Por Agustina Gomez Orfila
Fotografía: Azul Andrade

Desde hace más de dos años se realizan obras parciales en distintos ramales que generan continuos trastornos para los usuarios: tramos inaccesibles, cortes de servicio, severos retrasos. Según fuentes oficiales, quedan al menos dos años más de obras “caóticos para los pasajeros”.

Desde la obra de renovación de la estación cabecera Retiro de la Línea Mitre, comenzada el 16 de enero de 2023, se han realizado intervenciones en la línea de forma casi ininterrumpida. En la actualidad, el tren no llega a la cabecera los fines de semana por la continuidad de los trabajos. Y en uno de sus tres ramales, el que lleva hasta Tigre, el recorrido finaliza en la estación Victoria por renovación de vías. Dicha situación genera protestas en los usuarios habituales por los constantes cortes del servicio, y los prolongados retrasos e imprevistos, que les generan consecuencias en términos laborales, como pérdidas de presentismo y posibilidades de hacer horas extra.

Estas intervenciones en los ramales no tienen una fecha de finalización concreta. En diálogo con ANCCOM, una fuente oficial de la empresa Trenes Argentinos que prefirió resguardar su identidad, explica: “La obra de Retiro ya está construida en un 80 por ciento. Falta el 20 por ciento, que es lo que están haciendo los fines de semana. Hay bastante laburo para hacer, hasta un lugar llamado Empalme Maldonado, que es donde las vías se separan para ir a Tigre y la localidad de José León Suárez. Es un problemón para la gente, pero es la única forma de poder acelerar esto. Y después la renovación de vías en el Tigre, que es otra obra muy grande. Va a tardar dos años, aproximadamente. Dos años caóticos”.

También, menciona que los constantes cortes son consecuencia de un desfinanciamiento histórico: “Las inversiones están, digamos, con cuentagotas. No es particularmente de ahora, sino que hace tiempo que no tenemos inversiones grandes. El ferrocarril necesita mucha inversión para moverse. Por eso tenemos tanto déficit. En todos los países del mundo ocurre. Y la verdad es que no hay plata que alcance para hacer todo lo que deberíamos hacer. No tenemos forma”.

“Es una odisea para llegar a trabajar”, declaró a ANCCOM Laura, quien toma la línea por la mañana habitualmente para llegar a su trabajo en microcentro. También, explicó la ruta que debe realizar por consecuencia de los cortes y expresó su preocupación por la extensión de la obra: “Tuve que tomarme un colectivo más hasta Victoria. Y parece que va para rato. No creo que vuelva en junio”. El testimonio de Laura está en sintonía con las quejas de los usuarios que desbordan el Instagram oficial de Trenes Argentinos en relación a los arreglos del Mitre.

Por otra parte, Osmar Dibiasi, supervisor especializado de transporte e instructor del personal que pertenece a la Unión Ferroviaria, conversó con ANCCOM sobre la importancia y urgencia de realización de estas obras para garantizar la seguridad operacional: “Primero se renovó todo lo que se llama la parrilla de la estación Retiro ¿Por qué? Porque eso no se renovaba desde 1949. Y era parche sobre parche. Hubo una decisión política de renovar (por parte de la gestión de Unión por la Patria). Todas las vías de ingreso a los andenes, son nuevas. Los cambios son nuevos, la señalización, los semáforos que ves, es todo nuevo. Y ahora comenzó una renovación de vías desde Tigre a San Isidro”.

A su vez, mencionó la falta de inversión bajo la gestión privada: “TBA (la empresa privada que explotó la concesión de las líneas Mitre y Sarmiento entre 1995 y 2021) lo único que hizo fue pintar los trenes de colores. Modernizó algunas partes, pero la vía no la modernizó. El sistema de frenos no lo modernizó”.  

Muchos cambios en la seguridad operacional se comenzaron a implementar luego de la tragedia de Once, siniestro ferroviario ocurrido el 22 de febrero de 2012 que dejó 51 personas fallecidas (una de ellas, embarazada) y 789 heridos: “Ahora tienen un sistema que se llama ATS, Automatic Train Stop. En el que cuando vos entrás a una velocidad que no es la adecuada, se hace una aplicación de freno. También [luego de la tragedia de Once] se sacó una resolución, la 404-2013, que dice que todos los trenes cuando ingresan a cabecera no tienen que hacerlo a una velocidad mayor de 5 kilómetros por hora. Y tiene que ir el conductor y el guarda de tren en la cabina. Si cualquier cosa le pasa al conductor, el guarda está capacitado para usar los frenos de emergencia. De hecho, se le enseña. Todo eso fue un cambio de estructura ferroviaria”.

Las obras en curso no afectan en gran medida las tareas de los trabajadores del ferrocarril, dado que muchos trabajos se hacen de noche. Sin embargo, sí generan situaciones incómodas con los pasajeros, como explica Nicolás Galeano, referente de los trabajadores de la Línea Mitre en el gremio La Fraternidad: “Cuando no se llega a entregar la vía a tiempo, empiezan los atrasos y la gente obviamente quiere llegar a horario. Y bueno, con el primero que se va y se le agarra es con el conductor y con el guarda. El personal que está ahí cara a cara con la gente”.

Además, aclaró que las obras en curso no tienen relación con la declaración de Emergencia Ferroviaria del 13 de junio de 2024, formulada por parte del gobierno nacional sino que era un plan anterior: “No está dentro de la emergencia ferroviaria. Esto ya venía de antes y se logró hacerlo.”

El tren Mitre es un medio de transporte clave para quienes viven en la zona norte de la provincia de Buenos Aires. En sus tres ramales, moviliza a 120.000 personas por día y es la tercera línea con más pasajeros por detrás del Roca (400.000) y el Sarmiento (250.000). Quienes provienen de las cabeceras José León Suárez, Mitre o Tigre, llegan a Capital Federal en un promedio de una hora y cuarto o menos, con funcionamiento óptimo. Si optan por el único otro medio disponible, el colectivo, los tiempos varían entre una hora y media y dos horas y media, dependiendo de la zona en la que se resida. La urgencia de las obras y la extensión de las mismas por el desfinanciamiento sistemático no deja otra opción a los usuarios: esperar, o duplicar sus tiempos de viaje.