La obra La Paciencia (fatídica sindical), escrita y dirigida por Macarena García Lenzi y protagonizada por Noelia Prieto, Valeria Giorcelli y Karina Elsztein, invita al público a adentrarse de manera tragicómica en un centro de cuidados intensivos para conocer la vida de las enfermeras.
Si hablamos de La Paciencia (fatídica sindical), hablamos de las enfermeras y sus vidas consagradas al ciudado de personas: sus esfuerzos diarios, su lucha por ser reconocidas como personal de salud esencial, el acompañamiento y la contención a los padecientes. Las tres enfermeras de esta obra protagonizadas por Karina Elsztein (Gloria), Valeria Giorcelli (Silvia) y Noelia Prieto (Ludmila) retratan la cotidianeidad de la profesión a corazón abierto, con actuaciones brillantes que mantienen al público expectante y dejan huella en él una vez que las luces se apagan.
“La defino como una comedia negra, con un humor delirante y que está muy arriba, roza lo neogrotesco. Ese límite finito entre creer y no creer me parece que es algo que se maneja en la obra”, comenta a ANCCOM García Lenzi. La directora señala que la inspiración para escribir la pieza teatral surgió de la experiencia de estar en una sala de espera aguardando por una persona muy querida. “En ese contexto de estar muchas horas esperando, me parecía muy interesante lo que se ve y lo que no se ve, y lo que uno va construyendo de todos esos fragmentos de historias que no se ven, que quedan atrás de una cortina o a través del teléfono”.
Para comenzar a trabajar en el texto fue crucial el contacto con las enfermeras, conversar sobre su experiencia, para abordar el vínculo enfermera-paciente de manera verosímil. En estos encuentros e intercambios profundizaron en cuestiones técnicas, como por ejemplo qué se aplica a un paciente, y también en su lucha, las marchas y la difícil situación que atraviesan.
Al no ser reconocidos como profesionales en la Ley Nº 6035 de la Ciudad de Buenos Aires, los enfermeros quedan excluidos de la posibilidad de concursar legítimamente por cargos, capacitarse dentro del ámbito laboral, acceder a una remuneración acorde a un profesional del área de la salud, lo que genera que tengan que recurrir al pluriempleo porque los sueldos no alcanzan. “Empezamos a investigar más a fondo acerca de la ley y el conflicto que está muy presente en CABA y en otros puntos del país, y nos dimos cuenta que son el último eslabón de una institución que es muy vertical”, reflexiona García Lenzi, y agrega que esto también está vinculado con el lugar que tienen los ancianos en nuestra sociedad, que son considerados como una carga, una mochila.
La Paciencia… recupera todas las aristas que delimitan el día a día de las enfermeras y lo representa en el escenario con total crudeza, de manera tragicómica. Para lograr ese realismo resulta significativo no sólo el diseño de escenografía que envuelve a las protagonistas, a cargo de Duilio Della Pittima, sino también los diseños sonoro y de iluminación, realizado por Santiago Zorrilla y Julián Alerta Mujica respectivamente, que puntualizan, sugieren y acompañan.
Este universo en el que el espectador se sumerge se vuelve aún más verosímil cuando entre el público están las propias enfermeras, que comentan entre sí y se ríen. Para el equipo de dirección y el elenco, desde el primer momento fue muy importante que ellas se sintieran identificadas y entendieran el humor de la obra, para que no parezca una ridiculización. “La presencia de las enfermeras nos genera mucha satisfacción. Es realmente muy importante tener su aval. Mientras ensayábamos y al ser humor, hay una cosa de poder salirse de una misma porque es muy duro lo que viven. Uno se distancia para poder trabajarlo desde el humor porque para el drama ya está la vida misma, para eso hacemos un documental”, remarca García Lenzi. Y en este punto, concluye que lo “mejor que le puede pasar como directora de la obra” es que el público le diga “me reí, pero me reí incómoda”, “me reí y pensaba ¡de qué me estoy riendo!”.
La Paciencia (fatídica sindical) pone la lupa en la enfermera como persona, explora el costado humano y social de la profesión, indaga en el vínculo con los pacientes. La consigna presente en las marchas -“Nos dicen esenciales pero somos descartables”- también está presente a lo largo de la obra. Invita a pensar y repensar, a reírse y emocionarse.
La Paciencia (fatídica sindical) puede verse los sábados a las 20 en el Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, CABA. Las entradas pueden adquirirse por Alternativa Teatral y en la boletería del teatro.