Se inauguró en la Feria del Libro «La niña y la Paz», una escultura que recuerda a las mujeres coreanas esclavizadas sexualmente por los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial. Las presiones para no recordar.

El viernes 25 de abril se inauguró en la edición número 49 de la Feria del Libro la estatua de la Niña de Paz, símbolo de mujeres coreanas esclavizadas sexualmente por el ejército japonés durante la Segunda Guerra Mundial y llevadas a estaciones llamadas eufemísticamente “del confort”.
La actividad estuvo organizada por las asociaciones culturales: Coreanos en la Argentina y la Fundación Man You, presididas por Dante Choi. Estas organizaciones cuentan con dos stands en el pabellón amarillo del predio ferial, en uno de ellos se exhiben libros traducidos de autores coreanos y en el otro la estatua, rodeada de cuadros del fotógrafo japonés Tsuyaka Yajima.
La estatua llegó al país en 2022. La idea original era que tuviera su lugar en el predio de la ex ESMA. Sin embargo, por presiones de la Embajada japonesa en Argentina no fue posible. “No hay en este momento reconocimiento de parte del gobierno japonés de esta historia –señala Choi-; niega estos hechos históricos. Por eso es importante que nosotros insistamos, persistamos en este reclamo, porque con el paso del tiempo se olvida, pasan las generaciones y no vamos a poder aprender de los errores del pasado”.
Sobre las dificultades que se encontraron a la hora de exhibir la estatua y la decisión de hacerlo en la feria, Choi aclara que se trabajó mucho para poder instalarla, se tuvieron muchísimas dificultades, y la idea es encontrar un lugar para que tenga una instalación permanente. “Creía que íbamos a lograr un impacto muy grande y muy importante instalándola en la Feria del Libro, porque es un entorno con concurrencia masiva, la gente viene por los libros y los derechos que se enseñan en este lugar”, apunta.
El día también se presentó también Keum Suk Gendry-Kim, la autora del libro Hierba, que narra la historia real de Lee Ok-Sun, una sobreviviente del tormento japonés, quien durante la Segunda Guerra Mundial había sido secuestrada y prostituida por militares japoneses, Gendry-Kim en diálogo con ANCCOM, explicó su motivación para retratar esta historia: “Las víctimas femeninas no sólo ocurren en tiempos de guerra, sino que el duelo femenino ha estado ocurriendo en todo el mundo durante mucho tiempo, y es por eso que decidí hacer esta pieza por mi interés en las mujeres”. Por otro lado, explicó que esta historia la cuenta como mujer, sin importar la nacionalidad ni la ascendencia, es una historia universal.

La estatua llegó al país en 2022. La idea original era que tuviera su lugar en el predio de la ex ESMA. Sin embargo, por presiones de la Embajada japonesa en Argentina no fue posible.
Este año, además, es la conmemoración del 60° aniversario de la inmigración coreana en la Argentina y el 80° aniversario de la liberación de Corea del Sur y Corea del Norte, en agosto de 1945. “Es de una importancia muy grande poder informar y divulgar nuestra historia, nuestra historia triste, historia moderna coreana –opina Choi-, es el gran sufrimiento de muchísimas personas y la idea es poder divulgar para que esto sea símbolo de la violencia de género sexual de todas las mujeres y también identificar el dolor que se sienten las víctimas de violencia sexual en Argentina”.
Por otro lado, la investigadora del Conicet María del Pilar Álvarez, explicó sobre la relevancia de la inauguración de la Niña de la Paz. Señaló que es muy importante porque tenían la estatua desde el año 2022, sin poder encontrar un espacio debido a las pujas internas del país en torno a los derechos humanos.
La estatua por el momento no cuenta con un destino fijo a la vista, sin embargo desde la Asociación Civil de los Coreanos en la Argentina y la Fundación Man You están en tratativas con varias instituciones para encontrar un lugar de exhibición permanente, de no poder hacerlo, se continuará presentando en los lugares donde haya una concurrencia masiva.