Por Melina Pereira, Sebastián Alonso
Fotografía: Mariel Bonino

Miles de personas se encuentran participando del del III Foro Mundial de Derechos Humanos, que se está desarrollando en las sedes de la ex Esma, FADU, CENEA y CCK en la ciudad de Buenos Aires, cientos de ellas son jóvenes que traen su agenda para discutir y reflexionar intergeneracionalmente.

Dentro del programa del III Foro Mundial de Derechos Humanos se planteó un eje que apunta a los jóvenes. La Comisión de Juventudes llevó a cabo muchas de las actividades que están sucediendo entre el 20 y 23 de marzo, junto a los distintos paneles de debates y charlas que integraron esta iniciativa mundial.

Una de las iniciativas fue un taller sobre participación política de las juventudes, que se desarrolló en la Casa de la Militancia – H.I.J.O.S. Bajo la organización del Instituto Nacional de Juventudes (INJUVE), la propuesta contó con más de 20 participantes y ofreció un debate acerca de sus primeros acercamientos a los derechos humanos. Los jóvenes, oriundos de distintas provincias como Córdoba, La Pampa, Misiones y Tierra del Fuego, compartieron sus experiencias principalmente asociadas a los centros de estudiantes del nivel secundario, pero también al estudiante como sujeto político y a los derechos estudiantiles adquiridos y aquellos que se mantienen pendientes, como el boleto estudiantil gratuito a lo largo del país. Las distintas ideas que surgían de la actividad eran plasmadas en un afiche realizado de manera colectiva, donde se resaltaron frases como “se subestima el pensamiento joven”, y “dicen que no tenemos capacidad política”. De manera unánime, los principales reclamos planteados fueron los de más protagonismo de las juventudes en la toma de decisiones, y la necesidad de pensar por y para los jóvenes.

Durante la jornada del miércoles, se pudo observar la gran convocatoria que tuvo el evento a nivel internacional. Además de las distintas personalidades que acudieron a los paneles especiales, como los ex presidentes latinoamericanos como Evo Morales, Rafael Correa, Pepe Mujica, el jurista Español Baltazar Garzón y el ex presidente español José Luis Rodríguez Zapater, entre las calles del ex centro clandestino de detención Esma -hoy Espacio para la Memoria-, se observaban distintos grupos de jóvenes, adolescentes y niños recorriendo el Foro y realizando actividades de carácter recreativo.

ANCCOM conversó con Tomás y Lúa, de la Fundación Encontrarse en la Diversidad, quienes explicaron que el objetivo de su organización es luchar contra todo tipo de discriminación. Su labor se da en distintos ámbitos, pero su enfoque principal está en las escuelas. Actualmente su actividad se realiza en conjunto con 50 escuelas del AMBA y otras provincias. De ese modo, llevan inquietudes a los jóvenes con talleres en donde plantean preguntas vinculadas al acoso escolar y la discriminación. Además, asesoran a los docentes de las escuelas de los distintos niveles con respecto a la manera de trabajar la ESI en las aulas.

En esta edición del Foro Mundial de Derechos Humanos, realizaron un taller acerca de Orgullo y Diversidades, proponiendo pensar los derechos humanos desde una perspectiva del orgullo y la identidad. Lúa afirma: “es muy lindo saber quién es cada uno y eso implica orgullo”. Su modalidad de trabajo es la de crear un intercambio entre quienes proponen el taller y los asistentes, construyendo en conjunto las respuestas a las preguntas acerca de qué es la identidad, qué es la diversidad y el orgullo para cada uno. Además, pensaron la importancia de que este espacio sea mundial, lo cual implica un intercambio diverso mucho más amplio dentro de sus actividades. El objetivo de su taller es en principio garantizar todas las veces, porque como dice Tomás, la diversidad no implica que siempre la totalidad esté de acuerdo. Como organización y como personas, Lúa y Tomás creen en la importancia de que las identidades sean visibles para todos. “El objetivo es enriquecernos de la diversidad”, concluye él. Con respecto al intercambio que han ido teniendo en el foro, reconoce que la Comisión de Juventudes viene trabajando en conjunto desde el mes de septiembre, con lo cual ya conocen a varias de las demás agrupaciones que integran este espacio.

Dentro de esta gran convocatoria, la mayoría de los espacios que funcionan normalmente en el Espacio para la Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA), también tienen su lugar para convocar a quienes quieran acercarse a participar de distintas actividades y conocer un poco más del trabajo interno de cada asociación.

En la ex Esma, dentro de los distintos programas que proponen, trabajan con uno dirigido a los jóvenes, denominado Jóvenes y Memoria. En diálogo con ANCCOM, HernánScappatura, exresponsable del proyectoen el Espacio explica el origen de la propuesta: “Esta iniciativa fue creada por la Comisión Provincial de la Memoria en el año 2002, y en el 2011 el Espacio para la Memoria se unió al programa, para dirigirlo en la Ciudad de Buenos Aires”. El programa consiste en trabajar el abordaje de la dictadura cívico militar en las escuelas secundarias. “La propuesta es que los y las estudiantes investiguen sobre los hechos ocurridos en ese período histórico desde una perspectiva cercana a sus comunidades”, señala y describe: “Es una actividad que se realiza a lo largo del año y finaliza con la muestra de lo que se trabajó, en diferentes formatos”.

Finalmente, se realiza una convocatoria de todas las escuelas en Chapadmalal, en donde comparten los trabajos realizados. “Lo interesante de este programa- agrega Hernán- es que partió de la idea de trabajar la memoria vinculada a la dictadura y se diversificó a distintas temáticas vinculadas a los derechos humanos como la salud, educación, violencia institucional, todo en torno a la memoria. Así, el programa convoca a la investigación en problemáticas de derechos humanos, desde los jóvenes”. Finalmente, el integrante del programa Jóvenes y Memoria del Espacio Memoria (ex Esma) confirma que los chicos que son parte del programa se comprometen mucho y las escuelas también. Cree que es algo muy movilizante para todos. “Porque además lo trabajan desde la cercanía, partiendo de las historias de sus comunidades en donde quizás, hay alguna persona que tiene un familiar desaparecido o un ex alumno de esa misma escuela víctima de la dictadura”, amplía. Con respecto al desarrollo del Foro, Hernán sostiene que es un espacio en donde se trabajan los derechos humanos en el sentido más amplio y que las distintas actividades convocan a plantear necesidades y problemáticas de distintos ámbitos de la sociedad.

Otra actividad que se viene realizando en este evento internacional es la muestra del museo móvil de Ana Frank. El museo se encuentra dentro de un trailer adaptado que hace un recorrido histórico por la vida de la joven víctima del exterminio judío, y cuenta con una pequeña réplica de la biblioteca de la casa donde la familia Frank se escondía. Por otro lado, el museo invita a la reflexión sobre cómo se vincula este crimen de odio con la dictadura argentina, y cuál es el rol de los jóvenes como sujetos de derechos. Daniela, una de las jóvenes miembro del Centro Ana Frank en Argentina y parte de la Comisión de Juventudes, cuenta que la propuesta llegó a través de la organización de la Comisión, que buscó asociaciones que estuvieran integradas por jóvenes.

La idea de unificar la historia de Ana Frank con el concepto de juventud es algo que este espacio ya venía trabajando desde mucho tiempo antes. Consideran que el hecho de que la historia de Ana esté atravesada por ese contexto histórico siendo tan joven, es un punto de referencia para pensar a las juventudes en estos días. “La asociación cree que la búsqueda de la identidad, el sentirse escuchado, cuestiones inseparables de este momento de la vida se ven reflejadas en la historia de esta niña”, señala. En relación al Foro Internacional del que esta Comisión es parte, la miembro del Centro Ana Frank comenta que su organización tuvo oportunidad de intercambiar y ponerse en contacto con otras agrupaciones integradas por jóvenes para plantear distintas problemáticas propuestas para trabajar vinculadas a los derechos humanos. En este sentido: “creo que es fundamental que exista un espacio hecho para los jóvenes”, porque considera que es un lugar creado para el intercambio tanto entre ellos como con los adultos. A su vez, afirmó que la organización de esta Comisión en particular demostró que cuando los jóvenes se ponen a trabajar pueden llevar a cabo proyectos de alto impacto como este.