Por Felicitas Recalde
Fotografía: ARCHIVO Azul Andrade

Trabajadores de la fábrica del neumático Fate se encuentran en plan de lucha, luego del despido de 30 trabajadores, tras una consulta compulsiva sobre nuevas condiciones laborales.

La gerencia de la empresa Fate irrumpió en la fábrica durante la noche del viernes 28 de marzo, con una planilla, preguntando a cada trabajador si querían aceptar o no un cambio en las condiciones y el sistema de trabajo. “En teoría, si decías que no, no te iban a despedir, pero ‘iban a ver si contaban con vos’, prácticamente te están diciendo que te van a despedir”, afirma Hernán Minguez, activista sindical que fue delegado de base años atrás. Al día siguiente, sábado, la empresa comenzó con los despidos.

Cinco trabajadores del turno mañana fueron informados en la puerta de la fábrica sobre su desvinculación. Inmediatamente, se votó en la asamblea un paro de 24 horas. El domingo, los trabajadores recibieron mediante la aplicación de la empresa Humand una comunicación reafirmando su voluntad unilateral de avanzar con los cambios en el sistema de trabajo. Ante esa situación, el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (SUTNA) llamó a extender el paro y convocó a una asamblea para el lunes. En la asamblea, se votó la continuidad del paro de actividades hasta el martes 1 de abril y luego desde el jueves 3 de abril hasta el viernes 4. Ese lunes, los trabajadores se movilizaron hacia Márquez y Panamericana exigiendo la reincorporación de los despedidos.

“El despido mío fue el martes a las 10 de la noche, en el momento en que estaba por entrar a trabajar. En el interín del sábado al martes me dijeron que se había filtrado la lista y que yo estaba ahí, pero hasta que no llegué esa noche a la puerta de la fábrica no me entregaron el telegrama”, relata Minguez. Al momento, ya son más de treinta los despedidos durante la última semana, que se suman a los 97 desvinculados en mayo de 2024.

Más trabajo, menos trabajadores
Los trabajadores de Fate se desempeñan en tres turnos (mañana, tarde y noche) que son rotativos y funcionan de acuerdo al sistema americano: siete días de trabajo por dos días de franco. Desde principios del 2024, Javier Madanes Quintanilla, dueño de la empresa, busca imponer un cambio del sistema de trabajo y una reducción de los puestos. “En principio quieren cambiar el sistema de horarios. En vez de 7 x 2 , quieren implementar un sistema de 6 días de trabajo por 1 de franco. O sea, menos días de descanso por la misma plata”, afirma Minguez. Este sistema, también eliminaría el turno de los domingos. Además, los trabajadores afirman que estos cambios buscan afectar mejoras de las condiciones laborales que son parte del convenio, como los premios por producción, los horarios del comedor, los descansos y los trabajos definidos por sector.

“La cuestión central que vemos todos en este cambio de sistema es que implica por un lado eliminar un turno y por el otro menos días de descanso, son 15 días de descanso que se pierden. Que trabajemos 15 días más al año por el mismo salario es un negocio bastante grande para Madanes”, afirma Victor Ottoboni, trabajador de Fate. “Desde el año pasado Madanes quiere reducir la cantidad de trabajadores y empezó en mayo con 97 despidos, al mismo tiempo, presentó un Proceso Preventivo de Crisis a la Secretaría de Trabajo de la Nación, donde además de estas modificaciones en el sistema, detalla que quiere despedir 280 trabajadores más”, relata Ottoboni.

El Proceso Preventivo de Crisis permite a las empresas que demuestren tres o más balances anuales negativos, indemnizar a sus trabajadores por el 50% del monto que les corresponde por ley. A mediados del 2024 Fate presentó el pedido del Preventivo de Crisis pero no obtuvo el aval de la Secretaria de Trabajo, ni tampoco del Sindicato y los trabajadores. “La supuesta crisis que dice que tiene Madanes no la pudo comprobar”, afirma Ruben Alegre, uno de los trabajadores despedidos en mayo del 2024. “Incluso con un Gobierno pro patronal no ha podido aprobar el preventivo de crisis, por una sencilla razón: no abren los libros de contabilidad. Presentan alguna fotocopia diciendo que bajó la rentabilidad pero no tienen forma de demostrar que perdieron ganancias”.

En octubre del año pasado, SUTNA convocó a una asamblea para votar por un nuevo acuerdo al que la dirección del sindicato había llegado con la empresa, donde se modificaban algunos aspectos del plan de cambios del sistema de trabajo que Fate había presentado en el Preventivo de Crisis. Tanto en octubre como en noviembre, la votación fue negativa. “A partir de ahí la patronal siguió con la política de ‘arreglos’ que consiste en generar un clima de incertidumbre dentro de la fábrica, hacer correr rumores de que la fábrica va a cerrar, bajar los niveles de producción más de lo que se necesita, generar un clima de temor y al mismo tiempo ofrecerle a muchos compañeros una indemnización para que se vayan”, afirma Ottoboni. Y aclara que “llamaban a los compañeros que supuestamente estaban en una lista de despidos y les decían que si no aceptaban un arreglo iban a ser despedidos e iban a recibir el 50% de la indemnización porque la empresa estaba en crisis”.

Por su parte, Alegre afirma que “esos arreglos voluntarios de voluntarios no tienen nada, porque son bajo apriete. Se amenazó a compañeros con que iban a recibir la mitad de la indemnización y lamentablemente eso caló hondo. Hubo más de 300 acuerdos”. En tanto, Minguez dice que están “resistiendo a un sistema flexibilizador que Fate busca imponer”. A su criterio, “estos últimos despidos fueron un golpe claro para romper la moral de los compañeros que están adentro para que acepten los cambios que quiere la empresa”. El trabajador despedido el pasado martes ilustra su argumento relatando lo ocurrido el día 28 en las inmediaciones de la empresa: “El viernes, el último día que trabajé, la gerencia se fue a las dos de la mañana, porque estuvo pasando con la planilla viendo quien firmaba y quien no. Inclusive hubo compañeros que los llevaron a la oficina y les dijeron: “¿vos tenés hijos? Bueno, firmá tranquilo que no va a pasar nada”, si eso no es una amenaza, yo no sé”, cuenta Minguez.

En el mismo sentido se expresa Ottoboni: “Estos nuevos despidos son una forma de extorsionar a los compañeros e imponer que si no aceptan el cambio van a haber más. Es la táctica que están usando porque no logran que la gran mayoría firme y para poder hacer el cambio de sistema la patronal necesita la firma de cada uno de los compañeros”, sostiene. Alegre, por su parte, afirma: “Muchos de los trabajadores despedidos hace casi un año teníamos un trabajo sindical dentro de la fábrica. Entonces, la tendencia parece que es siempre atacar a la organización”.

La picadora de carne
A los trabajadores del neumático los llaman “los rotos”. A la industria del neumático la llaman “la picadora de carne”. Esta característica se agrava por la desinversión de las empresas en nueva maquinaria y la falta de presupuesto en cuestiones de seguridad de los trabajadores. “La industria del neumático se caracteriza por ser bastante manufacturera, produce con esfuerzo físico”, sostiene Ottoboni. “Esas condiciones en algunos sectores son peores, en Fate en el sector de la Miniplanta de diagonal, la maquinaria más nueva que hay es del año 70. Los trabajadores del sector en dos o tres años terminan con hernias de disco, lumbares, cervicales, se rompen las rodillas, la tendinitis también es muy común. Y después hay accidentes que tienen que ver con la falta de medidas de seguridad, compañeros que han perdido la mano, el brazo, o la vida”, describe.

“Para la empresa un neumático vale más que un obrero. Ellos van a cuidar más un neumático que un trabajador, invierten miles de millones en computadoras y máquinas para que el neumático salga con las modificaciones que le quieren hacer, pero en evitar accidentes no invierten”, remarca Ottoboni. “Hay compañeros que no pueden levantar a sus hijos. Es una industria que exprime la salud de los trabajadores lo más que puede”, sentencia Alegre. El daño que la propia actividad le causa al cuerpo de los trabajadores toma especial relevancia en un contexto de despidos. “Para buscar trabajo con esas condiciones de salud es complicado, más en este contexto donde vemos que hay despidos por todos lados”, afirma Alegre. “No te toman de ningún lado si tenes la espalda rota, no pasas el psicofísico nunca”, remarca Minguez.

Panorama próximo
Los trabajadores de Bridgestone y Pirelli, las otras dos grandes empresas del sector, también se encuentran en estado de alerta por despidos y empantanamiento de las paritarias. Según el SUTNA, del depósito donde Bridgestone almacena 800.000 neumáticos, 600.000 son importados, no fabricados en el país. La crisis del sector se da en un contexto donde el gobierno nacional eliminó los precios de referencia para importaciones y comenzó un proceso que disminuirá los aranceles de importación del 35 al 16%. De enero a enero, la importación de neumáticos para camiones, autobuses y autos aumentó un 103% interanual.

Asimismo, los trabajadores de Fate continúan en plan de lucha, el viernes 4 se movilizaron al Ministerio de Trabajo de Tigre, la próxima semana se marcharan al Congreso para acompañar el paro nacional de la CGT y el reclamo de los jubilados, y el jueves continuarán con el paro de actividades. “Estamos alentando a profundizar esta lucha, es el camino que tenemos los trabajadores para defender nuestros derechos, para exigir la reincorporación de nuestros compañeros”, enfatiza Ottoboni. “La unión, dar un golpe unido, es fundamental, el día que me despidieron fueron también estudiantes y docentes a darnos apoyo, y para nosotros los despedidos fue muy moralizante”, apunta Minguez.