares, a los mismos locales, pero más allá de eso Funes se ha expandido un montón en los últimos años”, describió.
“Lo hacemos por una causa con un sentido más grande”
El Centro de Estudiantes de la Escuela 398 Malvinas Argentinas está conformado principalmente por mujeres, tiene un sistema de organización horizontal y contiene una gran diversidad de perspectivas dentro de su conducción. “Hemos tenido que tomar ciertas decisiones que tal vez no estábamos todos del todo convencidos, pero lo hacemos por una causa que tiene un sentido más grande.”, afirmó Lepratti. “Cuando hay que tomar una decisión importante nos reunimos todos y votamos, no nos juntamos unos pocos a decidir”, explica Simón en cuanto a la conducción de la comisión. Además, expresó que “hay diferentes opiniones y posiciones políticas, lo que nos une son las ganas de ayudar a los chicos”, enfatizando en el objetivo común de hacer que la escuela esté mejor, que más puedan seguir estudiando y que se le dé lugar a los reclamos que tienen los estudiantes. Simón considera que “la política tendría que ser más así, más abierta a diferentes opiniones y posiciones políticas” y resalta la importancia de lograr acuerdos, aun frente a la diversidad de perspectivas, ya que esto es lo que habilita la posibilidad de generar una construcción y acción conjunta, sin tantas trabas. “Aunque el Centro es un organismo político, intentamos no partidizarlo, porque hay gente que piensa muy distinto a lo que pienso yo o a lo que piensan mis compañeros y estamos todos dentro de la Comisión”. El recién nombrado presidente también contó que varios de los miembros del Centro tenían “una relación personal previa”, la mayoría se conocían desde antes y eso también ayudó mucho a que la dinámica fuera colaborativa.
Construir desde la escucha
Para Simón su rol más importante como presidente es “escuchar y también reconocer las falencias”, tomando lo que funcionó y lo que no como un punto de partida desde el cual construir en conjunto. “Creo que lo que intento yo es aprender de lo que sucedió y de ahí tal vez sacar una idea o un proyecto”, afirma. Sin embargo, también comprendió que la visibilidad puede conllevar críticas que van más allá de lo personal “aunque realmente en la última nota que me hicieron no dije nada muy drástico y recibí mensajes igual, ya entendí que para los trolls no depende de mí ni de lo que diga”, expresó.
En una actualidad cada vez más signada por el individualismo, Simón sigue el camino de los que vinieron antes que él, construyendo un espacio de diálogo que trabaje por el bien común de los estudiantes y por recuperar la sensibilidad ante lo que le pasa al otro.