Un puñado de legisladores radicales y de partidos provinciales que habían votado la Ley de Actualización Jubilatoria cambiaron su posición y respaldaron el veto de Milei. De esta manera, no habrá recomposición de haberes para los adultos mayores. Otra vez hubo represión, heridos y detenidos en las afueras del Congreso.
La Cámara de Diputados ratificó el veto de Javier Milei a la Ley de Movilidad Jubilatoria que actualizaba las jubilaciones un 8,1% y luego las ajustaba mensualmente. En una sesión caldeada por la represión en la Plaza del Congreso y las sospechas de compra de votos, se registraron 153 votos a favor de sostener la norma, 87 negativos y 8 abstenciones, sin que se alcancen los dos tercios necesarios para dejar de lado el veto presidencial. La visita de un grupo de diputados radicales a Casa Rosada a horas de la sesión sembró de acusaciones el debate, que tuvo varios “vuelcos” inesperados y abstenciones respecto de la votación original.
La mayoría en ambas cámaras alcanzada para dictaminar la sanción se esfumó en la sesión de este miércoles, en un proceso plagado de negociaciones subterráneas que habrían conseguido cambiar la voluntad de trece legisladores para suspender la iniciativa. Diputados opositores señalaron con vehemencia el vuelco de algunos de sus colegas que se habían mostrado, en un principio, a favor de mejorar en al menos una pequeña parte el muy bajo poder adquisitivo de las jubilaciones. A la vez, las bancadas oficialistas y del PRO se centraron en defender a capa y espada las bondades del superávit fiscal.
Los diputados de izquierda comenzaron fuerte en el debate parlamentario. Nicolás del Caño, por el PTS, calificó como un “escándalo” la renuncia del entrerriano radical Pedro Galimberti, que dejó su banca un día antes de la votación para ocupar un cargo político en la represa de Salto Grande, ubicada en su provincia natal. Por su parte, el compañero de bancada de Del Caño, Christian Castillo, se refirió al veto como “un acto de autoritarismo monárquico”, y también como “una muestra más del toma y daca”.
En esta línea, Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica, manifestó un claro rechazo al veto presidencial, evidenciando la fractura cada vez más evidente de lo que fue alguna vez Juntos por el Cambio, en la práctica ya desintegrado por las posturas irreconciliables, y expuso las divisiones internas de la desmedrada coalición que fue gobierno. En el mismo sentido habló Miguel Ángel Pichetto, que supo ser candidato a vicepresidente de Mauricio Macri, y hoy optó por apelar a la memoria de la dirigente del movimiento de jubilados en la década del noventa, Norma Plá, para votar en contra del oficialismo.
Tal vez la nota de color la aportó la recientemente desterrada diputada del bloque de LLA Lourdes Arrieta, una de las que visitó a los genocidas de la dictadura condenados en el penal de Ezeiza. La mendocina, autodefinida como parte de la “familia militar” y que acostumbró lucir patitos de plástico kawaii en reuniones de comisión, aseguró que “hay que darle libertad a los jubilados, que puedan decidir llegar a fin de mes, viajar, disfrutar a sus nietos”, tuvo digresiones en su discurso para hablar de su vida familiar, y cerró con un “Viva Cristo”. Su voto fue la abstención, argumentando que la promesa de Milei era ajustar a la casta y no a los jubilados..
Por su parte, Rodrigo de Loredo -titular de la bancada de la UCR-, reconoció los desacuerdos que se dieron hacia adentro de su bloque para determinar si acompañaban o no al oficialismo. En este sentido, señaló que si se gana habría un triunfo parlamentario, pero si se pierde hay victimización. Finalmente dejó claro que la postura oficial del bloque sería insistir de forma total en la ley de actualización jubilatoria y el rechazo al veto del presidente.
El jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martinez, acusó de “hipócritas” a los diputados radicales y provinciales que cambiaron su decisión repentinamente. Y concluyó que “miles de trabajadores no quieren que este sea el destino de la Argentina, por eso nosotros venimos a rechazar este veto” y replicando a León Gieco continuó: “Si un traidor puede más que unos cuantos, que esos cuantos no lo olviden fácilmente”. Y finalmente ratificó la lucha del bloque para procurar suficientes mayorías en diputados, y así “reinstalar la justicia social” como centro de la política económica en el país.
José Luis Espert, diputado de La LLA, le respondió y apuntó contra el gobierno anterior, acusándolo de “chorro” y denunciando que el sistema se quebró porque durante la gestión de Alberto Fernandez, “jubilaron a cuatro millones de personas sin aportes”. Su voto fue a favor del veto.
Por último, cerró las exposiciones Gabriel Bornoroni de LLA. Comenzó alegando que Milei en campaña dijo lo que iba hacer y lo está cumpliendo. Volvió a mencionar “la necesidad de una nueva reforma laboral” porque, al igual que Espert, opinó que se está enfrente de un sistema quebrado. Acusó de “caraduras” a la oposición y sentenció que “es importante para el bloque de la Libertad Avanza cumplir con la palabra empeñada en campaña” y que el bloque insistirá en proteger el equilibrio fiscal.
El bloque Innovación que incluye diputados de Misiones, Río Negro y Salta se abstuvieron cuando en junio se pronunciaron a favor. Sumado el quiebre de la UCR, ambas coaliciones se transformaron en la llave que promovió el triunfo político del oficialismo, para que Javier Milei y quienes lo acompañan, alcancen su propósito: que no se actualicen las jubilaciones.
Por su parte, el primer mandatario se expresó por redes sociales y llamó “héroes” a aquellos 87 diputados que votaron de forma negativa, permitiendo así, el triunfo del oficialismo pero la derrota de todos aquellos que cobran por debajo de la línea de la pobreza. Y agregó que “el déficit cero es innegociable”.
Las agujas marcaban las 15:40 de la tarde y finalizó la votación en Cámara de Diputados; una multitud de uniformados de Gendarmería, Policía Federal Argentina y Prefectura Naval Argentina comenzó a reprimir con gases, palos y detenciones sobre la multitud que nuevamente copó las inmediaciones del Congreso en defensa de los jubilados. Se hizo uso del programa antipiquetes por orden de la ministra Patricia Bullrich, por tercera semana consecutiva. Al menos medio centenar de personas resultaron heridas y una finalizó detenida.