Por Carla Farinola
Fotografía: Gentileza Prensa Vigilias

«Vigilias», la obra de teatro de Germán CAbanas, transita de manera lúdica los bordes entre ficción y realidad.

Gracias a la magia teatral, cada domingo el Galpón de Guevara, ubicado en el barrio porteño de Chacarita, se convierte en un hábitat natural del aislamiento en el que sueño y realidad se confunden. 

Con dirección general e interpretación de Germán Cabanas, actor, acróbata, docente de artes escénicas y co-creador y director artístico de UOW, Vigilias propone una exploración lúdica y encarnada de la soledad que transita los bordes de la ficción y la realidad. 

Vigilias es una obra de teatro atravesada por la simpleza y la operación artesanal de sistemas de vuelo, que sin necesidad de diálogos pone en juego lo onírico, la ruptura del tiempo cronológico y la entrega del cuerpo. En conversación con Germán Cabanas, exploramos la historia detrás de la puesta en escena.

Hace más de 10 años, la idea de lo que hoy es Vigilias nació gracias al disfrute, el juego y la exploración de nuevos dispositivos técnicos. “La idea de la obra fue mutando con el tiempo. Se nos ocurrió un sistema de poleas y arrancamos a jugar con eso, cada vez que teníamos un tiempo libre nos poníamos a jugar con esos elementos. Llegado a cierto punto, quisimos mostrar el material y pensé cómo le daba una forma escénica a esto”, comenta Cabanas, haciendo memoria de los primeros encuentros con Santiago Castello, encargado de la dirección técnica y el diseño de sistemas.

¿Cómo se le da forma a una obra de este calibre? Para Cabanas, el proceso de creación fue a la inversa de lo que acostumbramos, buscando la excusa dramática al encantamiento con los elementos: “Me gusta mucho la fisicalidad, me es difícil pensar una dramaturgia desde lo intelectual y muchas veces parto del movimiento. Arrancando desde ahí, desde la improvisación y el juego, termino construyendo más que cuando me siento en el escritorio y trato de tener una idea”.

Entonces, Vigilias nace y crece del juego a la idea, de la idea al papel, del papel a su primer estreno en México, en la apertura del Festival Internacional de Teatro de Nuevo León. “Fue muy loco porque el festival, con compañías de todo el mundo, elige esta obra para la apertura. Fue una experiencia espectacular de lanzamiento, en una sala de 1.500 personas, una presión importante”, recuerda el director e intérprete.

Desde su lanzamiento en México, pasando por dos temporadas consecutivas en 2014 y 2015 en El Galpón de Guevara, hasta la versión que se presenta en la actualidad, Vigilias absorbió lo mejor del paso del tiempo y se transformó.

Con una actuación más naturalista, el despojo de ciertos elementos escenográficos y sin textos de guía, la obra se tornó más neutra, más limpia, más cercana. “Tuve la necesidad de actualizarla y relacionarla con todo lo que pasó en estos años: la salud mental después de la pandemia y cómo nos afectó estar encerrados. En este tiempo cambió la tecnología, la velocidad de las imágenes, la explosión de las redes sociales; cambiaron nuestras formas de pensar y yo mismo cambié mucho. Actualizarla tiene que ver con que sea una obra que hoy me interpele”.

Una cama, un lavatorio, un perchero. Luces azules, oscuridad, luces blancas y Cabanas: un mundo nuevo que despierta los ojos de los espectadores, que siguen atónitos cada salto y cada vuelo. “Cada uno puede tener una interpretación diferente y eso es lo que me gusta. Si logramos que los espectadores entren en lo que están viendo y se dejen llevar, me da mucha satisfacción porque apuntamos a algo profundo, en relación a lo que vivió cada espectador y lo que se va reflejando en cada escena”, reflexiona el autor e intérprete

 

Vigilias se presenta todos los domingos de agosto a las 20 horas en El Galpón de Guevara, ubicado en Guevara 326, Chacarita, Ciudad de Buenos Aires. Las entradas están disponibles por Alternativa Teatral