Por Bárbara Balbuena
Fotografía: Americas Paralympic Commitee y Gentileza Brian Impellizzeri

¿Cómo llega una persona con discapacidad a representar al país en una competencia atlética? ¿Cuaánto les aporta el Estado? ¿Y los privados? Aquí dos experiencias responden los interrogantes.

En los Juegos Paralímpicos de París del año pasado, la delegación argentina coronó una de sus mejores participaciones al lograr superar lo cosechado en los juegos de Tokio 2020. Detrás de esta histórica intervención se encuentra la dedicación y el entrenamiento de alto rendimiento de paradeportistas que a pesar de su discapacidad le dedican varias horas de la semana a prepararse para dejar al país en lo más alto. Hablamos con la bochista adaptada Stefanía Ferrando y el para-atleta Brian Impellizzeri, abanderados en la ceremonia de clausura en la ciudad de las luces, para conocer sobre la preparación para competir en el alto rendimiento.

El deporte siempre estuvo presente en sus vidas. En el caso de Stefanía de 34 años, oriunda de Gualeguay, provincia de Entre Ríos, comenzó a nadar para su rehabilitación debido a su atrofia muscular espinal de nacimiento y buscando como alternativa un deporte que pudiera hacer durante todo el año se encontró con bochas adaptadas en el 2016. Al año siguiente ya estaba participando de su primer torneo nacional y en el 2018 ya representaba al país con la selección nacional de bochas adaptadas.

Mientras que Brian de 26 años, quien sufrió una hemiplejía del lado izquierdo al nacer, realizó diferentes deportes desde chico hasta que en  2017 conoció a su actual entrenador, Matías Arroyo -el mismo que entrena a la atleta Yanina Martínez medalla de oro en Tokio 2020- y se involucró con el atletismo destacándose en salto en largo. Ese mismo año se integró a la selección nacional de la disciplina y represento al país por primera vez en un torneo en Brasil.

Para competir en el alto rendimiento los atletas dedican varias horas de la semana a entrenar y lo combinan con otros ejercicios para prepararse de la mejor manera cuidando su salud. “Me levanto temprano, desayuno y a partir de la 1 de la tarde nos encontramos en la pista de atletismo para entrenar, dependiendo del día y la carga de trabajo, entre una y tres horas. Además, complementamos con trabajo de kinesiología preventiva, gimnasio todos los días y nutricionista”, cuenta Brian, que entrena en el Estadio Municipal de Rosario

Por su parte,  Stefanía, quien entrena en el Centro Bancario de Gualeguay, al lado de su casa, dice: “También tenemos el entrenamiento invisible, miramos rivales y los analizamos. Y tenemos la parte psicológica en la que hacemos terapia. Aparte de lo deportivo y lo laboral, voy a terapias, hago kinesiología dos veces por semanas, natación dos veces por semana y terapia ocupacional dos veces por semana”.

Además de destinar varias horas al entrenamiento se dedican a otras actividades. En el caso de Stefanía trabaja como community manager manejando cuentas sociales de empresas y emprendimientos. Mientras que Brian devuelve un poco de lo que le dieron junto a su entrenador. “Hoy tenemos una escuela de desarrollo de atletismo adaptado junto con mi entrenador, Martín Arroyo, en la ciudad y tenemos un grupito de chicos que vienen a entrenar tres veces a la semana”, explica.

Para su preparación, entrenamiento y participación en competencias de alto rendimiento los atletas de deportes adaptados y sus entrenadores reciben una ayuda económica de parte del ENARD ( Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) y la Subsecretaría de Deportes por medio de la asignación de una beca.

Los paradeportistas de alto rendimiento que acceden a una beca son aquellos quienes representan al país en las especialidades y pruebas del calendario Paralímpico y ParaPanamericano que hayan alcanzado o proyecten alcanzar un objetivo, según se detalla en el Sistema de Otorgamiento de Becas 2024 publicado por el ENARD. Asimismo, los paradeportistas que acepten la beca deben cumplir con ciertas obligaciones.
 Los objetivos son definidos entre las Federaciones Nacionales, a las cuales los deportistas deben estar afiliados, fichados o registrados como una de las condiciones para acceder a la ayuda económica, junto con el ente nacional. Según su logro reciente un deportista o grupo puede acceder a una de las dos becas conforme su nivel.

El valor de cada asignación varía según el tipo y el nivel de beca a la que acceda el paradeportista, siendo la beca Paralímpica de Excelencia la más alta con un valor de 689.907 pesos y la más baja la beca ParaPanamericano sudamericano con 275.963.

Asimismo, cuando los paradeportistas viajan a representar al país en competencias internacionales, como por ejemplo mundiales, parapanamericanos o paralímpicos, los gastos también son cubiertos en su totalidad por el ente nacional y la Subsecretaría de Deportes. Sin embargo, en los torneos nacionales hay costos que son cubiertos por los propios paradeportistas como también sucede con los viajes de concentración mensual que realizan algunas disciplinas.

En el caso de Stefanía y Brian perciben una Beca Excelencia Paralímpica por haber logrado medallas en los últimos Paralímpicos de París 2024. La bochista entrerriana, avanzó de una Beca de Excelencia Panamericana a una de Excelencia Paralímpica al haber conseguido la primera medalla de bronce junto a su compañero Rodrigo Romero en la categoría BC3 pareja mixta en bochas adaptadas. Mientras que el atleta rosarino sigue manteniendo su beca de Excelencia Paralímpica al lograr nuevamente el podio con su primera medalla dorada en salto en largo categoría T37.

La ayuda económica debería cubrir los gastos de los deportistas como los traslados locales y nacionales para entrenamiento y concentración, para renovar o mantener el equipo personal o la vestimenta que utilizan para entrenar o competir, alquilar instalaciones o servicios no contemplados por los organismos públicos e inversiones para la formación personal de los atletas, entre otros. Sin embargo, la realidad es que la beca no alcanza para cubrir la totalidad de los gastos. “Nos alcanza solo para comprar el material deportivo” cuenta Stefanía. 

En cuanto a la posibilidad de conseguir financiamiento del sector privado, a través de sponsor, que sirva de complemento a la beca es difícil. “Yo he pedido sponsors, pero la verdad, nunca tuve una respuesta favorable. Es difícil hasta para los olímpicos, siendo que  tienen más visibilización que nosotros”,  dice Stefanía. Sin embargo, Brian pudo conseguir un patrocinador. “En el último tramo se sumó Sonder una marca de ropa de Rosario, como sponsor, pero finalizamos el contrato ahora en diciembre”.