Se viene un nuevo aumento y el pasaje llegará a 832 pesos. Luego habrá subas mensuales atadas a la inflación. Duras críticas al Gobierno porteño y a la empresa concesionaria por la mala calidad del servicio y la falta de accesibilidad.
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El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunció una nueva suba del boleto de subte, que a partir de marzo pasará a costar 832 pesos, un 10 por ciento más que los actuales 757 pesos, que rigen desde octubre pasado. El Ejecutivo porteño comunicó el aumento durante una audiencia pública convocada para tratar la tarifa del subte, realizada el jueves último vía Zoom y transmitida por YouTube.
Participantes de la audiencia cuestionaron el incremento, que asciende a casi un 1.000 por ciento desde que asumió Jorge Macri como jefe de Gobierno el 10 de diciembre de 2023, cuando el boleto costaba 80 pesos. Mientras tanto, la inflación en 2024 fue del 118 por ciento y la prestación del servicio es cada vez más deficiente.
“Si bien la empresa requiere una actualización, nada manifiesta respecto a las mejoras en la frecuencia e higiene tanto en las instalaciones como en los vagones; falta de ventiladores en andenes, baños clausurados, escaleras mecánicas sin funcionar en varios momentos; y personas con capacidad reducida que no pueden acceder a los ascensores”, objetó la referente de la Asociación de Consumidores y Usuarios de la Argentina (ACUDA), Paola Cecilia Cáceres.
Por su parte, el presidente de Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), Javier Ibáñez, justificó el aumento debido a la necesidad de compensar el incremento en los costos de explotación y mejorar la relación subsidio-sustentabilidad del sistema.“Se busca recuperar los niveles de cobertura históricos que rondaron siempre entorno al 40 por ciento y que en el mundo ronda entre el 40 y el 60”, afirmó.
Según Ibáñez, la Ley 4.472 establece que las tarifas deben ser revisadas anualmente o cuando el costo del servicio supere un 7 por ciento. En su intervención, dijo que la tarifa técnica del subte a septiembre del año pasado era de 1.950,56 pesos, en tanto que hoy es de 2.305,28. Por consecuencia, y de acuerdo a lo propuesto por SBASE, el pasaje con SUBE registrada, tarjetas bancarias y billeteras virtuales, será de 832 pesos a partir del 1° de marzo, y que el Premetro costará 291,20 pesos.
Está previsto que se apliquen actualizaciones tarifarias mensuales durante los próximos 12 meses, según la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) más un 2 por ciento adicional, para que los incrementos superen el nivel de inflación. “La proyección para este año es que el Estado pague un poco más del 72 por ciento del pasaje”, anticipó el titular de SBASE, quien defendió la suba de la tarifa enumerando las obras realizadas o por realizar, como la finalización del Nodo Obelisco, puesta en valor de estaciones, instalación de ascensores en Carlos Pellegrini, Federico Lacroze y Plaza de los Virreyes, el cierre del loop del Premetro y el reemplazo de escaleras mecánicas.
Ibáñez mencionó además el proceso de licitación para la adquisición de nuevos trenes para la Línea B, un reclamo de larga data de los Metrodelegados por el que se movilizaron en enero; el desarrollo de ingeniería de la futura Línea F, cuya etapa de diseño conceptual del tramo Barracas-Santa Fe ya fue completada; y el avance del plan de seguridad. Por último, destacó la migración de abonos y pases a la SUBE; la renovación de 654 validadores de los molinetes, donde 145 de ellos pasaron a ser exclusivos para pagos con tarjetas de débito, crédito y billeteras virtuales; y la extensión horaria de la Línea B los viernes a la noche.
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A su turno, usuarios, representantes de organizaciones no gubernamentales y dirigentes políticos de la oposición al macrismo, cuestionaron a Ibáñez y al Ejecutivo porteño. Además de las críticas al aumento acumulado de la tarifa, desproporcionado en relación a la inflación general, se hizo alusión a las graves distorsiones que genera el costo del transporte público, que desde diciembre de 2023 incidió fuertemente en la pérdida del poder adquisitivo de las familias.
El exlegislador del Frente de Izquierda, Patricio Del Corro, calificó el aumento de injusto e irrazonable: “Metrovías (EMOVA) y el Gobierno de la Ciudad están teniendo una paritaria y un nivel aumento que no sueña nadie a nivel país. Ustedes les están exigiendo que paguen un aumento sideral a personas que estamos cobrando mucho menos que hace algunos años”.
“Las tarifas del subte tienen que estar por debajo de los transportes que usan combustible fósil contaminante (N. del. R.: el colectivo). Tiene que haber una reconsideración de este esquema tarifario, un planteo más realista, en ningún momento se está pensando en el bolsillo de los usuarios”, opinó la presidenta de la Asociación Ciudadana por los Derechos Humanos, María José Lubertino.
Por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, Matías Rodríguez Fernández valoró la indexación mensual del esquema tarifario porque “permitirá aumentar el porcentaje de cobertura de los costos por venta de los pasajes”, aunque advirtió que su impacto “es tan impredecible como el devenir de las variables macroeconómicas del país”.
Otro cuestionamiento a la empresa fue en torno a los problemas para las personas con discapacidad en las estaciones. Apenas el 34 por ciento poseen ascensores, los cuales se vuelven inaccesibles por falta de mantenimiento. “Se pagó a una empresa, FEMYP SRL, más de 87 millones de pesos en septiembre de 2024 para el mantenimiento de escaleras y ascensores, que se descomponen permanentemente. No se mantienen las compensaciones necesarias que por ley nos corresponden y convierte al servicio público en discriminador”, manifestó Carlos Scally, un usuario con discapacidad.
La comunera de la Comuna 3 por Unión por la Patria, Inés Fornassero, apuntó contra Jorge Macri por la falta de políticas y calificó de deficiente el plan de obras: “Escuchar al jefe de Gobierno que hace poco habló de un plan integral de discapacidad, cuando ni siquiera tenemos garantizado el transporte público para cualquiera que necesita un ingreso, eso no lo tenemos garantizado”.
Respecto a la calidad del servicio, participantes de la audiencia señalaron la presencia de sarna, ratas y alacranes; los casos de asbestosis, que mataron a seis empleados del subte; las filtraciones durante días de lluvia en las estaciones, incluyendo las que fueron reacondicionadas; y las fallas técnicas constantes en formaciones, ascensores y escaleras.
“Nos preocupa la falta de higiene y limpieza de las estaciones, pasillos, escaleras y formaciones de la red, el deterioro de la prestación de la Línea B y la calidad del servicio del Premetro”, señaló Rodríguez Fernández. Otro orador, Nicolás Descalzo, dijo: “Desde la última audiencia en abril de 2024 hasta hoy, casi un año después, la situación del subte empeoró. Tenemos que tomar dimensión de lo que está pasando en la realidad, más allá de los planes”.
En representación del Observatorio del Derecho a la Ciudad, Myriam Godoy Arroyo,reclamó la postergada extensión de la red del subte: “Eso incentiva el uso, porque los barrios que no tienen el servicio y están desatendidos, si lo tuvieran, lo preferirían”, aseguró.