Cientos de miles de personas organizadas, sueltas y autoconvocadas se reunieron en una gran marcha del orgullo antifascista y antirracista que se extendió a lo largo del todo el país y a nivel internacional. La movilización en la Ciudad de Buenos Aires convocó una multitud desde el Congreso a Plaza de Mayo.
“Estamos acá. No vamos a parar de seguir defendiéndonos y acompañándonos, y en el proceso de defendernos, encontrar una afectividad mucho más grande, ampliar nuestra red, ampliar nuestra comunidad, abrazar cada vez más causas y construir una nueva humanidad”, expresa una de las fundadoras de la organización El Teje y coordinadora del taller de infancias travestis trans, no binarias, con discapacidad y del espectro autista, Juana Molinari. En medio de la marcha del Orgullo, antifascista y antiracista. La convocatoria definida en la asamblea antifascista LGBTIQ+ autoconvocada en Parque Lezama, fue una reacción a los dichos odiantes del presidente Javier Milei en el Foro Económico Mundial de Davos y la amenaza del gobierno de presentar proyectos de ley para borrar los derechos conquistados y el avances en la legislación como el Cupo Laboral Trans, la figura penal del femicidio y el DNI No Binarie.
El la Ciudad de Buenos Aires la movilización se extendió del Congreso de La Nación hasta la Casa Rosada y participaron fue además de masiva, diversa. A la comunidad LGBTQI+ se sumaron organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional y Abuelas de Plaza de Mayo, sindicatos docentes como Conadu y AGD UBA, ATE, CGT; trabajadores de la economía popular; clubes deportivos; ex-combatientes de Malvinas; centros de estudiantes; movimientos antirracistas e identidad marrón; trabajadores de la salud pública como los trabajadores y trabajadoras del Hospital Laura Bonaparte; jubilados y jubiladas; el colectivo Discas en Lucha, entre otros, cientos de personas sueltas, amigos, familias, que se acercaron a poner un freno al gobierno de Javier Milei que no para de ajustar y avasallar derechos a los y las ciudadanas.
Abrazar todas las causas
No llueve pero abundan arcoíris. Se despliegan en abanicos al compás de los bombos, maracas y maricas, trompetas y murga. Hay baile. Flamenco y Voguing. El Club de Rugby Ciervos Pampas taclea las figuras de Patricia Bullrich, Javier Milei, el Ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, Donald Trump y Elon Musk. Sobre los hombros, las capas multicolor y los niños a cococho. Un bastón en alto entre la multitud es la bandera de un jubilado. De las frentes brota sudor, glitter y protector solar. El sol se refleja en los strasses y atraviesa los paraguas que se abren orgullosos de sus colores. Los puestos de choripan conviven con las hamburguesas veganas. Una camiseta rosa del diez, pecheras blancas de Abuelas de Plaza de Mayo y alguien lleva en el pecho escrito “No es mi wokismo es tu fascismo”. Una gorra rosa dice “Make Argentina Gay Again». Los pañuelos verdes protegen las nucas del sol. Pañuelos blancos se pintan sobre los colores de una bandera de la comunidad, que camina entre celestes y blancas, Palestinas, una roja y negra Antifascista, Whipalas, Mapuches, Trans, No binaries, Tortas, Bisexuales y esvásticas tachadas.
“Las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo históricamente abrazaron a las travas, incluso cuando no se nombraba tanto la palabra trans y la palabra trava era un insulto”, cuenta la activista de El Teje Juana Molinari en diálogo con ANCCOM.
Avanza la imagen grabada de una Madre de Plaza de Mayo sosteniendo la foto de su hijo desaparecido mientras otra chica lleva el cartel que dice “Soy hija de una víctima de femicidio”. “Lo que tenemos en común es la defensa de los derechos humanos y la defensa de nuestra existencia. El fascismo lo que ataca es a nuestra existencia”, explica Molinari y concluye: “Algo hermoso y algo histórico que hace nuestro movimiento es abrazar a todas las causas, unirse a la defensa de derechos humanos, unirse a las Abuelas de Plaza de Mayo, unirse a la lucha de jubilades”.
Exceso de fascismo
El bona no se vende, Al calabozo no volvemos nunca más, Como a los nazis les va a pasar adonde vayan los iremos a buscar, Fuera, fuera, fuera facho fuera, Abuelas de la Plaza el pueblo las abraza, Paro, paro, paro general. Los cantos se intercalan, apagan, prenden y resurgen, pero no hay silencio, no es su idioma.
“Lo primero que tenemos que entender es que ese discurso pone nuestra vida en riesgo. Ya hay más de un ejemplo de lo que estuvo pasando estos últimos meses de ataques a lesbianas, el lesbicidio en Barracas y la prendida de fuego a un hogar hace dos días. Eso pone nuestra vida en riesgo”, reflexiona Juana Molinari. Los discursos de odio y la violencia contra las personas de la comunidad aumentaron en los últimos años en Argentina. Según el último informe del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT durante 2023 hubo 133 crímenes de odio en donde la orientación sexual, la identidad y/o la expresión de género de todas las víctimas fueron utilizadas como pretexto para la violencia, un aumento respecto a 2022, (año que tuvo 129 crímenes de odio) y el 2021 (120). El 88% de las víctimas son mujeres trans, le siguen los varones gays cis, varones trans, personas no binarias y lesbianas.
Molinari cuenta que en El Teje se encontraron con “la necesidad de ponerle voz a las experiencias de las adolescencias trans y las infancias trans, sin convertirlos en un trofeo de lucha, sin exponerlos. Son niñeces que tendrían que estar no pensando discursos para combatir el fascismo, sino jugando e imaginando sus posibilidades de existencia por fuera de la norma, y el fascismo les está haciendo pensar en discursos para defenderse. El fascismo y el discurso fascista los usa como trofeo para convertir en enemigos” y suma “(el presidente) Habla de intervenciones quirúrgicas en infancias, de hormonización en infancias y en estos dos años y medio de experiencia no conozco ninguna infancia hormonada ni que haya tenido intervenciones quirúrgicas”.
En referencia a la intención del gobierno de eliminar la figura penal del femicidio, la conductora mediática, Florencia de la V en diálogo con ANCCOM expresó que implica “Retroceder. Es no reconocer lo que sucede con la violencia en las mujeres. Es negar algo que está pasando. Ya murieron 29 mujeres en lo que va del año”. Este dato está respaldado por el observatorio de violencia de género Ahora Que Sí Nos Ven que amplía la información informando que en 2024 hubo 267 femicidios, 28 niñas y adolescentes asesinadas, 319 intentos de femicidios directos y vinculados y 267 niñxs huérfanxs.
Caio Sigmaringa, marica y migrante positiva, miembro fundador de Act Up, denuncia que hubo faltas, cambios y demoras en la medicación para VIH. Además, la Fundación Huésped expuso que el Ministerio de Salud de la Nación despidió al 40% de la planta de la Dirección de Respuesta al VIH y al 30% de la Dirección de Vacunas. Un personal que ya estaba reducido y tenía dificultades para cumplir con las licitaciones, fiscalizaciones y el trabajo de coordinación. En consecuencia los hospitales, “No dan abasto hoy en día que no hay una pandemia y no hay una crisis. Si llega a pasar una crisis, no hay capacidad y no hay financiación. Ahora que no hay presupuesto, no sabemos de cuánto se va a dar. Considerando que también se cortó la prevención, que tampoco hay preservativos, ESI. No sabemos cuántas personas estarán viviendo con VIH”.
En la marcha los octogonales del etiquetado frontal advierten “Exceso de fascismo” “Exceso de racismo” “Exceso de homofobia y crueldad”. La activista Molinari refiere al rol de los discursos de odio y concluye: “El discurso fascista es una estrategia de un plan económico que define quienes pueden acceder al capital y quienes no”.
No me arrepiento de este amor
Los pasos se vuelven más cortos a medida que se llega a Plaza de Mayo. Las distancias se achican, los cuerpos se amontonan, se pierden, encuentran, se funden en abrazos, caricias y mimos. Las manos se toman y los besos se dan. Hay risas y enojos. Se comenta la política, el clima caluroso y las relaciones amorosas. El maquillaje corrido, las botellas de agua vacías, el barro en los pies. Los brazos cansados mantienen las banderas en alto. Las voces afónicas continúan cantando. La policía no avanza, las vallas no encierran, el protocolo antipiquetes queda viejo y en desuso. Para Molinari, la lucha en este momento requiere de cuidado y acompañamiento: “La actividad principal de El Teje dentro de la organización es el acompañamiento político entendido desde la escucha, desde la efectividad, desde el amor y acompañar. Todo lo que implica acompañar desde proteger y garantizar derechos, es todo lo que hacemos y cada vez hay que abrazar a más personas y acá estamos agrandando el abrazo.”
En su camino, la marea antifascista fue dejando grafitis, afiches, brillos, colores, sudor, música, baile y poesía: “Si te odiara, el mundo no se inmutaría: nunca el mundo se ensaña con los que odian. En cambio te amo y todo es catástrofe alrededor: las voces las manos los rostros, todos quieren apedrearnos”.
Sin parar de abanicarse con su abanico multicolor, Flor de la V expresa: “Tenemos leyes que nos abrazan que nos costaron mucho sudor sangre y lágrimas, porque hay mucha gente que murió en el camino, en las calles luchando por eso” y finaliza: “Queremos que las leyes se cumplan. Punto. Ni más ni menos”.