A medio siglo del crimen del cura villero, una obra cuenta su vida y reafirma el anhelo del “mártir de los pobres”: reconocer la necesidad del prójimo, sobre todo del más necesitado.
Lágrimas y piel de gallina despierta el Padre Carlos Mugica que interpreta el actor Pablo Razuk. La obra Padre Carlos, el Rey Pescador recorre los aspectos más relevantes de la vida del sacerdote y luchador Carlos Francisco Sergio Mugica Echagüe, tal era su nombre completo, desde su infancia, cuando soñaba con ser futbolista de Racing, hasta su asesinato, el 11 de mayo de 1974, a la salida de la Iglesia de San Francisco Solano en el barrio porteño de Villa Luro, donde acababa de celebrar una misa.
Hoy, a 50 años de su muerte a manos de la Triple A –el escuadrón parapolicial comandado por el ministro de Bienestar Social del gobierno de Isabel Perón, José López Rega–, y con un gobierno de ultraderecha en la Argentina, la obra cobra actualidad, así como la vida del Padre Carlos. En escena, tras ser ametrallado, el cura villero se encarna en la figura del mítico Rey Pescador y deja un mensaje: el Padre no ha muerto, sino que está entre todos nosotros, y su herida no sanará hasta que no alcance a comprender por quién resucitó Cristo.
“La obra tiene un significado enorme porque lo que nos falta es la esencia de lo que Mugica predicaba. En primera instancia, reconocer la necesidad del prójimo, y especialmente del más necesitado. Si esto aconteciera, tengo la convicción absoluta, y creo que Mugica también, de que nuestro pueblo cambiaría absolutamente para bien. En este momento, subir las palabras de Mugica al escenario es una forma de sumar a nuestra idea de cómo sería el pueblo que deseamos: vivir en comunidad a partir del registro del prójimo”, expresa Pablo Razuk, en diálogo con ANCCOM.
Mugica nació en el seno de una familia porteña acomodada. Sin embargo, a pesar de estar “destinado” a pertenecer a las altas cúpulas de la Iglesia católica, debido a su clase social, se convirtió en el principal referente de “la iglesia de los pobres”. Pasó de ser gorila a peronista y se convirtió en el portavoz y representante del “Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo” (MSTM), fundado en 1967, que articuló la idea de renovación de la Iglesia subsiguiente al Concilio Vaticano II con una fuerte participación política y social. Todo esto lo explica Padre Carlos, el Rey Pescador, y lo hace de una forma bella y original: mezclando monólogos con melodías de violonchelo a cargo de Miguel Ángel Gómez y con la voz de Sola Juria.
Además de relatar su clara opción por la misión social y su costado político, la obra también toca las aristas de la vida más personal y privada del Padre Carlos: su ser hombre, sus contradicciones, su amor por Lucía, sus sueños de niño, su temor a ser expulsado de la Iglesia, entre otras.
Con dirección de José María “Cocho” Paolantonio y autoría de Cristina Escofet, el actor Pablo Razuk se “come” el escenario, al que transita de lado a lado con potencia y fortaleza. “Para componer el personaje, con Cocho (fallecido en 2021) trabajamos mucho en entender el clima del momento, ya que él había vivido los años 70. Además, fue fundamental entender por sensación cuál es la energía del personaje, desde qué lugar habla, cuál es el tono de ese cuerpo y ponerle nuestras propias creencias. Una vez que pasa eso, la cosa acontece genuinamente. Esto se comparte con el espectador y ahí, entre todos, en cada función hacemos la obra”, reflexiona Razuk.
Nominada en los premios ACE, Florencio Sánchez y Trinidad Guevara, y ganadora del premio Luisa Vehíl a mejor actor, la obra estuvo de gira en Barcelona, París y en el Vaticano, donde la pudo ver el Papa Francisco.
Padre Carlos, el Rey Pescador se presenta todos los viernes de abril y mayo a las 19 en el Espacio Experimental “Leónidas Barletta”, Av. Presidente Roque Sáenz Peña 943, CABA.