La Feria del Libro Independiente de Boedo realizó su tercera edición. Diferentes editoriales independientes y autogestivas ofrecieron textos buenos y baratos. Hubo una edición especial dedicada a Milei.
El domingo 17 de marzo se realizó la tercera edición de la Feria del Libro Independiente de Boedo (FLIB) en Avenida Boedo, entre Carlos Calvo y Estados Unidos. Más de 20 editoriales independientes mostraron una amplia diversidad de títulos para las diferentes edades. La feria está articulada con organizaciones que van más allá del libro: la Comisión por la Memoria Red Cultura Boedo, el Proyecto Boedo, la Asamblea de Boedo, la Junta de Estudios Históricos y organizaciones y activistas ambientales.
Su lema fue “Libros en la calle, en las plazas y en los bares”, La calle, debido a que los domingos es peatonal y es donde se instalan, las plazas porque el único espacio verde que posee el barrio, la plaza Mariano Boedo, fue producto de la lucha de los vecinos y los bares por los históricos cafés tradicionales que se encuentran en el barrio, resistiendo a la gentrificación.
La Comisión por la Memoria Red Cultura Boedo arrancó a las 14 recordando a los vecinos detenidos desaparecidos. Se realizaron charlas, se presentó un libro, hubo un concurso de poesía titulado “Poemas para o sobre perros/as” y finalizó a las 19 con música.
La FLIB tiene por objetivo recuperar y acercar a los vecinos los libros, la bibliodiversidad, ya que es un barrio con una larga trayectoria literaria. En la zona se encontraba lo que fue la histórica y popular Editorial Claridad, que publicó al grupo de editores y poetas de Boedo.
Jacqui Casais, una de las organizadoras e integrante de la editorial Demolición en Suspenso comenta: “Soy del barrio y lo quiero mucho. La idea era acercarle una feria del libro a la calle. Hace más de 20 años viene surgiendo esta industria de editorial independiente. Cada vez es más grande y no le implica ningún tipo de gasto al Estado, todo es autogestivo, los libros se financian con las ventas. Cada vez es más difícil imprimir por el tema del monopolio del papel. Cada vez hay más lectores interesados en el libro como objeto así que es una industria en crecimiento, lo que necesita es que a la gente no se le convierta el libro en un lujo, sino en algo más para alimentarse espiritualmente, emocionalmente”.
Comprar libros hoy
Los precios de los libros cada vez son más altos y menos accesibles, esto genera que se termine convirtiendo la lectura en algo a lo que no todas las personas puedan acceder. Además, en diciembre del 2023 el libro estuvo amenazado por un artículo de la frustrada Ley Ómnibus. En esta se derogaba la Ley 25.542, también conocida como la de la Defensa de la Actividad Librera, que establece un precio uniforme de venta al público (PVP) para todas las editoriales, librerías y ventas online por igual.
Desde diciembre las ventas en el sector decayeron mucho, “es muy notorio porque yo pensé que iba a ser gradual, la venta se cayó muy abruptamente, la diferencia entre enero y diciembre fue terrible”, confirma Casais. También agrega que “la crisis económica afecta a todos los sectores y nosotros lo sentimos mucho más que nunca”.
Lautaro Marcial, parte de la editorial Arde Fogata, comenta acerca de la situación: “Está bastante difícil, a mí me cuesta menos porque tengo otros tipos de valores, otro tipo de armado. A otras editoriales les está costando bastante más. El gran problema es la suba de los insumos: el papel, la tinta, el laminado plastico que llevan las tapas es importado, eso es lo que encarece la mayoría de los libros”.
Todos estos factores llevan a que uno tenga que buscar alternativas más económicas porque leer es un derecho, espacios como la FLIB entienden eso y funcionan como puente para poder seguir accediendo a los libros. Muchas personas asisten a esta feria, como otras, por la accesibilidad, así lo comparte Adriana, visitante y vecina del barrio: “Los libros acá son accesibles porque no son de grandes corporaciones, justamente son de editoriales independientes que creo que es lo más cercano a la comunidad que tenemos. Además, acá hay un montón de material que encontrás y que otras editoriales y corporaciones no difunden”.
Una barrio con memoria
Zonia Beatriz González Zurrutia, integrante de la Comisión por la Memoria de la Red de Cultura de Boedo, cuenta que esta comisión se formó al calor de la crisis del 2001. La razón fue que se dieron cuenta que el barrio no tenía un espacio para recordar a los desaparecidos y tampoco sabían cuántos eran. Reconstruye la historia de los desaparecidos que vivieron en Boedo y los agrupa en una revista que se llama Barrio y memoria, la cual estuvo presente en la FLIB.
“La revista no es periódica porque vendemos todas las anteriores y juntamos esa plata para hacer la nueva publicación. No pierden la actualidad porque pueden ser utilizadas en las escuelas. Reconstruye la historia de los desaparecidos, del barrio”, cuenta Zurrutia.
“La asamblea barrial quiere que bajen el DNU, que se pare con los tarifazos, está en contra de los aumentos del pasaje, estamos en una situación de resistencia, por eso hicimos una publicación que se llama Libro de quejas para Milei“. En una mesa de la feria, junto a las revistas de la comisión por la memoria, se encontraba un libro muy grande con tapa de color rojo y letras blancas, hecho manualmente, que llamaba la atención de todas las personas que pasaban por ese espacio. Se invitaba a escribir quejas y descargarse acerca de la situación que atraviesa el país.
La FLIB se realizó por primera vez en marzo del 2023 y se estima que serán tres por año, según dice Casais. La segunda, al igual que el año pasado, será sobre cultura gráfica. “No sabemos cuando va a ser: vamos a ver cómo viene el clima, como sale esta, discutir sobre lo que salió bien y mal, y decidir cómo avanzar, que es como siempre hacemos. Vamos modificando a partir de cómo sea la última y queremos mejorar”, agrega la organizadora.
La feria es un espacio de defensa cultural, y demuestra que la lectura no es solo para una elite sino que tiene que ser accesible para todas las personas.