Por Thiago Buglione
Fotografía: Pamela Duran

A pesar de que la derecha iba dividia, Leandro Santoro, que encabezaba Es Ahora Buenos Aires, quedó en segundo lugar a tres puntos de Manuel Adorni. Si bien será la primera minoría en la Legislatura, hubo decepción en el peronismo. 

Tras una hora y media después de que cierren los comicios en todas las escuelas de la capital argentina y que la incertidumbre reine en el polideportivo del Club Ferrocarril Oeste, lugar donde se ubicó el búnker de Es Ahora Buenos Aires, finalmente llegaron los primeros resultados: la lista liderada por Leandro Santoro se posicionó en el segundo lugar con el 27,35% de los votos, superado por el vocero presidencial , Manuel Adorni, quien logró el 30,13%. Para evitar especulaciones, el diputado rápidamente dispuso una conferencia en la zona de prensa donde no admitió preguntas de los periodistas que esperaban expectantes su testimonio y enfocó la atención en el decepcionante resultado del PRO que, comandado por Silvia Lospennato, se ubicó tercero luego de liderar los comicios en la ciudad durante dieciocho años: “Las urnas han hablado. En esta ciudad de Buenos Aires que tanto amamos, se ha cerrado un ciclo de abandono que permitió que, durante muchos años, queden insatisfechas las demandas históricas de los porteños y es necesario entonces poner en contexto el resultado de esta elección. Evidentemente el PRO como proyecto político dejó de representar a la mayoría de los porteños”.

Inmediatamente después, dedicó unas palabras de agradecimiento a su electorado y festejó que el peronismo haya aumentado su representación en la Legislatura, teniendo en el peso de sus competidores: “A nosotros nos tocó enfrentar a dos gobiernos, al nacional y al de la Ciudad de Buenos Aires, en un contexto muy adverso, donde aparentemente parece que está permitido cualquier cosa. Si eso es así, nuestra convicción es seguir luchando por la defensa de la democracia y en contra del abuso de las reglas de juego. Creemos también que es importante remarcar el sacrificio del esfuerzo de cientos de militantes que a lo largo de todo el territorio de la ciudad permitieron que esta fuerza política se constituya como la primera minoría en la Legislatura porteña, ganando dos nuevas bancas para nuestro espacio y al menos seis comunas”. Para finalizar el breve discurso, que se extendió durante poco menos de tres minutos, cerró con una reflexión por los sucesos que se dieron en la noche del sábado y la mañana del domingo, marcados por la constante agresión por parte del movimiento oficialista nacional: “Si la crueldad se puso de moda, que no cuenten con nosotros. Entendemos la importancia del resultado en las urnas, pero también entendemos cuáles son los principios que nos llevaron a militar y a comprometernos políticamente”. Concluyó Santoro, quien se retiró sin realizar más declaraciones.

Pese a agradecerle a “la militancia”, ninguno de los candidatos habló en el escenario dispuesto frente a las cientos de personas que se congregaron en el predio del club de Caballito, lo que provocó la bronca de los votantes: “Levantaron todo, cortaron el audio y nadie dijo nada” aseguraba Mariano, una de las personas que, sin entender, la razón de semejante decisión, se retiraba en medio de gritos, reproches y desconcierto. Luego de unos minutos, con el ambiente más sereno y tomando dimensión del resultado, Alejandro “Pitu” Salvatierra, flamante legislador electo, militante comunitario y panelista del programa “Duro De Domar”, salió a la calle para agradecerles por la paciencia y haber aguantado el frío y, en diálogo con ANCCOM, realizó una valoración de los resultados y la escasa participación electoral -votó el 53,35% del padrón, la cifra más baja del siglo en la Capital Federal-: “Me parece que es un clima de época. La dirigencia política y la política en líneas generales está alejada de la necesidad de la gente, de lo que la gente realmente viene discutiendo y viviendo, entonces hay un desencanto que hay que volver a reconstruir. Una de las tareas que vengo a aportar al espacio político que pertenezco es esa, acercar a la política a la gente de a pie, a lo que está sufriendo el trabajador, los que viven en los barrios populares, los recicladores urbanos perseguidos, los que siempre son los últimos en la fila.

De origen “villero”, Salvatierra afirma tener bien en claro a quién va a representar a partir del 10 de diciembre, cuando, por primera vez, ocupe su banca como legislador porteño: “Vine a representar al sur de la capital. Al sur olvidado, dejado y abandonado, donde conviven el 80% de las villas porteñas, al sur donde tenemos los complejos habitacionales más grandes de la Ciudad de Buenos Aires. Eso lo convierte en el lugar más pobre del distrito. Por eso necesita un gobierno y un Estado presente, que lo incluya y que piense en el sur de una manera productiva para el desarrollo y como una extensión del conurbano bonaerense”. La declaración del “Pitu”, como lo llaman los militantes que le piden fotos y le agradecen por haber salido a saludar, cobra sentido al desglosar el resultado de la elección por comunas: Las seis comunas en las que lideró Es Ahora Buenos Aires pertenecen al centro y al sur de la ciudad.

En consonancia con el panelista de “Duro de Domar”, su compañera Mariana Gonzalez -cuarta candidata de la lista- sostiene la importancia de tener bien en claro su rol en la Legislatura: “Tenemos la expectativa de llevar la voz de los que menos tienen, de las personas que están en situación de calle. Lo venimos sosteniendo durante toda la campaña. Vamos a defender los derechos de los vendedores ambulantes, de los cartoneros, de los excluidos, de las personas que la están pasando mal en esta ciudad”. Además, reconoce que “la gente está descreída, todavía necesita más para confiar y creer que otra realidad es posible. Por eso hay que seguir militando más, pero militando en lo concreto, en los barrios”.

Sin lugar a dudas, el paso de las horas y la puesta en perspectiva de los resultados, logró transformar la bronca y decepción en esperanza y positivismo, que se materializó fuera del predio, sobre la avenida Avellaneda, donde decenas de jóvenes entonaron la Marcha Peronista y los cantitos tradicionales del movimiento, aunque en un tono que lejos estaba de la algarabía de quien se sabe ganador. Entre ellos, Mariano, quien fiscalizó en una escuela en el centro porteño, reconoció: “Se veía ver que La Libertad Avanza iba a comer el electorado del PRO. Creo que el gran perdedor obviamente es el PRO y Mauricio Macri. Para mí, el peronismo hizo una elección regular tirando a buena. Si bien las encuestas decían que el peronismo iba a ganar, siempre nos ha sido bastante difícil ganar en la Ciudad de Buenos Aires. Hay que desmenuzar un poco el resultado: ganamos dos bancas nuevas, el peronismo va a ser primera minoría y puede bloquearle ciertos proyectos al gobierno de Jorge Macri, que viene haciendo un desastre y esta elección lo comprobó”.

 

Kim y Abal Medina tuvieron más presencia mediática que votos

Por Pilar Pisano

El escenario político del peronismo se presentó fragmentado. El candidato Alejandro Kim por Principios y Valores, lista alineada con Guillermo Moreno, obtuvo un 2.03% mientras que  Juan Manuel Abal Medina logró un 0.51% por Justa, Libre y Soberana, sin restar significativamente los votos del partido encabezado por el candidato principal Leandro Santoro que quedó en segundo lugar en estas elecciones legislativas de la Ciudad de Buenos Aires. Aunque si esos votos linealmente se sumaban, hubiera igualado al triunfador Manuel Adorni. 

Más allá de que los resultados de Alejandro Kim no le permitieron conseguir una banca dentro de la Legislatura porteña ni cumplir su objetivo de “ser la sorpresa” como indicaban desde el bunker de Parque Chacabuco, el candidato afirmó que “estuvimos a la altura de las circunstancias en esta elección” que considera que solo fue un entrenamiento para la discusión de octubre. “Empezamos a rediscutir la política actual trayendo la mística peronista. Seguiremos levantando orgullosamente las banderas del peronismo”, reflexionó.

Por su parte, Juan Manuel Abal Medina, desde su bunker en el barrio de Balvanera caracterizado por un ambiente tranquilo e íntimo, agradeció a los siete mil porteños que lo votaron. También analizó que “las principales fuerzas suspendieron las PASO y adelantaron las elecciones supuestamente para discutir los temas de la Ciudad y el resultado fue el piso de participación (53% del padrón), 17 listas y altísimos niveles de polarización”, responsabilizando en forma directa al jefe de Gobierno porteño Jorge Macri. Por último, invitó al peronismo a debatir para lograr volver a convocar mayorías luego de analizar que esta fue una elección donde mantuvo sus porcentajes habituales pero con una caída en términos absolutos de la cantidad de votos.

Tanto Kim como Abal Medina afirmaron que sus objetivos de campaña están cumplidos. Mientras que el primero señaló que su principal meta era establecer su agenda política, Abal Medina se refirió a lo central de instalar la discusión y que, más allá de lo que ocurra en las urnas, estas elecciones son solo un puntapié inicial para un proceso de transformación más largo.