Con materiales de autoficción y memoria familiar, y en lucha hasta al final contra un cáncer de lengua, Silvia Falco escribió Montaje, un libro conmovedor centrado en su hermana Dora, secuestrada en 1978 y desaparecida desde entonces.
El murmullo de voces se desvaneció en un instante cuando la periodista Marta Dillon, con voz firme pero entrecortada por la emoción, pronunció esas palabras que resonaron en el salón del barrio de Boedo: ¡Por Dora Falco! El público respondió al unísono: ¡Presente! ¡Por Dorita Falco! ¡Presente! ¡Por Silvia Falco! ¡Presente! ¡Ahora y siempre! El ambiente era una atmósfera cargada de recuerdos, de historias entrelazadas por la ausencia de Silvia Falco, la autora de Montaje, y su incansable lucha por hacer justicia por su hermana desaparecida durante la dictadura.
La presentación se realizó el jueves 16 de mayo, con la presencia de familiares y amigos de Silvia, que murió durante la pandemia. Gabriel D. Lerman, editor del libro, compartió con ANCCOM sus reflexiones sobre esta obra: “Montaje es una manera de acercarse a una vida personal y singular entretejida por la lucha en favor de la justicia por su hermana Dora, por apoyar a su familia, por intentar encontrar una identidad propia como sobreviviente de los años 70 y todo hacerlo a través de un uso muy delicado y comprometido de la palabra”.
La voz emerge como el hilo conductor de este montaje. Marta Dillon, afectuosamente «la profe», escritora y tallerista que colaboró con Falco en la elaboración del libro, describe cómo la voz de Silvia, afectada por las cirugías contra un cáncer agresivo, se transforma en una voz escrita y poderosa. «A veces rasposa, a veces entrecortada, a veces imposible, pero que no dejaba de gritar. Un grito de guerra», describe Dillon.
Gabriel D. Lerman, editor del libro de Falco
Laura Nevole, docente de teatro, la conoció en 2017 cuando Silvia quiso retomar clases de actuación. Le contó que desde su jubilación, después de toda una vida como docente, había empezado a experimentar temblores en la voz y temía que eso pudiera dificultar su actuación. “Podés actuar sin hablar”, le sugirió Nevole; “No, no, yo voy a hablar, tengo mucho para decir”, recuerda emotiva citando a Silvia. “Cuando ella finalmente se queda sin voz para hablar, pero sigue teniendo mucho que decir, encuentra en la escritura una posibilidad de expresarlo”, concluye Nevole.
La historia de las hermanas Falco se teje a través de las páginas de este libro. “Es una experiencia literaria que combina la memoria, la autoficción, es como un ejercicio libre de trabajar con los materiales de la propia vida, y la ficción argentina en sentido amplio”, leyó Lerman durante la presentación.
Literatura, palabras, abrazos, charlas de militancia. “Esta historia tiene muchos matices”, opina Dillon. “Pensar a su hermana desaparecida no como esa imagen sacralizada ni como una heroína, sino como esa hermana que a veces era molesta, que recibía más mimos que ella, su relación con su mamá, madre de Plaza de Mayo, una luchadora legitimada pero a la que también le reclama de alguna manera su lugar de madre. Es una complejidad que ella supo poner en palabras, en anécdotas graciosas”, cierra Dillon.
Entre la emotividad de los testimonios compartidos por sus amigos, quienes tomaron el micrófono hacia el final para recordar anécdotas con Silvia, y la fuerza narrativa que atraviesa cada página, Montaje se revela como un testimonio conmovedor y vital. Es un recordatorio de la capacidad humana para enfrentar la adversidad, de la búsqueda incansable por la Memoria, Verdad y Justicia. En cada línea, Silvia Falco recuerda que la voz, incluso cuando es rasposa y quebrada, nunca deja de clamar por la verdad y la dignidad perdida.