El Ejecutivo dio de baja a las páginas web y las redes sociales de los medios públicos. Ya no se puede acceder a su programación por vía digital ni tampoco a sus repositorios. Para argumentar la medida, utilizó una provocación más: dijo que se encuentran bajo un «proceso de reorganización», la misma expresión que empleaba la dictadura militar para autodefinirse.
El gobierno de Javier Milei sigue esmerilando a los medios públicos y violando la Ley 27.275 cuyo objeto es garantizar el efectivo ejercicio del derecho de acceso a la información pública, promover la participación ciudadana y la transparencia de la gestión pública.
Durante la mañana del martes 21 de mayo tanto los trabajadores y trabajadoras de Radio Nacional, Televisión Pública y canales de contenidos públicos, Encuentro y Pakapaka, como la propia ciudadanía argentina, amanecieron con el apagón de las respectivas páginas web y redes sociales. La medida se suma a la suspensión del servicio de la Agencia de Nacional de Noticias Télam que ya se encuentra próxima a cumplir tres meses.
En un comunicado firmado por el interventor de Radio y Televisión Argentina Sociedad del Estado, Diego Martín Chaher, el gobierno nacional sigue con el despojo de los medios de comunicación públicos, en respaldo de su primordial objetivo: clausurarlos o que pasen a manos privadas. Así, se ordenó la suspensión de la transmisión y emisión en las redes sociales y páginas web de los medios públicos de cualquier tipo de contenido. Este comunicado fue enmarcado bajo el anuncio del inicio de un “proceso de reorganización” en las señales de televisión y radios del Estado, utilizaando las tres palabras con las cuales se auto definía la dictadura militar.
En ese sentido, la exgerenta de Contenidos Públicos Jessica Tritten dijo en su cuenta de X “Las señales educativas del Estado Nacional se encuentran emplazadas en la ex ESMA, actual Espacio para la Memoria y Derechos Humanos. Que la comunicación oficial diga que los medios públicos se encuentran en un ‘proceso de reorganización’ es una provocación, una más, inaceptable”.
El apagón digital de los medios públicos podría pensarse como una analogía contemporánea, en este contexto tecnológico, de la quema de libros durante la última dictadura cívico militar», señala Kejval.
Este silenciamiento de los canales digitales de la TV Pública, Radio Nacional, Canal Encuentro y Pakapaka generó rechazó y preocupación entre trabajadores y trabajadoras de los medios públicos.
En este sentido Martín Becerra, periodista, investigador y docente universitario, opinó que “lo del proceso de reorganización es una provocación por activar la denominación con la que se había atribuido durante la última dictadura. No sabemos en qué consiste dicho proceso. Si efectivamente el gobierno tiene algún tipo de planificación para reorganizar los medios estatales”.
Por su parte, Larisa Kejval, Directora de la Carrera de Comunicación de la UBA, también compartió su reflexión. “Esto es muy grave e implica una dificultad para toda la ciudadanía. No podemos acceder a producción informativa de estos medios ni a sus archivos pertenecientes al patrimonio público, producidos en otro momento histórico”. Y agregó que “el apagón digital de los medios públicos podría pensarse como una análogía contemporánea, en este contexto tecnológico, de la quema de libros durante la última dictadura cívico militar”.
Kejval destacó la importancia de concientizar en relación a los diversos niveles que la sociedad necesita desplegar en cuanto a la lucha y resistencia. «No es solo cuestión de resistir sobre lo que se nos impone como urgente e inmediato, es importante la dimensión cultural». A modo de reflexión se preguntó: “¿Qué pierde el pueblo argentino al perder los canales de expresión? Perdemos la posibilidad de construir relatos, amalgamado de conjunto de resistencia, y la posibilidad de construir proyectos a futuro”.
Christian Staufacher, delegado de CPSE (Contenidos Públicos Sociedad del Estado) contó que desde diciembre no tienen autoridades. “Hace una semana vino el asesor del interventor y se reunió con Pakapaka y Encuentro, y planteó que las redes iban a tener una nueva orientación, sin especificar. Ayer abruptamente salieron a pedir las claves y bajaron la página web y las redes sociales, sin explicar nada”.
Además agregó: “Nuestro objetivo principal es difundir esto por los medios de comunicación y fundamentalmente que no se apruebe la Ley Bases”.
Desde el CPSE están a la espera de una reunión para ver como se sigue. “Al estar bajo un gobierno cuya política es la destrucción del Estado, no podemos esperar algo bueno. No queremos hacer conjeturas hacía adelante, porque sabemos que se manejan muy en el día a día”, dijo Staufacher.
El diputado de Unión por la Patria, Pablo Carro, repudió el desmantelamiento de los medios de comunicación públicos y la privatización. De igual manera, desde el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) los empleados y empleadas de los medios públicos difundieron un comunicado denunciando un Plan de “desmantelamiento” realizado por el Gobierno nacional.
Los trabajadores y trabajadoras de la TV Pública hicieron una asamblea que culminó con una marcha por los pasillos del histórico edificio de Figueroa Alcorta, con aplausos y cantando “la patria no se vende”.