Por Constanza Acerbo
Fotografía: Proyecto Pierre

Proyecto Pierre es una iniciativa de la universidad pública que desde 2017 busca acercar nuevos públicos a las artes escénicas y crear el hábito de ir al teatro. Sus responsables relatan la experiencia en un libro de reciente publicación y, en diálogo con ANCCOM, cuentan detalles de su investigación.

“Nuestra idea era ir a buscar a aquellos que estaban a medio pasito de ir al teatro”, explica Mónica Berman sobre Proyecto Pierre, un programa nacido en 2017 en el Área de Artes Escénicas de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, que ella misma encabezaba y que ahora se convirtió en un libro. El objetivo es generar el hábito de ir al teatro, en este caso de estudiantes y docentes universitarios. Con un guiño al sociólogo francés Pierre Bourdieu –uno de los teóricos más leídos en la facultad–, el proyecto propone ir en grupo al teatro y debatir y reflexionar sobre la experiencia vivida.

Berman no ideó sola el proyecto Pierre: Ludmila Botta y Fernanda Blanco, licenciadas en Ciencias de la Comunicación, la acompañaron desde el primer momento. «Ambas estaban en busca de una tutora para sus tesinas y vinieron a cursar conmigo como oyentes un seminario que daba sobre artes escénicas. Tenían un gran entusiasmo, así es como se sumaron al Área de Escénicas. Y Pierre surgió en una merienda donde nos dimos cuenta de que nosotras si íbamos a ver teatro, pero nuestros amigos no, o si lo hacían tenía que ser sí o sí con nosotras».

A través de diversas vivencias personales, empezaron a analizar cómo se construye el hábito y los rituales para ir al teatro. Desde Pierre se propusieron estudiar cuáles son las barreras de los públicos que sí gustan del teatro, a la hora de asistir a una sala, y de qué forma se podría garantizar esta experiencia.

Cuando el proyecto arrancó, uno de los desafíos era cómo difundir la convocatoria. “Tuvimos que buscar dónde estaban esos públicos universitarios. Primero usábamos grupos de Facebook, mails y también lo comunicábamos a través de amistades”, recuerda Blanco. Pero con la baja considerable en el uso de Facebook tuvieron que incorporar WhatsApp, hecho que lamentaron un poco debido a que con el primer sistema se generaba una comunidad.

“Desde que comenzamos el proyecto lo pensamos como una instancia de prueba y error constante, casi como un experimento, por algo lo llamamos experiencia. Cada vez que terminábamos un encuentro hacíamos crónicas, encuestas o charlas entre nosotras para debatir qué habíamos observado”, agrega Blanco.

Respecto a qué obras ir a ver, Berman comenta: “Soy una persona que ve mucho teatro. A la hora de la curaduría, me obsesionaban algunos aspectos puntuales como incluir teatro de infancias, comunitario o títeres para adultos. Al principio, cuando las chicas hacían las encuestas, lo que los inscriptos decían era que nunca irían a ver obras infantiles. Pero nosotras queríamos que puedan ver obras que no hubieran ido a buscar por su cuenta”.

“La barrera del valor de las entradas es la que a la mayoría de los públicos les mueve la aguja”, asegura Botta. Sin embargo, también han detectado barreras simbólicas. Una de ellas es el trato en las salas. En uno de los encuentros, el grupo que armaron no fue bien recibido en un espacio donde, según Berman, “deberían sí o sí tratarte bien”, lo que provocó cierto rechazo de los participantes a la hora de ir al próximo encuentro.

Además, la cartelera teatral de Buenos Aires es inabarcable, otro aspecto que vuelve complejo optar por una obra. “Cumplimos nuestro objetivo de brindar herramientas a los públicos para que puedan adquirir autonomía en su elección y así hacer su propia selección de qué obras ir a ver”, sostiene Blanco, a lo que Berman añade: “La idea era que advirtieran que había propuestas muy distintas en la cartelera. Que existe el teatro comercial o empresarial lo sabemos todos, es muy fácil de percibir, en cambio lo otro es muy difícil de conocer. Teniendo un panorama de la oferta teatral que hay en la ciudad, se logra esa autonomía en la elección”. Incluso, algunos participantes de Pierre se volvieron “recomendadores”.

Ante el vacío de investigaciones sobre públicos que estudien las razones por las que alguien va o no al teatro, el libro Proyecto Pierre, creando el hábito de ir al teatro constituye un análisis tanto cuantitativo como cualitativo acerca del hábito en potenciales espectadores. La publicación se enfoca en las primeras cinco temporadas del proyecto –de 2017 a 2023, exceptuando 2020 cuando el proyecto se paralizó por la pandemia– y pudo materializarse gracias al programa Mecenazgo del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires. Se puede leer de manera gratuita en este link.