Por Francisco Ojeda

La joven mapuche Jéssica Bonnefoi fue sentenciada por el hecho ocurrido en 2017 en Villa Mascardi.

El Juzgado Federal de San Carlos de Bariloche condenó a la mujer mapuche Yessica Bonnefoi Carriqueo Antimil a seis meses de prisión en suspenso. La joven fue imputada por rasguñar a una agente de la Policía Federal en 2017 durante un desalojo ocurrido en la localidad de Villa Mascardi, en Bariloche. Ella se encuentra detenida desde el 11 de agosto en la sede de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en Río Negro, y según el fallo emitido ayer por el juez federal Hugo Greca debería haber recuperado su libertad. Sin embargo, seguirá presa porque está imputada en otras causas vinculadas a la lucha mapuche por la tierra.

 Uno de sus abogados defensores, Eduardo Soares, dijo a ANCCOM que “aún no será liberada, estamos a contrarreloj pidiendo su libertad por la última causa, la de Los Radales y toda la causa nueva de usurpación”. Estos procesos imputan a Bonnefoi por usurpación en el exhotel Mascardi, La Escondida y en el predio Los Radales, donde se produjo el incendio de una casilla de Gendarmería. Por estos hechos, los vecinos acusan a los mapuche, y ellos sostienen que fueron responsables los grupos de derecha alentados por el PRO y la gobernación provincial.

 Tras la publicación del fallo, Soares enfatizó su disconformidad con la separación de la causa y afirmó que en realidad se trata de un mismo expediente que empezó el 23 de noviembre de 2017 y terminó dos días después con la muerte de Rafael Nahuel, quien fue asesinado el 25 de noviembre de un tiro en la espalda -por lo que está imputado el prefecto Francisco Javier Pintos- durante la represión y desalojo de la comunidad Lafken Winkul Mapu en la zona del lago Mascardi, en Río Negro. “Es una sola causa. La recuperación, que ellos llaman usurpación, con incidentes como el de Jéssica, en el que aparece una denuncia de lesiones, y finalmente la muerte de Rafita Nahuel. Todo es un solo hecho concatenado” expresó. Además, aseveró que al notar que sería contraproducente para las fuerzas de seguridad tratar en un solo juicio todos los hechos, la fiscalía decidió separarlo en partes, ya que “las mismas pruebas en contra que tenían en la causa de Bonnefoi, las tenían también en contra de los miembros de la Prefectura acusados en la causa de Rafita Nahuel”. 

Jéssica Bonnefai, entre sus abogados, Laura Taffetani y Eduardo Soares.

La joven mapuche lleva 43 días detenida. Durante más de dos semanas se mantuvo en huelga de hambre hasta que fue publicada la fecha del juicio que se llevó a cabo el 18 y 19 de septiembre. La medida de fuerza y las condiciones precarias en las que se encuentra encerrada deterioraron su salud, y ha tenido fiebres y malestares en su cuerpo. Su abogado comentó en qué condiciones la vio el martes 19, último día de sesiones antes de que se emitiera el fallo: “No estaba muy bien, Tenía muchos dolores renales. Hablamos con ella y nos dijo que el médico la estaba atendiendo”. Asimismo, comentó las condiciones del lugar en el que se encuentra encerrada Bonnefoi “Las condiciones de detención en la PSA donde está no son las mejores. Es un calabozo para gente que pueda estar apenas unos días, pero no tanto tiempo. No es un lugar de detención, es apenas de paso” denunció.

 Según el fallo judicial, la acusadora María Florencia Pérez, agente de la Policía Federal Argentina, sufrió lesiones leves en su rostro provocadas por Bonnefoi “quien atentando contra la integridad física de la funcionaria, pretendió resistir su intervención policial”. También confirma que el hecho ocurrió tras materializarse la orden de allanamiento y desalojo dictada por el entonces juez subrogante Gustavo Villanueva. “Puntualmente, tras ingresar al predio (…) el personal de la Policía Federal Argentina actuante procedió a la aprehensión de las personas halladas en el interior, entre las cuales se encontraba la aquí imputada” explica el documento al que accedió ANCCOM. Sin embargo, los abogados defensores alegaron la falta de pruebas que demuestren que las lesiones sufridas por la agente fueran realizadas por Bonnefoi. El documento detalla que Pérez sufrió “una lesión excoriativa lineal de trazo vertical de unos 5cm. de longitud sobre región de tercio externo de pómulo derecho y de la mejilla derecha y una lesión excoriativa de 1.5cms (…) a nivel del surco nasogeniano derecho” estas lesiones, aclara el fallo, se habrían de curar en un lapso menor a un mes sin incapacidad laborativa alguna. En su alegato, la defensa había afirmado que la policía Pérez mintió y todo el proceso fue una “causa armada”.

 Otro de los puntos conflictivos durante el juicio tiene que ver con las irregularidades en el proceso de allanamiento e identificación ordenado por el juez Villanueva. La abogada defensora Laura Taffetani enfatizó que no es lo mismo la identificación que la detención y que esta última solo es autorizada en caso de resistencia a obedecer la orden. “La fuerza de seguridad actuante debía agotar los medios para que interviniera personal especializado en menores de edad” recordó. Por otro lado, resaltó que aún cuando la orden de allanamiento decía que el procedimiento debía ser filmado y fotografiado, esto no se cumplió. Al final de su exposición recalcó que la última persona que identificó a Bonnefoi como la agresora fue la agente Pérez y ningún otro testigo. Incluso, uno de ellos dijo que Bonnafoi vestía atavíos mapuches, mientras que la acusada la identificó como usando un jean con un pullover. El también defensor Eduardo Soares concluyó que no existen motivos para creerle a Pérez y descreerle a Bonnefoi, al menos que se elija hacerlo porque una es policía y la otra es mapuche. 

En tanto, en varias ciudades de la Patagonia, como por ejemplo en Neuquén, hubo manifestaciones por la libertad de Bonnefoi.  

Además, la Red de apoyo Bariloche por la libertad de la lamien Yessica Bonnefoi Carriqueo Antimil emitió un comunicado sobre la “injusta detención la lamien (hermana) vuelve a tener problemas de salud que le están afectando su cuerpo, en el marco de la represión que dio paso al asesinato de Rafael Nahuel”. Desde ese colectivo de organizaciones y militantes sociales resaltaron que “mientras la policía reprime a mujeres Mapuche junto a sus hijos e hijas, incluso asesina a un joven Mapuche que solo defendía su identidad, nuestra lamien Jéssica tiene que esperar un juicio, que pareciera un mal chiste del sistema, en un calabozo prácticamente en situación de castigo, que hace aumentar sus problemas de salud y, además, separada de sus hijos”. La Red destacó que Bonnefoi “no pertenece a ningún movimiento, es una mujer Mapuche autónoma que, actualmente, lucha por su libertad, lucha por estar junto a sus hijos y seguir defendiendo su identidad como Mapuche”.