Por Julieta Escat
Fotografía: Valentina Gomez

La agrupación Inquilinos Agrupados junto al Cels y el colectivo Movida Colectiva -integrado por fotógrafes que pasaron por ANCCOM- inauguraron la muestra «Casa. La vivienda es un derecho», en el local de Niunamenos.

“Soy mamá de siete y muchos no me quieren alquilar”, se lee en una de las paredes del local de Bartolomé Mitre al 1700 que comparten Inquilinos Agrupados y Ni Una Menos. Esa frase no es la única, hay muchas más. Están intercaladas con fotos de diferentes tipos de viviendas. Son parte de la exposición Casa. La vivienda es un derecho, que reúne fotografías tomadas por integrantes de Movida Colectiva: Camila Godoy, Cristina Sille, Juli Ortiz, María Bessone, Noelia Guevara, Pilar Camacho, que antes habían sido fotógrafas en la Agencia de Noticias de la Carrera de Ciencias de la Comunicación, y Leandro Teysseire, quien sigue siendo editor de fotografía en la misma agencia. Es viernes. Se inaugura la muestra, y el local está lleno de gente observadora que mira con detenimiento cada una de las historias que se desprenden de las fotos. 

Detrás de la organización del evento está también el Centro de Estudios Legales y Sociales. Leandro Vera Belli, el coordinador del área de Tierra, Vivienda y Justicia Económica de ese organismo, cuenta a ANCCOM el trasfondo que enmarca a esta exposición de fotos. “Argentina tiene un déficit de vivienda muy grande”, dice y enseguida enumera una serie de problemas, como que los inquilinos hoy no tienen protección, que las obras públicas en barrios populares están frenadas, que hace poco murieron personas que vivían en la calle, que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires los Centros de Inclusión Social, antes llamados “paradores”, no son suficientes. “En los últimos años se había empezado a encarar estos problemas con políticas grandes, como el ReNaBaP, los fondos para urbanizar los barrios populares y la Ley de Alquileres —dice Vera Belli—. El gobierno de Milei decidió interrumpir todo y el resultado son los alquileres desregulados, donde los inquilinos tienen que firmar contratos como pueden”. 

Un rato antes de que se abrieran las puertas del local para dar inicio a la inauguración de la muestra fotográfica, el grupo que integra Movida Colectiva ya estaba presente, esperando la apertura en la vereda. ¿Qué estaban haciendo todos? Sacándose fotos, claro. Cuando la puerta metálica del local había empezado a enrollarse hacia arriba para que las personas pudieran ingresar, Ortiz había capturado ese momento para siempre a través de la lente de su cámara. Lo mismo haría después, cuando sus compañeras Godoy y Camacho hablaran frente al público presente. Ortiz también dispararía el flash en el instante en que Gervasio Muñoz de Inquilinos Agrupados dijera que “la pelea por la vivienda debe ser colectiva y en eso estamos aunque los tiempos sean adversos”. Es que Ortiz y el resto de Movida Colectiva todo el tiempo están mirando el mundo a través de la lente de la cámara, porque es su esencia de fotógrafas. 

La exposición de imágenes va a estar a la vista de todos hasta el 13 de septiembre cada vez que Inquilinos Agrupados y Ni Una Menos realicen actividades con convocatoria en el lugar. No tiene un horario fijo para ir a visitarla sino que se la puede ver al asistir a algún evento organizado por esas agrupaciones. Godoy cuenta que quienes integran Movida Colectiva se habían conocido primero en ANCCOM. “Ahí nos dimos cuenta del potencial que teníamos cuando salíamos a cubrir todas juntas —dice en un tono motivador—. Después quedamos como amigas y el año pasado nos anotamos en un programa de actualización de la universidad. Ahí tuvimos la idea de hacer este trabajo sobre vivienda porque entendíamos que había muy poco producido desde lo visual sobre el tema”. 

La información empírica que produce el Centro de Estudios Legales y Sociales en torno a esta problemática es tan importante como contundente, pero lo cierto es que llega a la parte racional de las personas. En cambio, estas imágenes que se ven acá noquean, llegan a lugares muy recónditos del inconsciente y se quedan ahí por semanas, meses, años. Tal es el caso de una fotografía obtenida por Sille que muestra a dos hombres y un perro guarecidos en una carpa, que en un momento fue abierta por alguien que parece haberles provocado la risa, porque ambos muchachos están sonriendo. Es curioso que sonrían, porque lo único que parecen tener es eso: la carpa, la sonrisa mutua, la compañía perruna y nada más (y nada menos). Sille le cuenta a esta agencia que sacó esa foto en 2021 durante una toma de terrenos en Barracas, donde está el barrio 21-24. “No los quisieron dejar entrar a unos edificios que estaban desocupados y entonces tomaron un terreno vacío que tenía el ferrocarril e instalaron carpas. Ahí permanecieron varios días hasta que negociaron la retirada pacífica a cambio del acceso a la vivienda”, cuenta Sille. ¿Qué se siente ver esa foto en esta exposición? “Es una maravilla que esto haya sucedido, sobre todo en este contexto político. Fue posible gracias a la universidad pública, en la que pudimos crecer y profesionalizarnos —reflexiona Sille—, porque nosotras nos conocimos primero en ANCCOM y después seguimos juntas en el Programa de Actualización en Fotografía y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires”. 

En el subsuelo del local, un proyector muestra imágenes que se van sucediendo una tras otra. Se las puede ver con comodidad desde un asiento que parece imitar la forma de un colchón, o al menos parece tener esas mismas proporciones. El ambiente es más tranquilo y oscuro en este sector, lo que invita a escuchar con atención las narraciones con voces en off que acompañan las fotos. “En CABA el alquiler de un monoambiente duplica el salario mínimo”, se escucha por ejemplo en este momento, y así muchas otras. Al final aparece un fondo negro con unas letras blancas que dicen: “¿Vivís donde querés?”.