Cristina Kirchner encabezó en la sede del PJ Nacional el acto por el Día de la Resistencia Peronista que sirvió para dar una muestra de fuerza y de unidad del peronismo ante la amenaza de la inminente detención de las dos veces expresidenta de la Argentina.

Cristina Fernandez de Kirchner realizó un acto en la sede del Partido Justicialista, en homenaje al Día de la Resistencia Peronista que conmemora a los fusilados durante el gobierno de facto de Pedro Eugenio Aramburu en 1956. El encuentro se convirtió en una demostración de fuerza del estado de alerta y movilización en el que se encuentra el movimiento peronista ante la amenza de un fallo inminente de la Corte Suprema que confirme la condena y detención de la expresidenta y candidata legislativa bonaerense.
A la derecha de Cristina se encontraba Leonardo Grosso, dirigente del Movimiento Evita, quien comenzó por dar un pequeño marco al discurso que encabezaría la dos veces electa presidenta y una vez vicepresidenta. “Buscar el cauce para darle salida política a este momento que vive el país”, dijo Grosso.
A su izquierda, Jorge Costales, hijo del capitán Costales, fusilado en la Unidad Regional de Lanús, provincia de Buenos Aires, luego del frustrado intento del 9 de junio de 1956, comandado por el General Juan José Valle, por recuperar la soberanía popular arrebatada por el golpe militar de Isaac Rojas y Pedro Eugenio Aramburu, protagonizado un año antes.
Ya la primera fila era una demostración que la posible proscripción de Cristina era más trascende que las interas. Allí estaban sentados el gobernador bonaerense Axel Kicillof junto a la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza. A sus lados, se mostraban Wado de Pedro, por La Campora, el ministro de Infraestructura y Servicios Públicos de la provincia de Buenos Aires Gabriel Katopodis, los diputados Leopoldo Moreau y Cecilia Moureau, y el intendente de Olavarría Maximiliano “La Tota” Wesner.

Luego, en el centro de la mesa, Cristina Fernandez de Kirchner abre el discurso diciendo: “Los hechos de hoy no hacen más que confirmar que la casualidad no es una categoría política”. En relación al Día de la Resistencia Peronista agregó: “Fusilaban y asesinaban gente por ser peronista. Los Bombarderos en la Plaza de Mayo en un día hábil, la proscripción a Perón, la dictadura cívico militar.” Y agregó: “Los que hablan de la grieta que se hagan cargo de lo que hicieron. Las divisiones perjudican a los argentinos”.
Después habló de la política del actual gobierno y en relación al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional señaló: “Perón se negó a negociar con el FMI, la Revolución Libertadora negoció un acuerdo con el FMI.” Y completó: “Ahora ya no son necesarios los golpes de estados, ahora es necesario al Poder Judicial. Es como el PJ, ´pero no como este PJ. El Poder Judicial es una guardia pretoriana del sector económico.”
Y sobre su candidatura actual añadió: “Solo bastó una candidatura para que se desataran los demonios.” Y luego sentenció: “Este modelo tiene fecha de vencimiento, este modelo se agota, ellos lo saben, es como lo que hizo Martínez de Hoz”. Enseguida subrayó que el poder económico sabe que este gobierno va a fracasar y que con su condena quiere garantizarse que podrán ungir al sucesor: “Tenemos que entenderlo en clave de política económica y de los sectores hegemónicos: Clarín, Telefónica con Macri y Telecom”, mencionó y luego toréo a Javier Milei. “El presidente se hace machito con el Garrahan, porque no se hace el machito con Clarín, que se va a quedar con Telefónica”.

Después llegó el momento de los mensajes elípticos para el gobernador Kicillof, que disputa la interna partidaria desde su espacio Derecho al Futuro. “Tenemos un problema cuando se llega como un proyecto colectivo y luego termina siendo un proyecto individual –advirtió-. Ante eso, el pueblo se termina organizando en defensa propia. La unidad siempre y cuando el primero sea yo, no es unidad. No importa el nombre, importa la unidad.”
“Mientras caminen libres de polvo y paja los que hicieron desastres en el país, que me metan presa es un certificado de dignidad”, expresó Cristina y entre risas dijo parafraseando a Rodolfo Walsh en Operación Masacre: “Yo soy una fusilada que vive, en definitiva”
Cerró el acto dentro de la sede del PJ nacional con: “Hay mucha demanda, hay mucha necesidad. Estemos junto a ellos, a los necesitados, para cuidarlos, para ayudarlos. Es lo que siempre hemos hecho y seguiremos haciendo. Quieren someter a la Argentina”.

El discurso a la militancia
Una vez terminado el acto en el PJ, Cristina Kirchner salió a la calle a saludar a los militantes que aguardaban sobre Matheu. Habló y dijo: “La grieta la hicieron los gorilas fusilando a todo lo que se ponía delante que se oponía a lo que ellos querían. Es hora de que nos sentemos en serio a hablar de lo que pasó en la Argentina.”
La expresidenta recordó que hubo una Argentina industrial que promovió el peronismo. “En esa Argentina se podía soñar con que un hijo sea universitario y vaya a trabajar –describió-. Pero no es posible crecer y desarrollarse en un país que todos los días se endeuda cada vez más sin que los argentinos vean un peso. Se anulan los programas científicos, quieren cerrar el Conicet, no hay rutas nuevas, no hay viviendas nuevas, no se financia la educación.”
Como había dicho dentro del PJ, reiteró que este modelo es inviable y que los empresarios y propietarios de los medio de comunicación lo saben.“Creen que van a solucionar todo esto metiéndome presa. Dale metanme presa, eso no le va a solucionar la vida a los argentinos. Apuntan a que cuando esto se caiga no haya una unidad organizada frente a ellos”, repitió Cristina frente a la multitud militante.
Por último, llamó la atención a la militancia: “El peronismo debe estar atento, no estamos logrando interpretar lo que pasa. Los ríos no se detienen, cuando no pueden ir por un lado van por el otro, la historia lo demuestra”.

El Día de la Resistencia
Tras el golpe de Estado cívico, militar y eclesiástico contra el gobierno constitucional de Juan Domingo Perón, en 1955, la Argentina comenzó una etapa de decadencia económica y cultural. En ese contexto, el 9 de junio de 1956, el general Juan José Valle encabezó un levantamiento de militares y trabajadores peronistas. En respuesta al levantamiento peronista, el presidente de facto Pedro Eugenio Aramburu implementó la Ley Marcial. A través de ella, entre el 9 y el 12 de junio de 1956 veintisiete civiles fueron fusilados en los basurales de José León Suarez, en el Partido de General San Martín.
El testimonio de uno de los sobrevivientes, “el fusilado que vive”, le permitió a Rodolfo Walsh escribir su emblemático libro Operación masacre. Ese día se dice que nació la Resistencia Peronista, que durante 18 años, hasta que Perón volvió al país del exilio, en 1973, mantuvieron vivas las ideas justicialistas superando la proscripción impuesta por militares golpistas.