Por Daiana Salvatore
Fotografía: gentileza Proyecto 7

Los datos los recopiló la ONG Proyecto 7, que el pasado fin de semana realizó un nuevo censo de las personas sin techo de la ciudad. Estiman un notable aumento de personas en esta condición.

La asociación civil enfocada en problemáticas de la vivienda Proyecto 7 realizó el Tercer Censo Popular de Personas en Situación de Calle de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El estudio se desarrolló en toda la ciudad a las puertas de la que sería, al menos hasta el momento, la semana más fría del año. En paralelo, la organización continúa con desayunos y ollas populares en Plaza Constitución y Once.

Horacio Ávila, fundador y referente de Proyecto 7, en diálogo con ANCCOM contó: “Fueron tres días consecutivos trabajando en conjunto con 800 voluntarios. Fue difícil por el frío, por las situaciones muy tristes con las que nos encontramos. Llevamos infusiones calientes y frazadas. Hay muchas abuelas y abuelos, muchas familias y pibes”.

Según esta organización, la cantidad de personas que habitan la calle no deja de crecer. Eso se pone de manifiesto cuando se compara la cantidad de lugares a donde pueden recurrir por un plato de comida caliente, por un espacio donde dormir. En 2019 había 26 dispositivos en CABA, en la actualidad 48. Desde el Gobierno de la Ciudad manifiestan públicamente que ellos tienen espacios pero que las personas prefieren estar en la calle, que no quieren ir porque hay horarios que cumplir.

Pero, por otro lado, cuando los vecinos de la ciudad llaman al 108, Línea de Atención Social Inmediata, para denunciar que una persona está en situación de calle y necesita asistencia, la respuesta es que no hay vacantes. Entonces, ¿preferencia o desidia del Estado? 

También hay problemas particulares. Por ejemplo, muchas familias que están en la calle no tienen espacio porque hay sólo dos dispositivos gubernamentales que pueden albergarlas. El resto son sólo para hombres o para mujeres y niños. Además, no son aptas las mascotas ni tienen lugar para dejar los carros que utilizan para cartonear.

A la espera de las cifras, Ávila estimó que, en relación al Censo que realizaron en 2019, “debemos tener por lo menos un 50 por ciento más de personas en situación de calle”. En ese entonces se contabilizaron 7251 personas. Esperan tener los datos para la semana entrante, cuando realizarán una conferencia de prensa para comunicar otras acciones.

La semana que inició con ola polar ya dejó el saldo de dos personas fallecidas por el frío. Las cifras arrojan que el invierno pasado murieron 11 personas en situación de calle en Capital Federal y 28 en todo el país. En los diez días que van de este invierno ya se contabilizan nueve fallecidos. En CABA son tres, dos en Mendoza, uno en Misiones, uno en Gral. Roca, uno en Santa Fe y otro en Mar del Plata.

Justamente en este distrito de la costa los vecinos denunciaron a las cuadrillas que responden a la intendencia de Guillermo Montenegro y que monitorean la calle, porque corren a las personas y les quitan lo poco que tienen. Al respecto, Ávila manifestó que “hay una impunidad y ausencia del Estado generalizada”. Recordó que Montenegro “fue el ideólogo de la UCEP”, la Unidad de Control del Espacio Público que monitoreaba las calles de CABA con prácticas ilegales, denunciada por el Centro de Estudios Legales y Sociales, y agregó que “está copiando lo mismo en Mar del Plata y lo postea y repostea en sus redes sociales ufanándose de que está limpiando la ciudad”.

 

Manta corta

A los excluidos del mapa el invierno los encuentra surfeando a la muerte. Mientras tanto, la ministra de Capital Humano Sandra Petovello retiene 75 mil frazadas en los famosos depósitos de alimentos. El referente de Proyecto 7 asegura: “Hicimos un amparo y no tuvimos respuesta del Ministerio”. Y agrega que “es una provocación intencional, que cada vez haya más pobreza y más personas en la calle, es un contexto de violación de derechos, no sólo del gobierno de Jorge Macri, de Montenegro, sino que es a nivel nacional”.

Las organizaciones estiman que hay por lo menos cuatro generaciones en situación de calle. A los desayunos y ollas que realiza Proyecto 7 cada vez recurren más personas. “El lunes hicimos 10 ollas, que cada vez cuestan más, y en menos de una hora nos quedamos sin nada. Es muy triste ver que vas con una cantidad y que no alcanza”, se lamenta Ávila.

Desde esta organización también apelan a la solidaridad: “Antes de salir, para lo que sea, mirá bien, fíjate, revolvé, buscá, esa campera que tiene un poquito gastado el puño y ya no usas, esas bufandas que ni sabías que estaban…ponelos en la mochila, en el bolso… llevalo con vos, a alguien vas a cruzar, cuando se lo des míralas a los ojos, tomate ese segundo, vas a ver ese dolor, esa angustia y esas lágrimas contenidas que se niegan a salir porque si salen se congelan y convierten  en perlitas de cristal, no lo pensés, ¡hacelo!”, versa uno de los comunicados de la organización.

Cada vez hay más personas en la calle pidiendo alimentos, plata, tratando de juntar para alimentarse y refugiarse del frío. Una pieza de 2×2 con baño y cocina compartida sale 400 mil pesos por mes. ¿Quién puede en este contexto? La calle no es un lugar para vivir y tampoco para morir.