Por Lucila Rojas Moreyra
Fotografía: Gentileza Adriel Fontana Rosa

Un emblemático mural de Perón y Evita ubicado en el barrio porteño de Caballito fue borrado horas después del 17 de octubre. Tras la denuncia en redes, vecinos, militantes y artistas decidieron reconstruirlo.

El sábado 19 de octubre, 48 horas después del Día de la Lealtad, los vecinos de Caballito se encontraron con la ausencia del mural histórico de Perón y Evita que ocupaba la ochava de la esquina de Río de Janeiro y Machado, a metros del Parque Centenario. En su lugar, apareció el paredón pintado color ladrillo. La imagen rápidamente llegó a las redes sociales, con usuarios indignados por un lado y otros felices por la eliminación de la imagen.

La polarización se acrecentó con la divulgación de las fotos de un nuevo mural, allí mismo, con la figura de Javier Milei, pero resultó ser un montaje. Mientras tanto, vecinos y militantes peronistas se acercaron, lijaron la pared y comenzaron a restaurar el viejo mural.

La obra vandalizada pertenecía al escultor, dibujante y docente Rodolfo Aguerreberry (1942-1997). Fue profesor de la Escuela de Bellas Arte Manuel Belgrano y coordinador de talleres creativos de plástica en Fundación ORT. Fue, además, uno de los responsables del “siluetazo”, junto a Julio Flores y Guillermo Kexel, que consistió en la realización de siluetas como modo de representar a los desaparecidos durante la dictadura militar. La intervención –el trazado del perfil del cuerpo de una persona recostada sobre un papel extendido– visibilizó la causa de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y fue parte del paisaje urbano previo a la vuelta de la democracia.

El mural borrado en Caballito mostraba el abrazo entre Perón y Evita del 17 de octubre de 1951, Día de la Lealtad y de la primera transmisión televisiva en Argentina. La leyenda debajo decía: “Los días más felices fueron, son y serán peronistas”. Aguerreberry lo pintó junto a militantes entre 1994 y 1995, y fue restaurado por vecinos en noviembre de 2022.

Adriel Fontanarrosa, estudiante de Derecho, trabajador ferroviario, militante de la agrupación 26 de Julio y delegado del sindicato La Fraternidad, reunió hace unos días a un grupo de personas dispuestas a restaurar el mural y, en diálogo con ANCCOM, relata cómo se organizaron.

¿Cuál era el valor del mural?

El peronismo trajo algo que nunca se va a poder borrar: la lucha por los derechos de los trabajadores. Para mí este mural, como tantos otros a lo largo y ancho del país, es una marca no solo en una pared, sino una parte de nuestra historia marcada en los corazones de los trabajadores.

 

Este Gobierno arremete contra la historia, pero también contra la educación pública, la salud, los jubilados, ¿cuál creés que es su plan?

No hay un plan concreto. Este Gobierno ataca a los estudiantes, a los abuelos, arremete contra el transporte, y contra las necesidades básicas de un trabajador y de cualquier persona. Ataca la educación, cuando esta es necesaria para salir adelante, para garantizar el ascenso social en este país. El transporte también es fundamental, es lo que todos necesitan para movilizarse al trabajo, generar ingresos y mantener a sus familias. La doctrina de este Gobierno se basa en el odio, en la motosierra y en el ataque al que no piensa igual. El presidente incita constantemente al odio y la división entre argentinos, entre estudiantes, entre jubilados, entre el pueblo y la propia policía y fuerzas de seguridad, lo cual es triste, porque los mismos policías que hoy reprimen a los abuelos también se van a jubilar el día de mañana. Lo que impulsa esta gestión es muy dañino, desde tapar un mural a generar cada vez más violencia entre argentinos y argentinas.

 

¿Se ha podido confirmar quién dio la orden de tapar el mural?

No se sabe quién es el responsable, pero entendemos que acá hay un ataque concreto por parte del Gobierno de la Ciudad, del mismo presidente, gente que lo apoya o de cualquier persona que desea seguir generando divisiones en el país. Meterse con el peronismo, que no es solo un movimiento, sino una doctrina y una forma de vivir -porque el que es peronista lo es toda la vida-, genera repudio y tensión entre nosotros y el que tenemos enfrente.

En redes circuló un montaje que reemplaza el mural con una imagen del Presidente…

Es falso, por supuesto. Esto demuestra cómo el Gobierno y sus votantes logran manipular la realidad a través de las redes sociales y otras plataformas solo para generar violencia y disputas.

 

¿Cómo se difundió la convocatoria para restaurar el mural?

Los que llevamos el peronismo en el corazón sentimos la necesidad de dar una mano. Desde el Sindicato La Fraternidad se nos acercó el pedido de conseguir gente dispuesta a ayudar en la restauración, y en muy poco tiempo teníamos pintores, militantes y vecinos dispuestos a poner manos a la obra. Todos peronistas, todos con el movimiento en el corazón. La frase fue terminada, pero próximamente artistas y miembros del PJ Juventud restaurarán la imagen del abrazo. La tan emblemática imagen pintada en 1995 seguirá presente, demostrando que el peronismo nunca se va ir, nunca lo van a borrar, tapen los murales que tapen, nunca van a borrarlo del corazón de los argentinos.

 

¿Qué impacto tuvieron?

El impacto fue inmediato, fue sorprendente la reacción de la juventud. Me llena de orgullo ver jóvenes preocupados por cosas como esta, verlos comprometidos con el movimiento, y ver lo que el peronismo genera en ellos.

 

Recientemente el Presidente afirmó que le encantaría “meterle el último clavo al cajón del kirchnerismo con Cristina adentro”, ¿qué opinás?

Este hombre lo único que hace es implantar una noción de combate, violencia y odio. Ataca gratuitamente a todo el mundo. Con sus dichos quiere decir, prácticamente: “Los voy a terminar de matar”. Al peronismo nunca lo van a matar, porque es muchísimo más grande que todos ellos. El peronismo debería reconocer sus errores, ya que gracias a ellos ganó este Gobierno, y asumir la responsabilidad y compromiso de solucionar los problemas de la gente. Esas son nuestras bases, sin prometer nada ayudar al trabajador, al estudiante, al jubilado, al sector de salud y transporte.