Por Camila Sicard

El tema «Pulsión de amor», dedicado a Abuelas de Plaza de Mayo , había sido seleccionado por los alumnos de una escuela para el acto por el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Pero la dirección del establecimiento lo consideró inapropiado y levantó la conmemoración. La comunidad de padres y madres logró revertir la decisión.

Ramiro Abrevaya es un músico y productor argentino, tiene tres álbumes, singles y colaboraciones con diferentes artistas. El miércoles 19 de marzo publicó un video en sus redes sociales donde contó que los alumnos de séptimo grado de una escuela de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires habían elegido su canción “Pulsión de Amor” para cantar durante el acto en conmemoración al 24 de marzo. Sin embargo, Ramiro hizo saber que desde la Dirección del colegio había bajado una directiva que alegaba que no les parecía apropiada la canción para el momento que estaba viviendo el país y que preferían que no se hiciera el acto. Esto provocó, no sólo la reacción de la comunidad de padres y madres del establecimiento si no, también, la de miles de personas que se solidarizaron con el cantante a través de las redes sociales.

A partir de la trascendencia de esta noticia, a Abrevaya le empezaron a llegar numerosos comentarios que detallaban situaciones similares en varias instituciones educativas del país. Escuelas donde los actos en conmemoración por el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia estaban siendo suspendidos.

“Este gobierno habilitó a despolitizar los discursos de las escuelas, cosa que no existe. Ellos pretenden que los docentes sean meros comunicadores del programa educativo como si fueran un altoparlante”, comentó Ramiro en diálogo con ANCCOM. “El problema mayor es que tienen a los profesores agarrados de los huevos con sus sueldos, con sus trabajos -agregó-. Se está habilitando también a penalizar ciertas expresiones que se consideran politizadas, o te descuentan días de laburo si vas a una marcha. Esas son maneras de violencia económica”.

El artista cuenta que ha dialogado con padres y madres de niños en edad escolar que le comentan que estos hechos no les parecen mal ya que es bueno sacar la política fuera de las escuelas. No obstante, remarca “por suerte recibí mucho apoyo también, mucha conexión. Algunos hasta me conectaron con periodistas, se pusieron a difundir la canción. En la balanza esto es bueno pero hay que ver cómo sigue”, agregó Ramiro.

La historia tiene un final feliz, la comunidad de padres y madres se organizó, contactó con el colectivo que se creó frente a la problemática de la falta de vacantes en la Ciudad porteña, Vacantes para Todxs, e insistieron para que se haga el acto y se pudiera cantar la canción. Finalmente, después de muchos reclamos, el acto se llevará a cabo en la escuela del conflicto.

“Ahí hay una victoria. Pero siempre tuvimos en claro que lo importante no era eso. Lo importante es el atrevimiento de poder plantear que un acto tan histórico, importante y sensible no se haga. Porque es el principio de un cambio. Esa es la noticia que rompe con una tradición histórica”, explicó Ramiro.

La canción

«Pulsión de amor» es un tema que se lanzó oficialmente en 2019 y narra la historia de Ramiro Abrevaya, nacido en 1978. El contexto dictatorial dejó una marca profunda en su vida y en su percepción del mundo, vivió tres años en el exilio y tiene un medio hermano cuyo padre fue secuestrado y asesinado por la dictadura. Abrevaya comenta que estas experiencias moldearon su sensibilidad como persona y le permitieron construir vínculos cercanos con hijos, madres y abuelas de víctimas de la dictadura.

No obstante, al artista le parece importante remarcar que esta canción “es de todos, no es algo solo mío. No hay una bajada subjetiva, sino que hay una descripción de un panorama que había en ese momento. Así se dio una canción que yo quiero mucho y que tiene un ejercicio súperlindo, la idea siempre fue hacer una canción que sea esperanzadora, no oscura, violenta o rencorosa”, expresó Abrevaya recordando cuál fue el disparador que lo llevó a escribir y componer el tema.

Además, agrega, “la idea era no hablar solo de la dictadura, sino de la pulsión de vida que tiene el humano. Yo a la vez soy de una familia judía, mis abuelos se escaparon de Alemania en la Segunda Guerra. Creo que está entramado en mí esa cosa de supervivencia a hechos atroces. Mis viejos toda la vida me dijeron que la vida te tira de por sí a avanzar».

La repercusión

Ramiro fue invitado a tocar su música en varias oportunidades frente a Abuelas de Plaza de Mayo haciendo cantar incluso a Estela de Carlotto algunos versos de “Pulsión de amor”. Sin embargo, recuerda que recibió muchos mensajes de odio de personas comentándole que iban a dejar de seguirlo por hablar de esta temática y posicionarse. “La gente pretende que uno no se exprese”, comentó. Y agregó: “En una época tan atomizada, tan de nicho, a veces uno pretende llegar a un público más amplio y esto es un problema que me atraviesa cuando pienso cómo comunicar mi música o dónde llegar. Y te das cuenta que en verdad es, o no hablar, o profundizar y hacer tu nicho con la gente que vive en eso y entendiendo que eso no va a trascender a una popularidad gigante”.

Así es como Ramiro cuenta que sus canciones pueden servir de vía de escape para muchas personas que se sienten identificadas con ella. “El arte es el lenguaje que conozco desde que nací. Siempre creí que es el canal más lindo para llegar al corazón de la gente. Mis hermanos son militantes fuertes y tengo discusiones a veces sobre lo que opinamos. Ellos dicen que la manera de intervenir en la sociedad de una manera más drástica y directa es la política, no el arte. Y es válido, las políticas de Estado generan cambios reales y palpables en la sociedad. Pero yo creo que el arte cala en otro plano. Yo apuesto ahí y también a participar políticamente desde, por ejemplo, ir mañana a cantar con La Garganta Poderosa que es una una organización netamente política y social, esto también es una forma de hacer política”, concluye.

Su música, entonces, se vuelve un espacio para reflexionar y para quienes creen que recordar sigue siendo necesario. Canciones como «Pulsión de amor» provocan que la gente se anime a cuestionar, preguntar, incomodar y, sobre todo, no quedarse callados en actos de injusticia para mantener viva la memoria.