Por Lucas Pellasini
Fotografía: Milagros Gonzalez

Miles de personas se movilizaron a la Casa de Jujuy en Buenos Aires para reclamar la libertad de los detenidos y el cese de la violencia institucional.

Organizaciones sociales, gremiales y de derechos humanos se movilizaron en varias provincias para reclamar el cese de la represión en Jujuy y exigir la liberación de los detenidos durante las protestas contra la reforma constitucional que impulsa Gerardo Morales. En la Ciudad de Buenos Aires, el punto de encuentro fue el Obelisco. Gustavo Plumero, oriundo de Tilcara pero que actualmente reside en la ciudad de La Plata, fue parte de la manifestación que se movilizó desde 9 de Julio y avenida Corrientes hasta la avenida Santa Fe. “Tengo un compañero que el sábado casi pierde un ojo por culpa de la represión policial y ahora está en rehabilitación”, comentó. Acompañado de coprovincianos con la misión de visibilizar la violencia que se está viviendo en Jujuy, son quienes evitaron que “gente infiltrada prepotentemente rompiera la Casa de Jujuy. Nosotros no somos de ninguna agrupación, somos las comunidades de los pueblos originarios, la comunidad kolla, la comunidad aymara”, agregó Gustavo.

Estas comunidades son las que más se ven afectadas con el nuevo texto constituyente, sancionado y jurado en tiempo exprés y sin una real consulta popular. La Convención Constituyente, quedó conformada sólo por los representantes del oficialista Frente Cambia y el Frente Justicialista aliado a Morales, excepto dos de sus integrantes que se retiraron del recinto junto a seis representantes que tiene la izquierda.

La Casa de Jujuy, ubicada en la avenida porteña de Santa Fe, fue a donde llegó la masiva movilización que convocó a docentes, organizaciones sociales, de derechos humanos y sindicatos. “Lo que prima acá hoy, y lo que se ve, es la unidad del cuerpo de trabajadores y trabajadoras”, señaló Cristian Ardiles, Secretario General de SUTEBA Ezeiza; “Esperamos que Morales de vuelta atrás con estas medidas que van en contra del pueblo trabajador”, agregó. Además, manifestó la necesidad de que la política en su conjunto se pronuncie en este conflicto político que empezó con los trabajadores docentes.

“Jujuy de pie, nunca de rodillas”, “Abajo la reforma, arriba los salarios”, eran algunos de los cánticos entonados por los manifestantes que se acercaron al Obelisco en el primer mediodía del invierno porteño, de este miércoles 21 de junio. Con el pedido unánime para que el Gobernador -y precandidato a encabezar la fórmula presidencial opositora- frene la escala represiva; que se libere a todas las personas detenidas ilegalmente, manifestantes pacíficos, entre ellos periodistas, turistas, gente discapacitada sin acceso a sus medicamentos y referentes de derechos humanos. El relamo común fue también que se derogue la constitución que se sancionó, que no cumplió, por ejemplo, con la debida consulta a los pueblos indígenas.

En un principio está movilización, encabezada por la CTA, CTERA, ADEMyS, CONADU y SiPreBa, se iba a desarrollar el jueves, pero frente a la impactante represión desatada frente a la Legislatura jujeña al mismo momento en que se juraba la nueva Carta Magna, , se decidió adelantar la convocatoria.

“La represión ocurrida en Jujuy, que inició con un reclamo docente y luego se fueron sumando pueblos originarios y lo que pasó ayer, es el motivo por el que estamos acá”, comentó a ANCCOM Jesica, docente de educación especial en un colegio bonaerense. “En un sistema democrático que cumple 40 años no puede pasar que la gente no pueda reclamar y pedir por sus derechos. Es un retroceso de años”, agregó otra docente del mismo colegio que la acompañaba: “Se han visto escenas, propias de una dictadura”, concluyó.

«Detrás de la reforma de la Constitución están el litio y el cobre, las riquezas de la que quieren apoderarse las multinacionales», dijo Hugo Yasky.

Justamente, este tipo de escenas obligó a proclamarse a diferentes organismos de derecho humanos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA, y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH). En una carta enviada al Gobernador Gerardo Morales, el representante de la ONU en América del Sur, Jan Jarab, manifestó la “preocupación de los reportes sobre vulneración de derechos y acciones violentas en el marco de protestas contra una reforma a la Constitución provincial de Jujuy, en Argentina”.

Por su parte, Morales le respondió a través de una nota a estos organismos internacionales, haciendo responsables de la violencia en la provincia que gobierna hace ocho años a grupos de izquierda, a La Cámpora y al presidente de la Nación, Alberto Fernández y a la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, sin presentar ningún tipo de pruebas sobre estas acusaciones. Paradójicamente, en esa misma nota el Gobernador destacó que “la nueva Constitución amplía los derechos” y el texto es “un instrumento constitucional de avanzada”.

Miles de manifestantes se movilizaron hasta la intersección de avenida 9 de julio y Santa Fe, donde las centrales sindicales habían dispuesto un escenario. El primero en hablar fue el secretario general de la UTEP, Estaban «Gringo» Castro: «Morales reformó la Constitución en detrimento de los derechos de los jujeños. Esa es la estrategia política de la derecha. Tenemos que seguir marchando en paz porque la violencia es del poder concentrado», comenzó. Luego, fue el turno del secretario general de la CTA Autónoma, Hugo «Cachorro» Godoy, quien señaló: «Estamos acá porque la unidad y la dignidad del pueblo jujeños tienen que ser acompañados por todo el pueblo argentino. Porque eso es un globo de ensayo que pretende trasladar las políticas represivas y apropiatorias a todo el país». El cierre estuvo a cargo del secretario general de la CTA, Hugo Yasky, quien señaló que la resistencia debe ser en la calles: «Detrás de la reforma de la Constitución están el litio, el cobre, las riquezas de la que quieren apoderarse las multinacionales. La única manera de cerrarle paso a la violencia y a la derecha es con la unidad del campo popular».