Por Milagros Gonzalez y Nicolás Montecinigher
Fotografía: Comisión Provincial por la Memoria

La Comisión Provincial por la Memoria realizó el XXII encuentro de jóvenes en Chapadmalal. ANCCOM habló con varios de los participantes que analizaron el avance del discurso negacionista y el tiempo político que viene.

Este 2 de diciembre se realizó el encuentro de cierre de Jóvenes y Memoria, un programa de la Comisión Provincial por la Memoria que reunió a más de 18 mil adolescentes que recuerdan lo ocurrido para no caer en el discurso negacionista. ANCCOM dialogó con algunos de los protagonistas.

Desde el año 2002, la Comisión Provincial por la Memoria invita a los estudiantes de colegios secundarios a participar de su programa de encuentros anuales en el complejo turístico de Chapadmalal. El compromiso de la CPM no sólo apunta a hacer memoria sobre el pasado y a revisar el presente, sino también a construir un futuro mejor. El objetivo, para ello, es poner foco en las nuevas generaciones como promotoras de la democracia. Uno de los jóvenes participantes antes de la pandemia fue Facundo Astudillo Castro, desaparecido el 30 de abril de 2020 tras ser detenido por la Policía Bonaerense.

Para esta edición, la número XXII, que tuvo lugar desde el 30 de octubre hasta el 2 de diciembre, más de 18 mil pibes y pibas de 1.500 escuelas secundarias de toda la Provincia de Buenos Aires se juntaron para reflexionar sobre la democracia y los derechos humanos. “Cuando empezamos en 2002 éramos apenas 300 personas, los hoteles del complejo tenían todavía olor a humedad de tantos años que estuvieron cerrados, ahora están abiertos y hermosos, y más allá de a quien hayan votado los que estamos acá tenemos la misma convicción, queremos una sociedad mejor para que las grandes mayorías puedan vivir mejor”, dijo Sandra Raggio, directora de la CPM, en la carpa donde se hizo el acto de despedida.

A lo largo del encuentro, bajo el lema “40 años de democracia: derechos para todes, no hay libertad sin igualdad”, jóvenes y coordinadores de escuelas secundarias y organizaciones sociales, políticas y culturales participaron de talleres de expresión y actividades culturales a partir de la exposición de trabajos realizados por ellos y ellas, y la puesta en común de experiencias. 

Fabiana Rocha trabajó en Cañuelas, donde accedió por primera vez a Jóvenes y Memoria, y ahora es docente de la Escuela Secundaria Técnica Nº 6 de La Plata. “Jóvenes y Memoria busca reivindicar los derechos constituidos, los que se pelearon y se conquistaron, los vulnerados, y los derechos que hemos abarcado en la lucha constante, en la calle, en los pueblos, en la escuela, en el trabajo y en toda militancia, todo el tiempo.”, dijo a esta agencia. Y agregó: “El objetivo es sacar voces, visibilizar y generar espacios mancomunados y empáticos con la mirada del otre, con la existencia del otre y con las luchas del otre; esa militancia que a uno parece que fuera una mala palabra, pero es esto, sacar voces”.

ANCCOM dialogó, además, con varios estudiantes y exestudiantes de colegios secundarios que participaron del encuentro: Ivana Rosales (Cens Nº 457, Los Hornos), Yesamel (Escuela Nº 35, La Tablada), Hilario y Josefina Ratti (EES Nº 19, Luján), Benjamín (Escuela Nº 3, Punta Indio) y Mia (Escuela Nº 19, Lola Mora). “Hay un rol clave en la defensa de los derechos humanos, informarse, participar activamente, alzar la voz y promover cambios sociales para construir un futuro más justo y equitativo”, sintetizó Ivana.

Las razones por las que acuden año tras año al Encuentro son:

“Para aprender y compartir experiencias sobre derechos humanos”, dice Ivana. “Porque amo los espacios de militancia estudiantil”, subraya Hilario.

“Porque permite reflexionar”, argumenta Josefina.

“Porque visibiliza problemáticas”, sostiene Benjamín.

“Porque podés ser libre y descubrir parte de lo que pasó”, señala Mia.

En el programa de 2023 se trataron tópicos como el trabajo infantil, la violencia policial, la diversidad cultural, el racismo o la discriminación. Yesamel contó que en uno de los talleres en los que participó “chicos sordomudos hablaron de cómo son discriminados y me sentí muy identificada porque yo, en su momento, llegué a pasar por eso. Tengo malformación vascular y a lo largo de mi vida he vivido lo mismo que ellos: bullying y discriminación.”

Ivana Rosales tiene 19 años y estudia en el Cens Nº 457 de Los Hornos. Participó del encuentro con la investigación Dos veces desaparecido, un mural en el hospital San Juan de Dios, donde se atendía Jorge Julio López, el testigo de lesa humanidad desaparecido en 2006 tras declarar contra el genocida Miguel Etchecolatz. Ella ofició como la voz de otres alumnes. “Los jóvenes tienen un rol clave en la defensa de los derechos humanos. Deben informarse, participar activamente, alzar su voz y promover cambios sociales para construir un futuro más justo y equitativo”, fue su síntesis. En su mirada, “el negacionismo es una postura peligrosa que busca negar o minimizar los crímenes cometidos durante la dictadura, y es importante combatirlo y mantener viva la memoria”. Rosales cree que “la próxima etapa de Argentina con el cambio de gobierno puede ser de esperanza y renovación, pero también enfrentará desafíos, por eso es importante que haya participación ciudadana y diálogo para construir un país mejor”.

“Bancar juntos la etapa oscura que viene”

Hilario de Biasi tiene 17 años, es de Luján y estudia en la EES Nº 19. Además de la militancia estudiantil, le interesan los temas relacionados al abuso policial, la estigmatización de los barrios populares, el ambientalismo y las dictaduras. “La próxima etapa de Argentina con el cambio de gobierno, la veo bastante oscura, pero creo que entre todos podemos hacerla más ligera y bancar juntos; y la importancia de hacer memoria a 40 años de la democracia es que nunca nos olvidemos de nuestra historia”, afirmó. “El rol de los jóvenes respecto a los derechos humanos es que nosotros tenemos que reclamar y gritar todos juntos, si nosotros nos movemos vamos a cambiar muchas cosas”, agregó. Su compañera, Josefina Ratti, de 19, destacó que el encuentro es “un espacio de compañerismo y donde también podés colaborar con otros jóvenes con intereses similares a los tuyos, viendo otros proyectos y compartiendo ideas, en una experiencia que te permite aprender y reflexionar, generar conciencia y compromiso sobre la defensa de los derechos humanos y también en la memoria, la verdad y la justicia”. Josefina confesó que tiene “miedo y angustia porque tampoco sabemos lo que va a pasar”. Sin embargo no dudó en marcar que “los jóvenes tenemos que ser agentes más activos del cambio”.

 

Nuevos y variados negacionismos

Por otro lado, aparecieron miradas acerca de múltiples discursos negacionistas. La lectura de Fabiana Rocha, como docente, fue que “siempre los hemos tenido, pero el tema es la gran visibilización que se les ha dado a esas voces en momentos donde la ultraderecha ha cooptado los medios de comunicación, especialmente las redes sociales y la televisión.” Y agregó que en los tiempos que corren es importantísimo ponernos en el lugar de los otros, y el espacio de Jóvenes y Memoria nos da ese lugar”. Rocha sostuvo que “el tema es los lugares que le hemos dado a esas voces para que puedan convencer al otro del negacionismo. La Teoría de los Dos Demonios, por ejemplo. Digo, siempre estuvieron, porque nunca se fueron, ¿no? Porque siempre hay pesadillas de esas voces que han estado en Argentina y en Latinoamérica y en el mundo. El tema es qué ha hecho la sociedad o qué han hecho los medios y qué hemos hecho para que esas voces se recontra multipliquen y tengan llegada y sean escuchadas todo el tiempo en un discurso vacío de fundamentos pero lleno de odio y de negación a la historia argentina”.

A su criterio, hay diferentes tipos de negacionismo. “Cuando en el aula me preguntan si existe el terraplanismo, soy profesora de geografía, me niego a contestar, le digo primero porque científicamente no está comprobado, segundo porque yo creo en lo que ha comprobado el hombre y en la sistematización del conocimiento y en la comunicación del conocimiento real, adquirido, investigado y sustentado, fundamentado”, explicó. 

Desde la óptica de los alumnos, Yesamel aseguró que “estar tantos años en la escuela aprendiendo sobre historia y ver cómo ahora la gente niega esos acontecimientos históricos (la dictadura) considerándolos irrelevantes o inciertos es muy malo.”

Valeria Bettinoti, actualmente en la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar), quien trabajó en la coordinación de un grupo de jóvenes, reflexiona, a 40 años de democracia, que “hacer memoria es importante porque no es algo que está dado, llegamos a tenerlos porque hubo mucha conciencia social y lucha. En este tiempo no se bajaron los brazos y se salió a la calle por esta democracia para que haya equidad social. Por eso es importante mantener viva la memoria y no olvidarnos que hubo momentos que fueron muy oscuros en nuestro país y les dijimos ‘nunca más’”. Para Bettinoti “el negacionismo casi siempre viene acompañado de discursos de odio, intenta poner a algunas personas o grupos sociales, particulares, como enemigos, enemigas. Pretenden romper cuestiones que ya estaban firmes, y tiene que haber una sociedad que lo permita o que no lo permita; pero además esos discursos tienen también intereses económicos y políticos propios”.

Como balance, Juan Medina, del Proyecto Envión y coordinador de un grupo de jóvenes en Chapadmalal, relató que hubo mucha incertidumbre en las familias sobre la continuidad de los proyectos ante el recambio de gobierno. “Fue fuerte y lindo, y vamos a seguir adelante con las investigaciones que los jóvenes elijan”, explicó. “Sabemos que el liberalismo ya gobernó, van a cuestionar que los trabajadores sean parte de las decisiones, da miedo y duele este retroceso, afrontamos una derrota y tenemos que pensar qué hicimos mal, hablar de los desaparecidos no es adoctrinamiento sino tener memoria, pero arrancamos con que estos pibes del encuentro tienen más memoria que el presidente electo”, dijo Medina a ANCCOM. Este educador territorial afirmó que “es necesario recuperar el concepto de la política como herramienta para ejercer la democracia, quitarle el prejuicio de que son todos estafadores, no somos todos eso, como tampoco es cierto que todos los jóvenes votaron a Milei, fue también culpa de los adultos”.

En un presente de incertidumbre y preocupación de cara al futuro inmediato, la CPM sigue haciendo lo mismo que inició hace 22 años: promover la reflexión, el diálogo y la construcción colectiva en los jóvenes para reforzar consensos democráticos que hoy son cuestionados por una porción de la sociedad. Son los pibes y pibas que en este nuevo encuentro en Chapa, como le dicen, juntaron energía frente al mar para tan esencial tarea que se viene.

Visitas

Durante el encuentros se realizaron tres charlas debate sobre El sistema penal y las cárceles en América Latina, con la participación de Gabriela Rodríguez (Uruguay), Ana Morales (Ecuador), Wendy Morales (El Salvador), coordinado por Roberto Cipriano García, integrante y secretario ejecutivo de la CPM; Las violencias que no cesan: estado penal y democracia, que contó con la presencia de Alcira Daroqui (GESPYDH – Instituto Gino Germani -UBA), el Dr Fernando Domínguez (fiscal federal de San Isidro), Luciano García (Casa de la Memoria Domingo Cañas, Chile), Rodrigo Pomares (CPM) y la coordinación de Guillermo Torremare, integrante de la CPM. Y por último, Juventudes y políticas neoliberales. ¿Derechas o derechos? que tuvo como expositores a Ana Laura López (GESPYDH-Instituto Gino Germani-UBA), Mariana Pozzoni (Universidad Nacional de Mar del Plata), Sergio Morresi (CONICET-Universidad Nacional del Litoral), Sandra Wolanski (CONICET-UBA), moderada por Sandra Raggio, directora general de la CPM.