Por Nélida Medina Durán

Distinguida como la mejor obra de ficción infantil en la Feria del Libro de Bologna -la más importante del mundo en el género-, «Todo lo que pasó antes de que llegaras» relata con humor y sencillez la visión de un niño a su hermanito por nacer. Yael Frankel, su autora, cuenta cómo lo hizo.

Ilustradora  y escritora de libros infantiles, la argentina Yael Frankel acaba de ser premiada en la Feria Internacional del Libro de Bologna, Italia -la más importante dedicada a la literatura infantil-, por su libro Todo lo que pasó antes de que llegaras, en la categoría de ficción.

La Feria se realiza desde 1963. Ganar el Bologna Ragazzi permite al autor y a la editorial (en este caso Limonero) llevar sus libros a la industria internacional. El reconocimiento a Frankel le será entregado en la 60º edición de la Feria, entre el 5 y el 8 de marzo próximos.

En diálogo con ANCCOM, Frankel cuenta su predilección por el mundo narrativo gráfico infantil, la relación texto e imagen y su satisfacción por el galardón logrado.

Sos diseñadora gráfica, ¿cómo llegaste al universo de los niños?

En mi trabajo estuve mucho tiempo haciendo packaging de juegos para chicos, muchos de ellos ilustrados. Hasta que me di cuenta  que quería que pasar a algo más con las ilustraciones, que no estuvieran quietas en una caja o en una bolsa. Pensé que para darles vida tenía que darles movimiento. Y la narración es eso, ¿no? Quería contar historias y supuse que el mejor soporte para eso sería un libro para chicos.

¿Cómo fue el recorrido?

Me anoté en cantidad de talleres de ilustración, muchos de ellos con profesionales que admiraba y que admiro, y fui aprendiendo mientras hacía, probaba, jugaba, armaba y desarmaba historias… Un día llevé una de esas historias a una editora italiana que fue la primera que me publicó. Y a partir de ahí seguí haciendo, mostrando, participando en todo lo que pudiera tener que ver con la literatura infantil.

En Todo lo que pasó antes de que llegaras un niño le cuenta a su hermano por nacer el mundo familiar y cotidiano con el que se va a encontrar. ¿Cómo se narra con imágenes y se reproduce el habla y la perspectiva de un niño?

Soy la menor de cuatro hermanos, la última incorporación a la familia de origen, así que tuve y tengo tres voces que me cuentan cosas diferentes de los años que compartieron sin mí. Una de las cosas que me ayudó mucho con este libro fue el uso del papel carbónico. Encontré el material que me dio la posibilidad de imitar el trazo de un nene, bastante desprolijo y libre. Lo demás vino dado con la composición de las imágenes y de la historia, algo que fui haciendo a medida que avanzaba, sin demasiada conciencia del proceso.

«Primero, recibir un premio siempre es una alegría enorme. Segundo, Francia», se ríe Frankel.

Tu obra fue seleccionada entre 2.249 títulos de 59 países de los cinco continentes. ¿Qué implica recibir un premio como este?

Primero, la alegría de recibirlo. Segundo, Francia (risas). Un premio siempre es una alegría enorme. Y en este caso se multiplica por mil por lo que significa la Feria de Bologna.