Por Jazmín Alter
Fotografía: Clara Pérez Colman

A partir del acceso simplificado a herramientas de Inteligencia Artificial el sistema educativo enfrenta nuevos desafíos. ¿Es necesario repensar los métodos de enseñanza-aprendizaje?

Chat GPT es la Inteligencia Artificial (IA) que está en boca de todo el mundo.

Se trata de un chatbot creado por la empresa OpenAI, lanzado para el uso público en noviembre de 2022. Esta IA generativa funciona con un sistema de predictibilidad que determina estadísticamente qué palabras agregar a una secuencia para simular un diálogo humano. El desarrollo de este prototipo depende de un riguroso entrenamiento con millones y millones de ejemplos tomados de todo tipo de fuentes de información digitalizada. El resultado es la imitación del lenguaje humano con un grado de verosimilitud sorprendente, que la hace capaz de responder a prácticamente cualquier pregunta que se le haga.

 Educación inteligente

Los alumnos ya están utilizando la herramienta ChatGPT para sus estudios. Muchos jóvenes la aprovechan para diversas prácticas como consultas académicas, explicación de conceptos complejos y hasta recurren a la autoevaluación para poder corregir sus errores.

¿Cómo impacta el recurso de esta herramienta en nuestro sistema educativo?

ANCCOM le preguntó a estudiantes de diversas carreras y universidades si utilizan esta herramienta digital en sus prácticas educativas: “En mi caso, al estudiar una carrera como Derecho, me facilita mucho para buscar marcos jurídicos, y no tener que leer todos los códigos o tratados internacionales que no infieren en lo que necesito saber, simplifica mucho mis búsquedas de conocimiento”, cuenta Florencia Muhafra, estudiante de la UBA. En cambio, la estudiante de Psicología de la Universidad de Belgrano Micaela Wainrib, aclara: “No utilizo el dispositivo ChatGPT para nada. Ojalá pudiera utilizarla, pero no tengo conocimiento sobre la herramienta. No tengo muchas nociones de la inteligencia artificial, solamente sé que la tecnología está cada vez está más potenciada y que necesito no quedarme afuera de ese mundo”.

Al ser la educación una de las áreas afectadas de la sociedad en esta transformación que genera la IA, el rol actual de la tecnología es un tópico frecuente entre educadores. Frente a la llegada de ChatGPT a las aulas, ¿se debe plantear cierto debate de urgencia?

“La educación hace rato que está atravesada por algoritmos de inteligencia artificial, es un hecho que de la misma manera en que en nuestra vida convivimos directa o indirectamente con la inteligencia artificial, así lo hacemos y haremos en la escuela”, explica Julián Dabbah, analista en Computación, egresado de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA y docente del Profesorado de Informática de la Universidad Pedagógica Nacional e integrante de la Fundación Sadosky.

Compartiendo la mirada sobre la Inteligencia Artificial y la educación, la especialista Patricia Ferrante, Investigadora y docente en FLACSO y UNIPE y Licenciada en Ciencia Política, adhiere: “Si bien la IA opera entre nosotros hace bastantes años –pensemos, por ejemplo, en Siri o los asistentes virtuales de voz-, la discusión de los últimos tiempos está centrada en los usos de ChatGPT y de los programas de IA abierta para crear imágenes, aunque se hable de la IA como una cosa genérica que nadie sabe bien qué es o a qué refiere”. Y destaca: “Dudar, entonces, me parece una buena forma de empezar a indagar y experimentar con las herramientas que haya al alcance”.

Lo que muchos se cuestionan es si esta herramienta traerá un impacto positivo o negativo en nuestra sociedad, algo que plantea un pensamiento más complejo que dicotómico. “Como suele suceder con las novedades tecnológicas, hay tantas promesas, como miedos”, explica Ferrante. “En este arco tan amplio, algunas escuelas deciden suspender exámenes domiciliarios ´para que no se hagan con Chat GPT´ y otras experimentan en las aulas, en grupo, para pensar qué pasa, qué respuestas se producen a qué preguntas. Esta me parece una forma muy interesante de explorar y entender su impacto”.

Para Dabbah, “preguntarse sobre el impacto positivo o negativo del ChatGPT en las escuelas es un ejercicio casi de lotería. Siempre que aparece un nuevo invento que es sustancialmente distinto de los que estaban antes, trae consecuencias tanto positivas como negativas, no creo que sea algo que se pueda responder tan sencillamente”.

 

¿Todas las respuestas?

Ante un sistema que promete todas las respuestas, es probable que algunos alumnos se pregunten qué sentido tiene seguir estudiando de la manera en la que siempre lo hicieron. En vista de esto, ¿qué nociones son útiles seguir aprendiendo y enseñando en las escuelas? “El aspecto más valioso que me parece que tiene nuestro sistema educativo y la escuela en general es el objetivo de generar inclusión y equidad”, explica Dabbah. “La escuela nos tiene que preparar a todos por igual para hacernos las preguntas que van a ser cada vez más difíciles de responder en el mundo en el que vivimos y en el que vamos a vivir”.

Por su lado, Ferrante se cuestiona acerca del alarmante futuro en las aulas y expone: “La pregunta por lo que sucederá con la autonomía humana y con la creatividad, en un marco creciente de algoritmización y datificación de las sociedades me parece inquietante y necesaria. Y la escuela es un buen lugar para discutir estas cuestiones e imaginar futuros posibles”.

En otros parámetros, una noción que inquieta a los especialistas en el ámbito de la IA es el límite de desarrollo de estas máquinas automatizadas. Comprendiendo que tienen la capacidad para realizar tareas que requieren inteligencia humana como el reconocimiento de patrones, la toma de decisiones y el aprendizaje, entre otras habilidades. “Me parece un tema muy urgente, muy profundo y muy complejo pensar los límites de la inteligencia artificial”, explica Dabbah. “Me parece que hay una enorme responsabilidad que las corporaciones que están generando estos artefactos no están teniendo en cuenta. Tampoco nadie se lo está pidiendo. Y en todo caso me parece que tenemos que preocuparnos para que eso suceda. Es crucial que estas tecnologías se utilicen considerando nuestro contexto”.