En nuevo avance de la criminalización de la protesta, la directora de Sensibilización y Promoción de Derechos del Ministerio de Mujeres y Diversidad bonaerense, Abaisa Abaigar, fue detenida en la carcel de Ezeiza acusada de incitar al odio por participar, supuestamente, de un repudio al diputado José Luis Espert. Sus abogados no pueden acceder a la causa y los organismos defensores de los Derechos Humanos exigen su libertad.

Alesia Abaigar, funcionaria del gobierno bonaerense y militante del campo nacional y popular, fue apresada el miércoles pasado en un operativo policial en la ciudad de La Plata. Su detención se dio en el marco de una causa judicial que la acusa de participar en una protesta frente al domicilio del diputado nacional José Luis Espert, realizada días antes en la localidad de Rojas, provincia de Buenos Aires.
Según la versión difundida por el propio Espert y algunos medios oficialistas, durante la manifestación se habría colgado un pasacalle con consignas políticas y arrojado excrementos en la puerta de su casa. Sin embargo, hasta el momento no se han presentado pruebas que vinculen directamente a Abaigar con estos hechos. Tampoco se le permitió a su defensa acceder al expediente completo ni conocer en detalle los cargos por los cuales permanece detenida. “A pesar de ya tener un trámite esta causa, en siete días no pudimos ver el expediente. Defender a ciegas no es algo fácil, ni tampoco es algo tolerable de un hecho de esta naturaleza, que se le ha dado una magnitud que realmente no tiene”, explica Daniel Llermanos abogado defensor de Abaigar.
Lucía Portos, subsecretaria de Políticas de Género y Diversidad Sexual del Ministerio de Mujeres y Diversidad de la provincia de Buenos Aires, agregó: “La prisión de Alesia es política; a ella le tocó la cárcel, como a Pablo Grillo le tocó la bala. Hace días de su prisión y todavía no se sabe qué se le imputa, no hay ninguna prueba que vincule a Alesia en el lugar del hecho, por lo que significa que es una presa política. Esto, en consecuencia, genera una sensación de que la justicia está descargando sobre sus ciudadanos todo su poder, sin tener en cuenta los derechos fundamentales de las personas. Es una prisión política porque busca un objetivo político claro: el de aleccionar, atemorizar, estigmatizar, deshumanizar a las personas que buscan un país mejor, con más justicia social”.
Si bien su defensa presentó un pedido de excarcelación, el mismo fue rechazado por la jueza Sandra Arroyo Salgado, titular del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N°1 de San Isidro. Desde entonces, la funcionaria bonaerense fue trasladada al penal federal de Ezeiza, donde permanece detenida, acusada de “incitar al odio”. “No todas las conductas que puedan considerarse malas o negativas son delictivas. No está tipificada la acción y la jueza forzó la tipificación del caso para ponerla dentro del concepto global de amenazas que no ocurrieron”, detalló el abogado defensor, Llermanos.
¿Quién es Alesia Abaigar?
Alesia es militante feminista, activista social y actualmente es directora de Sensibilización y Promoción de Derechos del Ministerio de Mujeres y Diversidad bonaerense. Es reconocida por su trabajo en políticas públicas vinculadas a juventudes y derechos sociales, y por su participación activa en espacios de militancia territorial. Su detención fue interpretada por muchos como un intento de criminalizar a una mujer militante, comprometida con causas populares y con la organización colectiva.
Portos mencionó: “Hay intereses claros que son amedrentar a la militancia, disuadir la protesta social porque el Gobierno sabe que su modelo económico no resiste y que estos pequeños hechos de resistencia, como los miércoles en el Congreso, las grandes marchas universitarias y otros hechos que están ocurriendo van a terminar uniéndose en protestas masivas.”

Conferencia de prensa
El lunes 30 de junio se realizó una conferencia de prensa encabezada por Llermanos donde, además de Portos, también estuvieron la ministra de Mujeres y Diversidad de la provincia de Buenos Aires, Estela Díaz, la periodista Marta Dillon y el militante por los derechos humanos Eduardo Tavani .
“Esto es un compromiso republicano, estar preocupados por alguien que, por un acto político que por más criticable que pueda ser, está muy injustamente privada de su libertad”, comenzó la conferencia de prensa el abogado Daniel Llermanos. Allí se denunció el uso del sistema judicial como herramienta para amedrentar a la militancia y disciplinar la protesta social. También se advirtió sobre el peligro de avanzar en un modelo de criminalización selectiva, que busca desmovilizar y deslegitimar a quienes se oponen al rumbo político y económico del gobierno nacional.
La detención de Alesia ocurre en un clima político de creciente hostigamiento hacia la protesta social. En los últimos meses, se intensificaron las detenciones arbitrarias, la represión en movilizaciones pacíficas y los discursos estigmatizantes por parte de funcionarios nacionales, en especial, de quienes integran las áreas de seguridad. La frase del propio Espert —“a los militantes kirchneristas les toca cárcel o bala”—, pronunciada semanas atrás, alimenta aún más las sospechas sobre la intencionalidad política detrás de esta causa.
Al respecto, Portos señaló: “La protesta es la forma que tiene el pueblo de accionar cuando se están avasallando sus derechos y se les está aplicando una política de crueldad planificada, que no es aleatoria. Los discursos de odio forman parte de ese plan, protestar tiene que ver con no resignarse ante la autoridad injusta”.
Diversos espacios políticos, sindicales y de derechos humanos continúan organizando actividades para exigir la liberación de Abaigar, entre ellas movilizaciones, acciones legales y campañas de difusión en redes sociales. La consigna es unánime: “Basta de perseguir a quienes piensan distinto, libertad inmediata para Alesia”.