Otros once detenidos en la manifestación contra la Ley de Bases fueron liberados luego de que miles de personas se manifestaran en la Plaza de Mayo para exigir el cese de la criminalización a la protesta social. A todos ellos -y a los otros 16 que ya habían sido puestos en libertad- la jueza María Romilda Servini les dictó la falta de mérito. Aún quedan cinco manifestantes apresados.
Ayer en Plaza de Mayo se realizó un acto para exigir la libertad inmediata de las 16 personas que, hasta el momento del evento, aún seguían detenidas luego de la represión policial a la protesta durante el debate por la Ley Bases. Horas después del acto, la jueza federal María Servini de Cubría ordenó la excarcelación de 11 de ellos, que anoche empezaron a salir de las cárceles de Marcos Paz y Ezeiza. Son cinco los procesados con prisión preventiva que aún continúan detenidos, acusados de delitos graves como tirar piedras o saltar vallas.
“Nuestra vida se detuvo y la tuya también, las noches son largas y las esperas eternas, pero estamos fuertes, éramos un montón de desconocidos y ahora somos una familia grande, el abrazo pronto va a llegar”. Con estas palabras resumidas en una carta a sus familiares presos se expresaron –sobre el improvisado escenario montado frente al Cabildo– hermanas y hermanos, madres y padres, novias y novios de los detenidos en la causa iniciada por el fiscal Carlos Stornelli, quien acudió a doce delitos del Código Penal para acusarlos de haber incitado a la violencia colectiva con el objetivo de entorpecer una sesión legislativa. En su escrito había copiado el comunicado del gobierno que los calificaba de “terroristas” que buscaban “perpetrar un golpe de Estado”.
La convocatoria estuvo a cargo de organismos de derechos humanos y familiares de los detenidos y comenzó cerca de las 17 cuando la plaza comenzó a llenarse de agrupaciones políticas, sindicatos, organizaciones estudiantiles y autoconvocados. Efectivos de la Policía Federal aparecieron decididos a hacer respetar el protocolo “antipiquetes” de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Así, un cordón policial rodeó parte de la plaza y comenzó a llevar a las pocas personas que se encontraban sobre la calzada a la vereda. Los presentes criticaron la decisión, a través de cánticos e insultos, pero no hubo mayores incidentes y el acto pudo continuar.
Familiares, amigos y parejas de los 16 detenidos tomaron la palabra y en primer lugar leyeron un comunicado que acompañaron Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, Taty Almeida, Adolfo Pérez Esquivel, distintos organismos de derechos humanos, diputados y senadores de Unión por la Patria -incluidos los que fueron lastimados durante la represión en el Congreso-, del Frente de Izquierda, el gobernador bonaerense Axel Kiciloff y numerosos intendentes de la Provincia de Buenos Aires. El texto hizo hincapié en el derecho democrático y constitucional de protestar que cada uno de los arrestados ejercía al momento de la detención, y destacó que la gran mayoría fueron apresados a más de 10 cuadras de la Plaza Congreso, mientras se producía la desconcentración. Luego vino la lectura de la conmovedora carta a los presos, interrumpida varias veces por la emoción de quienes leían, y acompañada tanto por aplausos de aliento como insultos hacia el presidente Javier Milei.
“Esta manifestación es para pedir la libertad de los 16 que aún están detenidos y el cierre de todas las causas injustas porque ellos estaban manifestándose pacíficamente”, declaró en el cierre del acto Alan Juárez Oliva, hermano de Camila Juárez, estudiante de Sociología de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y madre de dos hijos.
Al igual que Camila, otros cuatro detenidos eran estudiantes universitarios: Lucía Puglia de la Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHUR), Gabriel Famulari de la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ) y Nicolás Mayorga y Sasha Lyardet de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM). Al final de la convocatoria, una columna compuesta por alumnos y docentes de las universidades del conurbano recorrieron la plaza mientras reclamaban la liberación de sus compañeros. «Mi hermana, como tantos otros, es estudiante universitaria. No son terroristas», agregó Juárez Oliva.
María Colombo, hermana de Juan Pablo Colombo, relató cómo fue el calvario que vivió su hermano desde la detención hasta las primeras horas en la comisaría. «Lo detuvieron yéndose de la manifestación. Fue solo, a manifestar por sus derechos, no fue a hacer quilombo ni a romper nada. Pero lo agarraron, yéndose de la plaza, y le pegaron con una manopla», narró María. Y continuó: “La primera noche, en Tacuarí, lo maltrataron, lo insultaron y hostigaron. Lo dejaron atado, no le daban de comer ni lo dejaban ir al baño. Pasó esa primera noche esposado». Hasta el momento del acto Colombo aguardaba su liberación en la cárcel de Devoto.
«La causa judicial es difícil de explicar como abogada, pero la puedo explicar con una interpretación política. Como abogada, pareciera que alguien abrió un Código Penal y dijo ´todos estos delitos me gustan´ y los metió. No tiene coherencia», dijo la diputada del FIT-U Myriam Bregman a ANCCOM. «Estamos ante una causa armada, que se decidió en el escritorio de Patricia Bullrich y que luego fue entregada al fiscal Stornelli. Ahora la jueza (María Romilda Servini de Cubría) tiene que decidir de qué lado está de esta operación política diseñada para agarrar a cualquier persona e involucrarla en estos graves delitos y decir si hubo un intento de golpe de Estado, o escuchar el enorme arco político que se está expresando acá. Quieren derogar el derecho a manifestar en la Argentina», agregó.
El acto fue breve pero emotivo y contundente, finalizó cerca de las 18 cuando los familiares de los arrestados, muchos entre lágrimas, agradecieron el apoyo y rogaron que los siguieran acompañando. Luego, moderadores del evento tomaron la palabra y advirtieron sobre la desconcentración, recomendando ciertas avenidas, intentando no volver a sufrir lo sucedido el pasado miércoles. Por su parte, los uniformados que aguardaban alrededor de la plaza, comenzaron lentamente a desagruparse, pero sin sacar sus miradas sobre los rezagados que aún cantaban frente al escenario que, ante la partida de familiares, se vació rápidamente.
Quedan cinco
Tras la manifestación del miércoles pasado contra la Ley Bases, 33 personas habían sido detenidas. En una primera instancia habían sido liberados 17 y al cierre de esta edición, otros 11. A todos se les dictó la falta de mérito y en las redes empezaban a circular videos de esos primeros largos abrazos tras la salida de sus lugares de detención.
En tanto, la jueza Servini de Cubría procesó con prisión preventiva a Patricia Daniela Calarco Arredondo, Facundo Ezequiel Gómez, Roberto María de la Cruz Gómez, David Sica y Cristian Fernando Valiente. Según pudo verificar ANCCOM, les endilgó los delitos de intimidación pública y atentado contra la autoridad, salvo a Calarco Arredondo, a quien procesó por incendio y daño agravado.