Por Melina Pereira
Fotografía: Milagros Gonzalez

El Tour Carrocero, organizado por los fanáticos de la película Esperando la Carroza, fue distinguido de interés cultural por la Legislatura porteña. Un paseo por el barrio que el film convirtió en mítico.

En una mañana de otoño, y como no podía ser de otra manera, domingo, se juntaron en la plaza del barrio porteño de Versalles, varias decenas de personas para disfrutar del Tour Carrocero, una iniciativa que comenzó con un grupo de fans muy aguerridos del clásico del cine argentino Esperando la carroza.
A pesar de ser un día bastante fresco, mucha gente se acercó con el mate y el termo para disfrutar de este recorrido tan especial.

Matías Altamore de Francesco, vecino del barrio de Versalles a cargo del tour, contó a ANCCOM que los eventos “carroceros” se hacen desde el 2018. Al tour se suma la proyección de la película en un centro cultural y la puesta en escena de la obra de teatro de Esperando la Carroza. En esta ocasión, el recorrido se realizó para conmemorar los 38 años de la icónica película y para celebrar la distinción de Declaración de Interés Cultural por parte de la Legislatura Porteña, para el colectivo carrocero.

A partir del 2022 comenzaron a realizar el tour una vez por mes, a través de una convocatoria desde sus redes sociales, principalmente su instagram. Matías dijo que para él, Esperando la carroza es todo: “Es el barrio donde nací y me crié, es un grotesco rioplatense”. Al preguntarle cuál es su frase favorita, confesó que se le hace difícil elegir una. Pero se inclina por: “No se juega así con los sentimientos de la buena gente, hijo de puta”, del personaje interpretado por China Zorrilla.

Alrededor de las 11 de la mañana, las personas se concentraron en la glorieta de la plaza de Versalles, en donde el legislador porteño Juan Pablo Arenaza, quien hizo entrega del diploma de Declaración de Interés Cultural. El funcionario reconoció que Esperando la Carroza es una película clásica del cine nacional que hasta hoy ha atravesado muchas generaciones y se declaró un fan del film. Aseveró, además, que la Legislatura votó este reconocimiento por unanimidad.

Por su parte, Matías junto a su compañero Marcelo, agradeció a todos los presentes y afirmó que esta mención especial “no es para mí, sino para todos los carroceros”.

Luego del pequeño acto homenaje, el guía carrocero invitó a las personas a acercarse a ver y tomar fotos con un mural en donde se puede ver a la mítica Mamá Cora, de Antonio Gasalla. Además, contó que se trata de un proyecto en el que están trabajando, donde buscan pintar varios murales en distintos puntos de Capital Federal y algún lugar de la provincia de Buenos Aires en homenaje al film.

Entre quienes se acercaron a hacer el tour se podía escuchar cómo reproducían diálogos de la película mientras reían y conversaban. Gente de todas las edades disfrutó de un «domingo muy especial», como dice Nora -interpretada por Betiana Blum- en la película.

La primera parada fue en la mítica plaza en donde se filmó la escena de Mamá Cora, junto a los viejos del barrio (vecinos reales) yendo al funeral de “la húngara” y la escena entre Nora (Betiana Blum) y Susana (Mónica Villa), cuando “se sacan las caretas” y hablan de infidelidades.

 

El recorrido continuó por las calles de Versalles, mientras los fanáticos de la película iban reconociendo algunos lugares y recordando distintos momentos del largometraje. Aterrizaron en la casa del hermano Antonio Musicardi, interpretado por Luis Brandoni y su esposa, Nora. En una pequeña vuelta a la manzana, los carroceros se toparon con la terraza de la Dominga, el personaje de Cecilia Rossetto, que le pide a la vieja Mamá Cora que cuide al Oscarcito por dos horitas. Y justo en frente, lo que ellos llaman “el templo carrocero”, la casa donde transcurre gran parte de la historia, en donde viven Elvira (China Zorrilla), Sergio (Juan Manuel Tenuta) y Matilde (Andrea Tenuta). En la casa actualmente vive Flavia, quien en diálogo con ANCCOM dijo que se siente halagada de que su casa sea icónica por esta divertida historia, le gusta que las personas se acerquen a sacarse fotos junto a la puerta de los Musicardi. Porque es un “ícono del cine nuestro”. “Fue hermoso ver cómo se hace cine, desde adentro recuerda-. Eso fue lo que más me gustó. Esa experiencia es lo que más rescato”.

Flavia que rememora con mucho cariño la película, hasta ahora nunca abrió las puertas de su casa para recorrer el interior, debido a que aún vive allí. Sin embargo, asomó la esperanza y dijo que quizás se cumpla el sueño carrocero, para el festejo de los 40 años del estreno.

Siguiendo con el tour, entre los carroceros se encontraban Mónica Frolli en el papel de una divertida Nora y Paula Belén Viola llevando orgullosa una remera de Susana e interpretándola también. Ambas divirtieron a la gente haciendo la escena de la plaza en donde la nuera más joven de Mamá Cora acusa a su cuñada de engañar a su marido.

Entre risas Mónica y Paula también confesaron ser carroceras sin saberlo, por el simple hecho de mirar la película y saberse los diálogos de memoria. Ambas se conocieron en un encuentro de fanáticos y enseguida se reconocieron en los respectivos personajes que interpretan. A partir de allí forjaron una gran amistad y disfrutan de encontrarse en este barrio de la ciudad, tan escondido para muchos.

Tanto Paula como Mónica aseguraban que es un orgullo ser parte de este grupo. La actriz que interpreta a Nora en el tour dijo en diálogo con ANCCOM: “Para mí es una joya del cine nacional que no debe morir. Y el día que Mati o Marce no estén, tiene que seguir esto alguien joven, que no muera”.

Mientras que la fan de Susana rescataba la cantidad de jóvenes que asiste al evento, como su sobrina, que ya de muy pequeños conoce este film y se sabe las escenas de memoria. “Yo no sabía que era carrocera, yo repetía los diálogos sola en mi casa. Cuando encontré este grupo, dije guau qué bueno. Esta peli es una parte muy nuestra.”

Durante el recorrido, Matías fue contando algunas curiosidades de la película: que fue muy casera y los vecinos prestaron desde una maceta hasta un loro para que actuara. Otro gran dato es que Darío Grandinetti, quien interpretaba a Cacho, es un hincha apasionado de River y sin embargo por única vez se atrevió a ponerse una camiseta de Boca. La excusa fue hacer un personaje muy tonto y provocar a los xeneizes.

Para finalizar el recorrido, los carroceros y los curiosos se volvieron a juntar en la plaza que fue la primera parada. Allí, entre risas y aplausos, decidieron entre todos interpretar la última escena: Mamá Cora y los viejitos caminando a paso ligero y agarrados de los brazos. Quienes se animaron se posicionaron en el centro de la plaza y recrearon el final de la película, mientras muchos otros filmaron la llegada.

Si bien el tour culminó allí, quienes querían pudieron acercarse al club social  “Luz del Porvenir” para ver la proyección de la película y disfrutar de alguna comida casera. Finalmente, por una módica entrada se podía acceder a la obra de teatro Esperando la carroza, el vodevil, una adaptación del guión original.

Realmente “qué duda cabe” de que se trató de un muy divertido domingo para todos los que se acercaron a recorrer las locaciones de esta tan querida obra nacional.