Por Lourdes Saucedo
Fotografía: Gentileza Espacio Memoria, Verdad y Justicia

En el Día Internacional del Detenido Desaparecido, la Casa de la Identidad organizó un debate para mirar el recorrido de las políticas de memoria, verdad y justicia y analizar el resurgimiento de la apología del Terrorismo de Estado.

“Cada tanto volvemos a sentir miedo, tantos años de terapia y con este gobierno volví a sentirlo al dormir a la noche con la luz apagada”, expresó Graciela Montarriso, hija de Jorge Montarriso, que continúa desaparecido desde la última dictadura. Y reveló a ANCCOM: “Antes pensaba que de verdad el amor vencía al odio, pero ya no estoy tan convencida”. Esta declaración fue realizada el viernes 30 de agosto, el Día Internacional del Detenido-Desaparecido en una charla abierta organizada por Abuelas de Plaza de Mayo, H.I.J.O.S. y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) para debatir sobre la importancia de esta fecha, el rol del derecho internacional y la importancia de seguir manteniendo presente la lucha por la memoria y los derechos humanos en un contexto de políticas regresivas por parte del gobierno de Javier Milei. El encuentro tuvo lugar en Casa por la Identidad, dentro del predio de la exescuela de Mecánica de la Armada.

¿Por qué existe este día?

Luciano Hazan, moderador del conversatorio y quien supo ser miembro del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas de Naciones Unidas, abrió el conversatorio señalando la importancia de esta efeméride: “Para los familiares que están buscando a sus seres queridos desaparecidos es importante cada día. Entonces puede parecer injusto hablar de un día. Pero es importante tenerlo porque nos permite tocar las puertas del resto de la sociedad nuevamente, llamar la atención y de alguna manera buscar la empatía y la solidaridad”.

En América Latina, esta conmemoración fue iniciativa de FEDEFAM (Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos–Desaparecidos). Luego, en 2010, la Asamblea General de Naciones Unidas estableció esta fecha como el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas con el objetivo de reflexionar sobre este delito de lesa humanidad, que en Argentina fue un mecanismo fuertemente utilizado durante la última dictadura cívico-militar.

De esta manera, la Convención Internacional para la Protección de las Personas contra las Desapariciones Forzadas señala que estas se producen cuando se arresta, detiene o traslada contra su voluntad a las personas por parte de agentes gubernamentales de cualquier sector o nivel, u otras organizaciones. Además, implica que se niegan a revelar el paradero de esas personas o a reconocer que están privadas de la libertad, sustrayéndolas así a la protección de la ley.

Las mujeres y la búsqueda de la verdad

Luego de la presentación de Hazan, tomó la palabra Ana Lorena Delgadillo, quien se desempeña en el Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias de Naciones Unidas y destacó la labor de las mujeres en la búsqueda de desaparecidos. En este sentido, mencionó un informe reciente de Amnistía Internacional, que detalla los estándares internacionales aplicables a la protección de mujeres buscadoras en las Américas. “Las Madres y las Abuelas -dijo Delgadillo- son las que abrieron el camino de búsqueda de la verdad y la justicia. Y esto ha quedado marcado en la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas Detenidas Desaparecidas y en muchos otros instrumentos que son parte ahora del sistema universal y del sistema regional. Es mucho lo que, como sociedad, tenemos que agradecer al camino abierto por Madres y Abuelas de Argentina”.

Políticas regresivas

Posteriormente, tanto Anabela Montaner, perteneciente a la organización H.I.J.O.S., y Diego Morales, director del Área de Litigios del CELS, hicieron hincapié en el retroceso de políticas públicas de derechos humanos que lleva a cabo el gobierno de La Libertad Avanza, entre ellos el cierre del equipo de relevamiento y archivo (ERyA) del Ministerio de Defensa y el reciente desmantelamiento de la unidad especial de investigación dependiente de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI).

Por otro lado, Montaner recalcó que solamente el 6% de los condenados por delitos de lesa humanidad se encuentra cumpliendo su condena en la cárcel. Mientras que el resto cumple prisión domiciliaria o continúan en libertad.

El derecho internacional

Los organismos internacionales, a lo largo de los años, han desempeñado una tarea fundamental para el cumplimiento de los derechos humanos. Uno de los primeros rastros se halla en la visita de la Comisión Interamericana en 1978, la que, según destacó Carolina Villella, coordinadora del equipo jurídico de Abuelas de Plaza de Mayo, “tuvo un impacto a nivel internacional porque permitió visibilizar fuertemente lo que estaba sucediendo y potenciar las voces que acá estaban tratando de ser silenciadas”.

Hazan, en diálogo con ANCCOM, destacó la primera Declaración sobre la Desapariciones Forzadas, aprobada por Naciones Unidas en 1992. Más tarde, en el 2006, se aprueba la Convención Internacional sobre Desapariciones Forzadas y esa última declaración es el último gran logro de los familiares empujando por un derecho que proteja a las personas contra las desapariciones forzadas. Además, se creó un Comité contra la Desaparición Forzada. “Tiene la facultad de hacer cumplir la Convención y eventualmente hasta decidir sobre la responsabilidad internacional de los Estados que ratificaron la Convención, Argentina entre ellos”, señaló Hazan, quien fue miembro del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas y del Comité contra la Desaparición Forzada de Naciones Unidas.

Por otra parte, recalcó la existencia del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas que desde 1980, por impulso de las denuncias que estaban haciendo los familiares de Argentina y de Chile, es el primer procedimiento especial temático de derechos humanos que creó Naciones Unidas. “Todos estos son mecanismos de Naciones Unidas que están muy atentos a lo que está sucediendo y están empezando a mandar comunicaciones al Estado diciéndole cuáles son sus obligaciones. Frente a este contexto nos vemos en la necesidad de utilizar estas herramientas del pasado para poder enfrentar el presente”, concluyó Hazan.