Víctima de abuso sexual infantil a manos de su padre, la multifacética escritora e influencer Ilay Ventura se reivindica como una sobreviviente y plantea que a través del humor se pueden romper estigmas y superar traumas.
En la mitología griega Quirón es un centauro de buen carácter –a diferencia del resto– y en la astrología está relacionado con el arquetipo del «sanador herido”. Según esta figura, toda persona tiene una herida y puede sanarse a sí misma y a otros. Esto lo sabe muy bien Ilay Ventura, no sólo porque su hermana es astróloga y maneja al derecho y al revés cada posición de su carta natal, sino también por su propia historia como víctima (“sobreviviente” prefiere decir ella) de abuso sexual infantil por parte de su padre y por la resiliencia que le permite hoy ayudar a los demás a superar sus propios traumas.
Oriunda de Quilmes, Ventura, a sus 26 años, se dedica a acompañar a quienes se puedan ver reflejados en ella a través de su trabajo en las redes sociales, el teatro y dos libros publicados: Cómo arreglarse después de romperse y De víctima a sobreviviente. En conversación con ANCCOM, la creadora de contenido se presenta anunciando que le gusta abordar temas que siguen siendo tabú, como la salud mental, y cuenta que fue diagnosticada con trastorno de estrés postraumático y trastorno límite de la personalidad.
“Me gusta generar un cambio en las personas mediante la comedia o con acompañamientos en coaching”, explica, tras expresar que la apasiona trabajar este tipo de contenidos hace ya más de diez años. Dice Ventura que su cercanía al humor viene desde siempre, gracias a su familia materna, y que allí ha encontrado una herramienta de sanación.
“La comedia que utilizo es un método de defensa que he creado en base a mis traumas y no hubiera podido hacer eso si no hubiera podido sobrevivir a ellos”, subraya. Desde que se decidió por la escritura, la influencer encuentra que las palabras son importantes para darle un sentido a sus vivencias. Así marca diferencias entre los términos: “Víctima es aquel que se fue, me parece más correcto llamarlo sobreviviente”, sostiene.
En sus cuentas de Instagram y TikTok (@ilayventura), recibe miles de reacciones a sus videos, en donde puede sacar risas hablando, por ejemplo, de un episodio de ansiedad: “Empecé a ayudar a las personas una vez que pude ayudarme a mí misma y entender el sufrimiento que pasan quienes tienen algún trauma”. Ventura aclara que nunca ha pretendido tomar un rol que solo es pertinente a profesionales de la salud mental, como psiquiatras y psicólogos. No obstante, su papel resulta clave, ya que comunica sobre los estigmas que padecen quienes han sido diagnosticados con algún trastorno mental.
«En Argentina no se habla lo suficiente de la salud mental como se debería. Sin ir más lejos, tenemos un presidente –no me gusta meterme en política, pero es necesario– que dijo ‘si tenés un problema mental, andá y matate’. Si tenemos un referente, que es la persona que se supone que debe gobernar el país, hablando de la salud mental de esa manera, ¿qué nos espera a los visibilizadores?», se pregunta.
«Siento que hay mucha discriminación hacia las personas que convivimos con un trastorno, porque nuestra vida no es la de una persona neurotípica, sin embargo, no significa que no podamos ser productivos –asegura–. Los estigmas existen porque existe la desinformación y los que tienen que informar son justamente las autoridades gubernamentales, provinciales, escolares y hasta espirituales, ya que vivimos en un país que no es laico”.