Por Gerónimo Kener
Fotografía: Mariel Bonino

Ronda Cultural presentó «Diálogos por la Identidad», una serie audiovisual de seis capítulos que abordan el horror de la dictadura por medio de conversaciones intergeneracionales.

¿Que significa identidad? ¿Cuánto importa su noción en un país como Argentina? Diálogos por la identidad es el nuevo proyecto audiovisual de Ronda Cultural, una asociación civil que propone desde el arte, la ciencia y la comunicación la defensa de los derechos humanos y el acceso libre a la cultura. Se trata de una serie audiovisual de seis capítulos con historias centradas en lo que fue la última dictadura cívico-militar. Con el objetivo de interpelar a los más jóvenes, el formato desarrollado es corto, descontracturado y conducido por Bruna Belaunzarán y Daniel Oscar Riobó, que ponen de manifiesto el intercambio entre generaciones. 

La presentación tuvo lugar en el Museo del Libro y de la Lengua. A modo de anticipo proyectaron tres de los seis episodios. El auditorio presenció gente adulta, jóvenes comprometidos y algunos adolescentes en compañía de sus familiares. Con las luces apagadas y la pantalla reluciendo como el cine, cada vez que un episodio terminaba aparecieron los aplausos sentidos. 

Malena Rosemberg, directora de Ronda Cultural, le contó a ANCCOM sobre las motivaciones que dieron origen a la serie: “A través de focus group entrevistamos a distintos jóvenes y también personas de muchas edades, y vimos que hay familias que se sienten ajenas a la temática de derechos humanos. En algunos casos, la política como mala palabra se transmite de generación en generación” .

Entre otros ejes, la serie enfoca su interés en historias relacionadas al fútbol, a los nietos apropiados que pudieron restituir su verdadera identidad y al proyecto elaborado de manera conjunta entre la Biblioteca Nacional y Abuelas de Plaza de Mayo denominado “Historietas por la Identidad”.

Además de la proyección, se realizó un debate con algunos invitados de relevancia como Andrés Centrone (Coordinador de los programas educativos del Espacio Memoria y Derechos Humanos ex Esma), Ana Tauil (responsable del Área de Formación y Archivo de Nietes) y Claudia Victoria Poblete Hlaczik (nieta restituida).

Sus experiencias son distintas pero coinciden en el compromiso de mantener vigente la historia del país mediante el reconocimiento de los derechos humanos. “Este tipo de programas son de un valor increíble para nuestra búsqueda porque traen a las nuevas generaciones vivencias de algo que todavía está pasando. Necesitamos seguir buscando la forma de que la gente que no sabe quién es lo sepa. La apropiación no solo afecta al apropiado sino a toda la sociedad a su alrededor”, sostuvo Poblete Hlaczik.

Uno de los capítulos tematiza la fotografía como elemento vital para la memoria. Ronda Cultural le pidió a los invitados una fotografía actual que para ellos va a quedar en la historia como hecho importante. Las luces volvieron a apagarse y aparecieron en pantalla fotos emocionantes. Coincidieron entre los invitados la relación visual entre el rechazo al fallo de la Corte Suprema por el 2×1 a genocidas y la marcha por la lucha por la sanción de Ley Acceso a la Interrupción del Embarazo. “El pañuelo se resignificó en nuevas conquistas necesarias. Simbolizó la lucha de Abuelas de Plaza de Mayo y ahora lo es para conquistar los derechos de las mujeres”, añade Poblete Hlaczik.

“Las nuevas generaciones deben apropiarse de las luchas como ellos quieran. Si quieren cantar un trap sobre la memoria, que lo hagan. Tenemos que generar las condiciones para que suceda a su manera”, afirma Centrone.

“Pensar el pasado desde el presente es nuestro objetivo. Las problemáticas actuales en torno a la economía, política, los sentidos que tienen esas palabras tratamos de abordarlas desde lo que nos pasa ahora y aprovechar para recordar situaciones del pasado”, agrega Tauil.

Finalizó la charla y se sortearon libros Historietas por la identidad, un proyecto surgido como herramienta para la memoria, desde un costado popular como lo es la historieta. Uno de los ganadores fue un adolescente que recibió el ejemplar y tal vez esa sea su interpelación con la historia.

La intención de Ronda Cultural es que la serie pueda circular como material para los docentes de espacio de educación formal y no formal. 

“Nos quedan un montón de desafíos. La identidad siempre está en construcción, compete a las instituciones culturales preguntarse por ella. Es una posición política para nosotros”, sostiene Rosemberg. 

Tienen el objetivo de seguir aportando a la noción de identidad en otros formatos. A pesar de la autogestión y lo complicado que resulta conseguir fondos, quieren hacer una serie de podcasts sobre distintas personas que sufrieron las consecuencias de la última dictadura cívico- militar.

La serie ya estrenó su primer capítulo en el canal de Youtube de Ronda Cultural. Van a subir un nuevo episodio cada semana. Ahora solo queda esperar la recepción pero ya tuvieron un adelanto positivo con los aplausos y palabras de aliento de los presentes en el evento.