La Cámara de Diputados aprobó dio media sanción al Proyecto de Ley que busca proteger a niños, niñas y adolescentes de la ludopatía y la compulsión a las apuestas online, que hoy entran a las casas a través del celular. El PRO y La Libertad Avanza votaron en contra o se abstuvieron. Ahora le toca al Senado convertirlo en norma definitiva. ¿Otra vez vetará Milei?
En la cámara baja del Congreso de la Nación, la mañana transcurrió bajo un manto de dudas acerca de la posibilidad o no de debatir el proyecto de Ley de Prevención de Ludopatía y Regulación de Apuestas en Línea. Tras siete meses en los que a distintas iniciativas fueron pasando por cinco comisiones diferentes, debido al lobby de los sectores vinculados a las casas de apuestas y sus vínculos con legisladores del oficialismo -lo que fue moderando el debate- , se convocó a una sesión especial para su discusión y posterior votación. Finalmente, pese a la ausencia y especulación de los legisladores del PRO y La Libertad Avanza, la oposición alcanzó, minutos pasados las 12 del mediodía, la presencia de 137 legisladores -de un total de 257- logrando el quórum necesario para iniciar la sesión. Y tras 12 horas de debate, la oposición obtuvo la media sanción. “Hoy le venimos a dar una herramienta para solucionar un vacío legal a los gobernadores provinciales con un marco que unifique los criterios de manera nacional”, destacó Mónica Frade, de la Coalición Cívica.
El dictamen de mayoría, impulsado en conjunto por representantes de Coalición Cívica, Unión por la Patria, Encuentro Federal, Democracia para Siempre y Frente de Izquierda Unidos, establece la prohibición del acceso de menores de 18 años a los sitios online de apuestas -mediante herramientas de reconocimiento facial-; restringe la publicidad no dirigida de juegos de azar en línea a través de internet, medios de comunicación, redes sociales, vía pública o de cualquier otro formato, medio o plataforma de difusión; regula los medios de pago utilizables -eliminando las tarjetas de crédito y limitando el monto de extracción diario; y prohíbe la utilización de casas de apuestas como auspiciantes en el ámbito deportivo. Esto último, se da en un panorama en el que tanto la Liga Profesional de Fútbol como la Copa Argentina y la Selección Nacional (máximas instituciones y competencias nacionales) cuentan con sitios de juegos de azar online como sponsors oficiales (Bplay en el primer caso y BetWarrior en los otros dos). Además, 8 de los 28 equipos que forman parte de la primera división del fútbol argentino llevan estos sponsors en sus remeras, por lo que esta medida incidirá en la forma de financiamiento del deporte madre de nuestro país. En contraposición, el oficialismo (con el apoyo del PRO) impulsó el dictamen de minoría, que establece restricciones mucho más laxas sobre los sitios de apuesta en línea.
La diputada por la Coalición Cívica, Mónica Frade, fue quien solicitó la sesión y también la encargada de abrir el debate: “Estamos por dar una discusión que tiene que ver con una contraposición entre salud mental y recaudación. La AFIP grava un promedio de 5% de impuestos indirectos sobre las apuestas legales; en 2023 recaudó una cifra cercana a 7.300 millones de pesos; en la provincia de Buenos Aires, las empresas registradas facturan 20.000 millones de pesos anuales, lo que permite estimar que el negocio legal e ilegal representa, solo en la provincia de Buenos Aires, 1.300 millones de dólares al año”. Además, se animó a dar nombres y denunciar: “Los zares del juego local son Federico de Achaval, dueño del Hipodromo de Palermo; Antonio Tabanelli, de Boldt; Daniel Angelici y Daniel Mautone, de Casinos Victoria; y Marcelo Rochetti, accionista y socio del operador judicial Freddy Lijo en la aseguradora Caledonia. Así, vemos cómo se va conectando la mafia del juego con el Poder Judicial y con la política. Muchos acá están incómodos por esta razón”. Silvana Giudici, representante del PRO, impulsora del dictamen de minoría y acusada hace unos días por Daniel Ferraro -de la Coalición Cívica- de hacer lobby por Daniel Angelici, se defendió:”Nos causó bastante indignación que se genere alguna suerte de sospecha o que nos tilden de defender algún interés distinto a combatir la cyberludopatia”.
En representación de Unión por la Patria, Victoria Tolosa Paz, afirmó: “Prohibir el juego para niños, niñas y adolescentes en la República Argentina es una obligación del Estado nacional. Hoy los pibes tienen un casino en el bolsillo o en la mochila. El consumo problemático no está solo en la esquina, está también en nuestras casas, en cualquier lado y en el momento que sea”. Además, habló de la importancia de frenar la publicidad para disminuir su difusión: “Fundamentalmente porque sabemos que por ahí entran los chicos: por influencers, por deportistas, por otros juegos y es ahí donde aparece la publicidad engañosa con los famosos bonos de ingreso y todo el dispositivo para llevar adelante esta consigna de que ganar plata es fácil y no genera ningún tipo de daño”. El proyecto, además, dictamina la eliminación de dichos bonos para desalentar el registro de nuevos usuarios y la pena de 3 a 10 años de prisión para quienes incumplan esta ley, aumentando en un tercio el tiempo de reclusión si la infracción está dirigida a menores de 18 años. En todo caso, el imputado será inhabilitado de manera absoluta y perpetua.
Pese a sentarse en su banca luego de haberse iniciado la sesión -al igual que todo su bloque- y habiéndose frustrado su intento de no dar quórum, Nadia Marquez sostuvo: “Desde La Libertad Avanza queremos hacer algunas consideraciones absolutamente relevantes. En primer lugar, afirmar que a todos nos preocupan, en general, las adicciones y, en particular, la ludopatía, tanto en adultos como en niños. Quizá lo que no hemos logrado es ponernos de acuerdo o llegar a un texto en común en relación a cómo afrontamos este flagelo, qué competencia y qué alcance tenemos a los efectos de que esta ley no sea letra muerta”. Por su parte, Daniel Arroyo (UxP), fue tajante: “Cuando el problema es de unos pocos, lo tienen las personas; pero, cuando lo tienen muchos, el problema es del Estado. No son algunos los que tienen adicción o poquitas familias las que deben plata, es un conflicto que atraviesa a todos los sectores de la sociedad. Muchas familias están esperando ver qué hace el Congreso, para donde da pista. Gran parte de las familias que se sienten solas, que no saben a quien recurrir, que compiten contra el celular y pierden todo el tiempo. Hoy, al menos, van a tener una ley que va a regular y dar un pequeño paso adelante”.
Finalmente, luego de una maratónica sesión que duró poco menos de 12 horas y que contó con el testimonio de gran parte de los diputados y con los roces, discusiones y chicanas cruzadas propios de un proyecto que compromete y pone en juego distintos intereses, la Cámara aprobó el proyecto en general con 139 votos a favor, 59 abstenciones -entre el PRO y LLA se repartieron la mayoría- y 36 negativos -todos del bloque oficialista-. Luego, se prosiguió a la votación en particular -operación que demoró algunas horas más- resultando positiva en todos sus artículos. De esta manera, la Ley de Prevención de Ludopatía y Regulación de Apuestas en Línea, obtuvo media sanción y espera por su debate en el Senado, dejando el panorama abierto a un posible nuevo veto por parte del Poder Ejecutivo.