Por Karol Reyes
Fotografía: Prensa

Más de 200 personas participaron de la Fiesta Lectora en el Parque Avellaneda. El evento, gratuito y abierto al público, convirtió durante 30 minutos la lectura silenciosa en una experiencia colectiva única.

Frente a la Casona de los Olivera, en el Parque Avellaneda, se realizó la última Fiesta Lectora del año. La iniciativa, liderada por Cecilia Bona y su plataforma Por qué leer, busca promover la lectura como un acto comunitario. Desde 2020, Bona organiza encuentros en espacios públicos como parques, plazas e incluso en vagones del subte de la Línea A. “La primera invitación fue llenar un vagón de personas leyendo, y logramos una gran convocatoria. Con la pandemia, nos adaptamos y comenzamos a realizar encuentros itinerantes”, recuerda.

“Es increíble cómo la gente se acerca con entusiasmo a compartir lo que leyó. Cada localidad aporta su impronta, pero siempre se supera la expectativa inicial”, comenta Bona. Para ella, los encuentros reflejan el poder de la comunidad, desafiando la figura del lector solitario. Comparó la experiencia con El Alephde Borges: “Cuando abrimos un libro, aunque cada lector está inmerso en un mundo distinto, en ese instante compartimos un mismo espacio. Los lectores nos hacemos eco de ese Aleph y nos convertimos en uno”. 

Bona no solo organiza estos encuentros, sino que también fomenta la lectura a través de talleres, capacitaciones y actividades como picnics literarios o charlas con adolescentes. Su objetivo es ampliar el acceso a los libros: “Me gustaría que la gente hable de libros en la calle, en el colectivo, en el negocio. Que los libros salgan de los estantes y lleguen a las manos de los lectores, porque el acceso no siempre es igual para todos”. 

En esta edición, realizada el pasado sábado 14 de diciembre, el Pilafest se sumó al evento como un colectivo de intercambio. Nacho Damiano, creador de esta propuesta itinerante, promueve el cambio de libros a través de su plataforma Pila de Libros. “Es un encuentro offline para conocernos, intercambiar libros y generar lazos más allá del lenguaje”, explica. El festival, que se realiza cada dos meses, planea expandirse a otras provincias en 2025.

Los vecinos también se sumaron al evento. Emiliano Blanco, voluntario de la Biblioteca Parque Avellaneda, señala: “El objetivo era mostrar que la lectura, aunque íntima, también puede ser un espacio compartido. Además, buscábamos visibilizar la necesidad de institucionalizar nuestra biblioteca, que funciona de forma voluntaria”. 

La experiencia colectiva dejó huella en los participantes. Corina Marusa, vecina del barrio de Flores, afirma: “Me parece fundamental que existan iniciativas como estas. La lectura es lo que hace a la comunidad, nos encontramos en espacios públicos para nutrirnos como sociedad”.

Estela Maris, jubilada y vecina de la zona, compartió su experiencia al releer el libro La renuncia al patriarcado y comentó sobre el impacto de la lectura en un entorno colectivo: “Lo había comprado hace tiempo, pero no lo había comprendido del todo. Al releerlo aquí, más relajada, lo entendí mucho mejor”.

Campos, un librero que participó por primera vez, destaca: “Ver a otros leer genera curiosidad y puede llevar a que más personas se acerquen al mundo de los libros”. Mientras que María Ortega, vecina de Villa Santa Rita, pone en valor estas iniciativas: “Incentivan a los chicos y acompañan también a los grandes”. Durante el evento, tuvo la oportunidad de descubrir a la escritora Rosario Castellanos, quien la sorprendió gratamente.

Sin embargo, la fiesta lectora enfrenta desafíos. Según Juan Bona, encargado de la administración del proyecto, el principal obstáculo es el financiamiento: “El desafío no es la creatividad, sino encontrar fuentes de financiamiento, porque fue un año complicado para la cultura”. Aunque algunos municipios aportan recursos para eventos puntuales, el apoyo no es continuo. 

La misión de Por qué leer sigue siendo clara: promocionar la lectura en todas sus formas y generar dinámicas inclusivas, como los canjes de libros y los sorteos, que invitan a los asistentes a sentirse protagonistas.