La obra «Oh Dios Mio!», escrita por la israelí Anat Gov volvió al Teatro Nün protagonizada por Lili Popovich y Juan Pagliere bajo la dirección de Carlos Kaspar.
Oh Dios Mio! vuelve al Teatro Nün todos los domingos de febrero y marzo a las 20:30. La obra escrita por la guionista israelí Anat Gov y dirigida por Carlos Kaspar, plantea un hilarante encuentro entre una psicóloga prestigiosa y un paciente misterioso que necesita una sesión con urgencia y resulta ser nada menos que Dios.
Ubicado en Villa Crespo, el Teatro Nün vuelve a acoger esta obra de 80 minutos de duración en donde sobran las risas y los momentos emotivos. Caracterizada por su profesionalismo y talento como coach actoral y actriz Lili Popovich se pone en la piel de Ela, una psicóloga de gran prestigio que además es madre soltera de un hijo con autismo.
Por su parte, Juan Pugliere, actor nacido en Pinamar con una basta experiencia en teatro, encarna a Dios. Ambos actores logran estar a la altura del desafío que representa la obra.
“Es un llamado a la reflexión” comenta a ANCCOM Carlos Kaspar, actor, director y docente teatral con una amplia trayectoria sobre Oh Dios Mio!. La obra volvió de la mano de Kaspar en 2023 y se reestrenó este verano: “Lo que más me movilizó son las preguntas que todos nos hemos hecho alguna vez, ya sea en la infancia, la adolescencia o en la adultez en relación a la existencia y a Dios. Todos nos hemos preguntado estas cosas que se pregunta este Dios tan atribulado, triste y enfermo” argumenta el director.
Un dios humanizado
La idea de personificar a Dios también presentó un desafío atractivo para el equipo. Kaspar explicó que para pensar en este personaje le pareció importante “romper con los clichés y con cierta distancia” que genera la típica imagen de un dios barbudo, vestido de blanco, sabio y amenazador: “Me pareció muy lindo jugar con esa idea de que sea un hombre común y corriente que camina entre nosotros sin que nos demos cuenta. Soy un convencido de que cada uno tiene una imagen interior totalmente diferente de Dios. Incluso los agnósticos y los ateos la tienen. Me parece que está bueno mostrar un dios más bien mundano”, concluye.
Para Juan Pagliere: “El desafío de ser Dios es inconmensurable, inabarcable, casi te diría que hasta indescifrable por momentos”. Coincide con el director de la obra y con la mirada de hacer un dios más humano: “Kaspar me propuso transitar muchas emociones a la hora de personificarlo. Poder contar a través de este dios al ser humano en toda su totalidad: en sus emociones, personalidades o en sus diversas formas de comunicarse con el mundo. Por momentos era encontrar un dios vanidoso, furioso, omnipotente, alegre, un niño, alguien sensible, reflexivo y también temeroso”, explica Pagliere.
El equipo también encontró inspiración en la escritora de la obra, Anat Gov, quien falleció de cáncer en 2012 en Israel, su país de origen. Reconocida en el mundo por su trabajo como guionista en televisión y teatro, algunos de sus textos también fueron llevados a la pantalla grande; uno de ellas se llama El final que quiero, película estrenada el año pasado y protagonizada por la actriz estadounidense Andie MacDowell.
Oh Dios Mio! tuvo su primer estreno en el país hace más de una década con dirección de Juan Freund. Entre 2013 y 2015 la dirigió Lía Jelín junto con los actores Thelma Biral y Juan Leyrado, quienes se presentaron en grandes teatros por Avenida Corrientes y Mar del Plata. El año pasado tuvo su versión con Paula Morales y Gastón Ricaud con la dirección de Kaspar. Este nuevo equipo también pasó por el Teatro Municipal Carlos Gardel en Lanús, el Teatro Estudio en La Plata y el Teatro Municipal Pepe Soriano en Tigre.
La obra goza de una intimidad muy particular entre los actores y el espectador. El teatro de vanguardia Nün contribuye a generar este ambiente. Lili Popovich sostiene que a pesar de ser presentada en espacios para más de 500 personas la obra se presta a interpretarse de manera intimista: “La única diferencia con los otros teatros es que nos ponen micrófonos inalámbricos. El proceso que hago como actriz junto a mi compañero es el mismo porque no nos separamos el uno del otro para trabajar. La obra no existiría sin dos actores totalmente involucrados con el material”, y agrega: “El público está casi con nosotros adentro”.
Popovich cuenta que en el primer ensayo “se enamoró de la obra”, que le resultó “sumamente interesante y novedosa”. Su personaje, madre soltera de un hijo con autismo, tiene mucho que reprocharle a Dios por lo que es incapaz de sentir empatía al intentar ayudarlo. La obra construye una historia que cuestiona tanto la existencia y los actos de la humanidad mientras hace un repaso por el Antiguo Testamento de una forma ocurrente. “Para mí fue descubrir una experiencia nueva, ponerme en diálogo interno sobre sí creo en Dios o que me pasa cuando me sucede algo terrible ‘¿Acudo a Dios?’. Empezás a cuestionarte cosas que la obra también cuestiona y de las que nosotros como actores, y el director mismo, debemos preguntarnos. No es casualidad que esta mujer haya sido elegida por Dios para ser su terapeuta”, comenta la actriz.
Un contexto particular
Tanto Lili Popovich como Juan Pagliere sostienen que si bien no les gusta “politizar” la obra, entienden que en un contexto como el actual la cultura es fundamental y debe ser vista como un capital de primera necesidad. Si bien el proyecto de la Ley Ómnibus finalmente no se aprobó, el debate sobre el apartado cultural que planteó, entre otras determinaciones, la derogación de la Ley Nacional del Teatro y recortes a instituciones culturales como el Fondo Nacional de las Artes, representó una amenaza para todo el sector artístico.
Al respecto Carlos Kaspar reflexiona: “Yo creo que es un momento particular en el mundo, no solo en Argentina. Sino mirá lo que sucede en Ucrania o Israel. Que ironía que justamente en Israel se esté perpetrando una matanza de esta manera. Cuando se vulneran derechos, cuando se le hace creer a la gente que el Estado es un simple administrador de bienes y que está bien contaminar un río porque conviene económicamente…, yo creo que justamente la obra habla de esa forma de pensar. En ese sentido, la obra es totalmente autorreferencial”, concluye el director de la obra.
Las entradas pueden adquirirse por Alternativa Astral y en el Teatro Nün ubicado en Ramirez de Velazco 419, CABA.